Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Detras de... Fanfics.

Detrás de…

Fanfics ¿Por qué no?


Es curioso, pero acá estamos una vez más dándole duro a este negocio de las letras. Esta vez, abordare una etiqueta abandonada con un tema que, siento que no es trascendente, pero a mí, se me hizo muy interesante mientras me duchaba hoy en la mañana y lo recordaba ayer por la tarde/noche.

Porque no me he atrevido a escribir un fan fiction.

Es curioso porque me lo plantearon y me lo cuestione un par de veces a lo largo de mi vida con las letras, y a su vez lo curioso no es eso, sino que la respuesta es muy simple.

No le entre a esto porque, como lector amateur y ávido de buscador de diversas fuentes de información, me tope con varios fanfics en mi vida, hoy ya no tanto porque rehuyó de ellos básicamente, pero en sus días, fue tal vez lo que más leí.

El detalle es así. Muchas veces, leía sobre mis personajes favoritos y las barbaridades que la gente los “ponía a hacer”. A mí me gusta lo canónico, es simple, es la historia original su razón de ser tiene y es lógico. Por ejemplo, a mi no me suena que Snape y Harry tengan un romance… me molesta lo ilógico y fuera de trama es eso. Esta es la primera estancia que, al menos de muy joven, me hizo decir “NO” enfáticamente a este estilo.

La segunda razón fue un poco más narcisista. No quería hacerlo porque ya tenía mis propias ideas, mundos y personajes. De manera consciente o inconsciente, sabía que podía caer en imitar a los personajes que me gustaban (en esa época hablo de los de Final Fantasy, de Dragon Ball, Spider-man, etc) y por eso en medida de lo posible fui tratando de hacer mis propios “personajes”. La misma fórmula se aplica para todo: crear mundos, las tramas, las personalidades, las habilidades, los puntos centrales de las historias. Todo… absolutamente todo se cuestiono. Al final (hablo principalmente de los últimos años) caí en cuenta que quizá no crearía nada nuevo e increíble, pero, podía darle solidez a lo que hiciera y que fuera como yo quería y al final… estoy en paz.

La tercera razón es más obscura y honesta. De joven, no me sentía capaz de hacer algo canónico, original y fiel a su vez a lo que yo amaba. De chico me planteaba hacer algún día un Fic sobre Kingdom Hearts, pero recordaba lo que había leído (en su mayoría malo, a mi gusto aclaro), las ideas que tenía y la forma de los personajes que me gustaban (imagínate hacer un Sora distinto al de los juegos… solo de pensarlo me daba “miedo”). No, simplemente, no.

Todo eso me hizo echarme para atrás en los fics, en ese mundo del fanfiction que tiene a veces tantas reglas y tanta flexibilidad a la hora de aplicarlas o respetar lo que se toma prestado. Y no me arrepiento de nada.

Hoy en día, pienso que ya sería capaz de hacer uno. No solo porque he crecido y soy más hábil y sabio en las letras, sino porque el camino que he andado me ha enseñado muchas cosas, no de las letras nada más, sino de la vida.

Pero no. Aun no es mi momento de brillar. Todavía no. Aun tengo muchas ideas y creaciones, como para enfocarme a algo más, si de por si… no le dedico todo su merecido tiempo a lo mío, no me imagino haciéndolo a algo ajeno.

En fin, es una entrada creo clara y escueta, pero, a veces, no se le puede exprimir más a las ideas que eso.

Se despide, su querido y favorito (espero) clown Kaifan.

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