Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Una breve opinión: Paris en el siglo XX

Titulo: Paris en el siglo XX
Autor: Julio Verne
Género: Ciencia ficción/ Distopía
Clasificación: Ficción/ Novela
Páginas: 176
Editorial: Grupo Editorial Exodo
Año de publicación: 1994

Lo que dice en la contraportada:
París en el siglo XX, descubierta y publicada hace apenas diez años, refleja la amarga experiencia de Michel Dufrenoy en una sociedad masificada, hipertecnificada y estatista, donde los números han vencido a las letras; el latín y el griego han sido borrados de los programas educativos, y las bibliotecas eliminaron de su catalogo a los mas grandes clásicos de la literatura. ¿Cree que un alma libre e idealista puedo sobrevivir en ese mundo opresor y progresista? La obra se escribió a finales del siglo XIX pero la temática es más actual y cercana de lo que puedes imaginarte.

Argumento.
Es curioso, nunca me imagine que terminaría tratando de hacer una introducción a la obra de Verne. Un giro más en el blog y en la vida, como no.
La obra de mi querido Verne en su mayoría, es catalogada como “escapista”, pues se trataba de narrar historias increíbles que no tuvieran que “ver” con lo que sucedía históricamente en esos momentos. Otro componente de su obra era el hecho de que tocara aventuras fantásticas con un tono positivo, ya sea para personajes o para los inventos que presenta. Inclusive en su “madurez” literaria, sus personajes tomaron tintes más humanos, pero manteniendo ese toque grato en su obra. Finalmente en su ocaso, su obra se convierte en una visión catastrófica e inhumana, debido a que el anticipaba que ese camino tomaríamos de un modo u otro.
Verne fue considerado un visionario por todo lo que plantearon sus novelas, casi con tintes de ciencia ficción (para ese tiempo) y con un idealismo contagioso. Es en sus trabajos finales que todo eso se queda atrás y da paso a un pesimismo y negatividad que contrasta con su obra.

Paris en el siglo XX es sin duda el ejemplo perfecto de este contraste. El argumento es simple: las humanidades y artes no importan, lo valioso son las ciencias. Partiendo de esta primicia distopica seguiremos los pasos de nuestro protagonista, Michael Dufrenoy, un poeta, uno de los últimos no porque se les persiga y aniquile, sino porque el arte y esos menesteres similares, valen poco o casi nada en este mundo.

Y es de esto modo que nos veremos envueltos en una visión que a momentos nos hará pensar “jamás llegaríamos a ser tan inhumanos, faltos de empatía o cerrados”… y entonces, nos daremos cuenta que tal vez, a su modo, Verne si que estaba viendo el futuro de nuestra especie pero, incluso en su pesimismo, describió un escenario más positivo del que vivimos día a día.


Personajes.
Dentro de la obra encontramos a varios “personajes”, pero el central es el joven Dufrenoy. Entre las miles de millones de lecturas e interpretaciones que se le pueden dar a cualquier obra, me gustaría quedarme con dos en este caso. Una directa que es lo que tal cual leemos y otra que es una alegoría o representación de algo más abstracto.
En la primera visión. Michael Dufrenoy es un joven artista en un mundo que no tiene deseo ni tiempo de tener este tipo de gente en sus filas. Ya que el proceso creativo ya no existe, todo esta sistematizado y medido de tal manera que la creatividad no hace falta, no se necesita innovar sino seguir reglas y patrones. Y Michael tiene mucho corazón en un mundo en el que ya no hace falta eso. No se persigue o se censura, es algo peor, se ve como una pérdida de tiempo, como algo equiparable a una imposibilidad mental o limitante de razón. Similar a estar enfermo o ser imbécil. Es así que Michael es un protagonista con el que podemos empatizar no por su caracterización sino por su circunstancia. Es un paria con buenos deseos, todos en algún momento nos hemos creído así y eso nos toca y permite que contactemos con él. Este artificio vuelve al personaje más real de lo que es realmente.
En la otra visión, el joven Dufrenoy es perfectamente la representación de cómo el paso del tiempo, la sociedad y sus dogmas, pueden doblegar y matar a las ideas y esperanzas.
Por donde se quiera mirar, la obra es en verdad, cruda y desalentadora. Y sus personajes ayudan a eso.
Acompañando a Dufrenoy hay otros que se encargan de cubrir estos dos aspectos que menciono. Su tío y un amigo suyo, nutren sus esperanzas y anhelos, son apoyos más morales que otra cosa. Otros familiares cumplen el rol de mostrar lo inútil que es su búsqueda de lo bello, de lo artístico, cuando esta lo práctico de las ciencias.
Esta es una novela en la que los nombres y personajes no importan tanto como ese papel que representan y por primera vez, no lo veo negativo.
Ya sean cómplices o antagónicos, su papel solo es dar más forma al gran personaje no mencionado en la obra: Paris en el siglo XX. Ese es el gran personaje central. Incluso en ocasiones Dufrenoy se siento como un acompañamiento.
Sin más vueltas, salvo el protagonista, los demás personajes son simples acompañamientos para dar forma al principal evidente (Dufrenoy) y al principal invisible (París). Es algo que sinceramente se nota, pues entiendes y apoyas las ideas que representan, pero como personajes son realmente planos, peores que clichés.

Estilo.
Como siempre, la mano de Verne se hace presente en las descripciones. Aunque a estas alturas son más escuetas y muy puntuales, no dejan de ser lo bastante correctas como para darte una idea de lo que plantea el autor. El punto justo entre llevarte de la mano y darte la oportunidad de imaginar por tu cuenta. La prosa me parece bastante aceptable y la traducción le hace un honor justo a la obra. Es una prosa, nuevamente, sencilla y que se deja leer.
La obra seguirá en todo momento los pasos del joven Dufrenoy, narrado siempre en tercera persona con un narrador omnisciente. En ningún momento nos apartaremos de el protagonista, más que para ahondar en el otro protagonista no dicho, y en estos casos se describirá de manera concisa datos de la estructura. Geografía, gobierno o clima del mismo y nada más. Paris no es una ciudad viva, incluso pareciera que más que hombres en ella viven autómatas, pues no hay cambios, simplemente hay procesos.
La maquetación es cuanto menos, curiosa. Mi edición era una especie de versión escolar con un cuestionario al final del libro para corroborar que el alumno entendió la obra (es muy irónico, en verdad). De pastas blandas, una edición similar a las de bolsillo, papel de tono crema adecuado para las letras negras. De aproximadamente unos veinte capítulos con una extensión de 10 hojas cada uno, sin tirulo solo numerado en romano un índice y una breve entrada a la obra y al momento en que es recuperada. Cumple con lo esperado.

Desarrollo.
Tiene un inicio que podría catalogar de envolvente, pero por razones curiosas. Básicamente te engancha la ida de ver una distopia en la que no hay villanos ni atrocidades claras. Aquí nadie es perseguido y nada es censurado de manera severa, ni siquiera hay quemas de libros. Simplemente, todos han “acordado” que para vivir mejor, deben dejar atrás lo que no sirve, y eso es el arte (que es como un juego) y las humanidades (que son opacadas por la totalidad de la ciencia y sus certezas irrefutables). Esta premisa atrapa más al tener de protagonista visible un artista. Y todo buen principio se basa en mostrarnos el mundo alrededor y sus reglas o leyes. Así que considero que es un inicio, digamos de molde. Lo que lo hace destacar es la premisa inicial. Sobresaliendo del planteamiento de la distopia más clásica y popular.
Su punto medio se desenvuelve un poco más lento. De repente vemos el día a día del joven Dufrenoy y en otros capítulos saltamos a reuniones claves o momentos determinantes en su trabajo. De allí saltamos a búsquedas de trabajo y de encajar en base a sus talentos y nuevamente al día a día. Considero que es un desarrollo dispar en el que medianamente tenemos idea de cómo se maneja el tiempo (a ojo de buen cubero, 4 meses narrados a veces a detalle y otras de manera fugaz pero, eso sí, en orden cronológico). Además de eso, se nos sigue nutriendo de información sobre el mundo, pero ya es más cansino que informativo. Nuestro personaje eso sí, se logra mantener en movimiento, y eso hace algo más llevadero el desarrollo.
Las páginas finales son ambiguas. Podría decir que yo lo sentí “rápido y a bocajarro”, y en realidad no es así. Desde el inicio ya se está fraguando el final, y la conclusión es realmente natural en cuanto a como se lleva a cabo. Lo que genera la sensación de terminar de tajo, es que en pocas páginas vemos el compas final de toda la obra. Habiendo tomado en desarrollo y principio a veces sus buenos capítulos para plantear temas e importantes o a veces lo cotidiano, el final es directo y sin escalas. Para redondear la idea, es un final que cumple, desarrollado de manera adecuada y acorde a todo lo planteado. Que no tenga un giro, y que incluso sea evidente y anticipado, no lo vuelve malo, por el contrario, lo hace coherente.

Recomendación.
Esta advertencia sería muy simple. Depende de tu estado de ánimo. Si estas desanimado o directamente con una gran desesperanza, sugeriría que no te acerques a este libro. Si tu ánimo es inquebrantable, adelante, no hará mella en ti. Si eres como yo, que te gusta cuestionarte, creo que te agradara bastante, para bien y mal. No hay escenas violentas como tal pero por lo “pesado” del tema, creo que de los 15 años en adelante es que se podría disfrutar el libro.

Si tú amas la obra de Verne, esyo puede ser ambivalente. Si estas abierto a que los autores evolucionen, este libro te gustara y será interesante. Si lo que tye gusta es que un autor “mantenga su escencia”, este libro te dejara un mal sabor de boca.
Es una lectura ligera (en tamaño) para quien busca algo que sea transportable y que se deje leer… y que al mismo tiempo quiere sumergirse no solo en sus letras, sino sus ideas.
Me parece que si te gusta la distopía, es una lectura más que obligada. Casi como si hubiera bomberos o grandes hermanos.

Mi único pero para esta obra, como novela, es que no la recomendaría a quien no le guste el genero al que pertenece o las obras que tienen “desarrollos lentos o finales medianamente abiertos”. Fuera de eso, realmente no veo motivos (además del estado emocional), para no leer esta gran obra.


Es por esta razón que considero que: Paris en el siglo XX de Julio Verne merece 3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo o como simple base para cuantificar el valor cualitativo de una obra.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Una breve opinión: Después del anochecer

Titulo: Después del anochecer
Autor: Stephen King
Género: Fantasía/ terror/ suspenso/ misterio
Clasificación: Ficción, recopilatorio de relatos
Páginas: 440 paginas
Editorial: Randon House mondadori/ Debolsillo
Año de publicación: 2008

Lo que dice en la contraportada:
Una colección de trece relatos impactantes y escalofriantes. En su primer libro de cuentos desde “Todo es eventual”, Stephen King nos lleva por mundos fascinantes y terribles donde todo puede ocurrir. Misterios sin resolver, asesinatos y venganzas, accidentes y muertos que creen estar vivos, horribles experimentos farmacéuticos, una mujer que no para de correr para olvidar, una niña que cura enfermedades terminales... Con excepción de «El gato del infierno», escrita en los años setenta, King escribió estos relatos después de su famoso roce con la muerte, y la crítica los ha calificado como los mejores

Argumento.
13 relatos que nos llevan a distintas partes de lo peor que nos puede pasar. Miedos reales y mortales, situaciones peligrosas por lo letal y cotidianas que pueden ser y claro, terrores aparentemente inofensivos por ser fantasiosos o ficticios y que, desde luego, en esta obra se vuelven verdaderos y todo lo que conlleva que una pesadilla deje el mundo onírico y se instale a nuestro lado en la realidad.
Hay muchas cosas que decir al respecto de esta increíble recopilación de King, aunque la más obvia creo que sería esta: este es uno de esos libros bien escritos y que se van a disfrutar mucho. Gracias a que el autor ya tiene, genuinamente tras de sí, años puliendo su obra.
La aclaración anterior es una, digamos advertencia, de que este es un libro que dista mucho de su “hermano” “historias fantásticas”, tanto en cantidad como en calidad.
Todos los relatos son autoconclusivos. Pueden tener o no un final cerrado, ya depende del gusto del lector en turno. Aun así, estos relatos son eso, relatos. En ellos empieza y acaba la historia que se nos cuenta, nos guste o no. Cabe señalar que tienen una extensión entre 15 a 30 páginas, más o menos y que la mano del autor es más que evidente.
Los relatos que encontramos en esta recopilación son los siguientes:
Willa, La chica del pan de jengibre, El sueño de Harvey, Área de descanso, La bicicleta estática, Las cosas que dejaron atrás, Tarde de graduación, N, El gato del infierno, The New York times a un precio de ganga, Mudo, Ayana y Un lugar muy estrecho.


