Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.
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martes, 15 de noviembre de 2016

Constancia, convicción y amor.

De repente tengo la impresión de que esto tiene que ser obligatorio. De que, para mostrar un genuino compromiso al blog, a las letras y a mí mismo, debo de escribir de manera continua y así, de alguna forma, ser activo, creativo y no abandonar este arte.

Tengo muchas cosas que decir. Desde temas que jamás he tocado en letras hasta divagaciones o reiterar cosas. Escribir es una forma más de hablar y expresar, y siendo muy honesto. Yo soy alguien que habla mucho. No a destajo, pero, de repente agarro vuelo y lo que empieza como una plática relajada y pausada se convierte en un arrebato de palabras que me deja a veces sin aliento, no por impacto, sino por falta de aire.

En vista de que no tengo por aquí material nuevo entre manos, me veo pues, en la necesidad de recurrir a ese AS por excelencia que siempre tuve en este sitio: reflexiones.

Tener mucho que decir no solamente se resume en eso, si además agregas ese componente hilarante que es la opinión personal (subjetiva, mordaz y cerrada como ella sola), tienes muchísimo más que decir. Siendo claro, si mis ideas se pudieran sintetizar en tres líneas, pues, no tendría mucho sentido ni encanto escribir. A menos que lo mío fuese algo así como crear frases con punch para mercadeo, citas inspiracionales de esas que te llegan al alma o microrelatos… pero como no es lo mío, pues hay que moverse a otra cosa.

Y esa otra cosa es este abuso de extender una opinión o reflexión al punto de que pueda alguien pedir que ya mejor la mate.

En fin, a lo que quiero llegar con está entrada; refiriéndome a una introducción de está entrada del blog, o sea, que aun cuelga para leer; es que me veo ante una situación cotidiana. Es algo sencillito realmente, básicamente se trata de saber que, para dedicarte a algo, tienes que ser constante.

La RAE, define constancia como: firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y los propósitos.

Una página de etimologías con su servidor en Chile, dice lo siguiente: viene del latín constantia, expresando la cualidad de estar con alguien sin moverse.

Ahora me siento un poco como en uno de esos capítulos de los simpsons en el que Homero (siempre falible), va de libro en libro, buscando entender algo de la computación.

Bueno, básicamente, la definición nos habla de ser firmes en nuestros ideales, propósitos, decisiones, etc. Es en esencia, ser fiel a uno mismo (con sus pros y contras).

La etimología, nos remite a mantenernos fieles a alguien o algo, ser inamovibles, no abandonar. Algo así, dicho de forma muy general.

Aunque me gusta más la etimología por sus tintes románticos (piénsalo de esta manera, cuando le digas a la persona que amas, que tu amor será constante y que por etimología eso significa que siempre estará a su lado… uff), la definición tiene su magia en voltear su mirada hacía uno mismo, a ser fiel a tus deseos de manera que no los dejes de lado (dulces palabras para el egocéntrico, el narciso o simplemente, al que le gusta estar en primer lugar). Pero en sí, creo que lo ideal es unirlas en sagrado matrimonio (igualitario, obviamente) y dar a luz a un pequeño vástago que fusione esa firmeza, potencialice la perseverancia y los ánimos, y lo direccione a los demás y a nosotros mismos.

Que podamos ser fieles a nuestros propósitos, pero también a los de los demás (siempre y cuando queramos, obviamente), permitiendo perseverar en este aspecto y nos de esa cualidad de estar junto al otro (ya sea una persona o un propósito).

Como dije más arriba, es mucha paja, ¿No?

Ser constante siempre ha sido un problema para mí en muchas áreas de mi vida. Centrando la atención a las letras, es muy claro. No le tengo esa devoción a mis propósitos ni soy inamovible de lo que deseo. Es decir, no persevero ni mantengo el ánimo para escribir, así como no me mantengo firme y aun lado siempre de las letras.

Soy más bien esa persona que cuando quiere regresa, como fantasma de tu pasado, lo vuelves a encontrar seductor, picarón, irresistible y pasas el rato con el un tiempo. Y después, nada. Desaparece una mañana. No como en las películas que se va en medio de la niebla para no volver. No. Simplemente lo sientes, te late que ya no está. Aunque me encuentres en las páginas habituales, me veas de lejos o incluso me acerque a pedirte consejo, sabes que ya no estoy allí.

Soy algo así como un amante ingrato con las letras.

De esos que te utilizan solamente para saciar un deseo y una vez usado, como si hubiese tijeras que cortan lo abstracto, lo intangible, lo incierto e incomprobable, cortó ese enlace que nos unía y volvemos a ser dos personas que pueden estar una al lado de la otra pero son ajenas.

Y eso que empecé la entrad divagando, vaya.

No vengo a comprometerme. Eso sería como traicionar, la lealtad que le tengo y debo a las letras, como la lealtad que me debo a mi mismo.

Ya que aun no estoy preparado para comprometerme.

Pero bien puedo hacer un esfuerzo por, si no estar siempre al lado de. Tratar de estar mucho tiempo.

Tengo en mi interior, toda la madera para ser un patán. Qué suerte que suelo manifestarlo con las letras…

El punto aquí radica en que, en un intento de reconocer la importancia de la constancia, pero, respetando que no es obligatorio, debo hacer entradas regulares para este blog, y no quiero que sólo sean opiniones, reflexiones, ensayos, quiero abarcar más, quiero volver a hacer más cosas.

Tengo mucho para dar, pero a veces, a veces es más complicado de lo que uno recuerda volver a donde estaba. Pero no por eso hay que darse por vencido.

Puedo empezar por disciplinarme y tener ese hábito de escribir. No es tan difícil, eso ya lo vengo haciendo con esas dos entradas de reapertura para el blog. Ahora mi segundo paso es matar a la inspiración y dejar mi trasero sentado en un solo sitio y escribir mis ideas, darles forma y presentarlas con sus ropas más elegantes. Vaya, darle algo más de amor a las letras que sólo usarlas para opinar.

Quiero darle a las letras, ese respeto que a veces pareciera que les perdemos al sólo usarlas para expresarnos.

Si quiero manifestar que estoy furioso, bien puedo berrear y gritar hasta ponerme rojo y que me de un infarto. No necesito escribir un pintoresco y extenso artículo en internet para expresar políticamente de la forma correcta porque estoy a disgusto con alguien o algo. Una mentada de madre, versión chiflido o de brazo, dirá lo mismo.

Pero escribir una historia, tratar de dar vida a personajes fantásticos, con un puñado de palabras describir paisajes inimaginables o tan creíbles que puedas sentirlos. Con relatar un gesto hacer sentir al lector todo el odio del mundo (y que en consecuencia, necesite mentar madres), o que en una frase llegué tan hondo a los sentimientos de alguien, que de alguna manera, aunque sea diminuta se grabe en su memoria o se tatué en su alma inmortal. Hermanos y Hermanas, para eso es que fueron hechas las letras.

Sí, sí, sí. Son para eso y más, pero, esa cualidad divina de tocarte, sin existir de forma física, es lo que hace que las letras, que la palabra, merezcan respeto. Ese que a veces algunos, no se los damos.

Ese es un compromiso que realmente puedo hacer. Respetar y amar las letras, la palabra y todas sus formas sin importar a través de que (poesía, ensayo, narración) o quien (persona), se manifiesten en mi vida.

Lo que uno termina escribiendo cuando piensa en aquello que ama. Que maravilloso.

Seamos esa firme constancia en nuestros propósitos, no sólo por convicción, sino por amor.

Se despide una vez más, su estimado compañero de aventuras, Kaifan.

viernes, 28 de octubre de 2016

Encuentro con uno mismo...

Hace una o dos semanas, pase a ver el viejo blog. No sólo por el anhelo de las letras o de este mi pequeño espacio en la red. Estaba viendo en la vieja laptop que elementos eran ya inservibles y bien merecía la pena que fueran eliminados (junto con algunos virus que pesco mi porquería está por andar queriendo jugar gratis). Fue entonces que entre el desmadre que es está computadora (que cabe aclarar use por última vez hace unos 4 años), algo capto poderosamente mi atención, esos viejos archivos que si tuvieran una forma física, no sólo tendrían telarañas sino quizás ese tono amarillento feo y el olor a humedad tan característico de lo que abandonamos en un rincón sin importarnos su estado a la larga.

Y entonces di con un texto llamado “El peso de entretener y hacerlo bien”. Lo leí y me entretuvo bastante, y no solamente eso, sino que además me movió y toco partes de mi ser que bien antes de leer, pensaba que o ya no estaban o nunca las había tenido. Fue una experiencia realmente curiosa. Desde el hecho de encontrarme ante una lectura que pese a su modo y expresiones tan informales, encontré ágil y envolvente (modestia aparte, obviamente), hasta ese curioso hecho de encontrarme genuinamente conmigo mismo.

Fue como viajar en el tiempo. De una manera muy simple y sin todas las luces brillantes y ahorrándome todo el problema de encontrar una mente brillante que me permitiera viajar cuatro o tres años en el pasado para tener una entrevista conmigo mismo y pedirme mi opinión sobre temas muy puntuales que únicamente podrían interesarme, a mi.
Fue esta lectura, la que me trajo de regreso al blog, a releer los viejos escritos, pero no todos, sólo los que están bajo la etiqueta de ser un ensayo de mi autoría o una mera reflexión sobre temas varios. No leí tanto, pues no hay muchas entradas de esas. Termine en unas horas, una noche, no sé , como gustes mesurar el tiempo, pero el caso es que tarde muy poco en leer.

Y entonces, fue genuinamente como leer un libro de historia, pero en un tonó desenfadado y biográfico. Es cuando menos curioso, leer lo que tu pensabas hace unos años, de lo que sea.
Uno de los “secretos más obvios” de: escribir, grabarte en audio o video, tomarte una fotografía y muchas otras manera que estaré olvidando (o peor, obviando), de hacer “algo” que trascienda el presente y que puedas echarle un ojo en tu futuro, es muy simple. Al fin y al cabo, si haces alguna de esas cosas y vuelves a ella pasado el tiempo, estarás ante un innegable pedazo de ti.

La memoria nos traiciona, y la memoria ajena aun más. Y lo que a veces creemos recordar con claridad total, puede ser un recuerdo que nos “hemos contado” ya tantas veces, que lo hemos transformado en lo que creemos que recordamos. Nada puede sustituir a los hechos, a la realidad, a la verdad. Y cualquier material que te haga mirar atrás de una forma fiel y confiable, bueno, es un viaje en el tiempo muy barato.

Pero no por ser barato deja de tener su encanto. Por el contrario, dependiendo de qué palabras te gusten más puede ser desde algo muy interesante a volverse incluso algo hermoso.

Pero no he venido a escribir sobre mis cavilaciones, ideas, opiniones o conocimientos de la mente humana, de la memoria o el cerebro. No es el momento, tal vez no sea el lugar y creo que preferiría a una persona más adecuada para hacerlo.

Leerme hace unos años fue de entrada, divertido. Recordé las palabras del poeta Benedetti que formaban parte de una de sus antologías de poemas: “con ojos más viejos” (y estoy parafraseando, porque algunos se ponen finos para señalar pero no para ayudar a la mejoría de las letras). Después de cuatro años, claro que estoy leyendo con unos ojos más viejos, con un cuerpo más cansado, inclusive con un equipo de computo muy viejo. Pero, también estaba leyendo con una mente mayor en su tamaño y conocimiento, con un criterio más amplio, con un espíritu más sereno y de forma global, con más experiencia. Fue sin duda un ejercicio muy divertido leer mis diatribas sobre un tema que al final terminaba expandiendo a tantos subtemas que el hilo que los juntaba amenazaba con romper si me apasionaba un poco más en el renglón siguiente.

También, después de la tercera o cuarta entrada, me puse a reflexionar mucho sobre cómo, esta fotografía de mis ideas, era ahora algo tan lejano. No hablo de los años simplemente, sino también de mi manejo de las palabras y el cómo las empleaba de una manera tan desafanada de las reglas, de los moldes y de la opinión ajena. Me acorde de esas frases trilladas del estilo de: “¿Dónde quedo ese fuego? ¿Cuándo se apago la llama en ti? ¿Recuerdas cuando tenías ese ímpetu y el espíritu combativo? ¿Realmente hubo un tiempo en que eras fuerte y peleabas como un gallo? Bueno, la última pregunta no, pero venga, se entiende a donde quiero llegar… eso espero.

