Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

lunes, 26 de marzo de 2012

En memoria...

De crecimiento y confusión
(En memoria).

Hace un año yo hablaba de los recuerdos que tenia de un viejo amigo, de cómo su muerte abrupta e inesperada había repercutido en muchas vidas, pero sobre todo en la mía. Hace un año hablaba del arrepentimiento de no haber tomado las riendas de mi destino, de esta historia, que en teoría es mía y que solo yo escribo y que solo yo debería narrar… todo en teoría y con mucha imaginación desde luego.

El tema del día se trata de alguien fallecido con quien desearías hablar.

Haciendo un poco de, por llamarle de algún modo trasfondo, en mi vida no he tenido realmente muchas pérdidas, en el estricto sentido de dar el salto de la vida a la muerte. Puedo hablar de que hasta hace tres años mi mayor pérdida eran mascotas y paremos de contar. Pero que un amigo muera, que yo haya estado a punto de morir y que las secuelas de ese accidente sigan hasta hoy (y probablemente toda la vida), bueno, eso es hablar de otro tipo de experiencia.

Me gustaría tener aquí a lado a mi buen amigo Cuco. Son tres años de tu ausencia y tantas cosas han cambiado. No hablo solo del mundo o del paso del tiempo, hablo de cómo cambiamos las personas y nuestras relaciones y esas cosas. Hablo de cómo modificamos nuestra conducta, amoldamos nuestras ideas al día a día y tratamos de hacer lo mejor, dentro de la acepción de cada cual, cada momento de nuestras vidas.

Han pasado muchas cosas, demasiadas en tu ausencia.

He cambiado y mi visión de cómo se desenvuelven ahora las cosas han cambiado.

Con el paso del tiempo, abriendo mi corazón y percepción, perdiendo gente valiosa en el camino y recibiendo lecciones a la mala y aprendiendo a patadas he logrado entender un poco más, en su justa medida, todo.

Entendí que en este juego fuimos tres, como en toda buena película. El que se fue, la víctima y el culpable. El que se murió, el quejumbroso y el que tuvo la frente en alto. Podría inventarme dos o tres juegos de palabras más pero creo que la idea se entiende.

Alguien me ayudo a entender a lo largo de este camino, que las cosas no son tan simples que hay matices. Muchas opiniones me hicieron ver que existen otros puntos de vista y que para algunos el villano puede ser héroe, el héroe el villano y las circunstancias una afrenta del mundo, de Dios o de lo que tú quieras pero no una culpa.

Prometí que cada año haría un escrito. No se trata de dejarte ir o no. A mí no me causa congoja el saber que te adelantaste. Me irrita porque faltaron aventuras y experiencias por vivir, pero no eres una cruz que cargo con dolor, no eres una amarga condena ni mi culpa con nombre y apellido.

Eres mi amigo. Te estime mucho y te respete también. No porque fueras más “algo” o menos “algo”. Lo hice porque eras mi amigo y en parte ese es el modo en que yo reconozco a mis amigos. Nunca diré que eres algo que no fuiste o lo que sea, para mí siempre serás Cuco, un gran amigo y nada más.

Y el nada más no se trata de que eso es todo, o que hasta ahí hemos llegado simplemente. Lo que planteo con esas palabras es que eres un amigo, que para mi fuiste y eres incluso, una persona valiosa y que cuando digo que eres mi amigo, mi carnal y mi bro, no son nada más palabras al aire que espero se las lleve el viento.

Eso eres y nada más. Y para mi amigo mío, eso es mucho.
Quisiera estar en los viejos tiempos. Tomando un buen vaso de mezcal corriente con refresco, sentados o de pie en algún departamento, de mala muerte o de una amiga, brindar por la amistad bajo la luz de la luna y escuchando buena música.

Esos eran los viejos buenos tiempos.

Pero ya no se puede y no está mal. Es triste, duele un poco y se siente como agujas en el estomago. Con el tiempo lo aceptas, te acostumbras y bueno, la vida siempre sigue contigo, conmigo o sin ninguno.

Vendrán días mejores. Habrá nuevas revelaciones, más experiencias y nuevos recuerdos que atesorar sin duda alguna. Tú por ejemplo ya eres una bella memoria, algo maravilloso de mi otra vida, de ese tiempo pasado que ya no volverá, para todos nosotros.

No se trata de olvidar o de hacerse el fuerte, se trata simplemente de plantarle cara a la vida como siempre lo hemos hecho, toda la raza humana en general.

Se trata de mirar al frente, de hacerlo siempre y de no permitir que nada nos detenga.

Prometí que cada año haría un escrito dedicado a ti, mi buen amigo, colega, hermano y compañero de pedas, el pinche Cuco. Y así lo hare.

No necesito recordarte a diario o hacer que todo el mundo sepa mis sentimientos. Tal vez sea cerrado, tal vez sea de locos o de necios, pero sigo creyendo que mis sentimientos valen más que una simple prostitución de favoritismo y atención de 5 minutos. No, este tipo de cosas, esto, no lo comparto como si fuera una cita celebre, esto es intimo, esto es más privado que mis genitales.

Cada año, hasta que te alcance. No te recuerdo a diario amigo mío y entiendo porque, tú no eres mi cruz, eres un amigo, eso es lo que eres. No se trata de una condena con rostro y voz, tu eres un amigo al que extraño y del que le contare grandes historias a mis hijos.

Lamento no recordarte a diario y no llorarte desde hace mucho tiempo. Sé que no me juzgas, pero es raro, no te extraño como se espera y me hace sentir raro. Eso solo pasa a veces, sobre mis emociones nadie manda más que yo, pero a veces me pongo a pensar.

Pero eso no atañe a los asuntos de los que aquí hablamos amigo mío. Ya son 3 años. Muchas cosas cambiaron y otras se mantuvieron, pero eso no importa, más que el hecho de que de una u otra manera estas presente en nuestras vidas. Prometí que serias “inmortal” y lo trato de hacer, no yo solo, todos lo hacemos, todos ponemos nuestro granillo de arena.

Lamento haber tardado y no ser constante, pero corren días raros últimamente y bueno, se que tu entiendes, siempre he sido así, y así me aceptaste tu (y todos en sí), pero, nunca está de más disculparse, aunque salga sobrando.

Te extraño amigo, pero bueno, lo importante es que sigues aquí con nosotros, simbólicamente no te has ido, y eso, eso es lo que importa.

Nos vemos amigo mío.