Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Propósitos de este 2012: Revisión.

Ahora, última entrada del año, haremos una revisión y balance de si cumplí o no mis propósitos (letristicos y bloggisticos) de este año que se va.

Espero que esto se publique mientras no estoy, de no ser así, ya tengo la primer entrada del año entrante.

¡Ahora un vil copiar y pegar!

-Acabar la pista de baile del diablo.
-Retomar y mejorar no me olvides.
-Mínimo que cada mes tenga una entrada relevante a mis letras.
-Tener en algún momento entradas de relleno emocionales sobre mi vida (allá vamos putillas busca atención).
-Retomar cancionero (no en vano el reproductor que tiene el blog consta de más de 7 canciones).
-Hacer los 30 días de letras este año y hacer un claro balance de mi vida (solo como plus).
-Darle vida el tiempo justo y necesario a la historia-antiguo reto de aunque tome toda una vida.
-Meterme a algún curso de redacción (vital).
-Buscarme algún taller relacionado a la creación literaria y obviamente acudir a la madre esa.
-Mejorar mi escritura. No solo en la manera de expresar ideas, sino en cosas como la ortografía o puntuación. Esto ya sea a base de leer y cagarla… o instruyéndome en algún lugar.
-Más historias para el blog nuevas.
-Colar algún ensayo que tengo por ahí y hacer otros a su vez (o reflexiones… total no faltara quien lo veo como lo mismo).
-Seguir en este bello “anonimato” de la mayoría de mis conocidos (la primer regla de mi blog es que aunque todos lo ven, no todos son invitados a leer en el).
-Dejar de lado la pereza y flojera para escribir más y ser mejor escritor a la vez.

Ahora bien, desmenuzaremos estas líneas e iremos analizando (así es amig@ lector, toma mi mano y ¡Embarquémonos en este viaje!) si logre o no mis metas de este año viejo.

 Acabar la pista de Baile del Diablo. Eso no lo hice, así que punto menos.
 Retomar y mejorar No me olvides. Intente hacerlo… no pase de la pagina 5. Tache para mí.
 Cada vez una entrada al blog relevante a las letras. Pues no lo hice en enero… así que carita triste para su servidor =/.
 Entradas de relleno emocionales. Eso si paso, caray, mi primer punto a favor y no me agrada del todo.
 Retomar cancionero. No sucedió. Me está llevando el carajito…
 Hacer los 30 días de letras. Eso si lo hice, palomita para mí.
 Darle vida (la justa y necesaria) a la historia Aunque tome toda una vida. Esta es ambivalente, por un lado tire mucho la hueva, pero la volví un proyecto importante. Solo porque pesa más su importancia, me la doy por buena.
 Meterme a un curso de redacción. No lo hice, cero para mí.
 Buscarme un taller de creación y acudir a él. Esto si lo hice… al menos la búsqueda. La primera vez se me paso la fecha (… puta madre) y la 2da vez encontré una carrera llamada así, en la universidad de la ciudad de México… la cual está en paro… me la doy por mala, por rendirme.
 Mejorar la escritura. No es con presunción que diré esto, pero creo que lo estoy logrando. Gracias a quienes me hacen el favor de señalar mis errores, a que trato de fijarme más en lo que leo y en como la cago… es un camino largo, pero, que no he dejado de andar.
 Más historias para el blog y nuevas. Eso no paso, hice más reflexiones/ensayos. Contaría en parte si tomamos en cuenta que mantuve con vida la historia de piratas… supongo que por default o cercanía, se puede dar por buena.
 Hacer ensayos/reflexiones nuevos y publicar los viejos. Hecho, abejita para Kai.
 Mantener el bajo perfil. Hecho.
 Dejar de lado la pereza para mejorar como escritor y a la vez “trabajar más”. Esto es a medias. Siento que es natural mejorar (en el fondo soy muy positivo), pero, no le eche tantas ganas y claramente mi índice de “creaciones” no despunto.

Vaya, hasta ahora que he terminado de leer y “puntuar” esto, me doy cuenta que son 14 objetivos. Yo al ir escribiendo sentí que había más taches que palomas… y aun así, es un empate. 7-7 quedaron los marcadores… de modo que no me fue tan mal como sospechaba.

Bueno, esto me hace sentir genial, quiere decir que no voy por tan mal camino, pero, ya llego la hora de tomarse esto más enserio y sobre todo, de trabajar en ello.

Aparentemente fue un buen año, para mí en cuanto a las letras y mis propósitos de año letristicos.

Bien, este es el párrafo de cierre. Así que me despediré deseándole a todo el que lea esto que se lo pase de maravilla. Que este año nos brinde retos que nos empujen a crecer y a ir para delante. Que algunas de nuestras metas se hagan realidad y soñemos cosas más grandes (por eso no todo se hará realidad). Pero lo más importante, que este año, tú que estás leyendo, yo que escribo y todos en general, podamos ser más felices y vivir una vida bella y digna (lo sé, soy un tonto sentimental). Espero que este año viejo haya sido una gran experiencia para ti querid@ lector y bueno…felices fiestas.

Nos leemos el año que entra, se despide su intento de clown, Kaifan.

sábado, 29 de diciembre de 2012

De transmitir ideas y falacias de escritores.


La penúltima entrada del mes, y del año (doblete). Esta todavía abarcara las letras, la siguiente será una mirada retrospectiva a mi vida (coprotagonizando con las letras). Así que mientras todavía podemos, disfrutemos de este viaje ¿De acuerdo?

Hace poco, unas horas de hecho, leía un artículo de un ex profesor mío de la carrera que hablaba sobre la comunicación y la vida social. No lo leí todo, porque soy un pesado y huevón honestamente, pero, el articulo trataba a grandes rasgos acerca de la importancia de esta (muy brevemente hablado) y de que exploraría (algunos factores de la comunicación, en este caso del lenguaje no verbal y del comunicador)… pero bueno, eso es irme por las ramas.

El detalle es que, en una pequeña síntesis que logre hacer entre párrafos (y desvíos mentales de lo que estaba leyendo), llegue a una conclusión muy simple, todo a raíz de una pregunta no tan profunda.

¿Para qué necesita uno comunicarse? Pues, para transmitir una idea o un mensaje.

Sé que no hablo de una revelación realmente o de algo que ignorásemos, pero, creo que en justa medida hablare de algo que a veces gustamos de pasar por alto.

En el ámbito de la escritura, la mayor esperanza del que escribe sin duda alguna es ser leído, es poder transmitir sus ideas. Muchas veces la gente dice cosas como “yo escribo lo que a mí me pega la gana, no me importa si gusta a los demás o no” o también ondas tipo “Escribo lo que quiero, es un plus si alguien más lo lee”.

Ahora, respira profundo lector paciente, mírate en el reflejo de tu pantalla y piensa ¿Entonces pa que chingados muestran lo que hacen?

De verdad, si solo escribes para ti, te tengo noticias, puedes hacer un diario y en el escribes lo que quieras de manera intima, confidencial y muy a tu puto gusto. También están las redes sociales, para mostrar esas ideas tan anárquicas (pfff… que risa me da) de que haces lo que quieres.

