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Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

lunes, 14 de agosto de 2017

Una breve opinión: La vida misma

Titulo: La vida misma
Autor: Paco Ignacio Taibo II
Género: Novela, Ficción
Clasificación: Realismo, novela policiaca, novela negra.
Páginas: 219
Editorial: Joaquín Mortiz

Lo que dice en la contraportada:
José Daniel Fierro, cincuentón escritor de novelas policiaca, se encuentra de repente trasmutado en el Jefe fierro de la policía municipal de santa Ana, una población norteña con ayuntamiento de izquierda cercado por la ofensiva priista. ¿Va a poder resolver el asesinato de una fotógrafa estadounidense con la misma facilidad con la que escribe un libro? ¿Cómo se metió en esta locura?, se pregunta mientras trata de quitarse de encima a judiciales y pistoleros de los caciques.

Argumento.
Esta es una historia sencilla, aparentemente. Como nos tiene acostumbrados el maestro Taibo II. El “jefe” Fierro es un novelista cincuentón que escribe con tanto cuidado al detalle sus novelas policiacas que, algunas personas de altos vuelos del gobierno de una población del norte de México, Santa Ana (ficticia aunque suene muy real), creen que el Jefe en verdad sabe del tema, y le piden que se vuelva la cabeza de la policía municipal, en un movimiento que sabe a desesperación por la cantidad de jefes muertos y a treta política para frenar al PRI (partido tristemente real y poderoso del país). Y es de este modo, que el jefe, eso sí con los pantalones bien puestos, asume el cargo pese a que el mismo sabe que probablemente no de el ancho y que a su mujer le dijo que si se iba, se fuera preparando para el divorcio. Como expuse al inicio del párrafo, es una premisa realmente sencilla, que Taibo II ejecuta de forma magistral, no sólo en el género (novela negra), sino al retratar lo que es, esta perra vida misma, tan irrisoria como ella sola y a veces tan cabrona. No estoy del todo seguro, por el tiempo de la novela, porque internet no lo tiene todo y sus referencias son más bien ambiguas pero, me parece que este es el debut del jefe Fierro y que aparece en otras novelas, aunque como he mencionado, no estoy seguro.

Personajes.
Aquí tenemos uno de los grandes de “la negra”, y donde más brilla su grandeza es en la creación de los personajes y su caracterización. Aunque, como suele suceder en el género, los secundarios son sólo una parte para mostrar cómo es nuestro protagonista, vaya como los planetas girando alrededor del sol, en este caso, aunque no se pierde del todo, nos encontramos ante segundones de primera y que sin ellos la trama no sería igual.

Primero tenemos al cuerpo de policía del pueblo: Barrientos, que es la mano derecha de Fierro (y antecesores) así como subjefe de la policía, también apodado “ciego”, el cual tiene el apodo por ser un tirador de excepcional precisión. Merenciano “greñas”, uno de los policías que siempre esta de un lado a otro haciendo rondas en el pueblo en la patrulla que es un Volkswagen. Luix Lomáx, también conocido como “el popochas” el último miembro del cuerpo que se encarga de hacer rondas también en el pueblo. Todos ellos tienen un toque peculiar y dan momentos, si bien quizá no memorables y entrañables para todos, si muy divertidos. Por ejemplo, cuando el ciego le suelta a bote pronto al jefe que, ya que en el pueblo dicen que es puto, tienen que irse con las putas del sindicato (que son las que les tocan a los buenos, a la izquierda política). También esta ese momento en que les están tomando una foro, el fotógrafo manda a callar al popochas, este le revira de manera soez y el fotógrafo ya le iba a dar una paliza. Son detalles así, los que les dan vida a estos personajes y los vuelven sin lugar a dudas, creíbles pues muchas veces, al calor de la confianza, así somos. Y no sólo me refiero al hablar, el cómo “se desenvuelven” es natural y se puede sentir, apego hacía ellos, por esta firmeza en mantener a cada personaje en su papel.