Después de leer todas las entradas con la versátil etiqueta de “ensayo-reflexión”, un sentimiento de introspección (lo que se suele llamar como “mirar pa dentro”, que es tan común) respecto no nada a lo que leía o a quien leía, sino, que tan distante estaba yo de esa persona del pasado, que en un increíble ejercicio de paradojas, era yo.
Las conclusiones a las que llegué, tal vez no hagan que nadie deje la mandíbula en el piso por la sorpresa, pero, debo decir que más que gustarme, me hicieron pensar realmente. Cuestionarme quien soy, hacía donde voy y porque quiero ir hacía ese lugar y ser quien soy. Cuanto menos, debes admitir amigo lector, que si no es una revelación, si es bastante interesante.

Descubrí que en esencia, realmente no he cambiado y eso fue muy grato. Trato de parecer informal, pero no me alejo tanto de eso que tengo que hacer anuncios de ocasión o aclaraciones puntuales de porque me expreso y manejo de esta forma.

Descubrí que comparto muchas de esas ideas con mi yo del pasado, pero, de una manera un tanto diferente. Sentí que leía a un joven que en su lenguaje relajado, pero agresivo y contestatario, buscaba convencer y vencer. Ahora, con ojos más experimentados, un mayor camino recorrido, un espíritu más calmo y una mente más flexible que en ese tiempo, no puedo evitar sino sonreír ante esa manera de expresar las ideas. Abrazarlas con dulce firmeza y presentarles a estas “evoluciones” que hoy conviven conmigo. No sólo leí mis ideas del pasado, lo que experimente fue el principio de algunas de mis reglas o leyes de vida de hoy día, incluso, por allí y como no queriendo, pude leer algo que quizás hoy en día es uno de mis mayores dogmas. Vaya, no solo fue una imagen en letras de mi “juventud”, sino también de la juventud de unas ideas que sin imaginarlo, me acompañarían por años hasta ser indispensables.

Así como abrace esa “violencia pasiva” en las ideas y las respuestas, también, de manera simbólica, abrace a ese muchacho algunos años más joven que el yo actual de 28 años (al menos, mientras escribo), y fue un ejercicio muy grato.

En gran medida, más que la experiencia o el camino recorrido, esa alma apacible que hoy se mece en mí, es la que me permitió hacer esto, al menos en una forma muy importante. No pensé ni un instante donde estaba el fuego, pues, entendí que sigue en mí. Citando la entrada sobre piromancia de un videojuego de renombre: “El fuego puede ser una demostración de fuerza, pero es también un símbolo de sabiduría y confort. El fuego es lo que su usuario desea que sea.” Es curioso como siempre al hablar del fuego se piensa en su naturaleza indomable, en su poder destructivo y se hace a un lado esa faceta suya gentil como es el dar calor, el proteger.

En esta búsqueda de hacía donde ir y quien ser, en este encuentro sutil conmigo mismo, en este balance de quien fui, quien soy y quien seré, aprendí mucho de mi persona.

Entendí que esa llama no nada más se usa para alardear de su fuerza, ahora también se puede usar para dar calma. La chispa allí está, tan fuerte como antes, pero se manifiesta de otra forma. Y eso está muy bien.

Para cerrar esto, agregare una cosa más. El releer mis letras es lo que me hizo volver aquí. Como explique en la entrada anterior hay mucho amor a las letras, a la palabra. Eso sin embargo, no tiene por que estar peleado con el hecho de que tener este blog, mantenerlo y escribir en el lo que se me ocurra, es también, una manera realmente fiel, de honrar mi paso por este lugar.

Además, se que estaré leyéndome en unos años de nueva cuenta, con ojos todavía más cansados, pero no por eso, menos animados.

Nos leemos en el futuro, querido amigo lector y mi estimado Kaifan del futuro.
Hasta siempre, con los mejores deseos, Kaifan del presente/pasado.

jueves, 27 de octubre de 2016

De regresar y tentar a la suerte...

Después de bastantes años, uno al final de cuentas termina haciendo cualquiera de las siguientes cosas: abandonar para dejar que ese deseo muera lentamente o regresar y tentar a la suerte.

Aquí estamos ante el segundo escenario.

De este se desprenden algunas variantes, que, cuanto menos tendríamos que considerar interesantes para lo que podrá venir de este día en adelante. Eso siendo optimistas. Si no queremos revestirnos de esa esperanza que varias veces ya ha traicionado la persona que hoy escribe, permíteme modificar un poco este punto.

Concede a la persona que se manifiesta a través de estas letras, el beneficio de la duda. No para probar mi inocencia o por tu gran corazón, incansable amigo lector, sólo hagámoslo por esos viejos tiempos en los que todos creímos que el mundo era pequeño y nos cabía fácilmente en un bolsillo.

Si has decidido dar el beneficio de la duda, o te da curiosidad ver que es lo que depara el futuro a este sitio, a estas letras y al que escribe, no importa. De cualquier forma, te agradezco que sigas aquí.

He decidido hacer, probablemente uno de los ejercicios más peligrosos en este hobby/oficio (quiero aclarar, que esta última señalización sobre la escritura, es de forma respetuosa y no menospreciativa para todos los que la ejercen de forma activa. Mis saludos para esos hermanos de palabras). A partir de este día, al menos aquí, intentare en mayor medida liberarme de muchas cadenas y fantasmas, que, a humilde opinión de tu renovado compañero de aventuras (que así es como me gustaría pensar que nos vemos, y no sólo como gente sentada leyendo/escribiendo en un monitor de punta), atormentan este bello canal de comunicación que es la palabra escrita.

Lo primero es el lenguaje rebuscado. Principalmente porque mi vida en general ha sido una constante de estar en contra de lo que sea que se atreva a volver algo simple, en algo complicado. En este lugar, déjame ponerte al tanto que han cambiado algunas cosas. Tal vez en forma o apariencia, pero, algunas siguen intactas, esas que se han aferrado y que ahora son parte de la esencia de este que hoy escribe. Por eso, en medida de lo posible, tratare de mantener un lenguaje sencillo pero claro para este espacio. Si queremos leer cosas enrevesadas o que nos hagan correr a buscar en la gran red su significado, sitios y gente sobran. Mantengámoslo bonito, sencillo y honesto entre nosotros.

Lo segundo tiene que ver con una de esas variantes de escenario que te mencione en la quinta línea de esta entrada.

Regresar a lo que se ama no siempre es una historia de hijo prodigo y no siempre tendrá un final feliz o se hará tan fácil como coser y cantar. Está no será la historia de un protagonista seguro de su destino y que jamás flaquera en su empeño por perseguir lo que anhela. Para nada. Déjame adelantarte que esta variante, de esos tan engrandecidos “retornos”, será de esas historias en las que tu estimado protagonista pasara por varias cosas. Noches de tener los ojos abiertos por las inquietantes ideas, por las dudas terribles y la indecisión que destruye. La inconstancia provocada por el pensamiento invariable de quizá, aun es tiempo para saltar fuera de esta aventura y elegir una más cómoda por ser conocida o por resultar más gratificante o simplemente por el puro y despreciable abandono que pide tan poco. Sí, será un camino lleno de baches, pero venga ninguna buena historia se conforma sólo de cosas felices… así como no puede estar formada únicamente por momentos de congoja. Así es, este camino también te puedo apostar tendrá momentos de gozo, palabras que probablemente se incrusten cuando menos unos días en el alma y esa inequívoca sensación de que se está presenciando un momento épico, aunque sólo sea leer una declaración de intenciones o como a pesar de los años la actitud cambia, pero no las ideas.

Está variante será la de la tormenta, llena del misterio de saber si estamos entrando o saliendo de ella. Va ser una gran travesía. Un viaje digno de hacerse. Una aventura que tal vez no estábamos esperando, y que ni siquiera subimos cuando empezamos.

Por que podremos decir muchas cosas sobre regresar o intentar de nueva cuenta hacer algo que se ha abandonado. Podemos ver la dificultad de retomar el mismo camino, pero obviando el hecho de que tal vez hay más caminos por recorrer y conocer. Podemos ver lo predecible de la repetición y la necedad de intentar lo mismo y aun así esperar resultados diferentes, pero probablemente sin tener en cuenta que la grandeza algunas veces nace de la locura. Finalmente, podemos temer que ya hay un antecedente, un amargo recuerdo de abandono, pero, y este es el pero que más vale en todo este escrito, querido lector, uno no regresa jamás por algo que no ame. Uno jamás lucha por algo que no crea que merezca la pena. Uno no se atreve a ponerse contra las cuerdas por cualquier cosa. No.

Y puedo decir con orgullo, que no importa en que “asalto” de este combate me encuentre, pues he decidido que hay una cosa que me hacía falta todavía, y que le amo lo suficiente como para estar lo bastante loco, no nada más para verle a la distancia y con una sonrisa melancólica, sino como para tener el atrevimiento de retomar el camino y de ser preciso mantenerme firme en el o forjar otro.

No creo que el amor todo lo pueda, pero caray, ayuda muchísimo aunque no lo crea.

Se siente bien regresar a las andadas. Se siente bien dejar de echar en falta lo que se ama.

Un saludo para toda aquella persona que pase a leer esto. Uno muy especial para mi yo del futuro, que se, con conocimiento de causa, que cuando leas esto, no podrás evitar sonreír con alegría.

Sin más por el momento, se despide su estimado compañero de aventuras, Kaifan. Aquel que parece que en el camino, se negó a entender lo que significa… rendirse.

sábado, 29 de diciembre de 2012

De transmitir ideas y falacias de escritores.


La penúltima entrada del mes, y del año (doblete). Esta todavía abarcara las letras, la siguiente será una mirada retrospectiva a mi vida (coprotagonizando con las letras). Así que mientras todavía podemos, disfrutemos de este viaje ¿De acuerdo?

Hace poco, unas horas de hecho, leía un artículo de un ex profesor mío de la carrera que hablaba sobre la comunicación y la vida social. No lo leí todo, porque soy un pesado y huevón honestamente, pero, el articulo trataba a grandes rasgos acerca de la importancia de esta (muy brevemente hablado) y de que exploraría (algunos factores de la comunicación, en este caso del lenguaje no verbal y del comunicador)… pero bueno, eso es irme por las ramas.

El detalle es que, en una pequeña síntesis que logre hacer entre párrafos (y desvíos mentales de lo que estaba leyendo), llegue a una conclusión muy simple, todo a raíz de una pregunta no tan profunda.

¿Para qué necesita uno comunicarse? Pues, para transmitir una idea o un mensaje.

Sé que no hablo de una revelación realmente o de algo que ignorásemos, pero, creo que en justa medida hablare de algo que a veces gustamos de pasar por alto.

En el ámbito de la escritura, la mayor esperanza del que escribe sin duda alguna es ser leído, es poder transmitir sus ideas. Muchas veces la gente dice cosas como “yo escribo lo que a mí me pega la gana, no me importa si gusta a los demás o no” o también ondas tipo “Escribo lo que quiero, es un plus si alguien más lo lee”.

Ahora, respira profundo lector paciente, mírate en el reflejo de tu pantalla y piensa ¿Entonces pa que chingados muestran lo que hacen?

De verdad, si solo escribes para ti, te tengo noticias, puedes hacer un diario y en el escribes lo que quieras de manera intima, confidencial y muy a tu puto gusto. También están las redes sociales, para mostrar esas ideas tan anárquicas (pfff… que risa me da) de que haces lo que quieres.

Y separemos las hipocresías, los infantilismos y las pendejadas de la realidad, por favor.

Uno escribe porque quiere y lo que quiere, eso es verdad. Pero, si tus letras salen al mundo es porque deseas que te lean.

Cuando alguien esgrime el argumento de “no me importa que me lean”, yo por ejemplo, pienso automáticamente que se trata de un pobre tonto. Imagínate, vender la mentira a los demás es malo, pero que tú te la quieras tragar a huevo… es un acto de locura.

Todos queremos ser leídos. Pero ese fin, no justificara que rebajemos nuestros estándares o que hagamos cosas impensables para lograrlo.