Y separemos las hipocresías, los infantilismos y las pendejadas de la realidad, por favor.

Uno escribe porque quiere y lo que quiere, eso es verdad. Pero, si tus letras salen al mundo es porque deseas que te lean.

Cuando alguien esgrime el argumento de “no me importa que me lean”, yo por ejemplo, pienso automáticamente que se trata de un pobre tonto. Imagínate, vender la mentira a los demás es malo, pero que tú te la quieras tragar a huevo… es un acto de locura.

Todos queremos ser leídos. Pero ese fin, no justificara que rebajemos nuestros estándares o que hagamos cosas impensables para lograrlo.

Es aquí donde quisiera señalar un punto de ruptura: tener el deseo de ser leído no es malo, por las razones apropiadas.
Aquí en este quiebre solo hay que notar, que las razones apropiadas a veces son lugares comunes para todos: no cambiar tus ideas originales, no venderte, no prostituirte, no cegarte por la fama o el deseo, ser tu mismo, respetar tu trabajo, respetar el de los demás, etc, etc. Y claro, todo varía dependiendo de cada persona (hay gente que seguro jamás dejaría de ser “autentica” pero vendería a su madre a la menor oferta), cual debe de ser.

Ahora, es natural querer ser leído (ya, olvidemos de esos farsantes que “les da igual”), mientras mantengamos nuestros estándares de calidad o de originalidad. Eso de hecho es algo bueno. Seamos prácticos ¿De qué manera en el mundo de la escritura, sería malo que te leyeran?

Más claro no puedo ser… al menos no sin recurrir a insultos y a lo más bajo (y delicioso) de mi persona.

Ahora bien, queremos ser leídos, porque tenemos un mensaje, una idea que deseamos transmitir. No se trata de algo de paz o verdaderamente significativo y revolucionario siempre, pero no importa, aun así queremos tocar a otras personas a través de nuestras palaras plasmadas en párrafos. Es lo más natural y hermoso del mundo.

Por eso es que empecé con esa cháchara de la comunicación, porque de eso se trata, de comunicar un mensaje. No todo tiene que ser profundo y eso no lo hace malo o sobrante, en la vida también hay momentos para entretenerse y divertirse. En la otra mano, no olvidemos que al final cada cual le da su enfoque a las cosas, lo que para mí es trivial a otra persona le puede cambiar la vida.

Por eso amigo/a lector/a y compañera/o escritora/o no niegues jamás que quieres ser leído, de verdad que no lo hagas, simplemente ensucias tu alma, es como si escupieras a tu rostro o dijeras que no vales nada y eso, eso no es verdad.

Una vez leí que realmente, no es que uno tenga miedo al amor o a ser amado, sino que realmente lo que detenía a las personas era un miedo muy simple: el miedo de creer que no son dignos de ser amados.

No permitamos que eso nos pase, no suframos esa treta ilógica de “creer que no somos dignos de ser leídos”. Todos por malos o mejores que seamos, podemos y seremos leídos, así es la vida, esa es su belleza. Y si nos esmeramos puede que hasta nos lean más de lo que pensamos.

Esa es la verdad, todos tenemos historias que contar, y todos tenemos a alguien que las leerá o las escuchara, así que sacudamos esos miedos y esas mentiras, para así, poder transmitir nuestras ideas y narrar nuestras historias.

Caray, en el fondo soy un poeta eh… como sea, eso es todo por esta entrada, se despide como siempre su clown, y amigo Kaifan.

martes, 18 de diciembre de 2012

Lectores Beta

Fiel compañía: Lectores Beta.


Bueno una entrada más de los apuntes de escritor novel que he venido barajeando en mi mente desde hace dos semanas. Todo a raíz, como siempre, de mi experiencia por este mundo y de las más fieles y excelentes compañías.

En pocas letras, un lector beta (beta-reader) es una persona a la que le pasamos un trabajo (completo o incompleto) y el nos da una crítica, nos hace correcciones y señala fallos en general en nuestro trabajo. Digo, es breve y burdo porque, habrá mejores definiciones en internet y dudo que haya alguien que no esté familiarizado (por lo menos vagamente) con el tema en cuestión… y como dije, hay internet.

No todo está en intenet tampoco, por ejemplo, la o las personas que nos ayudan en esta tarea de leer no siempre estarán papaloteando por allí en la red. No, hay que buscar amigos leales, dedicados y pacientes para esto.

Porque es crucial en este mundillo de letras.

Ahora bien, como acotación, no es indispensable. Uno puede leer su trabajo una y otra vez y corregir comas, la ortografía, mejorar diálogos, vaya, hacerlo una jodida joya. Y así suele ser, lo que hacemos nos parece hermoso, pero, puede que no lo sea.

Es ahí donde radica la importancia de que otros ojos vean nuestro trabajo y aporten otro punto de vista para ampliar el horizonte.

No es indispensable que alguien más lea nuestro trabajo, por supuesto que no. La realidad es que es una gran herramienta para mejorar la calidad de nuestras obras, y quizá para enterarnos realmente de hacía donde estamos apuntando con lo que hacemos. Como dije, todo se trata de ampliar nuestra visión a través de pequeños destellos de la de los demás.

Ahora esto no es una regla o un absoluto de ninguna manera, pero, pienso que por lo menos debemos tener con nosotros de uno a cuatro lectores beta. Todos con características comunes, pero orientados hacía “un punto” en concreto.

Para empezar, es vital que esa persona que nos haga el honor y favor de leer tenga entre estas cualidades: Paciencia, el gusto por la lectura, un punto de vista crítico y objetivo (vaya, lo más que se pueda), flexible en cuanto a sus ideas, que sea honesto, que tenga tacto (por aquello de que seamos sensibles) y que tenga la mente abierta para leer de todo.

Eso es un poquito una base, porque bueno, es un poquito el requerimiento y aunque suene algo evidente, a veces, dejamos pasar estos detalles, por eso creo que más que redundar, estoy cumpliendo una labor de recordarnos estos pequeños detalles.

Ahora, como exponía en renglones más arriba, una cantidad ideal de lectores beta para mí son cuatro, pues a cada uno se le puede asignar un deber. Y ojo, esto no significa que así sea realmente, o sea que yo les diga a mis amigos que me hacen el favor que se fijen en X o Y detalle, no. Se trata más bien de haberme dado cuenta de en qué cosas o detalles se fijan, en que cosas me sancionan o me llaman la atención para hacer estos parámetros. Esa es en gran parte la magia de esto, por eso, solo me centro en cuatros aspectos, pero como decía, un solo lector beta ya ayuda bastante (aunque si son uno o dos más, pues es mejor).

En mi caso el primer punto es un colega que me señale mis faltas de ortografía. Eso es crucial porque el tener una buena ortografía no solo se trata de acentuar o de evitar los errores, sino que también puede contribuir a mejorar la narrativa y manejar los tiempos de la narrativa mejor. Eso es vital, alguien que señale estos errores. Para mejorar tanto lo que hacemos como nosotros, porque el lenguaje escrito es fundamental.