Personajes.
Como suele ser, no puedo abordar a todos los personajes principales y secundarios. Realmente porque me parece que no podría escribir tanto, no por no poder, sino por el hecho de que creo que haría pesada la entrada y en parte resquebrajaría parte de la magia de conocer a los personajes y sus historias, y un sello característico de estas entradas es el no atentar contra la trama.
Lo que sí puedo hacer, es comentar que sin lugar a dudas estos relatos contienen a algunos de los personajes más “humanos” o “coherentes” del autor. Ya sea que se les mire desde la óptica de cómo actuaría otro congénere de la especie y si de verdad creemos veraz sus actos. Al igual que si los miramos baja la lupa de cómo están construidos como personajes de ficción que tratan de anclar empatía en nuestra persona por ellos.
Y bueno, la respuesta es sí en ambos casos. Se cumple con creces en estos apartados.
Para cerrar este apartado, considero que todos los relatos tienen mucha tela de donde cortar pero, siendo arbitrario, para mí los mejores personajes los encontramos en los siguientes relatos: La chica del pan de jengibre, Willa, La bicicleta estática, Área de descanso, El gato del infierno, un lugar muy estrecho y N.
Especial atención a la protagonista de La chica del pan de jengibre, de lejos mi relato favorito (junto a Willa).


Estilo.
Los relatos pueden variar en cuanto al punto de vista del narrador o como son narrados pero, en general estaremos ante un narrador en primera persona que nos llevara de la mano con él para descubrir lo que sucede o con uno en tercera persona que nos hará el favor de no abusar de su poder de la omnisciencia y se fajara a relatarnos lo que sucede solamente a los protagonistas o datos puntuales de otras circunstancias o personajes.
En cuanto a la mano del autor, se nota bastante y en todo momento en cuanto a su prosa y la manera de narrar. Me gustaría destacar que en estos relatos, la narración, descripciones y el cuidado de los detalles, está sumamente trabajado. Tanto así que por ejemplo, el relato de la chica de jengibre es una cátedra sobre suspenso y el minucioso orden de lo que el narrador nos describe y como logra que funcione todo en armonía. N es por otra parte, una reminiscencia de esas obras obsesivas y enfermizas a la Lovecraft, que no es en ningún momento imitación, pero no deja de ser clara su influencia. Especial atención a relatos tales como Willa, en el que más que el terror o suspenso, en el punto álgido el lector logra ser engatusado por el autor para ser movido de otra manera, como la simpatía o el amor. Finalmente, el otro relato que requiere especial atención es las cosas que dejaron atrás, donde el autor logra llegar un paso más allá y genera un relato dual: empezamos con algo terror, que es nada más la antesala a la reflexión y a ser conmovidos o intrigados por lo que hay más allá. Lo que trato de ejemplificar, querido/a lector/a constante, es que en esta antología, King es versátil, es increíble y es el mejor King que he leído en mi vida. Y eso no es poco.
La maquetación con la que me encontré era una de esas tapas duras de pasta inexpresivas, claramente un cambio de la tapa original que seguro no soporto el ir y venir de mano en mano en la Biblioteca Vasconcelos. La fuente y tono de la letra va acorde al papel mate de la edición, ajustándose perfectamente a la lectura en todo lugar y momento, sumando puntos al ser una edición de bolsillo. Cada relato está claramente separado y señalado, y si en alguno se requiere, hay notas del traductor o del autor sobre X o Y situación digna de una anotación. Finalmente, y como siempre, mi parte favorita es que al final del libro, nos encontramos con anotaciones sobre cómo o de que forma el autor termino con las ideas para hacer estas historias. Este apartado es un extra magnifico por dos cosas: la primera es que te aporta algo más, sin importar si eres lector nada más o escritor. La segunda es que a nivel personal/humano, te permite ver la clase de ser humano que a veces debe ser King y así romper mitos, pues se comprueba que un ser humano con una (aparente) calidad humana altísima, puede ser también autor de cosas realmente horrendas.

Desarrollo.
Como tal, obviamente no hay un desarrollo a nivel libro, por su estilo de ser relatos sin relación entre sí y autoconclusivos. Eso no quita que podamos notar la progresión de los personajes en cada página y en cada relato. Sin ir lejos, en su mayoría veremos a muchos trasladarse de su estado típico de apatía provocado por la monotonía de su vida cotidiana que es tan corriente que harta… y paulatinamente por alguna situación o artificio clave, romper la barrera de la realidad y caer en medio de lo irreal y la locura. Esto sucede sin importar si el personaje es un asesino a sueldo o un hombre que cree que debería bajar de peso. En algunos directamente ya estaremos metidos de llenos en el caos y la confusión… y aun así todo irá en aumento.
Sin perder esa maravillosa costumbre, creo que los mejores relatos (con personajes más carismáticos, desarrollo más equilibrado de la historia, creativos y con un giro de tuerca si no increíble, cuanto menos genial o con buen ritmo), serían a mi gusto los siguientes:
La chica de pan de jengibre: Con esta historia abre el libro y ya te permite ver por dónde van los tiros. Una constante es que cualquier cosa puede torcerse, y si lo hará, será de forma macabra y mortal. Con un inicio lento que se compensa con un desarrollo a buen ritmo, un desenlace trepidante y un par de personajes dignos de recordar. Especial atención a como todo lo que se narra, se debe usar para que no sólo sea malgastar tiempo y tinta.
Willa: Un relato que llega de muchas maneras. Dependiendo de tu postura puede ser inquietante o reconfortante. Ese es su mayor encanto, su extra es la humanidad de sus personajes.
Área de descanso: Lo dicho, si algo se puede torcer así lo hará. En este caso lo grato del relato es que es una experiencia que le podría pasar a cualquiera de nosotros, incluso sin saber manejar.
La bicicleta estática: Este tipo de relatos es sin duda, el motivo por el que en ocasiones se parodia o se hace mofa del autor, pues todo es malvado o del diablo. En este caso, no hay ciertamente un porque de las cosas… pero el mal, usualmente no lo necesita.
N: Me gusta por la cercanía a mi gremio y por el hecho de que podemos atestiguar como, más de uno de los personajes, va perdiéndose entre los desvaríos de lo que parece ser su mente… o algo más. Además, un punto más a favor consiste en que el orden de la narración y como progresa aporta muchísimo al relato.
El gato del infierno: Un relato ligeramente “más clásico” del terror sobrenatural, acompañado de sus esperadas cosas misteriosas pero con un par de giros dignos de mención.
Un lugar muy estrecho: Con este, me quedo con una descripción de la wikipedia: “dos hombres llevan su rivalidad al límite”. Lo aderezo con la clásica cátedra King de: si algo se tuerce, lo hará de forma macabra. La corona de esta recopilación de relatos y de este seria que de la misma forma que inicia el libro (con un relato realista que deja a un lado lo sobrenatural para dar paso simplemente al ingenio y maldad humana), es como termina.

Recomendación.

La advertencia es la básica para una película de terror con violencia, en sí, mayores de trece años y eso con supervisión de un adulto. No que te les quedes viendo como acosador mientras leen, sino que tú también leas la obra y la comenten de manera grata y aclares cosas… algo tan simple como decir que los excesos son malos o que no está bonito intentar matar… detallitos, vaya.

Creo que sin duda a cualquier lector de King le gustara. Sin duda este es uno de sus libros de relatos que más me han gustado de principio a fin. No todo es perfecto, pero creo que en su “variedad” pese a pertenecer a géneros muy claros, puede haber más de un relato para sus fans.
Del mismo modo, cualquier amante del terror, de lo sobrenatural, del suspenso o del horror, se verá recompensado. Como mencione antes, dentro de estas vertientes del género, tiene algo para cada gusto.
A su vez, creo que alguien que busque adentrarse, ya sea a los géneros o al autor, encontrara un gran punto de partida en este recopilatorio. Desde el hecho de que en este libro encontramos un autor con más años pero más técnica o en el sentido de que los relatos pese a ser macabros, pueden tener un componente humano que les da un giro y los hace más cercanos.
Para alguien que tenga dificultades para leer “novelas largas” o “relatos inmensos”, este recopilatorio ayudara bastante. Desde leerlo en el transporte público y sumergirte al instante por la prosa, la caracterización o lo que se relata, hasta el simple hechos de que con historias cortas y auto conclusivas que puedes dejar pausadas y retomar en cualquier minuto libre.

Solo dos peros le veo: que no te guste el género o que no te guste el estilo del autor. Fuera de eso, realmente estamos ante una de las obras y recopilatorios más sólidos del autor y me atrevería a decir que del género, ya sea dentro o fuera de las fronteras del autor.

Por eso, “Después del anochecer” de Stephen King considero merece un 4 de 5 Kai´s posibles o un 8 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Una breve opinión: Historias Fantasticas

Titulo: Historias fantásticas
Autor: Stephen King
Género: ciencia ficción/fantasía/Horror
Clasificación: Ficción/ relatos
Páginas: 246
Editorial: Random house mondadori/ DeBolsillo
Año de publicación: 1987

Lo que dice en la contraportada:
El maestro del terror vuelve a ofrecer unas páginas electrizantes escritas en su mejor estilo. Siguiendo la tradición de Poe, Stevenson y Lovecraft, King nos abre la puerta de acceso a un mundo de horrores inimaginables. Stephen King ha fundido aquí imágenes de terrores ancestrales con la iconografía de la actual sociedad norteamericana. Los relatos incluidos en este libro, originales y trepidantes, han cautivado a millones de lectores en todo el mundo.
Argumento.
Historias fantásticas (también conocida como skeleton crew, para los camaradas de habla inglesa), es un recopilatorio de trece relatos del autor. Estos varían desde cosas fantásticas e increíbles, horrores cotidianos o que rayan en la paranoia o el absurdo y uno que otro aire de ciencia ficción con, como no, algo de horror. Aunque no se trata de relatos de horror como tal, creo justo decir que la base de estos relatos son dos cosas: situaciones estresantes y personajes o sucesos que generan aversión.
Cada relato es en sí, realmente auto conclusivo. Ya depende del lector su tolerancia a los finales que se dan, ya que algunos son tan claros como la muerte y otros tan ambiguos como perderse en el espacio.
En sí, es una recopilación interesante. Por los “géneros” que abarcan loas relatos, por los temas que tratan y la forma en la que lo hacen, hasta en el formato. Llegando a tener algo parecido a una canción o poema llamado: Paranoia, un canto.
Finalmente, que sea interesante, no significa que sea para todos los gustos. Y esto es algo difícil de decir porque, pese a que tanto ame u odie ciertas cosas de la obra de este autor, me parecía (hasta antes de leer este libro), una recomendación para lectores primerizos que aseguraba su estancia en este mundo de letras.

Personajes.
En si opinar de este libro de la manera más neutra posible va ser difícil… ¡Que no se diga que me echo para atrás ante algún desafío literario!
La mayoría de los personajes, independientemente de edad o condición social, cumplen con uno de los dos requisitos previamente dichos: están en una situación estresante. Lo que cambia es que tan hundidos en esta situación están. Dependiendo de esto pueden ser observadores únicamente de una situación preocupante o protagonistas que buscan salvar su vida.
La mayoría, sin importar su posición, son personajes que sirven más como narradores que como personajes por los que podamos sentir empatía. Claro que cualquiera entenderá el miedo o la angustia pero, eso no te hará desear que tu personaje en turno salga airoso. Más bien leerás por curiosidad, por ver que hará el autor en la siguiente página, que por genuinamente saber que sucederá al personaje en turno.
Aun así, creo que los mejores personajes los encontramos en estos relatos: apareció Caín, el ordenador de los dioses, el hombre que no quería estrechar manos, la playa y ya.