Es aquí donde quisiera señalar un punto de ruptura: tener el deseo de ser leído no es malo, por las razones apropiadas.
Aquí en este quiebre solo hay que notar, que las razones apropiadas a veces son lugares comunes para todos: no cambiar tus ideas originales, no venderte, no prostituirte, no cegarte por la fama o el deseo, ser tu mismo, respetar tu trabajo, respetar el de los demás, etc, etc. Y claro, todo varía dependiendo de cada persona (hay gente que seguro jamás dejaría de ser “autentica” pero vendería a su madre a la menor oferta), cual debe de ser.

Ahora, es natural querer ser leído (ya, olvidemos de esos farsantes que “les da igual”), mientras mantengamos nuestros estándares de calidad o de originalidad. Eso de hecho es algo bueno. Seamos prácticos ¿De qué manera en el mundo de la escritura, sería malo que te leyeran?

Más claro no puedo ser… al menos no sin recurrir a insultos y a lo más bajo (y delicioso) de mi persona.

Ahora bien, queremos ser leídos, porque tenemos un mensaje, una idea que deseamos transmitir. No se trata de algo de paz o verdaderamente significativo y revolucionario siempre, pero no importa, aun así queremos tocar a otras personas a través de nuestras palaras plasmadas en párrafos. Es lo más natural y hermoso del mundo.

Por eso es que empecé con esa cháchara de la comunicación, porque de eso se trata, de comunicar un mensaje. No todo tiene que ser profundo y eso no lo hace malo o sobrante, en la vida también hay momentos para entretenerse y divertirse. En la otra mano, no olvidemos que al final cada cual le da su enfoque a las cosas, lo que para mí es trivial a otra persona le puede cambiar la vida.

Por eso amigo/a lector/a y compañera/o escritora/o no niegues jamás que quieres ser leído, de verdad que no lo hagas, simplemente ensucias tu alma, es como si escupieras a tu rostro o dijeras que no vales nada y eso, eso no es verdad.

Una vez leí que realmente, no es que uno tenga miedo al amor o a ser amado, sino que realmente lo que detenía a las personas era un miedo muy simple: el miedo de creer que no son dignos de ser amados.

No permitamos que eso nos pase, no suframos esa treta ilógica de “creer que no somos dignos de ser leídos”. Todos por malos o mejores que seamos, podemos y seremos leídos, así es la vida, esa es su belleza. Y si nos esmeramos puede que hasta nos lean más de lo que pensamos.

Esa es la verdad, todos tenemos historias que contar, y todos tenemos a alguien que las leerá o las escuchara, así que sacudamos esos miedos y esas mentiras, para así, poder transmitir nuestras ideas y narrar nuestras historias.

Caray, en el fondo soy un poeta eh… como sea, eso es todo por esta entrada, se despide como siempre su clown, y amigo Kaifan.

martes, 18 de diciembre de 2012

Lectores Beta

Fiel compañía: Lectores Beta.


Bueno una entrada más de los apuntes de escritor novel que he venido barajeando en mi mente desde hace dos semanas. Todo a raíz, como siempre, de mi experiencia por este mundo y de las más fieles y excelentes compañías.

En pocas letras, un lector beta (beta-reader) es una persona a la que le pasamos un trabajo (completo o incompleto) y el nos da una crítica, nos hace correcciones y señala fallos en general en nuestro trabajo. Digo, es breve y burdo porque, habrá mejores definiciones en internet y dudo que haya alguien que no esté familiarizado (por lo menos vagamente) con el tema en cuestión… y como dije, hay internet.

No todo está en intenet tampoco, por ejemplo, la o las personas que nos ayudan en esta tarea de leer no siempre estarán papaloteando por allí en la red. No, hay que buscar amigos leales, dedicados y pacientes para esto.

Porque es crucial en este mundillo de letras.

Ahora bien, como acotación, no es indispensable. Uno puede leer su trabajo una y otra vez y corregir comas, la ortografía, mejorar diálogos, vaya, hacerlo una jodida joya. Y así suele ser, lo que hacemos nos parece hermoso, pero, puede que no lo sea.

Es ahí donde radica la importancia de que otros ojos vean nuestro trabajo y aporten otro punto de vista para ampliar el horizonte.

No es indispensable que alguien más lea nuestro trabajo, por supuesto que no. La realidad es que es una gran herramienta para mejorar la calidad de nuestras obras, y quizá para enterarnos realmente de hacía donde estamos apuntando con lo que hacemos. Como dije, todo se trata de ampliar nuestra visión a través de pequeños destellos de la de los demás.

Ahora esto no es una regla o un absoluto de ninguna manera, pero, pienso que por lo menos debemos tener con nosotros de uno a cuatro lectores beta. Todos con características comunes, pero orientados hacía “un punto” en concreto.

Para empezar, es vital que esa persona que nos haga el honor y favor de leer tenga entre estas cualidades: Paciencia, el gusto por la lectura, un punto de vista crítico y objetivo (vaya, lo más que se pueda), flexible en cuanto a sus ideas, que sea honesto, que tenga tacto (por aquello de que seamos sensibles) y que tenga la mente abierta para leer de todo.

Eso es un poquito una base, porque bueno, es un poquito el requerimiento y aunque suene algo evidente, a veces, dejamos pasar estos detalles, por eso creo que más que redundar, estoy cumpliendo una labor de recordarnos estos pequeños detalles.

Ahora, como exponía en renglones más arriba, una cantidad ideal de lectores beta para mí son cuatro, pues a cada uno se le puede asignar un deber. Y ojo, esto no significa que así sea realmente, o sea que yo les diga a mis amigos que me hacen el favor que se fijen en X o Y detalle, no. Se trata más bien de haberme dado cuenta de en qué cosas o detalles se fijan, en que cosas me sancionan o me llaman la atención para hacer estos parámetros. Esa es en gran parte la magia de esto, por eso, solo me centro en cuatros aspectos, pero como decía, un solo lector beta ya ayuda bastante (aunque si son uno o dos más, pues es mejor).

En mi caso el primer punto es un colega que me señale mis faltas de ortografía. Eso es crucial porque el tener una buena ortografía no solo se trata de acentuar o de evitar los errores, sino que también puede contribuir a mejorar la narrativa y manejar los tiempos de la narrativa mejor. Eso es vital, alguien que señale estos errores. Para mejorar tanto lo que hacemos como nosotros, porque el lenguaje escrito es fundamental.

En segunda instancia se trata de alguien que te de la opinión más honesta que pueda, pero que sea conocedora de tus trabajos anteriores, que exista cierto seguimiento en lo que haces y que tenga una buena idea de lo que estas escribiendo. En pocas letras, alguien que haya leído varios de tus trabajos, y que sepa medianamente en que categoría te mueves (por ejemplo, si escribes fantasía que si conozco o haya leído algo y le agrade). Esto sirve para que nos mantengamos dentro de los estándares (si ese es el plan) o que al “innovar” no parezca incoherente, y como ya nos sigue un poco la huella, podrá señalar en que cosas mejoramos, señalar errores comunes o incluso aplaudir aciertos que mantengamos con el paso del tiempo. Y desde luego es fundamental que esta persona tenga la apertura a ser cuestionada por el autor, digo, como todo en esta vida, es opcional.

En tercera instancia, esta esa persona que te lea, te siga o no, pero esto es algo crucial: que te de opiniones crudas y no esté muy adentrada al tema. Esto sonara fuera de lugar podemos pensar, pero no del todo. Parte de ampliar nuestro criterio y nuestro punto de vista influye en esto. Que te lea alguien que no esté familiarizado con el tema (otra vez por ejemplo, la fantasía) permitirá que se percate un poco más en los errores de tus ideas, de tu narrativa y similares. Esto ayuda mucho a estructurar y desde luego a que sea ameno nuestro trabajo, ya que lograr que alguien mantenga el interés, aunque no sea de su agrado el género, bueno, es duro.

Por último y no menos importante, alguien que haga una crítica solo sobre la trama, los personajes y como se desarrollan ellos y el desenvolvimiento en su entorno. Esto sigue siendo en pro de mantener la coherencia de lo escrito y además que sea algo serio sin importar que escribamos. Es muy útil porque finalmente siempre se pueden hacer correcciones o delinear lo que se hará a futuro.

Obviamente como dije más arriba, no es algo que sepan todos los que nos leen o que solo se dediquen a eso. Normalmente, uno sustrae eso, y por uno me refiero a los que escriben y reciben la crítica. Digo, finalmente todo mundo comenta de lo que más le llamó la atención se centra en ciertos detalles y demás, hay de todo, obviamente. Pero hay puntos en los que cada uno resalta o que incluso a veces, accede a responder sobre ciertos tópicos.

Y claro que los que nos leen son fiel compañía. Quería verme muy mamón inventando un titulo creativo y lleno de ingenio y referencias, pero al final opte por algo más honesto y sencillo. Pues realmente, el que alguien te de una mano en esta tarea a veces solitaria que es el escribir, es un tesoro.

Nos leeremos pronto y pues anticipadamente, pásenselo chido en este mes, que finalmente pareciera que diciembre es el fin de semana de los meses.

Se despide, su querido Kaifan.

viernes, 26 de octubre de 2012

¡El mundo es mi inspiración!

¡El mundo es mi inspiración!

Que tal, buenas. Una entrada más referente a los apuntes de escritor novel. Así que, sin más preámbulos o introducciones, digo porque ya sabemos quien escribe y quienes leen, acá vamos.

Esto es un consejo tomado desde mi experiencia y es quizá, junto a leer mucho, lo que más me ha servido. Se trata de que todo lo que te rodee, lo puedas utilizar en una historia. Realmente me refiero a todo.

Que los cuentos del abuelo, que las historias de los amigos, que las lecturas que has hecho, que los consejos de tus papás, es más hasta las clases. Todo es válido y en algún momento podría servirte, uno nunca sabe lo que estará escribiendo en 10 años o en unas horas.

La cosa es así, todo lo que hagas en tu vida, en algún momento podría darte ideas para hacer algo. Desde ser el eslabón que permitirá enlazar una idea, la inspiración fugaz para un ensayo apabullante, hasta ese capítulo que te partía la cabeza por no saber como continuarlo o darle congruencia.

El mundo no es solo el lugar donde vives, es también tú mayor fuente de ideas. Y no demerito a la mente, pero honestamente, el día a día si prestamos un poco de atención, puede ser ese bebedero que saciara nuestra sed creativa.

Y no importa lo que quieras escribir, la realidad, tu presente y vida diaria, siempre tendrán un peso fundamental en lo que plasmes con palabras. No nada más porque transmitas tus ideas, sino para darle un sustento o una coherencia al mensaje. Por ejemplo, no por escribir fantasía, la gente se salta la muerte o el peso de las emociones, no insinuó que sean reglas universales pero es para darse una idea. En pocas letras, superman es un extraterrestre súper poderoso, pero aun así él y otros súper personajes de su universo pueden morir. Esa es la idea.

Por poner otro ejemplo, esto no lo sé de primera mano pero lo leí hace un tiempo, Emilio Salgari, escritor famoso por darle vida a Sandokan, un pirata ficticio, jamás salió más allá de su país (Italia) y varias de sus obras y personajes lo sustento con literatura de todo tipo (desde enciclopedias hasta revistas o periódicos extranjeros).

No solo eso, todo lo que leas, vivas o veas, te servirá para darle una forma más adecuada a tus personajes. De ser simples y planos personajes que siguen un patrón muy básico de personalidad (el malo que es bien malo y el bueno que es más noble que un santo) a convertirlos realmente en personajes con una aparente mente y voz propia. El limite en este caso no es el cielo, sino el que tú quieras. Y eso, eso es simplemente hermoso.

Yo por ejemplo, normalmente hago historias de un corte más realista y de la misma forma todo lo baso en mis experiencias de vida o lo que he ido recopilando del mundo. De cierta manera se puede ver como que aprovecho todo, que me las ingenio para darle cabida a todo o quizás simple y llanamente, que aquí tenemos la política de que no se desperdicia nada.

Todo de cierto modo es importante, todo se puede aprovechar, para bien y para mal. No solo para usarlo en tus obras, sino también para evitar hacerlo o entender que “por ahí no es tu camino”.

En fin, no tengo más que agregar, como dije en entradas anteriores (me gusta esa frase, es como si esto fuera una sitcom o algo así), la idea es hacer entradas cortas y generales. De todos modos, un comentario siempre es bien recibido.