En segunda instancia se trata de alguien que te de la opinión más honesta que pueda, pero que sea conocedora de tus trabajos anteriores, que exista cierto seguimiento en lo que haces y que tenga una buena idea de lo que estas escribiendo. En pocas letras, alguien que haya leído varios de tus trabajos, y que sepa medianamente en que categoría te mueves (por ejemplo, si escribes fantasía que si conozco o haya leído algo y le agrade). Esto sirve para que nos mantengamos dentro de los estándares (si ese es el plan) o que al “innovar” no parezca incoherente, y como ya nos sigue un poco la huella, podrá señalar en que cosas mejoramos, señalar errores comunes o incluso aplaudir aciertos que mantengamos con el paso del tiempo. Y desde luego es fundamental que esta persona tenga la apertura a ser cuestionada por el autor, digo, como todo en esta vida, es opcional.

En tercera instancia, esta esa persona que te lea, te siga o no, pero esto es algo crucial: que te de opiniones crudas y no esté muy adentrada al tema. Esto sonara fuera de lugar podemos pensar, pero no del todo. Parte de ampliar nuestro criterio y nuestro punto de vista influye en esto. Que te lea alguien que no esté familiarizado con el tema (otra vez por ejemplo, la fantasía) permitirá que se percate un poco más en los errores de tus ideas, de tu narrativa y similares. Esto ayuda mucho a estructurar y desde luego a que sea ameno nuestro trabajo, ya que lograr que alguien mantenga el interés, aunque no sea de su agrado el género, bueno, es duro.

Por último y no menos importante, alguien que haga una crítica solo sobre la trama, los personajes y como se desarrollan ellos y el desenvolvimiento en su entorno. Esto sigue siendo en pro de mantener la coherencia de lo escrito y además que sea algo serio sin importar que escribamos. Es muy útil porque finalmente siempre se pueden hacer correcciones o delinear lo que se hará a futuro.

Obviamente como dije más arriba, no es algo que sepan todos los que nos leen o que solo se dediquen a eso. Normalmente, uno sustrae eso, y por uno me refiero a los que escriben y reciben la crítica. Digo, finalmente todo mundo comenta de lo que más le llamó la atención se centra en ciertos detalles y demás, hay de todo, obviamente. Pero hay puntos en los que cada uno resalta o que incluso a veces, accede a responder sobre ciertos tópicos.

Y claro que los que nos leen son fiel compañía. Quería verme muy mamón inventando un titulo creativo y lleno de ingenio y referencias, pero al final opte por algo más honesto y sencillo. Pues realmente, el que alguien te de una mano en esta tarea a veces solitaria que es el escribir, es un tesoro.

Nos leeremos pronto y pues anticipadamente, pásenselo chido en este mes, que finalmente pareciera que diciembre es el fin de semana de los meses.

Se despide, su querido Kaifan.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Esa extraña dualidad vacío-satisfacción.

Ahora lo entiendo. Cuando la gente en general, dentro o fuera del internet, dice que esta aburrida, que no tiene nada que hacer, que parece que todo pierde sentido. No se trata simple y llanamente de una depresión, de que la persona sea ciega y no vea todas las posibilidades que tiene o más…

Es sencillo realmente, se trata de que las cosas que le gusta hacer, ya no las puede llevar a cabo.

Ya sea porque ya termino, porque se quedo en un punto muerto o por las razones que se quieran, ese es el detalle.

No es que no se tenga que hacer, sino que, lo que se ama, ya se hizo o se tiene que esperar.

Así me siento ahora, hace poco termine un capitulo de “aunque tome toda una vida” de más de doce hojas. Tal vez no sea mucho equiparándolo a los grandes autores, pero para el escrito y como lo he venido manejando sí. No solo eso, también he de señalar el hecho de que intente y probé varios trucos nuevos (porque soy un perro relativamente joven, diría una amiga mía) en la narración, las descripciones y los diálogos y me dejo, jodidamente satisfecho.

Como este mundo es vacio y estúpidamente ciego, para que se entienda a que me refiero, la sensación de satisfacción que he experimentado es igual a tener un delicioso orgasmo. No me gusta la idea ni como la expreso, pero me temo que solo así se podría más o menos entender el placer que me da esto. Y si, hoy tengo una actitud presuntuosa.

Tengo bien presente que me gustan muchas cosas en la vida, pero, pocas veces he podido experimentar un placer así. Y esta vez hablo de todas las esferas y logros de mi vida. Y no menosprecio mis triunfos estudiantiles o de vida, pero, curiosamente si algo tengo claro, es que no cualquiera escribe, y que menos, no cualquiera escribe lo que quiere o como quiere.

Y yo si lo hago, como quiero y me encanta.

Pero bueno. Todo este choro lo dedique al hecho de esa sensación de “vacio” que estoy experimentando ahorita.

Llevo dos días que prendo mi laptop y me quedo sin ganas de nada, salvo checar rápido las redes sociales de moda y obligadas y meterme a leer mis gags visuales de cabecera. Y me siento desganado, sin entusiasmo (si, curioso tomando en cuenta que hablamos de actividades que no requieren mucho esfuerzo) como si todo fuera triste o… vacio (dah).

Y es simple. Después de esa gran satisfacción de hacer este maravilloso capitulo (no digo que sea el mejor, pero como nuestros hijos o logros, para mi es grande y genial) y de que tengo que esbozar mentalmente el siguiente paso de esta historia (y llenarme de ganas y sentarme a escribir), ahora que no lo hago, que estoy a la espera… me siento vacio.

Porque tengo que escribir más. Porque me lo exige, porque lo necesito y porque todo.

Al fin lo entiendo y no deja de ser interesante que apenas ahora lo entienda. Sera supongo, porque en este año me he dado cuenta de que tanto amo las letras (y todas sus formas y artes) y lo importantes que son para mí. Quizá porque estoy madurando más o simplemente, porque soy un pinche loco.

Supongo que es lo último, más tirándole a raro y extraño que a extravagante y sofisticado. He aprendido a vivir con eso, no por fuerza, sino porque me encanta.

Bueno, como sea, ahora lo entiendo.

Finalmente (curioso, siempre que hay un “finalmente” no es el final, al menos en mis letras), solo quisiera señalar querid@ y paciente lect@r que si tú haces algo que te gusta. Lo hagas siempre, jamás lo dejes.

Sé que en estos tiempos de crisis y mierda (que llevan yo creo desde toda nuestra vida y las de nuestros tatarabuelos y seguramente la tendrán que aguantar nuestros descendientes) suena inverosímil y hasta ingenuo (o pendejo, lo que más guste y menos ofenda), pero, siempre debe haber un espacio para hacer lo que amamos, sobre todo si se trata de un arte sublime (elige el que quieras, la mayoría del arte así es, hermosa por si sola).

Para que podamos resanar esos huecos en nuestra alma, esos vacios raros de nuestras vidas, para que podamos vivir.

Al fin lo entiendo, y es fantástico.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Aunque tome toda una vida - Capitulo Tres.