El presidente municipal, Benjamín Correa es un caso curioso. Pese a ser un político, da la impresión de tener buenas intenciones y es transparente en todo momento con el Jefe Fierro. Llegando al punto de que en más de una ocasión el jefe acude a él para preguntarle cómo funciona tal o cual situación o simplemente para tomar una copa y mirar a la nada sintiéndose pequeños ante todo el desastre que ha dejado la fuerza política al mando. Pese al papel que tiene, el presi Correa es grato y su intervención de principio a fin, sirve para dar contexto no sólo como personaje, sino para la situación del ficticio pueblo.

Los locutores de la radio de Santa Ana, Canales y Fritz. Dos bribones que se llevan bastante bien a pesar de parecer que tienen algunos peculiares desacuerdos o diferencias. Canales con clara inclinación por la izquierda política y apoyando en todo lo que puede al jefe, a su manera, al ser la voz del pueblo y Fritz, bueno, también entra al juego pero de una manera más “discreta”.

Antagonistas hay diversos, desde los caciques, matones y pistoleros, líderes sindicales y más gente coludida con el poder y generando una rancia coalición, algo obvia, pero no en el mal sentido, sino porque se retrata, de una manera fiel a este tipo de personajes. Tomados de la realidad, para ser novelizados.

Finalmente, el alma del libro, el jefe Fierro o JD (José Daniel). Como en la buena “negra”, el personaje se lleva la trama. Desde momentos cómicos en los diálogos, instantes de cavilación en las que se equipara la ficción de sus novelas con la asquerosa realidad hasta momentos de genuino valor como detener a gente intocable de la mafia del poder de Santa Ana. Es un personaje vivo y entrañable por muchas cosas. Finalmente, aunque no los haya comúnmente, Fierro es un héroe. Hace lo que cree correcto (no para él, sino social y moralmente), juega sus cartas de manera honrada y en ningún momento se muestra haciendo una triquiñuela que si hacen los antagonistas de la novela. Al final, lo que pesa en esta novela con el jefe Fierro y me hace encasillarlo como héroe (más que en la saga Belascoaran, por ejemplo), es esta manía de Taibo II de que todo lo de la izquierda es bueno (cosa que ya menciono brevemente en Héroes convocados) y eso juega mucho aquí. Dejando de lado ideologías políticas (o apatías), José Daniel Fierro es sin duda un personaje cuidadosamente construido. Desde su trasfondo, como se desenvuelve y crece en la novela y mantiene el personaje, hasta sus emociones y pensamientos. Digamos que sin problemas, este bien podría ser un personaje entrañable como Poirot (porque para Holmes, ya está Belascoaran).



Estilo.
La maquetación de mi edición es básicamente la esperada de una versión económica de tapa blanda de bolsillo. Una portada alusiva al tema y lugar (Un sombrero tipo “texana” y un par de pistolas con una pared derruida y sucia de fondo), las ya conocidas hojas color hueso y la tinta negra para las letras. La novela consta de 63 capítulos (que a la usanza clásica, cada uno tiene título y es delimitado por su número arábigo) y es narrada en tres partes: Los capítulos “comunes” que nos narran el “presente” de JD. Notas para el ayuntamiento rojo de Santa Ana, José Daniel Fierro (pues en la ficción, el Jefe escribe sus anotaciones del lugar), que es una forma breve y concisa para que el jefe (y nosotros lectores) nos empapemos del pasado de Santa Ana y todo su acontecer. Querida Ana, son breves cartas que el Jefe escribe a su mujer, que sigue en la capital, donde le externa todo tipo de cosas en las que piensa. Desde miedos, hasta añoranzas y más. Los dos últimos son narrados en primera persona mientras que los capítulos del presente están narrados en tercera persona. Una manera muy astuta de meter diversos tipos de narración sin perder el hilo de nada, sino enriqueciendo la trama (el presente) de una forma muy bien llevada y que se disfruta.