Hasta la próxima.

jueves, 18 de octubre de 2012

Toda la poesía

¡Lee toda la poesía!


Siguiendo poco con la temática de dar consejos, de compartir mis experiencias, de plasmar en letras mi ideas, tentar a la suerte tratando de tener algún receptor de estas palabras y todo eso que implican los apuntes de escritor novel, he decidido continuar con unas sugerencias para mejorar un poco las letras y quién sabe, tal vez hacer más amenas hasta tus lecturas incansable lector.

Como dije en una entrada anterior, es muy importante (no solo para nutrir tus letras, sino también para tú conocimiento, visión y vocabulario) leer, y leer mucho, “así di a madres” como se dice vulgarmente. Pero hay algo que me gustaría añadir a ese consejo, en esencia (y por evidente que es, ya que esta en el titulo) yo recomiendo leer mucha poesía.

¿Por qué poesía de todos los géneros literarios?

Es muy simple, porque la poesía es muchas cosas en las letras y es a mi gusto y humilde opinión, la más balanceada, versátil y tan al alcance de todos que es la ideal para adentrarse más allá de lo establecido en este mundo.

La poesía viene en todos los tamaños, en todas las presentaciones y en todas las lenguas. Es la manera más cercana que hay de plasmar en palabras una emoción o hacerle una caricia al alma. La poesía para mi es lo más hermoso de la palabra escrito, de la palabra hablada y del lenguaje en general. Si hay algo que le da belleza las letras, es la poesía misma.

Por eso yo recomiendo que leamos toda la poesía que podamos de los autores que podamos. Si no se quiere tomar por el lado poético y mágico de las palabras, se puede ver por su aporte cultural.

Si tomamos a un representante mexicano de la lengua y las letras como lo es Jaime Sabines, por ejemplo, podremos entender a que me refiero. La poesía de este escritor de leyenda de mi patria, es conocida por ser de un lenguaje sencillo y tan claro que está al alcance de todos, pero a su vez, la prosa o el verso en el que juegan sus palabras y como logra hilarlas y crear oraciones, no dejan duda que su manejo del lenguaje era simple y llanamente soberbio. Este es un ejemplo de que no se necesita usar siempre palabras rebuscadas o mamonas para expresar una idea. Es gracias a este tipo de cosas por ejemplo, que podremos cultivarnos más en nuestro lenguaje y sus palabras más mundanas, y así adquirir una versatilidad para expresarnos y ver los genuinos alcances de varias palabras.

Por el contrario si quisiéramos instruirnos y adentrarnos a palabras más rebuscadas, una poesía más concienzuda y sublime como la del Maestro Octavio Paz bastaría para embelesar nuestras pupilas y mentes con palabras hermosas y no tan de “abolengo”, y quien sabe, con suerte empujarnos a aprender algo más y hasta a ser mejores de lo que ya somos e incluso sorprender a esa persona amada.

Lee toda la poesía y déjate llevar por su magia y magnetismo.

También pensé que podía incluir los ensayos de todo tipo (e incluir aquí a gente como Carlos Fuentes, a Paz otra vez y similares), pero, la realidad es que a veces los ensayos no son para todos. Y no se trata de algo elitista o similares, simplemente hay gente a la que no le agrada el tema que se trata, las palabras rebuscadas, los análisis profundos o que se yo. No digo que la poesía no pueda cojear de ese pie también, pero al hablar de cosas tan comunes como las emociones, pues bueno, creo que a todos nos toca.

También considere la novela desde luego, del corte que fuera y con sus extravagancias. El detalle es que a veces la gente no está dispuesta echarse tomos extensos de una novela, o a probar con todos los géneros hasta encontrar al indicado. Aquí la ventaja de la poesía es que un solo verso, puede encandilarnos a veces mejor que la más increíble narrativa o la descripción más impecable y detallada.

Por eso, creo que el candidato por excelencia para adentrarnos a la magia de las letras, es la poesía. Además, así como hay miles de novelistas (de ayer, hoy y siempre) o ensayistas, hay miles también de poetas para todos los gustos y que satisfacen sin duda todas o la mayoría de las exigencias.

Entonces querido lector, toma el libro de poemas de tu autor favorito en manos (yo ya tengo a mi lado para esta aventura uno de Sabines y otro de Bendetti) y déjate llevar por el magnífico camino de la poesía, aquella que para su querido clown, es la senda que dignifica más que nada a las letras y el alma humana.

Y entonces… ¡Lee toda la poesía!

domingo, 23 de septiembre de 2012

Un par de consejos...

Es curioso, en estos días he tenido muchas ideas rondando mi cabeza sobre que escribir para el blog, de verdad. Es sorprendente cuantas cosas pienso (y no porque sean geniales, sino porque son un chingo en verdad) y no las “llevo a cabo” o al “papel”… o a “el Word”… en fin, creo que el cómico en mi acaba de morir poquito por esas comparaciones.

Como sea, tenía en mente hablar un poco sobre las letras. Digo, sé que es obvio pero quería abordar otros temas. Por ejemplo hace poco fue el cumpleaños de una muy buena amiga y bueno, me quede con el deseo atorado en la garganta de hacerle un regalo… pero me desvió del tema. De todo lo que pensé, tome la decisión de retomar algo de los apuntes de escritor novel (chale, de verdad que a veces soy una persona sofisticadamente mamona).

En fin, la cosa es que esta vez hablare un poco sobre unos consejos que me han dado en lo relacionado a las letras. Solo por ser repetitivo y monótono, quisiera recordar que mis palabras no son verdad absoluta ni están escritas en piedra, digo, por aquello de que a veces la gente puede pensar que me la doy de muy chipocludo cuando… bueno, pienso que solo soy un clown más de Blogger.

Aclarado eso, los invito a ir al mágico mundo de los totoles.

El consejo que creo que más puede servirle a cualquier persona que quiera escribir (y el segundo más fundamental y vital para su desarrollo) es este: Leer, leer mucho y de todo, pero en especial de lo que te interesa.

Es muy básico la verdad y por eso justamente es tan buen consejo. Entre más leamos, de los temas que sean, nuestros conocimientos aumentan y pueden enriquecer todo lo que hagamos. Cuando la gente busca documentarse y así “empaparse” de un tema, investiga algo así como “todo lo referente” a “X” tema de su interés, pero lo que rodea a ese tema también nutrirá la percepción y el entendimiento del mismo. Por eso, es importante leer y siempre leer y de todo es mejor. Es como una especie de dieta sana para la mente y nuestra cultura.

A su vez, por consecuencia de leer mucho y de todo, nuestro léxico se verá enriquecido, con suerte de una manera amplia. Eso ayudara a que nuestra narrativa sea más basta y que nuestro mensaje no solo sea vistoso y quizá hasta elegante, sino que también pueda llegar a ser más claro e interesante.

Gracias a leer de todo (y mucho, no olvidemos eso) conoceremos más temas. No se tratara de “abarcar mucho y apretar poco”, sino de tener nociones más claras, más generales por lo menos, de ciertos temas y así darle más peso y veracidad a lo que escribamos. Lo cual una vez más, se verá reflejado en la calidad de nuestras letras, de nuestro mensaje y esas cosas tan jocosas.

El otro consejo que me dieron es un poco más largo porque abarca otros pequeños consejos y tips para ser mejor en lo que se trata de hacer. Este sería básicamente el consejo number one: tener oficio.

Como decía antes esto abarca muchas cosas. Para empezar el tener disciplina, el escribir de manera diaria Y cantidad de hojas, el documentarte sobre el tema que estas tratando, tener horarios para hacer cada cosa y un largo etcétera. Muchos sub-consejos para ser el mejor, en lo que hagas, porque no aplica nada más a las letras sino a casi cualquier cosa que nos propongamos.

Como escribía anteriormente, demasiado largo como para desglosarlo y verlo punto a punto en una entrada que trata de ser ligera, pequeña y agradable para ti, fiel y constante lector.

Y es curioso porque estos consejos no los recibí de otro compañero de letras, ni se los leí a algún autor de renombre en alguna biografía o autobiografía, es más ni siquiera me los dio un estudiante o profesor de literatura. No, estos dos consejos me los dio hace unos 10 años un abogado que no escribe nada fuera de su gremio. Una manera más de tener siempre en cuenta, que podemos aprender de cualquier lugar.

Y eso en esencia seria todo lo que por hoy quiero decir. Los dos consejos no son de mi mano, son consejos que recibí de otra persona. Ya hare otra entrada para hablar sobre los que yo creo sean buenos “trucos” para esto.

Como siempre, seria genial un poco de retroalimentación. Si tu apreciado y fiel lector te animaras a compartir. Un comentario diciendo algún consejo que hayas recibido de alguien más para este galano arte de las letras, con eso bastaría y seria genial simplemente.

Se retira como siempre su clown de cabecera de blogger Kaifa

domingo, 5 de agosto de 2012

El peso de entretener...

El peso de entretener y hacerlo bien.


Hoy vengo con una especie de opinión-reflexión sobre este galano arte que todos compartimos (eso supongo de los que suelen pasar a leerme) y que siempre está presente en nuestras vidas: la escritura.

Hace unos días (que tal vez se volvieron semanas y que a su vez se volvieron meses y así puedes seguir la cadena querido lector antaño) escuchaba en un programa de radio, un comentario que me llamo mucho la atención.

Este comentario lo hacia una editora de una conocida editorial (¡Dah!) de México, tocando un tema fundamental muchas veces para los escritores y al que, sin duda, deben enfrentarse a diario: ¿Qué es más importante? Entregar una lectura amena por su lenguaje y estructura, pero que tal vez no tenga mucha relevancia; o entregar una lectura con un contenido solido y vasto de información, pero que aturda o incluso aburra por su contenido y la manera en que está siendo empleado.

Este es realmente un dilema muy fuerte, porque en muchas ocasiones creo que todos tratamos de mantenernos en algún momento en la frontera de entretener, con un lenguaje ameno y tal vez algunas palabras que hagan divagar al lector, pero siempre tratando de darle un mensaje y quién sabe, tal vez incluso más que un simple entretenimiento hasta una lección o un agradable consejo.

Sé que no soy el único aquí afuera, en la red, en el mundo, en la vida, que piensa eso.

Yo pienso incluso que para la gente que está orientada a escribir novela o ensayo e incluso poesía, este detalle es fundamental. No sé tú mi estimado y fiel amigo lector, pero a mi muchas veces me ha desesperado encontrarme en los estilos antes mencionados, palabras rimbombantes que muchas veces salen sobrando (bueno, quizá no en la poesía pero si en la novela y el ensayo) y me hacen pensar “¿A quién trata de impresionar este guey?”. De verdad, porque hacer eso. Me queda claro que cualquiera puede escribir, que no cualquiera debería hacerlo, también lo tengo presente… pero, porque no mejor destacar por el mensaje que tratas de transmitir en vez de por tu increíble (y a veces soporífero) manejo del lenguaje o de tu redacción.

No me malinterpretes querido compañero de aventuras e imaginación. No estoy en contra del conocimiento, de la gente letrada y estudiada y mucho menos de que estos placeres y derechos se compartan, para nada. De hecho, en mi mundo ideal, la gente leería más, y además le daría más valor del que tiene, pero no nos desviemos del tema y fabriquemos fantasías, aun no.

Como decía, no estoy en contra de eso, para nada. Aun así, en incontables ocasiones, he tenido el disgusto de encontrarme con lecturas muy pesadas y que de verdad, no le encuentro razón de ser a tratar de verse tan sofisticado y mamón (¡Ups! Se me salió “por error”). Siendo honesto, incluso puedes “oler” lo innecesario que son ese tipo de datos o el cómo se emplean, de verdad, no tienes que justificar solo con palabras vistosas que estas publicando.

En la otra cara de la moneda encontramos los textos que más bien son lecturas ligeras, que son agradables, que te dejan un buen sabor de boca, pero que pues, al final, no terminas regresando a ellos, sino que simplemente terminan empolvándose en tus estantes o eliminados de tu disco duro. ¿Por qué? Pues por el hecho de que son solo eso, un circo de letras que solo busca entretenerte y nada más, sin aportarte si quiera un par de hojeadas al diccionario y ya ni digamos un tema interesante o que te será útil entender para la vida.