Capitulo Tres: Confianza.



El filibustero salió a su encuentro con el apostador. Su camarada de futuras trastadas y viajes estaba tranquilo fumando un poco de tabaco que aparentemente él había liado con sus propias garras.
El tahúr expulso lenta y elegantemente el humo de su tabaco por las fosas nasales. Estaba tan calmado y parecía tan alegre como siempre. Era raro tomando en cuenta que hacia menos de dos minutos había puesto al límite la voluntad de un joven que, sin duda alguna, a la menor oportunidad trataría de calcinarle su lengua y el rostro.

—Todo bien ¿Verdad amici? —pregunto el hombre que confiaba en su suerte.
—Me preocupa el viaje que haremos. Temo que gracias a tu evidente habilidad para hacer enemigos, la travesía sea más larga y pesada de lo que esperamos.
—Bueno, no deberías preocuparte de lo que aun no ha sucedido— exhalo un par de bocanadas de humo en forma de círculos.
—Me temo que si no me preocupo yo, nadie más lo hará—puntualizo.
—Por favor, de haber sabido que ya viajaba con una mujer— Donovan señalo a Flogging con su cigarro sonriendo burlonamente— nos pudimos haber evitado todos los problemas y preguntas de hace unos minutos.
—No me agrada tu tono. No me ofende la comparación —la voz del filibustero sonaba como una sutil amenaza—, lo que me preocupa, es viajar con gente que no es lo suficientemente precavida. No he sobrevivido en esta “labor” solo por suerte.
—Yo tampoco aunque no lo creas— el jugador lo dijo con un tono fastidiado, como el que usa justamente la gente que está harta de ser subestimada—. No te contare mentiras sobre mis habilidades para pelear o para disparar una pistola, pero, si te soy sincero, soy más que una cara bonita que va por el mundo acostándose con mujercitas ingenuas, embaucando a viejos idiotas y aprovechándome de los imbéciles en general. Del mismo modo se que tu tampoco eres llamado dedos de oro por tu habilidad con la espada, para el robo o la pelea a puños limpios. Sé que tú tampoco eres un mercenario marino a sueldo más. Así que me gustaría que nos tratáramos con el “profesionalismo” que merecemos, no te mentiré, me gusta llevar las cosas de manera cordial, tener un trato agradable y divertirme. No te ganaría sin duda alguna en combate si me pusieras bajo esa prueba, pero tampoco creas que no me atrevería a responder. No confundas mi cortesía —Donovan miro a los ojos a Flogging y le regalo una sonrisa de piedra—, con debilidad de carácter ¿Quieres? — el discurso finalizo al mismo tiempo que le posaba una mano en el hombro a su colega.
—Hasta que no me demuestres lo contrario—lentamente hizo a un lado la mano de su compañero—, me temo que tendré que poner en duda tus habilidades. No te lo tomes personal, pero es la manera en que me gano la vida.

La mirada que había hecho Donovan, la sonrisa, el tono de voz y la pose eran un claro ejemplo de un tipo que sabía que su palabra valía mucho y se ejecutaba a la orden. Era la manera en que una persona de carácter noble o de alto rango se dirigía a los demás.
En el acto todo eso pareció un vil teatro al momento que los ojos color miel del filibustero se clavaron en los del apostador. Lo que en ellos se leía no era la dureza de una actuación bien ensayada y perfeccionada con la práctica, nada de eso. En esos ojos Donovan observo un temple inquebrantable, como una voluntad y firmeza que prevalecería aunque costara la vida llevar a cabo la tarea.

Ese tipo de mirada ya se la había encontrado antes, es más, sin duda el también la había tenido recubriendo sus ojos. Se le solía ver en tres tipos de personas, o al menos, era en ese tipo de gente en que el tahúr la identificaba: en las personas que se jugaban la vida tratando de sobrevivir a la muerte en una de sus múltiples facetas, a los que amaban de una manera tan intensa que estaban dispuestos a retar al destino y a los desgraciados que creían que ya no tenían nada que perder.

En ese instante, el se preguntaba mientras observaba esos ojos color miel, a cuál de las tres opciones pertenecía el sujeto con el que forjo su alianza.

—Te compro tu idea—suspiro—, solo porque leo en tu mirada… honestidad—dijo despacio, tratando de medir la reacción de dedos ante esa palabra y el claro tono de duda y falsedad con que la pronuncio.
—No quisiera cuidar mi espalda de ti también —sorprendentemente, Flogging se relajo al decir eso—. Ya tendremos bastante de que preocuparnos en el viaje y quisiera poder utilizar tus servicios en el futuro, del modo en que ahora usas los míos en el presente.
—Ya me parecía demasiado hermoso para ser verdad—Donovan sonrió aliviado también—. Por un momento creí que estábamos a punto de darnos la mano en señal de amistad— dijo irónico.
—Me gusta ser claro—respondió secamente mientras arqueaba su ceja derecha—. Es así de simple.
—Bueno como sea. Sin resentimientos mein freund— la sonrisa de Donovan esta vez parecía nacida del alma—. Y para que creas en mis palabras, te agradezco que me salvaras la vida, dos veces seguidas allá adentro.
—Bueno, como te dije, quiero contar a futuro con tus servicios.
—Vaya que eres un tipo seco eh— la cara del jugador se volvió una cruza entre mueca de incomodidad y burla—. Bueno, dejando a un lado esto llego la hora de partir.

Al instante que dijo eso, el hechicero salió sudando por la puerta de la vieja casa. Se notaba realmente agotado y desganado, pero aun así, trato de mantener su aplomo lo mejor que pudo.
—No puedo creer que hayas salido tu primero stolto antes que tu amada.
—Estoy aquí—la voz carente de emoción de la mujer sobresalto al tahúr y al filibustero—. Salí detrás de dedos de oro.
—¿Qué tipo de brujería es esta? ¡Jamás percibí tu presencia! —Donovan estaba genuinamente impresionado.
—Yo tampoco lo note—Flogging se escuchaba menos sorprendido que shamrock, pero claramente también le había tomado por sorpresa.
—No es ningún tipo de magia—intervino stregone—, es una especie de habilidad natural que ella posee, así como el ser fría o carecer de emociones.
—Bueno eso es lo de menos. Pongamos en marcha— el filibustero le resto importancia a esa revelación con sus palabras.
—Ser invisible—Donovan miro a stregone con el semblante irritado ligeramente—, va más allá de ser una simple habilidad tonto.
—Realmente no es una habilidad—intervino la mujer—. Es fácil de entender tomando en cuenta que sus sentidos estaban focalizados en intimidar y discutir más que en lo que los rodea. Que como, dijo dedos de oro, cometas el error de no ser lo suficientemente precavido, no podría ser llamado habilidad.
—Supuse que estábamos en un lugar apacible —esas palabras sonaron más a disculpa que a explicación.
—Como dije, no puede ser llamada habilidad esa falta de pericia— finalizo la mujer.