Estilo.
Curiosamente, la mano de King y su mente se sienten aquí, en relatos tales como el ordenador de los dioses, siendo en el que el King de siempre (o tal vez el actual) se hace presente o en el relato del hombre que no quería estrechar manos. En los demás, más bien diría que encontraremos guiños o destellos al King actual. A ese autor que es conocido por mostrar seres retorcidos, situaciones grotescas y giros de tuerca realmente desquiciados.
Si mal no recuerdo, la mayoría de relatos están escritos en tercera persona, salvo uno que otro (como paranoia, un canto) que están en primera persona. El lenguaje empleado es claro y las metáforas y las descripciones cumplen, ahora bien, aquí el detalle es la regularidad de la narración. A momentos lo podrás leer de forma veloz y te sentirás incluso motivado a leer más y otros relatos, simplemente son lentos y burdos, casi torpes. Es realmente irregular en este apartado, y se nota muchísimo.
En cuanto a la maquetación de la obra, es lo más sencilla posible. Negritas donde deben ir, cursivas para las partes adecuadas. Un Índice al final del libro y cada relato es señalado por su titulo centrado y con un espaciado adecuado. La edición que tome prestada de la Vasconcelos era una a la que, presumo, le cambiaron las tapas blandas para ponerle una tapa dura. No sabría decir de la duración de las tapas, pero las hojas eran de calidad, pues se veían y olían a viejo, pero se conservaban perfectamente.
Finalmente, vienen notas sobre como idea tres o dos de los relatos. Todo eso cabe en una página y un párrafo… incluso en eso, el autor parece que le prestó poco interés. No solo por tamaño, sino en contenido. Decir el clima de una ciudad sonara más comprometido y emotivo que estas palabras del autor sobre su creación.

Desarrollo.
Tal cual mencione antes, este es uno de los libros más irregulares que he leído, no solo del autor, sino en general. Sin ir lejos, en todo es eventual, se siente más constante como escala la obra y sus temas y situaciones, y eso que esa recopilación de relatos se acomodo al azar.
De cualquier modo, obviando el pequeño detalle antes mencionado, estamos ante una serie de relatos fugaces y olvidables en su mayoría por muchos factores: porque son exageradamente comunes, muy clásicos, raros sin ser innovadores o simplemente desquiciados sin tener forma.
Podría tomarme mis píldoras de embaucador y tratar de escribir de una forma favorecedora y zalamera. Lástima que no sea el caso y estemos ante mi opinión. Claro que muchas cosas están siempre abiertas a interpretación, pero si ves una pared negra no dices que tal vez sea gris. Es negra porque es evidente su color. Aquí es lo mismo, habrá detractores o defensores de la obra. Créeme, lector/a constante, que yo creo ser neutral en esto (pese a que me encanta King en su mayoría), y mi neutralidad me exige ser fiel a lo que creo y pienso, más que leal a lo que me gusta.
Hay 3 relatos que considero son los mejores de la obra. Por su estilo, por ser los que creo más King contemporáneo, por las situaciones que presentan y desde luego, porque son los que atrapan.
Apareció Caín: es un relato que nos adentra en la visión de un hombre, no digamos malo, llamémosle cruel y que no se detendrá.
El ordenador de los dioses: Me recordó a la clásica dimensión desconocida, al clásico King que puede hacer cualquier objeto el móvil de una pesadilla y a esas bromas recurrentes de “el genio maligno/del mal”. Muy creativo, sumamente envolvente y en mi opinión, el mejor relato del libro.
El hombre que no quería estrechar manos: Este es más clásico. Nuestro protagonista y narrador, nos cuenta un encuentro peculiar que tuvo en una fatídica noche de juerga con un hombre, que cuanto menos podemos decir que estaba maldito.


Recomendación.
Esta si la voy a tener más difícil.
No me cabe duda que este es un libro pata los amantes del autor pues, para bien o para mal, te aportaran algo, tanto en lo referente a conocer la obra del autor como a su evolución misma como escritor y personaje conocido.
Creo que en definitiva este libro gustara a la gente que adora a King, a los que son cazadores de primeras obras (como lo soy a veces) o a los que buscan los orígenes de la gente que siguen en sus lecturas.
Creo que sería inspiracional para los jóvenes autores leer que de verdad, puedes mejorar con el tiempo.
La gente que gusta de leer algo ligero, ya sea en su ruta diario o mientras espera en algún sitio o salita, lo encontrara grato y fácil de llevar y leer.

Únicamente no lo recomendaría a la gente que guste de trabajos más sólidos, de la prosa y narración actual del escritor o que simplemente gusta más de las obras largas que de los relatos.

Ni siquiera creo necesaria una restricción de edad. Claro que hay “escenas” graficas, vaya, es King. Y aun así, a veces es tan flojo que no creo que impacte a nadie. Lástima que de todas las cosas que dejo atrás King, esto fuera algo de ello.

2.5 de 5 Kai´s posibles o un 5.5 (que sube a 6, por los pelos) en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva esta recopilación de relatos: Historias fantásticas, de Stephen King.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

miércoles, 27 de junio de 2018

¿Ficción con valor moral?

Me interesaría saber si consideras que la ficción tiene un valor moral con la realidad y, de ser así, ¿dónde trazas la linea?

Dos preguntas, que me han tenido pensando de forma activa o pasiva en ellas, todo este tiempo. Ya me lo cuestionaba desde hace un par de años, pero el verlas materializadas de forma directa, a través de los dedos de otro amigo y colega, fue curioso.

En una época en la que el cinismo, la crueldad y la falta de sorpresa ante los horrores del mundo, de la humanidad, se vuelven la respuesta natural a lo que sucede, aparece esta peculiar pregunta.

Puedo decir que, de alguna manera tengo presente (como muchos lectores de fantasía), que este género no es tomado enserio por nadie. No tratare de hacer un ensayo de porque o repasar aspectos históricos. Me basta con decir que este género literario tiene su propia orden de premios (Hugo, nebula, locus), que a su vez se comparte con la ciencia ficción. Y esto da un gran margen para abordar el tema desde donde se deseé, por la razón que se quiera aducir. La mía es que una novela de este tipo, no importa como sea escrita o como sea innovadora en su manejo del lenguaje, nunca ganara un nobel de literatura porque en este género no existe nadie que sea capaz de maravillar con sus letras. Vaya, básicamente la literatura de fantasía (porque hasta en eso, la ciencia ficción está arriba de la fantasía), es más que nada un hobby, algo de risa, de broma, infantil, pues. Y por tanto sus aportes no son serios, no valen mucho.

Esa impresión me da cuando he tenido la oportunidad de escuchar o leer a gente destacada en el ámbito literario. Y la cosa no mejora si escuchas al lector común.

Básicamente a lo largo de mi vida, cuando he dicho que leo, obtengo algún tipo de desaprobación. Desde miradas burlonas hasta comentarios directamente mordaces aludiendo a que pierdo mí tiempo leyendo cuentos de hadas (este último comentario, me lo hizo una familiar). Sé que no soy el único. Los lectores de fantasía (en cualquiera de sus géneros, ya sea fantasía de seda, épica, de magia y espada o simplemente protagonizada por perritos y muchachas), estoy seguro que tenemos que atravesar por este tipo de situaciones en reiteradas ocasiones a lo largo de nuestra vida. Y esto tampoco se trata de un discurso incluyente, ni de que esto nos genera carácter o cualquier nimiedad así de alguna agenda o lobby de moda (esto último, dedicado a los conspiranoicos del mundo).

Nada más alejado de mi intención. Esto es solo una breve introducción a como es, a mi parecer, que la fantasía (y la ficción, en general) tiene todos los permisos para no preocuparse de nada social o moral. La fantasía no necesita educar, ni enseñar, instruir o forjar valores de ningún tipo. Tiene tantas licencias que si bien lo quisiera, podría ser peor que la más siniestra crónica sobre terrorismo actual. Sin nada de esfuerzo podría mostrar un mundo horrible que ninguna distopia jamás escrita pudiera describir. Hay tanta libertad, que los peores miedos sobre el infierno, serían algo de risa.

Porque la maravilla de ser considerada una especie de hermano mayor de la novela grafica (que recordemos, la novela grafica es ese hermano maduro del comic que no quiere ser confundido con ese muchacho sin sustancia, que es el comic), es que no levantaras revuelo de ninguna manera.

No ser visto, es una de las maldiciones/bendiciones más grandes que puede haber.

La fantasía me parece un ejemplo excelente por la premisa anterior. Quedaría más redonda mi ejemplificación si adoptara la novela policiaca/negra o la tan de moda en el país, narco novela. Es más, podría colgarme de una obra audiovisual, en cualquier formato y sería mucho más concreto y demoledor. Y aun así, me parece que mejor ejemplo no puedo tomar que no sea la fantasía en cualquiera de sus maravillosas vertientes.

El compromiso que adquiere la fantasía/ficción con el lector es muy grande, independientemente de sus diferentes peros o contras. No se trata únicamente de presentar un trabajo de calidad y que sea aplaudido por critica o por el populacho (y en este ultimo me incluyo, soy lector de a pie como cualquiera, antes que ser psicólogo o un escritor amateur. Siempre seré un lector común, y eso está bien. Aclaro porque así lo siento, más que por evitar herir susceptibilidades), que trascienda su género, sea premiado o haga que su autor ascienda al Valhala de la literatura/ficción de turno.

Va mucho más allá, pues finalmente, la ficción (en su totalidad), es una forma de expresar, de manifestar ideas y emociones. Todo buen discurso tiene eso, y al final de cuentas, todo manejo de la palabra llevara una carga que le haga inclinarse a determinada postura.

En nuestra fantasía clásica, el bien peleaba contra el mal y era algo muy claro y simple. El mal quería hacer daño al bien. Y los agentes del bien no pueden permitirlo. Y es así como he resumido la trama de 70% de todas las obras de ficción hechas. Un 20% restante son esas crónicas de vida cotidiana o que parece que no llevan a ningún lugar, más que la anécdota. El otro 10% es ese cine de arte aburrido de alguien comiendo por 7 minutos pastel… Perdón, lector/a constante, me deje llevar.

La manera en que muestras/narras/presentas algo, es un indicador de tu postura. Y es la forma en que muestras tu visión respecto a ciertos temas. Aunado al hecho de que es así como lo ves y lo sientes. Yo por ejemplo, detesto el cine de arte. En el párrafo anterior eso se hace evidente. No me gusta, claramente no lo respeto (pues me burlo), pero es mi opinión. Una opinión que puede ser aceptada, rechazada y siempre cuestionada. Desgraciadamente a veces, esas opiniones o puntos de vista, hay gente que los toma enserio e incluso los tergiversa.

No tengo a la mano nombres pero aun así, querido/a lector/a constante, piensa en cualquier noticia sobre “alguien” tomándose demasiado enserio “algo” y justificando así un “acto horrible”. El lugar común son los fanáticos de apellido religiosos. Ahora piensa en los fanáticos de las armas, en los social justice warriors, gente que apoya una causa social de manera violenta, muchachitos o muchachitas influenciables que creen que ellos también son –agrega aquí el nombre de ese personaje moralmente cuestionable y claramente nocivo- en turno.

Muchas obras de ficción (series televisivas, películas, obras literarias, videojuegos), aplaudidas por la sociedad, por la gente a pie, se escudan en decir que los hechos que presentan no tienen relación con ningún personaje verdadero, y que sólo son ficción.

Y entre líneas podemos leer: “no te lo tomes enserio, no lo pienses mucho. Soy una invención, una mentirita, no hago daño a nadie. Disfrútame”. Y eso estaría bien la mayor parte del tiempo. Me atrevo a pensar que incluso antes era algo sumamente simple. Escribías lo que te daba la gana, ya habría alguien que lo aplaudiría, ya habría quien quisiera que todos lo conocieran… y en contra cara alguien escupiría en tu trabajo y otro alguien trataría de censurar tu obra.

Por suerte hoy estamos en una sociedad que (en apariencia, en mi humilde opinión), permite todo con total libertad.

Desgraciadamente, la nueva censura es pensar diferente a lo establecido. Y es “nueva” porque estar en contra de la “libertad” de otros es censurar. Que ojo, no es lo mismo diferir que negar. Como sea, me pierdo.

La fantasía tendría la libertad de ser lo más nefasto en las letras, de mostrar lo más repulsivo sin tapujos y además se podría dar el lujo de ensalsar los horrores más grandes y las conductas más deplorables. Por dos sencillas razones. La primera es que la fantasía es un género “de a mentiritas”, como decimos acá, o en palabras más complejas, intrascendente y nulamente influyente en la humanidad y su devenir en el mundo. La segunda sería más o menos así: teniendo la libertad de poder hacer lo que quieras y que nadie te detenga, sin importar a cuantas personas ofende lo que hagas o pueda parecer molesto o peligroso, tienes autorizado hacerlo. Todas estas ideas progresistas y modernas te respaldan… y cuidado que alguien opine lo contrario.