Y para evadir posibles genios que piensen que van un paso delante de su servidor (por mi mejor, anda, gana la carrera de la vida, yo quiero llegar a la muerte meta a mi ritmo), no considero que deban entrar aquí los textos estrictamente científicos de corte técnico. Todos los que hagan libros sobre un tema, están en su derecho de usar la jerga científica y de su área como se les pegue la gana, porque lo hacen para gente de su círculo. Eso sí, cuidado y hablemos de divulgación científica porque entonces sí, que sean coherentes.

En fin, tema aparte, no nos desviemos, no del todo al menos.

Su clown favorito, piensa que el meollo del asunto esta genuinamente en mantenerse en la frontera de esos dos ramos. Ser interesante, pero sin parecer petulante. Aportar conocimientos o ideas, pero si es necesario. Entretener, pero no como puta barata. Que la redacción sea amena, pero no por esos sosa o carente de “reto”. Es algo muy difícil y además, no es para todos los gustos.

Pero antes que lectores, creo que todos somos consumidores y en nuestras manos (quizá un poco por debajo del autor/escritor) está el exigir literatura que nos agrade y que nos de algo más que unos minutos de placer.

Y esto no es un llamado en contra a “X” autor o “Y” genero, para nada. Justamente la lectura, como todo buen bello arte, tiene cabida para todos los gustos y todas las rarezas que deambulamos por esta vida y esta tierra. Precisamente, es ahí donde tiene un límite el deber del lector. Porque tratar de erradicar un género o un modo de escribir, no importa como se le vea, creo que es injusto porque para todos los paladares hay diversos sabores, y que uno no te guste a ti o a mí, no significa que sea automáticamente despreciable y deba ser eliminado.

El deber de nosotros los lectores, es exigir que nuestro género sea mejorado siempre, o que por lo menos mantenga un estándar de calidad. Que el autor/escritor que admiramos, mantenga la frescura, la versatilidad y la calidad de sus trabajos. Y en caso que recibamos una decepción, en vez de llorar, darles la oportunidad a nuevos autores o viejos conocidos aun desconocidos. El mundo es muy grande como para detenerse por eso.

A su vez, el deber del escritor apenas comienza, pero de la misma manera, todo está sujeto a lo que la persona (en este caso, personas que gustan de escribir) desea. Por ejemplo, habrá gente que quiera trascender y que sus libros se codeen en esas librerías de renombre junto a clásicos de siempre, o que al ser citado su nombre se mencionen también los de autores inolvidables y que marcaron época. Como también sin duda habrá gente que lo que busca es vivir de escribir lo que se le pegue su gana y que con eso haga su vida y con ella lo que quiera y que claro, existan muchas copias vendidas y billetes de por medio. Y claro, habrá gente que lo hará todo en beneficio de las demás personas (o sea, sus lectores) y que se partirá el lomo haciendo cosas impecables, que tal vez no gane la fama ni el renombre, sino hasta después de su muerte, pero en el fondo, podría triunfar porque dejo huella en una o varias personas y eso ya es un gran logro.

Y nada está escrito en piedra, cualquiera puede empezar de una forma (de las que digo o de otras que he olvidado) y terminar en otro camino distinto al que pensó. Eso es lo bonito de que seamos dueños de nuestro destino, que todos podemos cambiarlo.

La tarea creo que es finalmente, no perder de vista que debemos mantener un equilibrio. Muchas veces es difícil, pero, siempre que se desee se puede cambiar, se puede hacer lo que aparentemente es imposible. Y no hablo de cambiar, sino de encontrarnos en un estado de equilibrio.

Aunque usted querido amigo lector, su clown de cabecera lucha constantemente para hacerlo, llegar a una sana medida entre entretener y dejar algo clavado en la memoria de aquellas personas que me regalan su tiempo para leerme un poco. Pero también, habrá gente que no quiera cambiar y eso es tan respetable como los que traten de hacerlo.

Finalmente, le ando agarrando el gusto a preguntar opiniones y esta vez no será la excepción, así que hay va:

¿Tú como lector que buscas en la literatura? Y si escribes ¿Qué es lo que buscas hacer con lo que escribes, que esperas dejarle al lector? Son preguntas creo que simplonas después de todo lo que he escrito (lo lamento, me emocione), y aun así, pienso que dan justo en el clavo.

Se despide su querido clown de blogger Kaifan.

martes, 10 de julio de 2012

Celos: Bajas pasiones.

La razón más probable por la que regreso a viejos escritos, no es porque sea realmente un ejercicio para demostrar como he cambiado o mejorado por mi paso en la escritura, la prueba de ello es que use estos "ensayos" de mi epoca de bachiller, que realmente al tema de mostrar mi paso por el mundo letristico, bueno, no aporta mucho.

Siguiendo el motivo real, el autentico secreto detras de estas incursiones al pasado, no solo de mi vida, sino de mi ser y mi persona, creo que lo encontraria en un fragmento del libro "el amor, las mujeres y la vida" del maestro Mario Benedetti.

Desgraciadamente mi memoria falla, y no puedo citar tal cual el pedazo que quiero, pero, creo que puedo justificar esta falta contextualizando un poco.

Benedetti recopilo en este libro, varios de sus poemas, hasta donde entendian mis jovenes ojos el lo hizo solo y por el gusto de escoger lo más "selecto" de sus letras poeticas. Una frase que el dice en su introducción, menciona que el titulo de ese recopilatorio se baso en un trabajo del filosofo Arthur Schopenhauer (El amor, las mujeres y la muerte. Benedetti la primera vez que leyo este texto, dice que lo hizo con ojos más jovenes, y que penso, que realmente el nexo entre las mujeres y el amor no era la muerte, sino la vida.

Bueno, ahora, yo veo estos ensayos con unos ojos probablemente apenas 7 años más viejos y con unamente contradictoriamente más viva y cansada a la vez. Y me gusta. No podria decir que rechazo o acepto integramente estas ideas, porque era otra vida y era yo otra persona tal vez, pero lo cierto es que, al final de cuentas y pese atoda la magia que quiera ponerle, estos son mis sentimientos o pensamientos, piedras angulares en mi desarrollo que marcaron la pauta que seguiria, segui y seguire sin duda, todos estos años.

Si, estos ensayos no son para mi, la huella real de mi paso por las letras y como he desarrollado una habilidad superioro, o mejorado por lo menos (para eso esta "la leyenda"). Lo que es innegable, es que estos ensayos son, no la huella, sino la muestra real de la persona que he sido todos estos años, son la evidencia de que por mucho tiempo, he sido el tipo que soy.

Sin duda he crecido, he cambiado, y más juegos, pero, en esencia, soy el mismo, apoarentemente.

Lamento la larga introduccion querido y fiel amigo lector, es solo que, me gana el sentimiento mientras escribo y sonrio como tonto viendo la pantalla.

Gracias y bueno, como siempre, agradezco todo comentario o furtiva lectura que se haga a mis letras.


Celos:
Bajas pasiones.

Bueno, básicamente los celos a simple vista parecen de esas cosas que se inventaron por que no había nada que hacer, y pensamos que son una cosa sin importancia, que el amor todo lo resuelve que los celos no cuentan en una relación e infinidad de cosas, pero, ¿alguna vez alguno se a puesto a pensar mas allá del verdadero significado de los celos?, ¿al menos en la vida en general?, yo creo que no, pues la verdad me anexo al circulo de los que lo ven como un mal innecesario, pero resulta, que al igual que la mayoría de las cosas, todo exceso tiene su razón….y estas son algunas de los celos, que finalmente son parte de esa parte de nosotros del cerebro, por así decirlo, que esta dividida en dos partes: la razón y la pasión.

La razón y la pasión son cosas fundamentales de nosotros, ya que la razón como bien dice el nombre son las cosas pensadas, analizadas, observadas, en cambio la pasión es su contraparte, ósea son los actos repentinos que hacemos, es básicamente nuestro instinto, ahora bien los celos radican en la parte de la pasión por el hecho de que es un sentimiento “apasionado” y como bien puse al principio, es una de nuestras bajas pasiones, ósea, una de las pocas cosas de verdad animales e irracionales que tenemos todos, absolutamente todos los seres humanos.

Después de un “a fondo” de que son básicamente los celos de donde salen, ahora viene otra parte interesante, como bien expuse los celos son un mal necesario, ya que gracias a ellos pasan algunas de las cosas, interesantes de la vida, por ejemplo, en las novelas es personaje principal, pero de esos ocultos, que por lo regular es opacado por el amor, pero en realidad el es un mal motivador para que las cosas se pongan sabrosas, ya que insisto, muchas cosas recaen en ellos y buenos temas son parte de los celos, no estoy de acuerdo, pero, la realidad es finalmente la realidad.

Otra cosita es que todo con cierta medida es necesario, por ejemplo si los celos son extremos, si esta mal y cae en la enfermedad, la cual en este caso es llamada “celopatia” que son celasen verdad sin motivo, como por ejemplo salir a la calle y ser seguido por tu pareja y que solo por cruzarse en tu camino alguien de sexo opuesto, tu pareja crea que ya estas ligado a esa persona, eso ya es una enfermedad, y bueno, además de que la verdad debe ser algo insoportable.

Otra cosa es cuando los celos son simplemente lo, por así llamarle “lo normal” ósea que tu parejita se moleste de que voltees a ver otros cuerpos o comentes algo, en ese aspecto debo admitir que es frustrante que te tachen mal, por voltear a ver a alguien, cuando esta comprobado que el humano por instinto voltea a ver al sexo opuesto, o apoco no, alguna vez has volteado por que sentiste la necesidad de ver quien pasaba, bueno pues eso es lo que pasa cuando volteas a ver, así que no caigamos en la exageración de ponernos tontos y decir que ya se vaya con aquel u aquella y nos olviden, ósea no hay que ser tampoco.

Y pues hablando de eso, otra cosa que la verdad e notado de sobre manera es que si últimamente no eres celoso, la mayoría de gente confunde la libertad con el libertinaje, y ya por que no dices nada significa que la otra persona puede hacer lo que quiera, ósea, para empezar hay que ver con quien se “anda” para saber como actuar, muchos son los casos de celos sin motivo, muchas peleas se dan por celos sin justificación, y algunas veces muchas parejas terminan por el exceso de libertad, y por la falta de mente abierta, ósea, busquemos algo a nuestras medidas, y después actuamos, además, si agarramos algo, entendámoslo, seamos razonables y no nos dejemos llevar por las pasiones ocultas.

sábado, 30 de junio de 2012

De nombres y personajes...

Detrás de… Los nombres.
Bueno, esta vez vengo a halar de nombres y demás, pero, creo que de una manera que más que ayude a la gente, es una especie de aclaración, supongo que al final no siempre puedo hacer letras para los demás, al menos no de manera íntegramente entretenida.

En esta ocasión, quiero hablar un poco acerca de los nombres, no tal cual de los significados de cada nombre o el destino al que te ata llevar tal o cual nombre o ese tipo de cosas místicas cabalísticas, no se trata de esto. Me referiré simplemente a un par de cosas respecto a los nombres, cosas básicas.

Para empezar me gustaría hablar primero que nada del nombre que se repite más en mis historias: Alberto. Esto es muy simple, la primera razón es que es mi primer nombre (tengo dos, el otro es Alfredo) y me gusta mucho, realmente me gusta. La segunda razón es que me gusta lo que significa, es algo así como “el que brilla por su nobleza” y bueno, es súper épico, al menos para mí. Por esas dos razones se repite en varios personajes, básicamente porque me gusta. No porque sea una visión idealizada de mi persona o algo así, es tan simple que da risa, pero es la verdad. Me gusta y por eso lo uso. Además es un nombre de esos “comunes”, así que queda perfecto para que, suponiendo, sea fácil de recordar (o a la inversa, sea muy fácil de olvidar por ser tan común, todo puede ser).

Hay otra cosa vital, más allá de que simplemente escojo nombres por gusto y ya. Para algunos, si elijo en base a lo que significan. Verán, en mi mente, me imagino que así como en los nombres científicos de los animales-plantas y similares, el nombre que se le da a una persona representa algo.