Shamrock se molesto bastante al escuchar a la mujer refiriéndose de ese modo a sus “artes” de supervivencia. No le molestaba tanto el que señalara probables defectos, porque desde luego, el no daba crédito a que se equivocara. Lo que irritaba al pirata se encontraba en ese tono de voz carente de emoción. No podía saber si se burlaba, si lo decía para joderle, si le criticaba de modo positivo, es más, no tenía idea si era un comentario y nada más. Querer descifrar a esa mujer era como tratar de romper una piedra a puñetazos.
Controlando sus deseos de abofetearla para entender a que se refería, el tahúr opto por simplemente dedicarle su sonrisa zalamera más elaborada, darse la media vuelta, y atragantar en su garganta todos los improperios que se le ocurrían.
La mujer se quedo de pie, como estatua de pedernal mirando cómo se alejaba en el camino. Dedos les llevaba bastante terreno recorrido, Shamrock ya había marcado su distancia lo suficiente también.
En ese momento, stregone se acerco a su amada y la tomo con suavidad del brazo.

—Entonces, mi amada anam ¿Piensas que esos tipos se mataran a la brevedad?
—Tienen problemas. Combaten a sus miedos interiores, eso es todo.
—Pero, me gustaría sacar provecho de esta situación tensa que se les presenta, mi querida anima.
—Solo tienen problemas, eso es todo —la mujer comenzó a andar y alejo a su amado con gentileza—. Ellos tienen problemas, como todas las personas— dijo con un tono que por primera vez mostraba un brillo de emoción. Una molestia latente se palpaba en sus palabras—, mi amado hechicero.

Stregone se quedo petrificado ante ese último comentario. Fue tal su impresión que la fuerza en sus dedos se extinguió y sus pertenencias terminaron desperdigadas en el piso.
Y a pesar del ruido que sus objetos habían hecho al chocar con el piso, fue tal la impresión del hechicero que tardo unos instantes, no en notar que el piso parecía un improvisado puesto ambulante de rarezas mágicas, sino en regresar a la realidad y percibir correctamente el tiempo de nuevo.
Para alguien versado en el poder de las palabras y los pensamientos, como él justamente, un par de palabritas con el tono correcto, bastaban para hacer que deseara morir.

Después de caminar en silencio bastante tiempo, llegaron a los muelles, en concreto al atracadero siete.

—Vaya, de esto se trata la suerte —dijo el tahúr sonriendo con el cigarrillo en los labios—. The lucky seven mis amigos, es así y nada más.
—Es solo una coincidencia. No espero que bajes tu guardia por creer que la suerte te sonríe.
—Mi estimado dedos, así es como las personas de poca fe llaman a la suerte, azar. Yo en cambio, que por fortuna soy un hombre que forja su suerte, la llamo compañera y amiga. No bajare mi guardia, solo me he puesto de mejor humor.
—Yo a la única compañera que conozco es a la soledad —dijo seco y serio Flogging—. A pesar de todo, te agradezco que tomes en cuenta mis palabras y avisos.
—Bueno mi querido bandito, tu fama te precede después de todo, además, no tengo duda alguna de que la muerte a tratado de ser más que una amiga para ti.

Dedos dio la vuelta para verle a la cara. Se sostuvieron la mirada un par de segundos. El semblante del pirata no cambio ni un poco de esa cara alegre y animosa. No se notaba ni burla ni otra emoción en su cara. Flogging le sonrió de manera sincera y se dio la vuelta de nuevo.

—Tu nave es una urca —señalo la mujer de ébano.
—De todos me hubiese esperado que supieran, menos de ti mujer.
—Leo bastante de todo tipo de objetos, no te extrañe que conozca más cosas.
—Esa embarcación no es un objeto —la cara de Flogging mostraba cierto enojo por esa palabra—, es mi más preciada posesión. Su nombre era triunfo, así, a secas. El hombre que había destruido mi nave en ese entonces poseía esta belleza… fue de ese modo que mi vieja tripulación y yo lo combatimos a él y a sus hombres sin tregua y cuartel por tres noches. Fue una de las peleas más bestiales en las que he estado. Al final triunfamos. Le robe el triunfo y lo deje abandonado en una isla a él y varios de sus hombres, de acuerdo al maroon. Y este bello barco fue modificado un poco y se le rebautizo como el vendetta, en honor a la manera en que lo obtuve— finalizo orgulloso y cruzando los brazos en el pecho.
—¿Te enorgullece ese barco? —Donovan estaba genuinamente impresionado.
—Es un tesoro para mí. Cada tercer día venia a darle mantenimiento. A veces solo salía para eso. Lo cuido tanto como a mí mismo.
—Por lo que he oído de él, eso ya es mucho decir—dijo Stregone en voz baja a ánima.
—Tu fama sin duda alguna te precede amico.
—Eso es lo de menos. Este barco es muy valioso para mí. No solo ha sido una buena nave, me ha salvado la vida y me ha traído completo de muchos negocios, sino que además es una de las mejores embarcaciones que he capitaneado o incluso visto en el mar. De manera que, agradecería que no se refirieran a ella como un pedazo de madera cualquiera— su voz sonaba una orden más que una petición amable.
—¡Quién lo diría! Tú también tienes sentimientos después de todo— dijo sonriente Donovan.
—Nunca dije lo contrario— el rostro del filibustero se torno serio nuevamente—. Creo que solo he puntualizado que a los malos pasos debemos darle prisa, y que no creo todo lo que se dice en el mundo —finalizo mirando a la mujer de ébano.
—Al menos hasta no verlo, como las sirenas— dijo ánima mirándolo a los ojos.
—¡Touche voleur!
—Es un punto que no puedo debatir— dedos miro fijamente a la rabdomante.
—Sin importar todos los lugares que hayas visitado, las personas que te encontraras en el camino y las habladurías que pasaran por tus oídos, debes recordar que el mundo es muy grande y guarda grandes misterios todavía.
—¡Deja de aburrirnos stolto!
—Te doy la razón en parte—dijo Flogging ignorando al tahúr—. La mente es sin duda como el mar, siempre podemos expandir nuestra visión y encontrar nuevos horizontes.
—Aunado a ser un tontorrón emocional, ahora también eres un filosofo de mar ¡Cuantas sorpresas nos estas dando dedos de oro! O tal vez te vendría mejor lengua de oro, por tus elegantes palabras y pensamientos tan profundos…
—No recuerdo que te burlaras de ese modo cuando mi pistola salvo tu grasienta cara de niño de ser desfigurada por el fuego de ese tipo.

Para sorpresa de todos, el filibustero al terminar de decir su respuesta se rió con mucha alegría y chasqueo los dedos al dejar callado, ya fuese por la impresión o la respuesta, a Donovan.
Después de todo, el jugador ya no sabía a qué atenerse con ese sujeto. Hacía menos de una hora estaban discutiendo acaloradamente. Cinco minutos atrás miraba con ojos de amor a su embarcación y ahora se reía y seguía el juego de burlas como si fuese lo más natural. Era un tipo más raro de lo que se decía por los arrabales… o tal vez estaba muy loco.