Hasta aquí, podemos responder lo siguiente:

¿La ficción tiene un valor moral comprometido con la realidad? No. El autor se puede deslindar de expresar valores socialmente aceptados para con sus lectores. ¿Hay alguna línea que trazar? No. El cielo es el límite, si yo quisiera, podría escribir sutilmente en una novela de misterio como crear veneno y dar las medidas y métodos exactos e insinuar, que así es como se derroca un gobierno.

¡Y pobre de aquel que se atreva a incriminarme o rechazarme por tener estas ideas!

Y aun así, lector/a constante, ya sabemos cómo es esto… ¡Ay, vaya que sabemos!
Permíteme abogar, no por las buenas costumbres o los modales más adecuados… o peor, por los valores en turno. No, querido/a lector/a constante. Dame la oportunidad de hablar a la parte más radiante de la humanidad. Ese sector en nuestro ser (que está conformado de lo que tú quieras y creas), que nos empuja a ser mejores, a buscar el bien personal y común, a dar la cara y demostrar que por efímeros que seamos, merecemos trascender y cada minuto que estamos en esta tierra.

Permíteme hablar de la confianza que tengo en que somos capaces de vencer males terribles como: ese miedo que paraliza y nos obliga a segregarnos, la antipatía de extender nuestra mano o prestar nuestro tiempo a otros, la vanidad de creer que ninguna causa merece que invirtamos tiempo o piel en ella, el desprecio por lo desconocido, el cinismo de querer presumir que nada nos asombra y que somos entes insensibles. Y el peor de todos, el odio. El odio a todo. A lo diferente, a los que nos rodean, a veces incluso a nosotros mismos…
Bríndame la oportunidad, Lector/a constante, de creer en que podemos hacer mucho más de lo que solemos hacer. Que en cualquier momento, y no sólo en puntos de quiebre, somos capaces de entregarnos y dar lo mejor de nosotros. De que en cualquier momento y por mero gusto, rompemos nuestras cadenas, nuestros límites y aspiramos a ser mil y una veces más de lo que somos.

Juguemos a dar el beneficio de la duda. Ese en el que pensamos cosas tales como: que la amistad a veces sobra y basta para atravesar las grandes adversidades, que las sonrisas son encantamientos que pueden calentar a la más fría alma, que un niño alegre es uno de los mayores logros de la humanidad y de los adultos a su alrededor, que sin duda los lazos y la buena voluntad son más fuertes que cualquier temor, desconfianza o incluso desprecio. Creer, ferviente, religiosa y con conocimiento de causa por experiencia e ilusión, que el amor todo lo puede en verdad.
El amor en toda su expresión. Desde transmitir o sentir la emoción por otros o con otros, hasta destilarla en cada palabra o cada trabajo. Esa fuerza que parece que nunca tendrá freno y será, en la ficción y la realidad, el as en la manga y comodín por excelencia de nuestra especie.

Soy un romántico, me gusta soñar y divagar pero, tengo las ideas claras, todavía.

Si uno se compromete, si uno se entrega a lo que hace, buscara hacerlo más allá de lo requerido. Y no para romper barreras, por el reconocimiento, los beneficios económicos o el prestigio o infamia. Sino por que disfruta lo que hace y cuando algo se hace con esa pasión, otra alegría es compartir (no presumir, distingamos esta “sutil” diferencia).

Si uno llega al punto antes mencionado, verá en su obra, en este caso la fantasía/ficción literaria, algo más, y entonces, hará algo más.

¿Qué sería algo más? Ir más allá de crear una novela vendida o gustada, sino tratar de darle más esencia, de brindar una sustancia más rica a este trabajo. No hablo en cuanto al cuerpo como lo sería una trama solida, personajes profundos o un desarrollo hecho en ritmo y tiempo que los relojes le tengan envidia. Me refiero a dar un paso más allá.
¿Qué puede ser todavía más allá? Que el autor impregne esa obra de su ser, no nada más en sus letras o ideas, sino en sus sueños, intenciones y creencias. Eso es transgredir lo establecido. Que lo que hagas no solo lleve tu firma y característica mano de obra, sino que también dejes en ello un pedazo de ti. Parte de tu ser, esencia, ideas, alma o como le llames a esa parte intima y personal de ti.

Al hacer esto, nutres tanto a la obra, como a su submundo y a la realidad. Al mostrar opciones, al dejar ver otras caras y como otros transitamos una misma realidad que se nos quiere vender como idéntica para los millones de humanos que deambulamos por aquí, cuando en realidad no es así.
Con eso, al tener una postura, al mostrarte en parte de cómo eres realmente, ya te estás comprometiendo, tanto con la causa, con el género como con la humanidad.

Al haber llegado a ese punto, puedes darte el lujo de mostrar sin tapujos tu postura ante diversas cuestiones, morales en este caso. Es evidente que la moral es algo medianamente colectivo y fundamentalmente personal, y al ser un ejercicio de todos y único al mismo tiempo, al mostrar otra cara de una sola idea, estás haciendo algo que va más allá.

Es en este punto, donde me gustaría retomar las preguntas.

¿La ficción tiene un valor moral comprometido con la realidad? Definitivamente. No porque este obligada al ser una visión del mundo, como un genero o porque el autor este forzado. No tiene ni tendrá nunca el deber o la responsabilidad de educar e instruir. Sin embargo, no puede obviar el hecho de que tiene una responsabilidad, chiquita pero existente, en que es una idea (por reducir la escritura a algo tangible y comprensible), que se transmite. Al ser así, no es su deber moral educar pero, su deber es mostrar una visión (la del autor) de la realidad y aludir (de manera evidente o velada) a la grandeza de nuestra especie, que en una sola palabra, podríamos llamar como lo bueno. ¿Hay alguna línea que trazar? No. Lo bueno, lo positivo en la mayoría de acepciones, no tiene porque ser frenado. No creo que exista demasiado amor que lastime si es bien llevado con otras emociones y raciocinio para sazonar. Ni tampoco creo que se deba suprimir la tristeza o la crueldad, es parte de nuestra naturaleza y censurar lo que somos res mancillarnos… ahora bien, censurar no es lo mismo, ni de lejos que aplaudir o cuestionar algo. Mucho menos señalar la flaqueza o porque cierta conducta o acto agrede a nuestra familia, la humanidad. No debe haber un límite inquebrantable. Debe haber una responsabilidad honesta y genuina con lo que se hace.

Así es como podemos escribir sobre actos atroces, como el homicidio por ejemplo, y a través de un personaje (no necesariamente un discurso tratado sobre el bien y el mal a la Nietzche) y sus acciones o palabras, señalar que los seres que atentan contra el bienestar de otros por razones egoístas (o a veces las más honestas y coherentes), no son apreciados ni bienvenidos.

Imagina por un momento una narco novela que se cimentara en esta última idea y deje de romantizar a los villanos y hacer apología a su estilo de vida o decisiones. Cambia bastante, ¿no?

Me gustaría creer que podemos hacer lo último. Escribir de lo que deseemos, pero con criterio al hacerlo.

Finalmente, se que no siempre es así. Y las dos posturas, convivirán eternamente (me atrevo a creer) con nosotros.

¿De qué lado estas, querido/a lector/a constante?

miércoles, 6 de junio de 2018

Una breve opinión: Patas arriba. La escuela del mundo al revés

Titulo: Patas arriba. La escuela del mundo al revés
Autor: Eduardo Galeano
Género: Sociología/ Educación/
Clasificación: Ensayo/ Poemario/ Crónica
Páginas: 345
Editorial: Siglo XXI
Año de publicación: 1998

Lo que dice en la contraportada:
Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.
Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies.
En este libro Galeano muestra por qué el mundo está al revés. Recuerda a Alicia en su viaje a través del espejo y así, recorre temas como la impunidad del poder, la sociedad de consumo, la injusticia, el racismo y el machismo. El autor se destaca en esta obra por su inconfundible estilo que cruza el ensayo, la poesía, la narración y la crónica para mostrar sin tapujos las miserias de la sociedad contemporánea.


Argumento.
No tengo realmente mucho que agregar aquí, sin sonar corrosivo o adulador. Como por ejemplo en lo que dice la contraportada o lo que yo he dicho a lo largo de la opinión sobre el libro de los abrazos. Aun así, la advertencia es simple, moderare mi opinión, sí. Y pese a ello, seguirá siendo la opinión sincera de alguien que no siempre estuvo de acuerdo con la obra.
Dada la advertencia, viene el resumen sobre de que va el libro. En esencia, es una obra que a través de la opinión del autor, sustenta actitudes que son impensables o que parecen terribles, y que aun así, se practican de manera evidente y hasta descarada en Latinoamérica. Todo esto se sustenta en noticias, datos estadísticos y a veces episodios de la vida cotidiana de la gente cercana al autor. Eso sí, perdón por pecar de obvio pues, todo esto va orientado a lo que quiere exponer el autor. Y esto es en gran parte: sensibilizar y volver consciente al lector del horrible mundo en el que decidimos vivir y peor, ser parte (pues todos somos por nacimiento hijos del mundo al revés). Y también, es señalar que el ideal y sistema político e ideológico que seguía el autor es (como no), el correcto.

Personajes.
Como es obvio no hay personajes como tal. Nuestros protagonistas son los países latinoamericanos al parejo. Desde la tierra en la que nací, México, hasta lugares lejanos como Brasil, Argentina o Colombia. Lugares que sin importar nacionalidad o distancia, a veces olvidamos que tienen a gente igual a nosotros, no porque seamos hermanos o de la misma especie, sino porque es gente que la pasa igual de mal (o a veces peor), que nosotros. Y estos son los coprotagonistas de la obra, gente en situaciones vulnerables de cualquier género o edad, convertidos en cifras para señalar con horror que clase de mundo es este, en el que la maldad es el pan de cada día y es lo que la sociedad pareciera que aplaude.
Al ser un libro escrito “en clave”, como si se tratara de un texto de estudios, contamos con un temario, el cual me arriesgo a transcribir.

“Programa de estudios
La escuela del mundo al revés.
Educando con el ejemplo.
Los alumnos.
Curso básico de injusticia.
Curso básico de racismo y de machismo.
Cátedras del miedo.
La enseñanza del miedo.
La industria del miedo.
Clases de corte y confección: cómo elaborar enemigos a medida.
Seminario de ética.
Trabajos prácticos: cómo triunfar en la vida y ganar amigos.
Lecciones contra los vicios inútiles.
Clases magistrales de impunidad.
Modelos para estudiar.
La impunidad de los cazadores de gente.
La impunidad de los exterminadores del planeta.
La impunidad del sagrado motor.
Pedagogía de la soledad.
Lecciones de la sociedad de consumo.
Curso intensivo de incomunicación.
La contraescuela.
Traición y promesa del milenio.
El derecho al delirio."
De el libro: Patas arriba (la escuela del mundo al revés) de Eduardo Galeano.


La verdad, es que se requiere a veces estomago de acero para leer este libro. A mí en lo personal la única parte que me dejo mal cuerpo de lo horrible que fue lo que leí, fue el apartado llamado “alumnos”, donde básicamente el autor nos muestra con cifras y anécdotas claras y mordaces, como es que los menores son quienes (en mi opinión), peor lo pasan en este mundo al revés si no tienen la suerte de nacer bajo una buena estrella y benditos… que desgraciadamente, lo somos pocos en este mundo patas arriba.

Estilo.
La mano de Galeano es magistral para redactar. No puedo tener quejas. No importa si se trata de un ensayo, de una crónica o un pequeño poema. Todo se lee de manera clara y sin llevar muchos adornos o vueltas, cumple su función de escupirte al rostro las barbaridades que aquejan a este lado del mundo. A lo sumo, cualquier dato se ensalza con algunas cifras que lo vuelven así mordaz o con un lenguaje un más elaborado. Sin duda perdimos a un gran escritor al fallecer Galeano hace unos años. Que su opinión no siempre la pueda compartir, no significa que (como sólo hacen los cobardes), desprecie lo que no me agrada o desconozco.