En cuanto a la narrativa y prosa de Taibo II, bueno, a estas alturas no es secreto que los Taibo para mi son un sinónimo de el buen redactar una historia apasionante y que atrapa. Esta no es la excepción. Algo que me gusta mucho, es el contraste entre el Jefe y todo lo demás. Hablamos de que él es un hombre de pensar, de analizar las cosas, y por ejemplo, su equipo son personas de acción y acostumbradas a ciertas cosas (como por ejemplo, jamás hacerle alboroto a alguien con influencia o poder político), y esto se refleja en cosas tan vánales como, la manera en que están estructurados los diálogos hasta las cartas para Ana o las notas del ayuntamiento. Pasando de un renglón al otro de ser un erudito a expresarse de la manera más vulgar. El estilo de Taibo II es fuerte y se hace presente, y no sólo eso, sino que además te permite compenetrarte con los personajes y sentirte más cercano al mundo literario que te narra (o en este caso al pueblo de Santa Ana). Y como curiosidad, pese a ser ficción y tener un ambiente realista (contradictorio sin duda), salvo que un novelista sea jefe de policía, y una que otra suerte de esquivar balas, lo demás se siente genuinamente real, como la vida misma.

Desarrollo.
El como fluye la narración, en cuanto a tiempo y espacio, se siente solido. Correcto vaya. Las cartas y las anotaciones sobre al ayuntamiento son una estrategia astuta para situar a la perfección en tiempo y espacio al lector. Y en los demás capítulos, la progresión aunque no sigue a rajatabla un periodo (digamos no vemos el lunes a viernes del Jefe, sino su viernes y el martes de la semana que entra, por poner un ejemplo burdo y práctico), se siente real y aporta mucho, para entender como JD se hace de un lugar en la comunidad y entre su gente. Y todo esto en un periodo corto de tiempo pues, de otra manera aunque simple pero aun así muy acertada, el jefe “vive” en un cuarto de Hotel, pues, todos saben que está de paso, ya sea porque le quiten el cargo, porque huya o porque terminen matándolo.

Respecto a cómo se desenvuelve la trama, lo hace de un modo, muy fluido y a un ritmo atinado. Especialmente en lo que viene a ser la introducción y el nudo de la obra. El final es un poco más trepidante y vamos de un lado a otro, pero esto no lo hace malo. Por el contrario, considero adecuado que no puede narrarse al mismo ritmo una disputa domestica que un misterioso asesinato sumamente violento y que atenta contra todo lo bueno del pueblo. La narración en ninguna parte ni en ningún momento se siente floja o que decaiga, pese a que tratar de armar el pasado no es lo mismo que una lluvia de balas, pero aun así, Taibo II tiene la mano para ir mostrándonos cada secuencia de una forma que atrapa. Le juega mucho a su favor que los capítulos no sean de 50 páginas, que sea una novela corta y que, finalmente su formato capitular permite tomar y retomar de una manera accesible, que sólo se logra además, gracias a la excelente narrativa.

Recomendación.
La vida misma es un digno representante de la novela negra. Ya sea de forma mundial o a nivel nacional, es un libro que por lo menos debe ser leído por cualquier fan de “la negra”, eso sí, después de la saga de Belascoaran (en mi humilde opinión la mejor representante del genero a nivel nacional).
Para iniciarse en la novela negra, este es un buen punto de partida (sólo después de “Días de combate).
Si quieres algo ligero (en extensión), o leer entre libros, esta obra es “tu gallo”.
Si te llama la atención la literatura que toma por escenario México o latinoamerica, esta novela te gustara. Si eres de acá, también te va gustar. Intuyo que gustara y disgustara más a la raza mexicana, pero aun así, dale una oportunidad.
Hago una aclaración y advertencia como en Héroes convocados, aunque más ligera. Si lo tuyo no es la política y no te gusta que tenga que ver (ni aunque sea poquito), si no crees en lo blanco y negro o si te molesta la izquierda, puede que este libro no te agrade del todo.
Si eres un lector que le cuesta trabajo leer o conoces a alguien así, este libro te caerá de perlas, ya sea para ti o para regalar.
Y la típica advertencia, pese a los temas, no creo que un adolescente (15 años en adelante) tenga dificultad o requiera ser supervisado cuando lo lee. A los más jóvenes igual y no les gusta, pero bueno, eso no quita que no vaya dirigido a ellos.

4 de 5 Kai´s posibles o un 8.5 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva esta novela, La vida misma, de Paco Ignacio Taibo II, uno de mis cinco libros favoritos de este año 2017.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

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