Me gusta creer, que hace cientos de años, el nombre Alberto (por ejemplo), no existía. Y que en algún momento de la historia, hubo un joven, sin nombre, que por sus actos de gran nobleza, su comportamiento ante la adversidad o la manera en cómo se manejaba con sus semejantes, hizo que le empezaran a llamar “Alberto, que significa, aquel que brilla por su nobleza”.

¿Sería mágico que todo tuviera una historia detrás así no?

Digo, si con los apellidos eso pasaba (del valle, fuentes, lomas, Armstrong, etc) me gusta pensar que con los nombres paso algo similar.

No todo es magia, como dije, hay otros nombres que simplemente los escojo por ser un tributo o porque me gustaron. Prueba de esto es que para una de mis historias, el nombre del protagonista, es por honrar a una banda de música punk/celta irlandesa. O que el nombre de Donovan (un personaje de esta misma historia) fue seleccionado porque me gusta como suena.

No todo es tan profundo siempre, no todo es tan mágico. Por eso a veces me dan hueva esas clases que tratan de hacerte “ver” (ver, ¿Qué cosa?) lo que el autor quería decir, tal vez, solo tal vez cretinos eruditos que creen que son omnipotentes, el autor solo eligió esas palabras por gusto o para expresar lo que dicen, y no hay nada detrás.

Hay que hacer más mágica la vida, pero no de esa manera.

Bueno, los nombres de los personajes o sus apodos, a veces tienen razones de ser como esas que dije: porque me gusta como suena, porque representan algo, porque son un tributo a alguien o algo o por el simple hecho de que representan su función.

Es una entrada simple me temo, pero, no sé, desde hace mucho quería aclararlo. A lo largo de mi vida me he topado genuinamente con amigos y gente que cree que llamo a mis personajes basado en algún tipo de sueño o fantasía, cuando simplemente, lo hago por cosas tan simples que bueno… no me extraña que no me crean. A veces ser tan simple parece, para estos tiempos, una mentira o hasta estúpido, jejeje.

Como sea, supongo que ahora que hable de mi experiencia, tengo que hacer algún comentario acerca de los nombres y su importancia (lo lamento, eso es parte de este ejercicio de letras, así que se chin… chingaron queridos lectores, pero en el buen modo), entonces, adelante.

Honestamente, traten de hacer lo que les gusta y ya y elijan lo que les agrade, creo que es lo mejor que puedo decir. No creo necesitar una gran escuela validando mis palabras, años de experiencia o un titulo para afirmar que, simplemente, hagas lo que te gusta como a ti te gusta.

No es uno de esos mensajes irrespetuosos de que todo sea a tu modo y abajo el sistema, tampoco es una de esas consignas vacías de que seas un necio y creas que todo lo sabes tú, o peor, un aplauso al pendejismo de renegar escuchar un consejo.

Parte de este camino es que terminaremos aprendiendo de alguien más, es así de simple. A su vez, tarde o temprano nos tocara tomar decisiones (tal vez fáciles, tal vez cabronamente difíciles) y entonces ¿Por qué no elegir lo que más nos guste?

Por último, compartí mi sueño guajiro y romántico de cómo nacen los nombres porque, como dije más arriba, hay mejores maneras de hacer mágico y simbólico al mundo que solo buscando mensajes ocultos.

Y no es algo como un chispazo de inspiración o similares, un día (así es amigo lector, ahora, te aburriré con cómo surgió esta idea tan especial) leía una de mis historias, tal vez la más querida de todas las que tengo y a la que peor e tratado y más olvidada he dejado. La historia gira en torno a contar la historia de un personaje que es perseguido. Le di un nombre que me gusta mucho, Leonardo. Posteriormente busque su significado, en algún punto, no sé cómo, encontré un significado con el que jamás volví a dar: “Leonardo: corazón de león, tan noble como un león”. Fue así que me gusto más el nombre (por si te lo preguntas, paciente lector, el significado que siempre me topo es “duro como león, algo así como lion hard”) al punto que no solo pensé que le quedaría perfecto al personaje, sino que espero algún día llamar a un hijo mío así (pienso tener muchos, si eres mujer, ¡Cuidado conmigo!).

Como sea, no me quede en eso nada más.

No es que sea de mente avispada o sumamente creativa, pero un día, decidí hacer un capítulo especial en el que a un niño sin nombre, por sus acciones y su comportamiento ante los demás y el cómo afrontaba la vida y sus pruebas, le llamaran Leonardo “corazón de león”.

En fin, el caso es que, hacer lo que te gusta, normalmente permite que tu imaginación, por mucha o poca que tengas, venga con ideas sino geniales, al menos interesantes.

Eso es todo me Salí mucho del tema supongo, pero bueno, que le vamos a hacer… así soy me temo.

Se despide su amistoso Kai de Blogspot.

PD: Y esto cubre las entradas concernientes a Junio, no voy tan mal eh.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Detras de... el desafio de publicar y sobrevivir en el intento.

Detrás de… el desafío de publicar y sobrevivir en el proceso.


Ay qué bien se siente hacer entradas de este tipo, es algo así como regresar a los orígenes, como echarte un caldo de pollo preparado por la persona que te cuido cuando eras peque, es bien reconfortante.

Como sea. Últimamente (y me refiero a algo así como, estos últimos dos meses) he tenido la maravillosa oportunidad de: conocer, reconocer o tratar con amigos interesados en las letras y en escribir. No importa si es por mero Hobby, como una tirada más seria o incluso como una meta vital dentro de sus vidas. El asunto aquí, radica en que en esencia, hay un detalle que todas han tenido en común: el no atreverse a publicar.


Entiendo que a veces, escribir mucha gente lo usa para desahogarse, como un ejercicio de autoconocimiento o incluso como una herramienta de apoyo en algún tipo de terapia. Eso es altamente respetable, porque vaya, es como tener un diario. No vas por ahí leyendo fragmentos de este ni nada, se supone que es íntimo. El detalle no es ese, sino, cuando quieres escribir (o ya has escrito) algo que realmente tiene una función, que en este caso es entretener.

El problema es cuando quieres publicar algo de corte literario, desde una romántica historia hasta un genial ensayo y quisieras que alguien más lo leyera… y te da “cosita” hacerlo “publico”.

Ahora, no creas por error siquiera querido amigo lector que vendré a darte los 5 pasos para superar tus miedos o que hablare de mis momentos de gloria o que te diré que te metas tu miedo en la boca y lo mastiques hasta volverlo valor o algo así, es más, no creo siquiera poder narrar una historia de éxito rotundo. No desvirtuemos a mi blog y este tipo de entradas que, en esencia, tratan acerca de compartir experiencias (mía y tuya colega lector, porque si leo los comentarios) y vivencias de este camino.

Yo por ejemplo, nunca tuve la espinita de publicar. Y venga, no se trata de que yo sea un chingón, una persona súper preparada o similares. No, nada que ver mi buen amigo, aquí el detalle más crucial es este: Nunca me dio miedo publicar, porque sabía (y se) que no es todo mi potencial y que me falta camino por recorrer.

Ese es “mi secreto” que me encantaría compartir, y que, para tu desgracia, voy a desglosar acá abajito.

Lo que me hacía no tenerle “miedito” a publicar, a exponerme a una crítica (ojo, constructiva), a que me señalaran mis defectos (del mismo modo, en pos de mejorar, no de joder) y demás maravillas que conlleva el que “alguien” te lea, era esa pequeña idea tonta de arriba.

Una teoría de la psicología (no recuerdo que rama, pero debió ser relacionado a lo cognitivo/conductual) señalaba que siempre estamos en un constante aprendizaje y por tanto, perfeccionamiento de nuestras habilidades. Al principio será notorio porque empiezas “desde abajo”, con el tiempo la mejoría es más clara y demás, pero, llegara un punto en que la mejoría de tus habilidades adquiridas o innatas, se volverá imperceptible, básicamente, invisible.

Y eso no significa que no mejores, solo significa que haz alcanzado un punto en que la mejoría ya no es equiparable al aprendizaje que has adquirido. Siempre podemos mejorar y aprender más.

El primer punto de mi simplista mentalidad es ese. Apenas he desarrollado algo de habilidad en las letras, normalmente fanfarroneo, pero hoy, más que ser humilde, soy objetivo. Me queda camino por recorrer, es un hecho. Lo bonito es que bajo esta premisa, cualquier crítica (incluso a veces, las mal intencionadas) o comentario, más que detenerme me impulsaban, porque estaba en mí decidir si esas palabras eran: motor o freno. Todo nace de la idea de que, básicamente, no se ha visto todo de mí y estoy “creciendo” en las letras.

En cuanto al camino recorrido y que falta por andar, pues si, va de la mano con la experiencia y mi crecimiento, pero más importante, es que está muy relacionado hacia donde yo quiero ir, a donde quiero llegar.

El ir aprendiendo y mejorando en las cosas que hacemos es lo más natural, por algo existe ese lema de que “la practica hace al maestro”. Hay procesos que son más mecánicos que mentales, por ejemplo, hacer repetidos ejercicios de matemáticas siento que funciona de ese modo, a base de practicar y chingarle te aprendes formulas, tablas y valores. Eso no sustituye tu pensamiento y esas cosas, pero, te ayuda a tener más agilidad, a ser más eficiente.

Hasta ese punto llega la experiencia y el camino recorrido o como le quieras llamar que te suene más poético y maravilloso.

Después de eso, sigue la maravillosa parte que consiste en saber “A dónde vas y porque vas allá”. Eso implica mucho porque, es el “desarrollo natural” de este andar. Una vez que tienes bases solidas, experiencia y te has planteado tus metas y eso, llega el momento de emprender la mágica jornada, de ir a “cumplir tu sueño”.

Eso es camino que aun me falta por recorrer, por eso no me preocupo de equivocarme y demás, es simple, no puede morir un sueño que aun no he soñado del todo. Tengo ideas, me he hecho de pequeñas nociones, se podría decir que tengo la brújula, pero no tengo claro que es lo que estoy buscando todavía.

Esto es crucial, estos dos puntos en conjunto, porque por ellos básicamente nunca tuve “miedo” de publicar o los nervios de que alguien más me leyera.

Podría agregar un par de cosas, como el hecho de que todo lo que he escrito es lo que se me da la gana, pero creo que se sobreentiende. O que lo que escribo es para mí, pero sería mentira, ya que si lo cuelgo en la red es para que alguien más lo lea, y porque, sorprendentemente todo tiene un público. Que solo es un hobby, pero sería mentir vilmente, y no porque traicione al que lee, sino al que escribe. Incluso podría decir que me vale madres si alguien lee o me comenta, pero es falso; amo ser leído y me súper encanta que me comenten… y eso se leyó súper maricón.

Ahora, dejando en claro que el “valor” de su humilde “clown”, consiste en que tengo la humildad del estudiante y tal vez la paciencia del maestro, viene el punto central de esto.

¿Publicar o no publicar? ¿Arriesgarse o no arriesgarse? ¿Con cebolla o sin cebolla los tacos?

Si me permites darte un consejo amigo (aparentemente) incansable de leer, diría: Publica, arriésgate y lo de la cebolla… pus a tú gusto (a mi me encanta, no es que interese, pero oye, es mi entrada). Así de simple.

Si la vida trata de detenerte, no te das la vuelta, no señor. Te le vas encima y le dejas claro que con tus sueños nadie se mete, que el que es dueño de su destino y responsable de sus actos eres tú.

Eso es lo que harás cuando publiques. Mostraras un trabajo que te guste, que esperas que alguien lea, que alguien comente. Recibirás criticas o comentarios que tal vez no te gusten, no tengas la menor duda, pero si es por el afán de chingar siempre los puedes ignorar, pero, si esas palabras dicen algo de verdad, tómalas como una oportunidad de mejorar, de crecer, de superarte. Y hasta donde entiendo, se supone que todos queremos superarnos.

Seguro te dará cosita, porque la gente que no entiende de la entrega que pones, del amor que tienes, puede ser estúpida y mordaz. Jamás olvides que la manera de vencer un miedo, es plantarle cara. Que si un hombre es valiente, no es porque no teme a nada, sino porque tuvo miedo, combatió su miedo y venció ese miedo.

También recuerda que este es un viaje de placer. Es un camino lleno de aprendizaje. Es una aventura en la que tú te decidiste a embarcarte, así que disfrútala. Si tropiezas ríete, si ganas celebra la victoria, si pierdes llora tu derrota pero analiza tus metidas de pata para no cometerlas de nuevo.