El formato de la obra es claro. Capitulado de acuerdo al temario y cada capítulo se complementa con pequeños incisos, tales como: televisión 1, Tiranos 15, Amistades corrosivas 3, etc. Un punto que para algunos (pues para mí no lo es), será importante es que cuenta con diversos grabados, asumo alusivos, de Guadalupe Posada. La maquetación que tuve entre mis manos es uno de esos libros que da la impresión de que le hicieron un “trasplante de tapas” pues era un libro de tapa dura sencilla (de color negro y nada más) y su formato era de bolsillo. Lo cual me hace pensar que su tapa original no era la más resistente, y ya es mucho decir considerando que el libro ya estaba en malas condiciones (sin mencionar rayones y otras majaderías que NUNCA deben hacerse a un libro de biblioteca). Creo que es un formato y una maquetación optima para el día a día, aunque temo que los de tapas blandas (como supongo fue este), no den el ancho… al menos en sus tapas.

Desarrollo.
Es curioso. Este libro pese a todo si tiene un, desarrollo. En principio, es la parte más cruel y mordaz, no nada más por los temas que trata y sobre quienes afecta, sino porque es sumamente desesperanzador lo que puedes leer en cada página y con cada viñeta/inciso.
A la mitad de la obra, el autor se da a la tarea de volcar su atención a temas que realmente, pareciera que no son tan relevantes como los primeros y es en donde su discurso ideológico es tan claro que puedes sentirlo a tu lado. Eso para algunos será bueno, ara mi fue ingrato. Siguiendo este mismo hilo, al tocar temas no tan relevantes, me refiero por ejemplo a que de repente se habla mucho de la televisión, y está en nuestros días ya es algo obsoleta… aunque si le das el giro adecuado y cambias a internet por tv, o youtube, ya tienes allí algo que no dista mucho de lo que el habla.
La parte final es la que se me hizo más pesada. Los temas ya se vuelven más opiniones del autor y se sustentan en cosas que parecen irrisorias e inclusive conspiranoicas (de ese tamaño). Aunado a esto, hay temas que se vuelven muy reiterativos e ideas que se reciclan una y otra vez, no sé si en aras de grabarlas en la mente del lector o en el simple hecho de que eran tan importantes, que repetirlas 5 veces no era suficiente… eso fue sarcasmo, para que no haya duda.
Aun así, “el derecho al delirio”, hace que absolutamente todo valga la pena, pues es, en una sola palabra: hermoso.

Recomendación.
Me permitiré repetirme, en honor al autor. No en tonó de burla, sino a que sus ideas son tan marcadas, que me hicieron sentir igual, tanto este libro como el de los abrazos.
La advertencia está dividida, como yo mismo al leer el libro y al realizar esta entrada. El límite de edades varía dependiendo de la crueldad humana a la que este acostumbrado el lector. Así por ejemplo, jamás se lo recomendaría a mis amigos, adultos e incluso mayores que yo, de orden espiritual que ya sienten de por sí muy pesado el primer mundo y sus problemas, como para orillarlos a encarar la crueldad de latinoamerica. Así que si, desgraciadamente eres de un país latino, es probable que las cifras de esta obra sólo confirmen de manera veraz, lo que ves a diario en periódicos o noticiarios de nota roja o lo que escuchas que sucede en tu localidad.

Pese a lo escrito anteriormente, no puedo permitirme ser mordaz siempre, asi que, permite dar una advertencia final.
Me gustaría sugerir, que la advertencia sea más bien, no tu límite de edad, sino tu derecho a soñar con un mundo diferente, o como decía Galeano, tu derecho al delirio.


Si tu eres una persona que los textos de divulgación que lanzan datos y estadísticas a la menor provocación, le disgusta o le harta, este libro no será lo tuyo. Por el contrario, yo considero algo magistral hacer un ensayo así con tantos datos, es algo que sin duda disfrute del libro. Si tú te pareces en eso a mí, aviéntate de cabeza por este libro.
Si eres un militante de izquierda, este libro te encantara. Ya sea por sus datos duros o por su simpleza de opinión ideológica del autor sin mayor bandera que sus creencias.
Si crees directamente que el capitalismo, las potencias o esos países de primer mundo, son el mal, esta es tu biblia.
El pesimista encontrar en este libro, una razón más para señalar el horror que es existir simplemente, en este mundo.
La gente con un punto de vista neutral, me temo será la que sufra más, pues la realidad es que, parece que el mundo se ha vuelto un lugar peor de lo que era cuando el autor escribió esta obra y recabo esos datos… y la peor parte es que seguramente te hará sentirte parte del problema.
El optimista, tragara con amargura cada dato, en especial los que toquen sus emociones. Sin duda deberá dejar la lectura parada para estar en paz consigo mismo. La ventaja de estas personas es que cuando retoman una tarea, lo hacen con más fuerza y si se comprometen… nadie los detiene. Para este tipo de lector, el derecho al delirio será una oda, un himno o un mantra.

Todos esos lectores, fui yo a lo largo de mi lectura… y tal vez más que quiero olvidar o de los cuales ya no me puedo acordar..

Independientemente, permíteme querido/a lector/a constante, pedirte una vez más un salto de fe. Si puedes, lee este libro. De una u otra forma, te abrirá un poco los ojos o la mente, y eso, jamás será malo.


4 de 5 Kai´s posibles o un 8 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo considero merece: Patas arriba. La escuela del mundo al revés, de Eduardo Galeano.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

martes, 5 de junio de 2018

Una breve opinión: Mister X

Titulo: Mister X
Autor: Peter Straub
Género: Suspenso/ Misterio /Thriller/fantasía/ sobrenatural
Clasificación: Ficción/Novela
Páginas: 537
Editorial: Booket
Año de publicación: 1999

Lo que dice en la contraportada:
Como cada año, cuando se acerca su cumpleaños, Ned Dunstan sufre un shock durante el cual presencia escenas de despiadada matanzas perpetradas por un misterioso y malévolo ser vestido de negro al que Ned llama Mister X. Dunstan regresa a su ciudad natal, Edgerton, impulsado por la premoción de que su madre, Star, se está muriendo. Antes de perder la vida, ella le revela el nombre de su padre y le advierte que corre un grave peligro. Pese a ello, Ned decide averiguar todo lo que pueda sobre su padre ausente. Así, se desencadenara una serie de extraordinarias aventuras.

Hasta acá lo dejo, porque estas palabras juegan en contra del libro y lector al revelar cosas importantes de la trama (así es, aun más de las que ya ha revelado).

Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
Mister X es una novela peculiar y que me agarro por sorpresa. Tenía ganas de leer al autor pues Straub ha hecho mancuerna con King en algunas novelas. Así que al ser esta la única novela disponible en mi biblioteca dew confianza, la tome sin ver de qué trataba en sí. Por eso yo no sufrí que me echaran a perder la trama las bobas contraportadas.

Ahora bien, nuestro argumento es simple y complejo a la vez. El resumen fundamental es que seguiremos a dos protagonistas; Ned Dunstan y Mr X a lo largo de toda la novela. La mayoría del tiempo el protagonista es Ned y le acompañamos a través de toda su vida, en su mayoría lo que el narra y recuerda. A la par, veremos algunos pasos de Mr. X y las cosas que piensa o hace. De algún modo iremos del pasado a futuro, en memorias de ambos. Ese es el argumento sencillo resumido, los demás complementos se dan a lo largo de la novela con sus respectivos giros de tuerca. Ese en si es el argumento. El cual estará plagado de situaciones y personajes con toques de fantasía como por ejemplo, telequinesis. En contra parte, están los temas sobrenaturales como el canalizar energía, o hacer un limo verde a la gente con este poder o las respectivas matanzas que conllevan estos actos. Y de paso esto marcara un ritmo narrativo, interesante cuanto menos. En pocas letras, esta es una historia que se toma bastante en serio en lo que propone y que trata de abarcar más allá de los temas que plantea en un principio. Eso puede ser bueno o malo, dependiendo del tipo de lector que seas.

Personajes.
Hay muchos, una barbaridad de ellos, aunque para ser honestos no todos importan y se intercalan entre si de una manera interesante. Sin ir lejos, por ejemplo, los personajes del presente que forman parte del universo de Ned son vitales, pero la gente del pasado, ya sea de sus memorias o de las de sus familiares, también lo son aunque no se llegue a interactuar directamente con ellos. En fin, esto es una aclaración que me parece pertinente hacer pues a lo largo de la novela habrá personajes que parecerá que no tienen mayor importancia que la mera anécdota cosa que no sea así, y otros que podrían ser trascendentes, pero genuinamente sólo serán segundones. Al ser tantos, solo mencionare a nuestros protagonistas (tanto por cuestión de espacio como respeto al desenvolvimiento de la trama y el lector) y una breve aclaración final.

Empezamos con Ned Dunstan. Un muchacho que pareciera que no sale de lo ordinario exceptuando esos peculiares y terribles sueños en los que aparece Mister X. Acompañaremos a Ned desde su infancia hasta ser un adulto joven. Por fortuna no serán 500 hojas de toda su vida. Aproximadamente las primeras 150 hojas tratan del Ned infante, adolescente y universitario. Sirviendo como un preámbulo a todo lo que va a desatarse y preparando el escenario con datos por aquí o por allá interesantes a la larga. En cuanto al personaje, no es desagradable pero tampoco pude sentir empatía con él. Su historia (la novela y el verdadero misterio en ella) es interesante, su vida y las coincidencias y misterios que le rodean, realmente no. Y esto me juega porque muchas veces, situaciones que le comentan o que le suceden que son realmente para poner los pelos de punta, el muchacho los toma muy a su aire. También dado su ritmo de vida en la juventud, se vuelve alguien desapegado y que va a su tiempo, esto si me parece acertado. En sí, es un personaje que encuentro medianamente creíble. Otro detalle que creo es crucial, es el hecho de que jamás me dio la impresión de que estuviera metido en ningún problema, básicamente más que ser ese típico personaje sobredimensionado y perfecto (Gary stu, les dicen), siempre está bajo alguna protección mística mágica y llega antes o después del problema, así que por eso parece que jamás está en peligro. Me parece finalmente un personaje aceptable, que va más allá de ser un nexo novela-lector, pero siento que pudo haber sido mejor trabajado.

Mister X es un personaje que se disfruta. Básicamente a las primeras de cambio el autor te echa en cara que el está loco y que esperes cosas relacionadas a su condición. No es una locura desenfrenada y sin sentido o la locura maquiavélica de los psicópatas o sociópatas de la ficción. No, su locura es la de alguien que se toma demasiado en serio y cree que la historia (no la del mundo, la que él se inventa), le tiene reservado un lugar especial, el de un elegido. Esa locura, se amalgama con las creencias de un fanático sectario y su violencia llevada al límite y ya tenemos a nuestro personaje. La mezcla funciona bien, y a lo largo de las primeras 150 páginas, este fue para mí lo que hizo llevadera la inmersión en la lectura. Mr. X es un buen personaje, no sólo por ser malo y astuto, sino por el sentido que él cree tener en la vida. Directamente, es la contraparte en varios aspectos a Ned. De este modo, considero que se nos entrega un personaje solido y que te hace interesarte en sus planes.

Finalmente, la edición traduce al español los nombres de varios de los personajes pues, haciendo uso de su ingenio, el autor doto de diversos nombres que son juegos de palabras o alegorías muy ligadas a los personajes. Sin ir lejos, la madre de Ned se llama Valerie, pero su mote Star dice más de ella. Al menos, esa fue la intensión del autor, que no tacho de mala, sólo de que en mí caso no me pareció relevante. Salvo un nombre que era traducido como semihumano, no encontré mayor encanto. Aunque no dudo, que alguien más si encontrara el oro en donde yo solo vi cobre.

Estilo.
Está obra abraza el formato de narrador en primera persona, sin importar que personaje narre, ya sea Ned o Mr. X. En ningún momento cambiara el estilo de narración en la novela. Mención especial a que es muy marcada la diferencia entre narradores. X es un personaje obsesivo y que escribe su historia para la posteridad, dándose aires de importancia notorios. Dunstan en cambio describe los datos que él considera relevantes de diversos sucesos de su vida. Primero a través de remembranzas y posteriormente abarcando el día a día. Me ciño a lo dicho, el trabajo de caracterización es un plus sumamente grato para la lectura.

La mano de Straub me parece una de las más claras que he leído, al menos en lo referente a escritores que leo por primera vez. Su manera de narrar te permite imaginar perfectamente todo lo que describe; sin embargo, considero un traspié genuinamente el exceso que pone en las descripciones de los lugares. En ningún momento despertó en mi interés conocer los lugares que los personajes visitaban, en especial en lo referente a localidades o caminos. En cuanto a personajes, me parece bien llevado, e inclusive, pudo haber invertido más en describir: carácter, actitudes o fisionomía de los personajes que los pueblos o sitios.