Saliendo de su estupefacción, Donovan y stregone apresuraron el paso para subir al barco y ponerse al corriente de la situación.
Raudos como solo podían serlo ese desigual par, subieron a la cubierta a través de un tablón de madera y encontraron a todos los marineros contratados previamente haciendo un círculo alrededor de Flogging.

—Eso es lo referente a la paga— el tono de voz de Flogging sonaba autoritario—. Con respecto a las reglas—de uno de los bolsillos sustrajo un pedazo de papel—, que acataremos sobre la nave son las siguientes…
—¿Qué diablos esta haciendo? —cuestiono stregone en voz baja a shamrock.
—Les está leyendo el chate partie —miro al mago y suspiro—. Es algo así como un código a seguir sobre la nave, son las “reglas” de la nave.
—No tenía idea que fueran tan organizados los piratas.
—Dedos de oro es un filibustero. Ha navegado bastante tiempo y ha sido un reconocido capitán en diversos abordajes. Por supuesto que él es organizado. Lo que jamás había visto era que alguien leyera su tripulación el código…
—Bueno supongo que no todos sabrán leer…
—Exactamente stolto— dijo con fastidio y poniendo en blanco los ojos el tahúr—. La mayoría de navegantes abusa de que su tripulación es estúpida o carente de la instrucción básica. En cambio, ese sujeto les está haciendo conocedores de ellas… para que sepan a qué se atienen. No lo entiendo.
—Bueno, ese tipo de conducta habla muy bien de su persona—dijo stregone sonriendo instintivamente—. Eso demuestra que podemos confiar en él.
—¡Bah! Tal vez simplemente quiere hacerse el bueno para ganarse a la tripulación o evitar llevar en su conciencia el cargo de matar lentamente a alguien con el maroon.
—Sea la razón que sea. Esta es una manera sumamente honrada de actuar, lo mires por donde lo mires. Incluso si buscara obediencia… no se la está granjeando por la fuerza y el miedo.

El apostador abrió los ojos ante el hecho de que no pudo objetar nada más. Era verdad, pocos eran los navegantes del océano que se tomaban esas molestias. Usualmente la mayoría, igual que el mismo, pensaban en la tripulación como perros sacrificables por su beneficio. No los consideraban personas, sino viles monos que atendían una tarea determinada y que, como esos mismos animales, eran reemplazables.

Definitivamente, Donovan no sabía a qué atenerse o que esperar del filibustero.

—Ya ha terminado de leer—dijo el mago sacando de sus reflexiones al tahúr—. ¡Vaya, todos se dispersaron sin rechistar! Están de acuerdo entonces con lo que les dijo.
—¡Eh, shamrock ven acá! — le gritaba dedos de oro desde el alcázar.
—Te llama dedos de oro— le informo ánima.
—Ya le escuche, no soy ningún sordo— respondió molesto el pirata y se encamino a donde estaba el capitán.
—Dedos me pidió que clavara esto en el palo mayor— le extendió a su amado el papel amarillento—. Es lo que les leyó a los marineros.
—Que interesante. Déjame verlo que no tuve la oportunidad de escuchar de que trataba todo esto, al menos completamente.
—Yo si lo escuche, estaba a un lado de él cuando lo leyó.
—Quisiera leerlo por mi cuenta amada mía. Veamos… —con su diestra sujetaba el papel a la altura de su rostro mientras que con la siniestra se acariciaba el mentón—. Ron y comida para cada marinero. Se deja de beber a las 9 y se apagan las velas. Si alguien desea seguir bebiendo lo hará en la cubierta principal. No hay peleas en la nave, hasta llegar a tierra firme y se combate de forma honrada… vaya. Incurrir en una falta grave acarrea el castigo del abandono o maroon… ya lo he escuchado, pero no sé que es ese castigo… ¡Espera! — El hechicero agarro con ambas manos el papel y releyó lentamente, como si lo que había leído antes hubiese sido un juego de su mente—. Aquí, en la parte final donde habla de los pagos y los rangos de la tripulación…
—Estamos en calidad de altos puestos.
—Me doy cuenta…Dedos de oro Capitán, claro eso era más que obvio. Shamrock es considerado capitán, solo que por debajo del capitán de la nave. Stregone es el sub alterno de shamrock…que significa eso de subalterno—pregunto más al viento que a alguien en concreto.
—Tú respondes a shamrock y ustedes dos responden a dedos de oro. En concreto tú no tienes autoridad para mandar a nadie en sí, pero del mismo modo te hizo intocable ya que te dio un puesto de apoyo para otro capitán.
—Creo que siempre he amado tu manera tan analítica de ver las cosas—dijo con cara de tonto mirando a los ojos a la mujer.
—Si ya terminaste de leer, quisiera ir a clavarlo como me encomendó el capitán—dijo secamente y haciendo caso omiso del cumplido que le prodigo su amado.
—Aun no término —dijo confundido el pobre hechicero. Claramente no esperaba una respuesta tan fría por parte de ella—. Ánima, tú tienes un cargo especial, eres adivina.
—No es ningún cargo especial, a eso me dedico.
—No lo entiendes, y me sorprende. Después de todo habiendo leído tanto creí que entenderías más sobre lo relacionado a la tripulación. Tu cargo no corresponde con nada que tenga que ver con una tripulación pirata, es más, incluso yo puedo ser considerado alguien con un cargo, pero tú, eres un caso aparte… y respondes ante Flogging “dedos de oro” solamente. Vaya, nos ha dado esos puestos para que nadie se meta con nosotros, parece como si fuéramos importantes…
—Tengo que clavar ese papel en el palo mayor, dámelo por favor— su voz monótona adquirió un leve matiz de autoridad al pedir el papel amablemente.
—¿No lo ves anam? Dedos de oro de algún modo esta depositando su confianza en nosotros, o por lo menos nos está dando la libertad de ir por el barco como si nada, es maravilloso.
—Sí, me lo imagino. Ahora entrégame ese papel, no quiero incurrir en una falta con el capitán.

Stregone le dio el papel casi inconscientemente, de manera mecánica. La mujer de ébano, como aparentemente siempre solía hacer, no le prestó menor atención a su amante, simplemente tomo el papel y se retiro sin percatarse de nada. Lo cierto era que en ese momento, el hechicero quedo fascinado por la actitud del filibustero para con ellos tres, de tal manera que fue en ese instante, que la semilla de la confianza se planto en su ser.

Donovan estaba de brazos cruzados mirando a Flogging desplazarse por todo el castillo de popa. No sabía por qué lo había llamado, solo le dijo que observara, y eso es lo que hacía. No entendía por qué y tampoco le importaba.
El filibustero finalmente dejo de moverse de un lado a otro. Dio un hondo suspiro y sonrió mientras acariciaba el timón de rueda de su embarcación. Era como reencontrarse con una vieja amiga. Se sentía además muy contento porque a pesar de todo lo dicho y sentido, amaba el mar y volver a navegar le hacía sentirse vivo y completo.