Y finalmente recuerda, no todo el mundo está lleno de gente cruel y malvada, aunque nos lo pinten así, hay gente allá afuera que te dará una mano y quién sabe, hasta celebrara tus aciertos contigo y te apoyara en tus peores momentos. El caso es que la aventura no solo está en los libros y que las historias épicas no necesariamente involucran siempre salvar el planeta o rescatar una princesa.


Me temo que eso es todo lo que tengo que decir (¿nada más? Seguro no le veías final, disculpa) sobre el tema. Puede que sea algo repetitivo, pero bueno, nadie dijo que yo era un genio de las palabras o que mi labia era equiparable a la de un poeta.

Ya para largarme, seria genial que en los comentarios (y si te nace) comentes un poco de tú experiencia, si venciste la espinita de publicar o si todavía te da. Si es tu sueño ser escritor o un bonito pasatiempo. Incluso si no has publicado, también coméntalo, igual y algo bueno sale de todo esto ¿No?

Como sea, se despide su amistoso Kaifan de blogspot (o ¿blogger? Lo que sea esta cosa), estamos In touch.

PD: ¡Animo! =)

viernes, 24 de febrero de 2012

Detras de...

Detrás de… La derrota de la “inspiración”.



Bueno, primero quiero aclarar un par de cosas antes de entrar de lleno a este bello tema.

Lo principal es recalcar que todo lo que me hace en mi blog, es mi punto de vista único y súper personal. Puedes estar en contra o a favor de mis ideas, citarme o mandarme a chingar a mi madre, pero no olvides amigo lector que es mi punto de vista. No busco lavar mentes o introducir de manera sucia y violenta una idea en tu cabeza. Solo expreso mi opinión y nada más.

La inspiración para mí no es inexistente, pero en mi vida en general, desde el proceso “creativo” hasta la simple rutina diaria, no lo es todo. Forma parte de mi mundo, pero no es fundamental. Veo que muchas veces se le atribuye a la inspiración el beneficio de todas las grandes ideas y muchas más veces veo que es el pretexto perfecto para no hacer las cosas, digo, se que ya habrás oído antes “es que no me llega la inspiración” o “no ando inspirado y por eso no lo hice”.
Creo en la inspiración, si. Creo que lo es todo para hacer algo, no. Creo que tiene una razón de ser, si. La inspiración para mi puede ser una idea que nace en un instante y de manera espontanea, siendo por lo general el nacimiento de una idea brillante y también puede ser una idea que has trabajado mucho tiempo y que le das forma y tamaños hasta que un día la plasmas en tu arte favorito.
Por eso vomito bilis cuando leo que alguien dejo de hacer o crear algo por falta de la puta inspiración, porque yo creo que esta misma musa tiene más caras que solo un rápido y finito latido de genialidad en nuestras mentes.


Aclarado este punto hablare de algo, digamos crucial en mi proceso creativo y esas tonterías, que es la forma en que yo trabajo “la inspiración”.

Como dije, creo la inspiración es importante y útil. No lo es todo y lo que hago de letras o de mi vida, no está atado a ello. La inspiración no lo es todo, es bien recibida si viene y aporta algo, si no, puede ir a chingar a su madre.

Mis ideas así surgen, me inspiro en algo y ya está, en teoría.

Para hacer una historia, más o menos así trabajo. Pongamos un par de ejemplos.

La idea de hacer una historia de mentes enfermas, como lo es la pista de baile del diablo, surgió de esta frase “En cierto periodo de meses, los bebes chupan lo que les pongas en la boca”.

El proceso para planear la historia fue así:
-Tengo la idea “inspiracional” (¡Jo!), una frase que puedes interpretar de muchos modos, usémosla de manera fea.
-Un villano enfermo y al que todos odien y teman es el que haría algo tan maldito como abusar de un bebe indefenso.
-No un villano cualquiera, alguien sádico, que considere juguetes a los demás humanos que le rodean, un narcisista.
-El villano necesita una contraparte, es atroz, listo y genial, la sociedad le teme pero reconoce su status de ser una chingonería, la otra cara de la moneda tiene que estar a la altura.
-Un policía representa el orden y el bien que trataría de combatir el mal y caos del villano. Ok, pero no un policía de banco cualquiera, tiene que ser un agente curtido que no tema ir tras alguien tan loco.
-Tendría que ser aparte de un tipo rudo y veterano, alguien muy inteligente para estar a la par. Es mucho para un solo personaje, no se trata de duelos de intelecto y eso no se me da bien… que sean dos policías o agentes especiales, musculo y cerebro básicamente.
-Si hay un sujeto así de retorcido en la ciudad, es porque la ley vale verga y el hace lo que quiere, así que el escenario tendrá que ser una ciudad abandonada a su suerte en la gran mayoría y donde reine el caos.


Es de esta manera, a grandes rasgos, que di forma a la pista de baile del diablo. Una idea pequeñita dio por fruto todo esto. Bendita inspiración…

No del todo.

Si, tuve un chispazo de hacer una historia con eso, pero hay más detrás de lo que se ve. Veamos el contexto y tiempo en que decidí forjar la historia.

Estudiaba aun psicología, por ahí de 8vo-9no semestre, cursaba materias de patología y veía y leía de tipos enfermos llamados psicópatas y sociópatas, analizaba sus rasgos, leía casos, leía sobre sus triunfos y demás. En estos datos trate de sustentar la personalidad de los villanos.
Soy psicólogo y siempre me han visto como una especie de shaman los doctores y demás, creen que esto es como leer las cartas o dar consejos de cuates. De este modo nació mi idea de que el supero licia, fuera un trabajo de equipo de dos agentes: un policía experimentado y duro de roer y un psicólogo que conoce del tema y podía aportar más datos al desconocido psicópata.
El que el villano sea un “genio del mal” lo relaciono no solo con esa gente que idolatra a asesinos de esta calaña (como Manson por ejemplo) sino que la sociedad en general pareciera que dice “es un asesino que es muy inteligente, que sabe lo que hace, es metódico, trabaja muy bien, conoce del cuerpo humano y blablablá” Ok, ¿describes con terror a un hijo de puta o lo admiras? A mí me parece que la gente dice “que asco, es delicioso”. Es una pequeña crítica social, muy modesta y pequeña.
Que la ciudad no tenga ley básicamente no es nuevo, hay ciudades que así fueron en la antigüedad, se maneja de toda la vida en la literatura y hasta en los comics, además, es real, así pasa en muchos países azotados por la violencia.

Entonces creo que no fue del todo la inspiración la que hizo el trabajo. La simple idea de escribir de un villano no me dio los personajes, contexto ni recursos. Si yo esperase que la inspiración me diera en un destello de luz un “trabajo” de 30 hojas con el inicio, clímax y desenlace… pues podría esperar hasta que muera.

Por eso a veces me molesta que la gente solo espere una idea y ya. Una idea tras otra hasta encadenarse y formar un escrito brillante, una canción sublime o una pintura inmortal.
Yo soy una persona perezosa totalmente, pero esto me parece algo inaceptable en mi vida.

Por eso el titulo habla de derrotar a la inspiración. No me siento la nueva musa del mundo o alguien que derrocara o revolucionara ideas, solo muestro el cómo veo el mundo y como estoy en contra de algunos convencionalismos sociales.
No creo que este mal esperar la inspiración, a mi no me agrada pero hay gente a la que sí y que además le da resultados, y francamente es muy válido y respetable.
Pero no es mi caso. Para esto no soy pasivo. Yo tengo ideas, si no me gustan las depuro y pulo las que si sirven, les alimento y trato de hacerlas grandes ideas, las trabajo. No las espero, a veces las busco o las obligo a dar la cara.

Y toda forma parte de mi proceso de ideación y creación. Desde mi desayuno hasta tal vez un genuino y vibrante soplo divino de creación sublime, pero es un trabajo conjunto y no nada más un “que sea lo que Dios quiera”. Hay que tener ingenio, no solo suerte.

Y las maneras en que he vencido a la inspiración son diversas. Esto querido lector, tómalo si quieres como un consejo que le funciono a este fulano que estás leyendo, como una posible idea, o como un dato curioso más y listo.

-Haz tu arte no importando que. Muchas veces he escrito historias encabronadísimo por alguna situación, o lleno de tristeza y dolor y me ha dado buenos resultados, incluso sirvió para templar un poco mi persona y saber manejar mis emociones e incluso imprimir más pasión en mis letras, o eso creo.

-Utiliza todo tu enotorno como fuente de ideas. Si fuiste a tragar con tus amigos, si en la última borrachera presenciaste (o fuiste estrella principal) de alguna pedo-aventura, una plática, una noticia, yo que sé. Con un poco de esmero, el mundo puede ser tu herramienta y musa.

-Juega con tus ideas. No se trata de que tengas la idea más genial del mundo y corras a ejecutarla. No. Anótala o grábatela bien en la mente y después dale otras formas. Retuércela, dóblala, quítale cosas o ponle más cosas, moldéala, dale las formas y giros que desees hasta que te convenza y si aun después de eso y de plasmarla, algo no te agrada, no temas modificarla. Puede que llegara a ti como una buena idea, genial, pero de ti depende si la traes al mundo de esta manera o la transformas en una obra maestra.

-No temas cagarla. Y es muy enserio esto. No tengas miedo de ir hacia otro camino o navegar mareas desconocidas, es válido y parte del crecimiento. Incluso si ya te estableciste en un estilo o tema, trata de modificarlo o conjuntarlo con otras cosas. Tarde o temprano te equivocaras, no lo dudes, pero el cagarla también te ayudara a depurar errores y a crecer. Así que al final, te aplaudan o abucheen, saldrás ganando de un modo u otro.

-Ten ejemplos, pero no robes. Esto pasa a menudo, viste tal película, leíste X libro, conociste la obra de Y artista plástico o escuchaste a J banda y te gusto, te mueve a crear cosas parecidas, a explorar esos horizontes, a darles una oportunidad. Hazlo, pero mantén una sana y respetuosa distancia de ese modelo a seguir. Stephen King menciona en su prologo de “El pistolero” que al leer el Señor de los anillos le nació el deseo de hacer algo así de fantástico y tremendo, pero, fue lo bastante prudente como para esperar y tener una idea genuinamente suya, teniendo de trasfondo la fascinación por el mundo de Tolkien, pero sin robar o copiar vilmente su idea, ya que de lo contrario, hubiese terminado escribiendo un bodrio y remedo de historia al estilo de El Señor de los Anillos. Eso debería aplicar para todos. Si, tal vez innovar hoy en día ya no sea tan fácil, pero tampoco es pretexto para caer en un plagio.

Y bueno, eso es todo por ahora, insisto, esto no es una lección moral o de ingenio de mi parte. A pesar de todo no me siento ni inferior como para callar mis ideas ni tan superior como para insinuar que yo sé el camino, veámoslo simplemente como unos truquillos y recursos que podrían ser útiles (que a mí me lo han sido cuando los he usado) y que finalmente, forman parte de mis ideas y de mi opinión.

Me gustaría que si alguien lee esto no solo de su opinión o sabio comentario sobre la entrada, sino que también hable un poco de la inspiración en su vida y quizá pueda compartirnos uno que otro “tip” para ser mejores.

Como siempre se despide su amistoso Kaifan del vecindario, estaremos in touch.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Detrás de… el blog lirica-libre

Detrás de… el blog lirica-libre.

Bueno, no están ustedes para saberlo, pero quiero divulgarlo. Es importante señalar que de eso se trata la maravilla del internet, de hacer público todo lo que se te ocurra y por favor, prohibido venir con falsas ideas de privacidad.

En fin, el blog cumplió dos años (así es, es un pequeño arrogante todavía, pero me enorgullezco de que siga vivo aun sin mis cuidados semanales), exactamente el 29 de octubre.

Fue un fatídico y decadente 29 de octubre del año 2009 que decidí abrir este espacio en la red. La razón era simple, sencillamente era el lugar donde iría a colgar mis escritos y ya. Básicamente es el espacio pensado para publicar mis escritos amateur o de principiante de corte literario.

Sé que suena fanfarrón, pero lo digo con el fin de dar a entender que en ese momento (hasta la fecha de hecho) jamás me intereso meterme en aquello de utilizar las letras para desahogarme. Considero escribir un arte muy vapuleado (aunque menos que la pintura o la fotografía) y utilizado cual prostituta para escribir alguna frase chillona, un escrito corta venas o una vulgar queja.