Finalmente la maquetación del libro era la común. Típico de una edición de bolsillo, que en lo personal, creo que es bastante resistente porque es el único tomo de la obra que tienen en la biblioteca, y quiero pensar (ingenuamente), que para ser leído tantas veces a lo largo de los años, se conserva. Se divide en alrededor de 130 capítulos que solo tienen esta distinción numérica. A su vez, la otra diferenciación es que se nos señala claramente cuando es un capitulo de Mr. X.

Desarrollo.
La verdad es que este libro me lo vendí de manera equivocada. Pensé que tendría entre mis manos una obra de un asesino sobrenatural… y sí, pero no del todo. Pues al final de cuentas, el antagonista podría encajar perfectamente en esa escueta descripción pero, el verdadero meollo del asunto es toda la historia familiar de los Dunstan y su linaje. De esta manera, nos encontramos ante una novela de misterio, en el cual el principal es un linaje familiar y no el asesino. Sé que puede sonar a que estoy revelando un giro, y no es así. No solo por política de la casa. Básicamente en los primeros capítulos ya se “dice entre líneas”.
Esto es para mí el primer pero en la forma que elige Straub para desenvolver la trama. El inicio es sumamente lento al atiborra al lector de datos de toda índole, desde detalles cruciales hasta aparentes coincidencias que al final se volverán vitales. Retomando el punto, el inicio es lento y a veces se hace sumamente pesado, salvo los capítulos de Mr. X que finalmente aportan un guiño grato a revelar la naturaleza del hombre misterioso y loco. Tal cual señale antes, una narrativa alude a la autobiografía algo pastosa y el otro se trata del día a día de un loco. Tú dirás, querido/a lector/a constante, cual puede tener claramente material para ser más interesante.

Donde el libro remonta genuinamente, es en el nudo de la historia. Cuando ya tenemos claro quién es quién y qué quiere cada cual (aparentemente), es un poco antes de la mitad que esto sucede (pagina 200 en adelante). Es en esta parte del libro donde se siente la fuerza del autor. Desde la narrativa variada y que distingue a cada personaje (biográfica u obsesiva y delirante), menor cantidad de descripciones de lugares (aun ahonda muchísimo pero, hay menos lugares nuevos), hasta brindar de personalidad y caracterización a cada uno de los personajes (conocidos y nuevos). El ritmo también es algo que se ve beneficiado pues se logra avivar y de este modo, te atrapa genuinamente. Cabe aclarar, que es a partir de aquí que varios “detalles” y “guiños” que aparentemente no son importantes, empezaran a ser narrados y hay que prestarles especial atención.

Es en la recta final donde me parece que el libro en verdad atrapa. Al menos a mi me cautivo definitivamente en esta parte (aproximadamente en la página 400), pues es aquí donde tantas cosas que se narran tienen sentido, desde los guiños aparentemente sin razón de ser hasta una explicación detallada de infinidad de misterios y la cereza del pastel: como conecta el autor diversas tramas, situaciones y personajes que aparentemente eran cabos sueltos sin más. Es sin duda un libro que se disfruta, especialmente por su final.

Recomendación.
La advertencia es la misma que otras ocasiones. Este libro da cabida a lectores de entre 15 a 50 años, asumo. Porque creo que tendrán las ganas de llegar al final, o la paciencia, respectivamente. Además, considero que un adolescente bajo la consecuente supervisión, se dejara enganchar por el siniestro Mr. X y los horrendos actos que comete.

Creo que cualquiera que disfrute de un buen thriller con tintes sobrenaturales, encontrara esta lectura sumamente interesante.
A su vez, aquellos que disfruten de crímenes y giros de tuerca medianamente evidentes, creo que lo encontraran grato.
Eso sí, quien quiera empezar esta lectura debe de tener una de estas tres: mucho tiempo para dejarse enganchar por el inicio lento y atiborrado de datos, una gran paciencia para este tipo de fragmento o simplemente el placer de leer lecturas con estas características.
Straub es sin duda similar en su estilo a King, de modo que si te gusta el maestro del terror, Straub seguro que te encantara.

Únicamente no recomendaría este libro a quien no tenga el tiempo, la paciencia, el deseo o el gusto por este tipo de novela, fuera de eso, me parece un trabajo recomendable, sin más.



3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva Mr. X de Peter Straub.


Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Una breve opinión: el libro de los abrazos.

Titulo: El libro de los abrazos
Autor: Eduardo Galeano
Género: Poesía/Relatos cortos/ vivencias
Clasificación: Poemario/ Relato/ Crónica
Páginas: 265
Editorial: Siglo XXI
Año de publicación: 1989

Lo que dice en la contraportada:
Eduardo Galeano nos entrega relatos y vivencias personales que a ratos son autobiográficos, en ocasiones filosóficos, y políticos muchas veces. Combina prosa e imágenes en un esfuerzo artístico que se convierte en político.


Argumento.
No puedo dejar de hacer énfasis en esto. La parte de acá arriba que dice que son vivencias, no miente. Mucho del contenido de esta obra gira en torno a cosas que vivió o le compartieron sus amigos al autor. Es un entremés encontrar reflexiones, poemas o pequeños relatos. Aun así, lo dicho. En su mayoría este libro es una memoria en papel (o de palabras, si eres devorador digital de literatura, lectora/a constante), de un abanico más bien simple. Los contenidos de la obra giran en torno a temas marcados. Tenemos las cuestiones humanistas que preguntan porque tal o cual cosa es como es. Todo de forma sutil, sin poner puntos específicos a debate. En la otra mano, tenemos el tema de la revolución, de la lucha por la libertad desde una perspectiva de izquierda. Ya sea presentado a través de una vivencia, de una reflexión con un tinte a poema o simplemente como un breve relato que trata de dejarte una moraleja o enseñanza moral/humana.

Personajes.
Creo que está claro que no hay un personaje. Hay nombres que se repiten, como Helena o (aunque jamás sea escrito), el mismo autor. Al ser vivencias o pequeños relatos, no hay realmente personajes que nos muestren un desarrollo, sino, simples momentos puntuales de los que el autor se aprovecha para dar un mensaje. Así por ejemplo, solo sabemos de Helena que ella tiene sueños posteriores a moverse de su hogar por culpa del exilio, consecuencia de la lucha política y militar en la izquierda. Todo esto, nuevamente, no se dice abiertamente, pero se infiere.

Hay fragmentos interesantes, dignos de ser tomados en cuenta por su contenido social/humano o simplemente por la belleza de las palabras para hacer presente una idea que deja de ser etérea para adquirir forma a través del lenguaje escrito. Tal es el caso de fragmentos como: el mundo, los nadies, el sistema/1, el sistema/3 o celebración de la amistad/1.


Estilo.
La manera de escribir de Galeano y estilo del libro, me parece muy atractiva. Por un lado porque el formato de la obra, recuerda al estilo de las antologías poéticas. Tal es el caso en cuanto a distribución y cantidad. Por contenido, bien podría tomarse como una obra periodística de crónica, o una recopilación de relatos muy breves. Finalmente, por esencia, no me cabe duda que es una obra cargada de fuerte carácter humano inclinada sin tapujos a un tipo de militancia política/social perfectamente definida. Y todo esto en su mayoría, acompañado de dibujos (que supongo son alusivos, aunque a mí no me lo parecieran), a los temas que se tratan.

En cuanto a la prosa del autor, buena. El lenguaje es sencillo, pero no por eso simplón o que caiga en el abismo de lo banal e insulso. Me queda claro que el autor, por sus inclinaciones políticas, se tuvo que ver en la necesidad de militar por ambos mundos. Uno en el que la palabra es un arma y debe ser usada de manera rebuscada, y otro en el que es una luz que irradia esperanza que debe estar al alcance de todo aquel que quiera ser bañado en ella. Justamente por esto, es que se puede notar en cada línea un trabajo bien hecho. Sin embargo, entre líneas se puede entender que el autor si hubiese querido, no hubiera tenido que pedirle nada a lo rebuscado y exagerado de alguien de la talla de Borges o Eco. Y pese a eso, se mantiene fiel a lo que le mueve en verdad, por tanto, sus palabras son a momentos bellas, a momentos mordaces, pero siempre al alcance de todos.

Desarrollo.
En un libro de este estilo, es natural no encontrar ningún tipo de desarrollo pues realmente no existe una secuencia. Finalmente, la obra trata de relatarnos nada en especifico pero si muchas cosas que convergen en los temas concretos que señalo al principio. Cosas que puedo decir en términos de manejo de la palabra y prosa, son también algo concreto pero que hacen mucho honor a la obra. Galeano sabe escribir, no sólo para transmitir un mensaje, sino para generar en su lector emociones, creo que tal vez no siempre son las que él tenía en mente (sin ir lejos, yo no comparto muchas de sus ideas), y sin embargo eso no le quita ni un poco de merito al hecho de lograr ese objetivo. Otra cosa que debo señalar, es que pese a no existir un orden o desarrollo propiamente dicho, eso no hace caótico el libro. Sus divisiones son claras (como se vio en los ejemplos que ya he señalado), ya sea de forma clara o velada. Y al final de cuentas lo que tenemos en nuestra mano, es una obra que busca transmitir los sentimientos del autor de una forma amena y que genuinamente contacte en el lector en turno. A la larga, algo que considero es innegable, es que, y perdona el ser reiterativo, los temas son muy claros y se “inclinan” a un lado.

Ante esto tengo que hacer un breve espacio en esta entrada.

Que estos comentarios sean mi opinión, querido/a lector/a constante, no significa que siempre lleven todo lo que pienso o que sean ajenos a mis ideas. No creo que el ejercicio de la neutralidad sea el único camino, y también creo que muy pocos (por ser romántico y no caer en la fatalidad y aseverar que nadie), pueden ser dignos de considerarse neutrales u objetivos. Lo que sí creo (y que me cuesta poner en práctica), es que al expresar un punto, no es necesario saber esa opinión personal y subjetiva en exceso de porque creo tal o cual cosa. Por eso el ejemplo o comparación son una herramienta fundamental en este tipo de escrito. Por mencionar una de varias herramientas que trato de usar en estas entradas, aun así, esta vez no puedo mantener al margen mi opinión (cargada de sentimientos e ideas), del tema.
Habiéndome tomado la desagradable libertad de aclarar que soy responsable de mis ideas, y avisado a su vez que las transcribiré a este texto, vayamos al asunto…

Recomendación.
La advertencia está dividida, como yo mismo al leer el libro y al realizar esta entrada. El límite de edades varía dependiendo de la crueldad humana a la que este acostumbrado el lector. Así por ejemplo, jamás se lo recomendaría a mis amigos, adultos y mayores que yo, de orden espiritual que ya sienten de por sí muy pesado el primer mundo y sus problemas. Así que si, desgraciadamente eres de un país latino, es probable que las cifras de esta obra sólo confirmen de manera veraz, lo que ves a diario en periódicos o noticiarios de nota roja o lo que escuchas que sucede en tu localidad.

Me gustaría sugerir, que la advertencia sea más bien, no tu límite de edad, sino tu derecho a soñar con un mundo diferente, o como decía Galeano, tu derecho al delirio.

Para quien sea militante de la izquierda y este en contra del estilo de gobierno capitalista y además repudie a los países del primer mundo encabezados por tiranos como los estados unidos de Norteamérica, sin duda encontrara en este libro una biblia más para agregar a su repisa.
El pesimista pensara que simplemente este libro es un recordatorio de que estamos hundidos en la podredumbre hasta el cuello, en el mejor de los casos, pues algunos ya viven y mueren en ella.
El optimista abrazara con fuerza los relatos y anécdotas más tristes y alegres, pues sabrá encontrar la llave, como presume Galeano le comento Benedetti, que tal vez le hacía falta.
La gente que sea critica, me temo que tragara con amargura algunos datos, con terror otros, la mayoría con tristeza, un par le llenaran de coraje y con suerte, ese coraje se convertirá en el valor de hacer algo diferente y no en mero resentimiento o resignación.
Finalmente, no faltara el que piense que a veces es todo una exageración (como el tamaño de los países en el planisferio/mapamundi), y simplemente sentirá que desperdicio su tiempo.

Todos esos lectores, fui yo a lo largo de mi lectura… y tal vez más que quiero olvidar.

Independientemente, permíteme querido/a lector/a constante, pedirte una vez más un salto de fe. Si puedes, lee este libro. De una u otra forma, te abrirá un poco los ojos o la mente, y eso, jamás será malo.