Tal vez por eso tenía mejor humor y había dejado de ser tan taciturno y distante. O simplemente su alma consistía en muchas más facetas que solo la de viajero de mar, filibustero y mercenario. No podría decir realmente que es lo que hacía que su alma se sintiera tan plena, pero tampoco era tan necio como para tratar de definir una emoción así, el prefería disfrutarla que analizarla.

—Bueno espero que hayas prestado atención a todo lo que hice, porque la siguiente ocasión que zarpemos de un puerto, tú te encargaras de eso amicus— lo último fue imitando la voz del tahúr.
—A mi no me interesa navegar. Puedo ser muchas cosas menos un capitán o navegante.
—Pues te tengo noticias, de ahora en adelante tú y yo seremos los que dirigiremos esta nave, a donde sea que vayamos, llegaremos gracias a nuestras dotes de navegación.
—No tipejo, estas mal esta vez— shamrock se enfureció. Sujeto de la camisa a dedos y lo miro directo a los ojos—. Yo no soy uno de esos peones que están bajo tus ordenes, recuérdalo, somos socios y no acatare tu palabra como si solo tu voluntad importara. Si he dicho que no navegare esta nave, es lo que pasara ¿capisci?

Flogging sujeto con firmeza el brazo de su socio con ambas manos. Haciendo acopio de fuerzas le dio la vuelta por encima de su cabeza y de un solo tirón lo levanto y estrello contra el piso de la nave. Sin soltarle el brazo se puso delante de él.

—Escúchame Donovan. No te vayas por la ruta equivocada. Lo único que quiero es poder hacer esta parte del viaje tranquilo. Confió en que tu naturaleza no permitirá que te arriesgues a muerte innecesariamente. Por eso, porque sé que salvaguardaras tu vida como nadie, quiero que tú dirijas a la vendetta, así podre estar tranquilo y preocuparme de otros asuntos cuando no sea mi turno de capitanear la nave —con un nuevo tirón, dedos puso en pie a su compañero—. No me defraudes tan pronto, además, como puedes decirte pirata si no timoneas una nave de vez en cuando.
—¡Suéltame alimaña! —De un manotazo el pirata quito la mano del filibustero— ¡Soy shamrock y como tal hago lo que se me dé la gana!
—Quieres que pasemos de las palabras a los puños… ¿Eso quieres realmente?
—¿Qué tan difícil de entender es el que no quiero nada que ver con la navegación y curo de la nave?
—Para mí es bastante difícil— dijo seco el filibustero—. Honestamente creí que te agradaría la idea. Además, es mi manera de mostrarte un poco del oficio, es como dar algo a cambio por tus futuros servicios. También quiero saber que tan de fiar eres en una nave, en todo sentido y bueno, creí que te agradaría porque si tu y yo capitaneamos la vendetta podremos viajar más rápido a que si solo yo lo hago. Entiendes que no es solo un capricho sino parte de los negocios y del trabajo de “socios” ¿Verdad?

El jugador no se esperaba una respuesta tan sincera de parte de su camarada. De hecho, ya había buscado con la mirada una espada para combatir al filibustero, pero, dada la sinceridad del capitán, se sintió desarmado, al menos su ira se apaga y perdió el ardor de combatir.
Desarmado en todos los sentidos reales y figurados de la palabra, Donovan se relajo. Dio un suspiro lastimero, de esos que dan los que se rinden y se rasco la cabeza. Se acerco a Flogging y le dijo en un tono quedo.

—No se navegar. Jamás aprendí a timonear nave alguna, a duras penas puedo dirigir una balsa de remos. Por eso es que no quiero navegar tu barco, porque no sé hacerlo.

Bien había dicho Flogging. ¿Qué pirata que se preciara de tener cierta fama no sabía navegar? Era irreal, como hablar de un ave de alas hermosas que no supiera como emprender el vuelo.
Al tiempo Donovan confesaría que ese era uno de sus más terribles secretos. De esas cosas que no se le cuentan a nadie por temor a parecer tontos, a que los tomen con menos seriedad o a que se burlen de ellos.
Shamrock esperaba eso ultimo. Desvió la mirada cuando confeso esa oscura verdad de su vida. No quería ver la cara del Filibustero, no soportaría ver su sonrisa burlona y detestaría escuchar sus carcajadas. No podía ser el mejor en todo, pero era verdad, el si era llamado pirata y la gente en general, ya estuvieran en el gremio marino o no, esperaría que mínimo tuviera nociones de navegación.

Y obviamente carecía de la más mínima habilidad y empeño para este oficio.

A pesar de todo, la burla jamás llego. Donovan miro a los ojos a Flogging y el permanecía impasible. Cuando sus miradas se encontraron el filibustero sonrío y le dio unas palmadas en el hombro.

—Pudiste empezar por ahí Donovan. Anda, agarra un barril de galletas o recárgate para que puedas verme y te explique cómo se hace, nunca es tarde para aprender —le dijo tranquilamente y sin quitar la sonrisa del rostro.
—Creí que te burlarías de mi —confeso aun apenado el tahúr—. Si lo hubieras hecho te habría rebanado el cuello, pero no has dicho nada ¿Por qué?
—Me sorprendió un poco si te soy sincero, pero eso no implica que deba mofarme de ti. No me convendría hacerme de un enemigo en mi propia nave y que goza de tantos privilegios como yo.
—Ya veo, eres practico dedos—dijo el tahúr recobrando sus bríos.
—Tampoco me burle porque no sería correcto. No me hace más hombre reír de algo así, no le veo sentido.

Donovan se sorprendió por esa última respuesta. Con más razón que antes, no sabía a qué atenerse con dedos. Ahora parecía que su corazón también estaba bruñido en oro por ese pequeño gesto de nobleza.
No puedo evitar el sentirse bien y sonreír en ese momento. Haciendo caso de su capitán, fue por un barril de alimento.
Sin quererlo, le había dado una lección de confianza y educación, uno de los hombres de peor fama del viejo país y de la pista de baile del diablo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El gran trato.

Capitulo Dos: Stregone (El gran trato).


El par de aventureros estaban sorprendidos, no tanto por el ataque que se había perpetuado en el lugar, o el hecho de que la mujer que respondía al nombre de ánima no hubiese movido un solo musculo ante la inesperada interrupción.
Lo que más les sorprendía, es que el sujeto que jugaba con el fuego envestido en una capa de viaje raída y vieja, no señalaba a dedos de oro, sino a shamrock.

—¿Qué te he hecho yo para que quieras atacarme? —preguntaba aun sorprendido el jugador.
—No dejare que mi ánima se vaya de “viaje” con un bastardo jugador mujeriego como tú.
—¿Te preocupa más que vaya con un tipo como él a que vaya con uno como yo? —cuestiono bastante sorprendido Flogingg.
—Tú no tienes fama de mujeriego que me importe—dijo indiferente el recién llegado—. Tú no me importas.
—¡Pero no quiero tener nada que ver con esta mujer más allá de lo profesional!
—¡Te matare antes de que otra cosa se cruce por tu cabeza!

La mujer en ese instante se puso de pie y le dio un tremendo derechazo en el estomago al que usaba fuego.
El golpe había sido dado con tal fuerza que el sujeto solo se arqueo en el aire y se desplomo cual muñeco de trapo, había sido algo increíble.