Para escribir siempre he considerado se requieren más cosas que solo tener algo que decir. Para muestra basta ver que ha eso se dedican los políticos, y suelen hacerlo mal incluso.

Como sea…me salgo de la idea, un poco al menos.

El blog nace en 2009 en octubre con el fin de dar cabida a mis relatos y escritos de escritor novel. Esa era la única función del blog.

Gracias a la plasticidad de mi mente (seh, claro) y a que simplemente tenía más cosas que expresar, nacieron otras etiquetas que solo las tradicionales de novela o relato.

Empecé con algo tan simple como escribir dedicaciones, ya fuese a mi amigo Cuco o a mi ex novia. Todo iba bien, finalmente distaba un poco de ser ese escape de las letras rastrero y amargo (del que hablaba más arriba), perfecto.

Poco después seguí subiendo relatos, deje de lado las letras largas (mal llamadas novelas) para dejar paso a la mayoría de relatos cortos auto conclusivos. De vez en cuando publicaba un anuncio de ocasión y le hacía modificaciones de widgets, alguna frase por ahí, un incentivo para comentar etc.

Entonces pensé que si era el renacer, de algún modo, de mis letras y demás, valía la pena hacerlo un poco, no profesional, sino interactivo, algo que hiciera ver que soy un tipo más de carne y hueso (si, aunque fuese ya de por si evidente). Entonces nació la etiqueta de “apuntes de escritor novel”. Es un titulo ostentoso y rimbombante pero francamente lo encuentro muy atinado. Con esta etiqueta solía poner escritos que hablaban de lo más mundano en esto de escribir historias: de donde provenían mis ideas, la inspiración o los parámetros para crear, escribir y dar forma las historias.

Esto es variado, podía ser una historia que me habían contado, basarme en un evento social de empuje importante, divina y tranquilizadora inspiración del perdedor o simplemente la estrofa de una bonita canción. Es de esta manera que nacen los “Detrás de…” para hablar de lo que se encuentra tras “X” relato o “Y” parte importante en mi vida.

Supongo que gracias a facebook, tumblr, twitter y esas cosas los blogs están pasados de moda o no valen nada. No lo dudo pero me tiene sin cuidado.

Curiosamente quiero la fama y las miradas que ostentan esas redes sociales y de esparcimiento internetil, pero no del modo que se lo granjea los que en ellas publican la primera bolita de caca que les sale del trasero.
Un tema aparte es devianArt por ejemplo, o los foros dedicados a compartir experiencias y escritos de personas que aman las letras.

Como sea, el blog cumplió dos años. No lo he usado tanto como quisiera por desidia, pereza y de vez en cuando por un extraño sentido de administración y política anti saturación “¡Como publicare tres cosas en la misma semana! ¡Nadie comentara o leerá la primera por que ya hay dos más encima de ella”. Lo sé, cadena estúpida de ideas que termina llevándome a no publicar nada no en la semana, sino en el mes.

El blog es un espacio que estimo mucho. Yo mismo lo defino como mi lugar secreto a la vista de todos. El blog aparece como mi página personal en mi facebook, en mi twitter, en mi dA y hasta en los foros; y eso es lo que me agrada, que la desidia de la gente hace que un espacio de acceso al público y a la vista de todos, se vuelva un lugar intocable y privado básicamente. Es hermoso.

Este blog es especial para mí por muchas cosas, pese a que lo abandono como un ingrato hijo les da la espalda a sus padres.
Uno de ellos por ejemplo es que mis amigos pudieran comentar mis historias, no es que sea la gran cosa, tal vez no, pero para mí importa mucho.
Otra seria el hecho de que el blog es un testigo del crecimiento que he tenido en cuanto a las letras, es un pequeño museo de mi paso por aquí.
Me atrevería a decir que es incluso un pequeño balance de los momentos más felices de mi vida, de los tragos más amargos de hiel y de cómo he ido cambiando y madurando, en tan solo dos años. El que albergue el desafío de 30 días, es la muestra más clara de este proceso, es incluso tan fidedigno, que he decidido que cada mes de marzo hare el desafío, por el puro placer de hacer justamente, un balance de mi vida.
La prueba de cómo he ido creciendo con el blog ahí está, presente y fresca. Es curioso que todo empezara como un simple lugar para poner mis letras, y sin quererlo, algo tan genuinamente insignificante es importante.
Es a tal punto importante un espacio tan chiquito en la inmensa red, que por eso en la cabecera del sitio se encuentra esta frase “Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confía en que vencerá”. Y es genuina y netamente la verdad, creo que aquí está la prueba de mi historia y como trato de hacer realidad mi sueño ideal de escribir y tal vez algún día, vivir de mis letras y nada más. Es mi mundo ideal.

Son cosas que te llenan. Ver el blog, haberle dado un fondo, los widgets que le he ido agregando, tener a la mano el directorio de blogs de amigos míos, las palabras que tiene cada pequeño encabezado… no sé, es como ver pequeños retazos de mi ser, de mi alma, pegados a la red y se siente sumamente genial.

Es curioso, incluso el nombre del blog es un pequeño accidente. Quería llamarle letras-libres (por aquellos ideales de que lo que escribiera no estaría atado a nada más que a mí mismo) y entonces recordé que hay algo (una revista o un sitio en la red, no tengo idea ni me ha interesado jamás investigarlo) que ya ostentaba ese título. En la época que le di nombre al blog, yo creí que lirica era algo parecido a letra (lo sé, es aquí donde se que se burlaran de mi o perderé lectores) y no me moleste, sino hasta cuatro meses después, en investigar que era y darme cuenta que es algo relacionado a la poesía y a transmitir en concreto emociones. Todo lo tomo con humor finalmente, pero, es una coincidencia que se volvió profética.

Que interesante. O eso espero…

Bueno es el resumen de aniversario del blog, de lo que representa en mi pequeña existencia y esas cosas. Espero que no sea odioso de leer y si lo es bueno, no era mi intención, créeme querido amigo lector, nunca lo es.

Dos años, no sé si bien gastados, pero si bien vividos y me alegro de ello. Y lo que es aun más importante, es que es el principio de una carrera larga llamada vida, que hare con este útil artilugio.

Estamos in touch.

martes, 31 de mayo de 2011

Reflejo.

Día 30 (el ultimo al fin!) Tu reflejo en el espejo


Reflejo.



Me miro en el espejo y este me regala por reflejo…

Una visión de un hombre lleno de cicatrices, de esas que se ponen rojas con el tiempo y también de las que son metáfora de un recuerdo imborrable y que deja huellas. Prueba fiel de que este hombre lucho por lo que creyó y tuvo victorias como derrotas y aun así sigue de pie, orgulloso no de ser un hombre, sino de que sigue luchando.

Un juego de miradas con el ayer de mi vida, el hoy y mi mañana. En el ayer veo al niño que era antes, al adolescente, altivos y orgullosos por tonterías y creyendo que el mundo se hizo para que ellos lo tomaran cuando quisieran, pero con el sueño de ser mejores. En el hoy puedo ver a un joven lleno de aspiraciones y confusión, dejo de soñar porque sabe que los sueños no son sueños, sino metas y planes para concretar, es un puente entre el ayer soñador y el futuro prometedor. El mañana es incierto, pero a pesar de todo muestra al adulto tranquilo, con la sonrisa segura y esperanzadora en los labios que insinúa que todo irá bien… él es el sueño del pasado y la meta del presente.

Una oportunidad de ver al profesionista que se siente pleno, que cree que puede seguir subiendo si se dedica de lleno a su trabajo y estudio. El hombre que sabe que es capaz de salir adelante con sus propios medios.

Una película en la que se muestran todos los momentos de derrota, de indecisión, las batallas perdidas, los momentos del llanto de rodillas. Me juega aparentemente una mala pasada jugando siniestramente con lo que me causa duda y dolor.
Al instante siguiente, se muestra que tras cada derrota, cada vez que caí de rodillas, me volvía a levantar, puse la vista en alto y una solución halle a la situación.

La imagen del hombre que plasma todo lo que piensa en palabras, ya sea de forma oral o escrita. Crea mundos fantásticos, tiene ideas descabelladas, embelesa a la gente con sus palabras o cautiva con sus escritos unas pocas almas. También se ve la otra cara de la moneda, la critica que sugiere y exige mejoría en algunos aspectos de sus letras y la gente que calla sus palabras. En ambas partes sonríe, sabe que se necesita de las dos caras para crecer en las letras.

Se recrea la imagen de un hombre comprometido, un novio o esposo. Ese hombre que trata de hacer que su mujer crezca, cumpla sus sueños y que se sienta realizada. Que en este dueto del alma los dos maduren como si fueran uno solo, sepan que tienen un hombro en el cual apoyarse y un ser que los escuchara siempre. Todo eso sin olvidar que el también debe dar lo mejor de sí para ser mejor persona, alentar a su pareja y a su vez los dos ser uno solo en este dueto que se llama relación.

A esa persona necia que muchas veces se equivoco, que se comporto de manera mezquina y despreciable, que prefirió morir a dar la cara, aquella persona egocéntrica que se juzgo más importante que la humanidad entera o ese despreciable arrogante que creyó que nadie estaba por encima de él, que fue débil y jugueteo con las sombras y el mal como si fuesen las doncellas más seductoras del reino. Ve todos los errores que cometió y sonríe al recordar que le faltaba mucho por aprender, y que aún le falta, pero, al menos en este momento, está preparado para crecer.

Un caballero radiante y gallardo. Todo lo que siempre deseo ser en cuanto a sus rasgos físicos y sus habilidades. Un caballero capaz de defender al débil, de jamás aceptar un trato injusto, de pelear hasta su ultimo suspiro por lo que cree, de seguir el mejor camino y por sobre todo, un hombre de honor y palabra que antes moriría por la espada que traicionar sus principios o a los que creen en él.

Ve a ese amigo fiel dentro de su cuerpo. Ese amigo que de cada 10 fiestas, solo está presente en 2. El que usualmente no hace una llamada para quedar en una cerveza. Aquel amigo que insulta a sus amigos con cariño y les dice “puta, tu sabes que eres mi amigo”. Es el amigo que nunca esta, aparentemente, el que te felicita tarde por tus logros… pero que en una eventualidad no te llama, se informa y llega a donde estas. No llega a consolarte en tu pena, sino a buscar y aportar soluciones, aquel que si necesitas dinero te lo da diciéndote “no te lo estoy regalando, así que tómalo y lárgate”. Ese amigo que a pesar de no caer en los convencionalismos de las normas del buen amigo, es tu más leal amigo.

Un hombre. No el estereotipo de fuerte, macho, de voz grave y que toma decisiones idiotas. El tipo de hombre lleno de golpes, que tomo decisiones difíciles para proteger a quienes ama, que es un verdadero varón por hacer lo que es correcto antes que lo que se le pega la gana, del que sabe que el ser hombre, implica ser valiente y no un idiota.

Eso es, lo que me regala por reflejo el espejo cuando me veo.

El ultimo día amiguitos y damitas. Gracias por recorrer este camino de letras conmigo, ya sea escribiendo un comentario o abriendo su alma a la par de la mia y mostrando fragmentos de su memoria o de su corazón.

Mil gracias por haber llegado hasta aqui.

Éste día es el que hizo posible el desafio. Es el unico dia que plane como escribir desde el primer instante que vi la convocatoria para el desafio... pero aun asi, lo deje al ultimo.

Un dato curioso de mi es ese, suelo dejar que todo sea espontaneo, para que asi sea mas real, tenga un sello de autenticidad.

Como sea, esto lo que yo veo a diario cuando me miro en el espejo. No todo al mismo tiempo, pero si a lo largo del dia, porque es mi realidad, todas y cada una de esas cosas, las siento de corazon...

Es por decirlo de alguna manera, mi autoretrato, mis emociones y sentires mas fieles al desnudo y expuestas para todo el que desee leer.

No hay mucho que decir mas que lo siguiente: Esta escrito con la verdad, teniendo el corazon en la mano, la cara brillando de alegría y el pecho hinchado de orgullo.

Gracias por leer y recuerden, sean gentiles pues es mi alma XD