4 de 5 Kai´s posibles o un 8 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo considero merece el libro de los abrazos, de Eduardo Galeano.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

jueves, 22 de febrero de 2018

Una breve opinión: Cómplices de Benito Taibo

Titulo: Cómplices (esta vez, la aventura es leer)
Autor: Benito Taibo
Género: Realismo, fantasía
Clasificación: Ficción, relato/novela, literatura infantil y juvenil
Páginas: 192
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2015

Lo que dice en la contraportada:
Los personajes que habitan esta novela son lectores o están en camino de serlo. Lectores como yo, tú, ella, ellos. Como nosotros. Cómplices en la mayor y más grande de todas las aventuras. Julián ha luchado contra el aburrimiento de todas las maneras posibles. Desde que le diagnosticaron hepatitis, ha recreado en su cabeza conversaciones imaginarias entre ostras que no tienen nada que hacer, ha buscado formas fantasiosas en las manchas de la pared, ha lanzado mocos al aire. Pero es feliz porque no tiene que ir a la escuela. Y por nada del mundo se acercará a los libros: no leerá, no escribirá reportes, no pensará en la tarea. ¡Por supuesto que no! Por su parte, Isa no se detendrá hasta encontrar a las heroínas de la literatura que le ayuden a demostrar que para celebrar sus quince años no es necesario que haga dieta y se ponga un vestido que jamás volverá a usar. Pero en estas páginas también aparecen ágiles espadachines, monjes detectives, replicantes muy humanos y niños perdidos en islas desiertas que saben bien que leer es un modo de resistir.

Argumento.
Este libro lo divido como relatos/novela por lo siguiente. Sí, el formato en que se nos da en físico puede que sea una novela pero, la manera en que está dividido nos presenta diversos fragmentos o pequeñas historias de varios personajes. Algunos recurrentes (como Julián) y otros que darán el tan afamado “debut y despedida” de las paginas. Si en algo concuerdo con la contraportada, es que este libro está pensado para los lectores y va dirigido a ellos. ¿Qué lectores? Cualquiera que sepa leer básicamente. Cualquiera que vea en las palabras algo más que ideas y pueda conectarse y sentir todas las emociones que transmiten. Cualquiera que tenga la curiosidad de saber, porque hay gente que lee por gusto. Vaya, cualquiera que lea o quiera leer, pero por amor a la lectura, no por imposición. En fin, que encontraremos aquí, es simple. Amor a los libros en todas sus formas, aderezado con momentos o aventuras de cada uno de los personajes. Por eso en momentos, en el libro los “episodios” se dividen simplemente bajo el título de “ellos” o “nosotros”. Al abrir este libro, querido/a lector/a constante, estas entrando a un mundo donde todo gira en torno al amor a la literatura. Es una aventura que merece la pena, sin duda alguna.

Personajes.
Desgraciadamente, como suele ser en este tipo de libros que son de relatos, me es difícil enfocarme a un personaje, incluso pese a que se repiten algunos. Lo que sí puedo decir es que la mayoría comparten dos características: son gente joven y por tanto sus historias tienen ese estilo de situaciones de gente joven (el amor, la escuela, ir de un lado a otro…). En segunda instancia, todos son lectores. Ya de antaño que aman los libros. Renuentes que no ven la maravilla de la lectura (al principio, claro). Y finalmente aquellos que se están abriendo a que quizá exista más de una cosa que pueda gustarles o que tal vez lo que aman sea más de lo que ven.
También, en honor a la verdad y honestidad de mi opinión, gracias a este formato es un poco más flojo el vinculo lector – personajes. Claro que te puedes sentir identificado, por ejemplo con el tío Paco pero, desgraciadamente no creo que puedas ir más lejos de eso. Sin embargo, si hay alguna frase o situación que conecte contigo, entonces vas a sentirte en las nubes. Es realmente un volado, porque la historia de: él, ella, ellos o nosotros, puede ser la historia de otro o nuestra historia.

Estilo.
Narrado siempre en tercera persona, seguimos los pasos de diversos personajes en esta obra. Muchachas que desean ser vistas con amor, chicos que no les gusta la lectura, parejas que tienen la lectura en común y gente que me muchísimo más en los libros de lo que mucha gente jamás llegara a ver o entender en su vida. Es así que vagamos por diversos puntos de su vida. Algunos de estos personajes los veremos avanzar a través de su periplo completo y a otros solo los veremos en un momento significativo de su vida. Y ojo, significativo es que para ellos sea importante o profundo.

La mano de Benito se nota en todo momento en esta obra. Así como hay gente que dice que es demasiado sensible y que hasta empalaga, hay otros que alaban el hecho de que pueda con palabras escritas en un papel, hacerte sentir tantas cosas. Yo creo que Benito tiene un poco de ambas, en este libro (pues el otro que he leído de él es Persona normal
), tiene un poco de ambas. Y eso me parece acertado y valido. A algunos (como yo) les dan risa las películas de miedo. Así de rara es la gente, así de diferentes somos. Y Benito logra captar eso en sus personajes, esa versatilidad de la que cada ser en esta tierra parece haber sido dotado. Y al hacerlo a veces se leerá demasiado sensible y te hastiara, pero en otras ocasiones lograra despertar en ti cosas que quizá ya habías olvidado y te tocara de una forma lejana en tu memoria.. o tal vez, simplemente, puedas entenderlo sin tener que sentirlo. La prosa de Benito puede hacer eso en cualquier momento, aunado a que es una verdadera delicia el sentarte a leer. Tanto por su manejo claro y directo del lenguaje al momento de narrar, así como no caer en los típicos estereotipos del adulto al recrear diálogos juveniles. Su manera de narrar y la prosa, es algo que se disfruta íntegramente.

Finalmente, la maquetación es la acostumbrada. Aunque el libro es de alto como uno de bolsillo, es un poco más ancho que esa medida. Lo cual no impidió que lo llevara a todos lados y que pudiera disfrutar de él en cualquier lugar. Aunque de pastas blandas, este libro es un guerrero. Sus capítulos son de entre 5 a 10 páginas, sin separación mayor a unas letras negritas de fuente mayor que digan: ellos, el, ella, nosotros, por ejemplo. El tamaño de fuente, estilo y tono, es el habitual al igual que el tipo de hojas y su calidad. Lo único que me hubiera gustado es que, como en Persona normal, Benito hubiese puesto al final una recopilación de todos los libros de los que habla. Sí, básicamente en cada oportunidad te dice autor y obra, pero en fin, como escribí anteriormente, es un detalle, no algo negativo.

Desarrollo.

Esto es en parte repetirse. Algunos relatos de la novela son más anecdóticos que otra cosa, y otros para ir del punto B al D simplemente hacen el recorrido B C D y ya. No es que no exista un desarrollo, pero seremos participes principalmente de momentos y nada más. Por lo que sería muy arrogante o exagerado de mi parte tratar de ver cada uno de los aspectos de un relato (inicio, desarrollo y desenlace) de cada uno de estos breves episodios. Claro que los tienen, pero déjame plantear esta pregunta, Lector/a constante: ¿No vale más la pena disfrutarlos que diseccionarlos? Soy serio al escribir, y eso me lleva a lanzar esta pregunta y a responderla. A veces, es mejor disfrutar.
Continuando con lo “común” de estas entradas, puedo decir que la mano de Taibo sabe lo que hace y para quien lo hace. La complicidad a la que alude el libro en su “subtitulo” es esa, este es otro libro para amantes de la lectura que, para hacerse espacio en las estanterías, utiliza de pantalla diversas historias de lectores. Puede que sea poco o mucho, eso ya depende de cada quien.

Recomendación.
La advertencia esta vez es simple. Este es otro de esos libros que se disfrutan más en compañía. Si eres menor, haz que tu adulto de confianza lo lea a la par que tu. Si eres un adulto y quieres acercar a un menor a la literatura, échate de cabeza con Benito. Y si tu quieres que otros adultos entiendan la literatura, con el corazón que tui la lees, es también una buena opción. La advertencia pues, es simple. Comparte la lectura de esta obra.

Si eres un amante de la literatura en cualquiera de sus vertientes de géneros, este libro te encantara sin duda, pues Benito hace el esfuerzo de incluir autores y géneros conocidos, para que el guiño sea grato.
Si estas buscando algo ligero, en cuanto a su formato, este libro es para ti. Por el tamaño y estilo de sus “episodios”, se presta para ser leído en cualquier lugar y retomado en cualquier momento. El plus aquí, es que la manera de escribir de Benito ayuda muchísimo a eso.
Si lo tuyo es una oda a la literatura o a las palabras, amaras este libro. Está hecho para gente como tú.
Su te gusta la literatura infantil/juvenil, este libro te parecerá sin duda muy entretenido.
Si has leído otras obras del autor, pues vaya, esto es una continuación. No de sus obras, sino de su manera de escribir. Así que te gustará igual que las demás.

Solo sugeriría alejarse de esta obra por lo siguiente. Si buscas algo más concreto y secuencial en los relatos o novela. Si la literatura infantil/juvenil no te gusta. Si las obras con esos aires idealistas (o también arrogantemente llamados rosas) te desagradan. Si leer por amor o diversión no te gusta (sé que ese comentario es apuntarme a la cabeza con una escopeta… tomo el riesgo), definitivamente no te acerques. Fuera de eso, no veo “mayores” peros a esta obra.

3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva Cómplices de Benito Taibo. Un canto a esa complicidad que algunos compartimos llamada: amor a la lectura.


Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

Una breve opinión: Ubik de Philip Kindred Dick.

Titulo: Ubik
Autor: Philip Kindred Dick
Género: Ciencia ficción, fantasía, misterio/ficción paranoica
Clasificación: Ficción, novela
Páginas: 222
Editorial: Planeta/ Minotauro
Año de publicación: 1969
Saga: Es un libro auto conclusivo

Lo que dice en la contraportada:
Glen Runciter está muerto. ¿O lo están todos los demás? Lo que es seguro es que alguien ha muerto en una explosión organizada por los competidores de Runciter. De hecho, sus empleados asisten a un funeral. Pero durante el duelo comienzan a recibir mensajes desconcertantes, e incluso morbosos, de su jefe. Y el mundo a su alrededor comienza a desmoronarse de un modo que sugiere que a ellos tampoco les queda mucho tiempo.
Esta mordaz comedia metafísica de muerte y salvación (que podrá llevar en un cómodo envase) es un tour de force de amenaza paranoica y comedia absurda, en la cual los muertos ofrecen consejos comerciales, compran su siguiente reencarnación y corren el riesgo continuo de volver a morir.
Ubik es probablemente la obra más irónica y divertida de Philip K. Dick.

Argumento.
La advertencia que recientemente se está volviendo común es esta: procura no leer lo de la contraportada, lector/a constante pues, puede revelar cosillas interesantes (más no fundamentales), de la trama. Que te baste con leer únicamente lo que estoy dejando sin “señalar”.
Ahora bien, la obra tiene un género curioso, ficción paranoica. En wikipedia la definen, más o menos así (ojo, aquí voy a parafrasear): obras en las que se cuestiona la realidad, ya sea al señalar conspiraciones y juegos de poder de la gente con grandes cargos (políticos, lideres, empresarios), siendo estos agentes externos o a través de la enfermedad mental, siendo este un factor interno. Es así que nuestros personajes, se cuestionaran la realidad y lo que hay en ella.
Ahora bien, en otros sitios, encontré una definición un tanto diferente (nuevamente, parafraseando): una obra en la que todos los personajes descritos pueden ser los culpables (tu típica obra de misterio o thriller de las películas).
Bien, Ubik puede entregar perfectamente en esas dos definiciones del género, al que alguien dice, pertenece la novela. Y creo que esto define perfectamente de que trata la obra. La primera mitad del libro se ciñe a investigar quien es un culpable o una posible amenaza. La segunda mitad gira en torno a entender quien o que está detrás de todo. Y este comentario, créeme lector/a constante, es menos revelador que la contraportada.
Ahora bien, en apariencia tendremos en segunda instancia las invenciones pertinentes a la ciencia ficción (tales como: la semivida, gente con talentos psíquicos a los que simplemente llaman psi y los irreales y tortuosos avances tecnológicos de este mundo. Por este comentario, ya me debes 5 centavos). El meollo del asunto aquí es que no es así pues, gracias a toda esta ficción e ideación del autor, es que podemos tener el cuerpo de la obra. Vamos a ponerlo así, sin la ciencia ficción creada por Dick en esta obra, no tendríamos básicamente ¾ partes de la novela. Pero es gracias a todos estos detalles de ciencia ficción, que la novela adquiere su forma.
En resumen, tendrás entre tus manos con Ubik, una novela de ciencia ficción que al crear este mundo y medianamente explicarte como funciona, te arrojara a un misterio/thriller/suspenso que girara en torno a los misterios del mismo mundo de ficción y al destino de sus personajes.

Personajes.
Ya que tocamos este escabroso tema, hay muchísimos, pero realmente nuestros protagonistas son dos: Glen Runciter y Joe Chip. Y esto es muy importante, que sean protagonistas no significa que sean imprescindibles o que jueguen un papel vital en la trama, al menos a nivel de estructura, obviamente de narración sí que son de peso, pues ellos son a quienes acompañaremos, la mayor parte del tiempo en la historia.
Runciter es el jefe de Joe. Tiene una esposa criogenizada que lleva años danzando en la sombra que es la semivida. Es líder de una compañía que tiene como objetivo garantizar a sus usuarios que ningún tipo con talentos particulares se meta en su vida o asuntos. Ya que esta gente puede hacerlo al implantarte ideas, leer tu mente o directamente manipularte de forma descarada. Bajo esta premisa hay otras empresas o compañías que dan los mismos servicios, y obviamente como en cualquier ficción o realidad, esta competencia suele ser desleal y mordaz. Todo eso es lo referente al personaje a grandes rasgos, en cuanto a su personalidad, Runciter es un hombre que demuestra tener el vigor y voluntad para dirigir una compañía de renombre y gran prestigio, tanto entre la competencia como entre el vulgo. Es un hombre de carácter fuerte, pero no por eso está peleado con tener un, si bien tal vez no un corazón de oro, si tener la suficiente empatía y humanidad para preocuparse y cuidar de su gente, ya sea su esposa o sus empleados. Runciter es algo así como un co protagonista, y aun así eso no le resta merito. Es gracias a sus capítulos que entenderemos muchas cosas sobre el mundo de ciencia ficción que Dick imagino, así como también veremos una de las dos particulares visiones de cómo se ve este mundo, en este caso desde la perspectiva de un hombre con poder (monetario, principalmente) y todo lo que eso implica. Me parece un personaje bien construido basado en algunos arquetipos, como el del clásico empresario o líder de un imperio, acostumbrado a ordenar, fatigado de la misma mierda y desconfiando de cualquiera que no le sea familiar, pero, también tiene variantes refrescantes como esa humanidad cálida que se manifiesta en las interacciones con su esposa o sus subordinados.
Nuestro protagonista indiscutible es Joe Chip. Técnico y hombre de confianza de Runciter. Sus funciones son variadas, centrándose principalmente en evaluar a los talentos que le envíen, señalando y delimitando las capacidades de sus habilidades así como señalando que tan de fiar pueden ser estos “fichajes” a nivel personal. Su otra función va de la mano de la primera, básicamente por medio de instrumentos técnicos, puede descifrar y encontrar en un cierto radio, si hay psi abusando o usando sus poderes. Joe es nuestro personaje típico que embonaría perfectamente en la novela negra, de no ser que no tiene ese talante de perdedor o torturado. Lleva una vida difícil dado que no sabe administrar el dinero, y en un universo donde abrir la puerta de tu casa cuesta 5 centavos, es una situación difícil de llevar. Es además, un personaje de lo más curioso y con diversos cambios de ánimo, básicamente podríamos decir que es un inestable de primera, pero no ese absurdo cliché del que, negativamente, no sabes que esperar, sino mas bien en el sentido de que puede pasar perfectamente del negativismo a un liderazgo sagaz y aplastante, para decaer en un episodio depresivo severo. La palabra aquí es que el fluctúa en todos los radios de las emociones. Si algo tengo que reconocer, es que pese a lo “irreal” o “incoherente” de este personaje, en cuanto a su manera de actuar ante todas las situaciones que tendrá presentes, tiene algo que realmente te atrapa y hace que te lo creas. Creo que justamente, todos estos cambios lo hacen humano y plausible en este mundo y en el ficticio. Personalmente no llega a cansar, pero sí que sorprende que vaya de una esquina a otra en cuanto a sus emociones.

Hay más personajes, muchos más, sin embargo, ninguno llega a ser tan importante como estos dos. Eso no hace que carezcan de sentido en la novela, ya que en su mayoría, Dick los utiliza para señalarnos cosas de este universo. Desde cómo es que funciona, como con Ella (la esposa de Runciter) y la semivida, las maravillas que en él se encuentran, como la psi Pat y sus increíbles poderes, o simplemente para lanzar a bocajarro las consecuencias de vivir en un lugar así, como se ve con diversos personajes del equipo. Agregaría que aquí no sugiero que se preste tanta atención a los personajes, sino a los roles que desempeñan y como van cambiando a lo largo de la obra. Es una forma de dar los giros de una manera calculada y de escuela, por lo menos.

Estilo.
Ubik es una novela narrada en primera persona que cambia constantemente de personajes a los que seguimos. Se centra esencialmente, como señale antes, en Joe y Runciter, pero eso no exime de que por momentos otros personajes secundarios tengan su propio capitulo o lo compartan con alguno de los dos principales. El estilo de narrativa en ningún momento se modifica y eso me agrada, pues es gracias a esto que podemos sumergirnos de una forma más clara y grata, tanto en la trama como en el mundo que se nos presenta.

Nunca antes había leído a Dick, es lo que muchas veces nos sucede, es un clásico “algún día”. Siempre me intereso su visión pues tuve la oportunidad de ver algunos de sus trabajos en adaptaciones, pero en ningún momento había puesto los ojos en un trabajo suyo. Lo que puedo decir, sin duda, es que este es uno de los mejores libros que he leído en este año (y estamos en febrero), a su vez también tengo que expresar que para mí, Dick y su narrativa han sido una grata revelación en mi vida. El manejo del lenguaje que hace el autor en casi todo momento es claro, exceptuando las explicaciones de ciencia y no es que sean confusas, es que simplemente se trata de datos y formulas, no mayores a un párrafo, que explican como funciona tal o cual cosa. Esto me parece adecuado, pero no olvidemos que es ficción. Como sustento está bien, para la inmersión, como teoría obviamente algo le falta o ya estaríamos navegando la semivida. En cuanto a su forma de narrar, me parece algo sumamente exquisito. Es claro al decirte que observa, piensa o siente cada personaje, y aunque da más bien descripciones escuetas, eso no le resta valor a los momentos de peso y como son narrados. Y es que esto es otra cosa, lo que te narra te atrapa enseguida. Sí, lenguaje y narrativa son buenos, pero la historia que te cuenta te atrapa enseguida. Me encontré en varias ocasiones tan interesado o adentrado en la novela, que más de una vez me desvié de lo que hacía o hacía donde iba. Y eso, hoy en día y en un lugar tan ruidoso y ajetreado como mi ciudad, dice muchísimo de la magia de esta obra.

La maquetación es la habitual de la tapa blanda y tamaño promedio. La obra se divide en 17 capítulos/partes, las primeras 16 se abren con un “comercial” de que es Ubik y que no olvidemos usarlo siempre como se recomienda, porque así no es letal/peligroso/nocivo. El inciso 17 es, por lo menos, peculiar. Cada capítulo oscila entre 10 a 20 páginas lo que facilita la lectura, ya sea para iniciarla o retomarla. En la primera mitad del libro, la edición en los textos está muy cuidada. Cursivas para los pensamientos, negritas para resaltar palabras clave, guiones empleados a la usanza establecida. Sin embargo, por la segunda mitad hay momentos en los que pierde este cuidado y ya no hay cursivas, o se olvidan en la imprenta los guiones. Fuera de este detalle, no considero tenga algo más que resaltar el formato de la obra. Finalmente, debo señalar que este es otro libro que pedí prestado en la biblioteca Vasconcelos, y aunque la edición es la más reciente, me parece grato decir que se encuentra en perfectas condiciones para llevar unos 6 años paseando por el mundo, y ve tu a saber, querido lector/a constante, por quien sabe cuántas manos.

Desarrollo.
El principio que funge el papel de introducción de mundo, tecnología y personajes está perfectamente llevado. Tiene un buen ritmo al momento de ser narrado, ya que en ningún momento te pierdes en el camino, ni con los personajes ni con la tecnología o la situación social de actualidad. Aunque he de admitir que esta es la parte más floja argumentalmente (pues yo no leí la contraportada, por ejemplo), eso no le quita el merito de cumplir a la perfección su papel de llevarnos con emoción de la mano hasta el nudo/clímax/desarrollo.

Y es que es en la mitad del libro (narrativamente hablando), donde todo lo bueno sucede. Aunque al principio ya se señalan algunos misterios, es aquí donde realmente jugaran un papel crucial y harán que todo de un giro y sorprenda en más de una ocasión. En ningún momento se pierde el ritmo ni la narrativa pierde calidad. Por el contrario, creo que es aquí donde Dick brilla con mayor intensidad y donde nos prueba que esto es solo un poco de lo que puede hacer. Esta es la mejor parte del libro. Donde se identifica el lector con los personajes, donde formamos parte de los misterios y queremos llegar a una conclusión tanto como los personajes.

El desenlace es, cuanto menos, peculiar. Se nos presenta el escenario casi al “principio del fin”. Esto es una jugada curiosa pues, finalmente: ¿qué sentido tiene querer llegar al final si ya nos lo “contaron? Muy simple, ver todo el proceso que nos lleva hasta allí y recordar, que aunque todo suene sumamente lógico, al final de cuentas es una hipótesis de lo que podría ser. Me parece bien llevado, tanto en la narración, el desarrollo así como el penúltimo párrafo. Porque, aunque en ningún momento me dio la impresión que el autor quisiera que esto fuera una novela policíaca o de método para que nos tuviera comiéndonos las uñas, ese final, es un giro de tuerca que no vi venir. Y es que este es el detalle. Muchas cosas las iras deduciendo a lo largo de la lectura, y eso no quita que sean buenos giros. Pero el párrafo final de la ultima pagina… bueno, es lo mejor y peor de toda la novela, sin duda.

Recomendación.
La advertencia sería simple. Para adolescentes, o sea de 12 en adelante. Principalmente porque no creo que puedas atrapar a un niño, tanto por los temas que trata como por la forma en que son presentados. Y eso no es malo, simplemente, hay que reconocer que no toda la literatura, por buena que sea, gustara a todo público. Curiosamente, las distopias clásicas, por ejemplo, creo que podrían ser más interesantes para un menor. Aunque se mencionan brevemente o señalan, temas sensibles, no hay nada explicito de cuidado. Únicamente sugeriría “estar al pendiente”, dado que hay temas que pueden arrojar al lector a cuestionarse algunas cuantas cosas. Y este tipo de oportunidades, las que nos arrojan a cuestionar/indagar/pensar, más que tenerles cuidado, hay que fomentarlas.

Creo que esta es una obra fundamental para cualquier amante de la ciencia ficción, sin dudarlo la recomendaría como la primera en la lista. Es ligera, se disfruta mucho, te lleva amablemente por un mundo similar al muestro pero radicalmente distinto y todo eso a través de una voz narrativa que se siente grata y honesta.
Por otro lado, esta parte de la ficción paranoide, también la deja en un puesto muy alto. Es sin duda un género que ha despertado mi interés, y que creo que a cualquiera que le guste vagamente poner en duda las cosas, o este estilo de pensamiento en la novela, le gustara.
Anexándose al punto anterior, si la policiaca o la negra te gusta, esta novela te encantara.
También debo decir, uniéndolo al punto anterior, que el toque de misterio y especulación que tiene la trama se disfruta muchísimo. No es el hilo negro de la novela de misterio o es un giro de tuerca increíble, y con eso, no deja de ser increíble. Déjame plantearlo así: si ves por dónde van los tiros, te sentirás un genio. Si lo vas descubriendo junto a los personajes, te sentirás encantado. Es un ganar - ganar.

Finalmente, si lo tuyo definitivamente no es la ciencia ficción o esas obras con un toque claro de fantasía, pues no te va a gustar. A la ve, si esperas que todo se te esplique y se te dé en las manos (como en las buenas novelas de Sherlock o Poirot), tampoco será de tu agrado, y en este sentido, el comentario va de principio a fin de la obra.

4 de 5 Kai´s posibles o un 8.5 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva Ubik de Philip Kindred Dick. Una increíble novela de misterio, ciencia ficción y que hasta el final te empujara a cuestionar todo.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.