—¿Cuántas veces te he dicho que no te entrometas en mi trabajo?
—Pero mi amor—el hombre desperdigado en el piso cual estropajo hacia un esfuerzo contranatural para hablar claro—, el es shamrock un peligroso sujeto…
—Que está dispuesto a pagar por mis servicios de rabdomancia. Solo seré un zahorí y nada más.
—Espera… él le dijo “amor” a la mujer ¿Verdad? — Donovan miraba asombrado a Flogingg esperando respuesta.
—Sí, al parecer son pareja— contesto carente de asombro—. Eso explica porque no teme que su prenda amada parta conmigo, pero si contigo.
—Yo jamás pondría un dedo encima a una mujer con la que estoy trabajando, que sea adivina y mucho menos que sea tan mayor—lo ultimo lo expreso el jugador con cierto aire de desprecio.
—No creo ser más grande que tú—dijo la mujer de piel de ébano seria, no por enojo o molestia, simplemente porque su carácter era hosco aparentemente—. Pero si eso hace que mantengas una sana distancia, es mejor. De ese modo hare mejor mi trabajo.
—¡Me rehusó a esto totalmente! —el practicante de magia se levanto y alzo su mano derecha—¡No lo permitiré!

Un “clic” metálico y que sonó secamente en la estancia hizo callar al hombre que se negaba a permitir que su amor viajara con aquellos hombres de tan mala fama.
Antes de que enfocara claramente a Donovan o de que abriera la palma de su mano, Flogging ya estaba parado a su lado y le había incrustado el cañón de la pistola en la cabeza.

—No tengo nada contra ti honestamente—el filibustero hablaba lentamente, enfatizando cada palabra más que la anterior—; pero, no es como si necesitara una razón para jalar del gatillo.
—El caería muerto antes de que pudieras finiquitar mi vida.
—No me dicen dedos de oro por tener bien cuidadas mis manos precisamente.
—Tomémoslo con calma—el tahúr intervino metiéndose entre los dos hombres lentamente—. Con un tipo como él, las palabras elegantes como finiquitar no sirven amigo, mejor simplemente hazle caso al hombre. O mejor aún, podrías hacer caso a la voluntad de tu mujer y esto se zanjaría de manera elegante y sin sangre—con movimientos acompasados de sus manos, al mismo tiempo bajo con delicadeza la pistola así como la mano con la palma abierta que antes apuntaba su pecho—¿Estamos bien entonces?
—No importa su opinión—la voz pausada y sin emoción de la mujer interrumpió la negociación—. Quien decide que trabajos tomar y para quien trabajar, al menos la adivinación y la rabdomancia, soy yo. Él es punto y aparte. Ninguno de los dos requirió tus servicios como mago, encantador o hechicero, ni siquiera se te pidió un sortilegio pequeño o una infusión de algún tipo.
—Partiremos a la brevedad—de mala gana dedos guardo en su espalda la pistola—. Sería ideal que partiéramos lo antes posible a nuestra nave.
—Pero no quiero que vayas tu sola, me preocupo mucho por tu bienestar y la aprensión que me causa tu ausencia de por si es terrible, pero si vas con estos barbajanes probablemente muera de la preocupación amada mía.
—Por como habla, no me extraña que no quiera dejarla irse, sin duda no encontraría a otra mujer en toda su vida—shamrock lo dijo a dedos fingiendo un tono confidencial, justo para que el hombre del que se burlaba lo escuchara.
—Siempre dices el mismo tipo de cosas y aun así siempre regreso sana y con dinero. No veo de que manera o con que argumento podrías continuar esto de manera coherente o sin caer en lo absurdo.
—Qué manera de hablar tiene esta mujer—dijo el tahúr a su camarada— ¿No lo crees?
—¿Por qué me sigues hablando como si me importara? —pregunto Flogging arqueando ambas cejas y con gesto de molestia—. Solo encárgate de que venga con nosotros.
—Pero ese tipo no la suelta…

Era verdad. Mientras la mujer escogía y guardaba con sumo cuidado libros, péndulos y demás artilugios en unas viejas alforjas; el aprendiz de mago se movía de un lado a otro con ella, rogando porque se mantuviera a su lado y que por la providencia no partiera con ese barbaján y su asesino compinche.
La mujer no le prestaba importancia, incluso si respondía de manera seca una o dos palabras, parecía que lo hacía más con la intención de hacer que se callara que de llegar a un genuino entendimiento.

—Vaya pareja rara.
—Pensé que no te importaba en absoluto.
—Lo que me importa es que si no nos vamos rápido, el viaje seguirá posponiéndose. Yo pensaba que navegaríamos esta noche.
—Veo tu punto—Donovan acariciaba un fino pelillo rubio en su barbilla que el pregonaba era su opulenta barba pirata— ¡A ver intento de enamorado! ¿Te callarías y dejarías a la mujer hacer su trabajo si vinieras en el viaje también?

Dedos abrió grandes los ojos ante la sorpresa. El si consideraba como una verdad las artes místicas, pero le resultaba algo irritable imaginarse a un perro faldero como el aprendiz que tenía enfrente viajando con ellos. De saber que esa era la solución que aportaría Donovan, dedos hubiese preferido jalar el gatillo de su pistola una y otra vez en lugar de haber sido racional.
La mujer se sorprendió también. No fue algo del otro mundo ni nada de escenas dramáticas. Simplemente al escuchar esa pregunta, su ceja derecha se arqueo con incredulidad y eso fue todo.

—C-claro. Mis servicios te costaran caros mujeriego, pero…
—No habrá peros mi amigo—shamrock sonrió triunfal, como si hubiese ganado una apuesta—.Déjame dejar las cosas en claro. Tu amor vendrá con nosotros, te guste o no—enfatizo—, pero, si tu quieres venir y protegerla de todos los males que pueda encontrarse en mar y tierra—el tono de burla con que lo decía resultaba incluso hiriente—; tendrás que aceptar nuestro trato y nuestro pago por tanto.
—No me convencerás con algo así, es una jugarreta sucia pero muy obvia.
—Que podía esperar su merced de alguien como yo—Donovan mostro sus blancos dientes en una sonrisa digna de un villano—. Además no es cuestión de hacer caso a mis palabras, sino a que tu dama amada, vendrá con nosotros, te unas a la aventura… o no, mi amigo.
—Eso no es verdad—si bien, la voz del practicante de magia era firme, su cuerpo delataba el temor y las dudas.
—Lo que se ve—shamrock señalo a la adivina—, no se juzga ¿Verdad?

Ella seguía empacando, sin importarle en absoluto el desenlace de ese “trato” tramposo. Realmente, parecía que nada le importaba fuera de haber sido empleada y que empezaba esa noche.
El joven dio un hondo suspiro y agacho la cabeza, la señal clásica de la derrota en una discusión.
Flogging sonrió también. La jugarreta había sido buena, pero lo que le alegraba era ver la cara real de Donovan y no esa mascara barata de hombre de mundo. Empezaba a entender con quien trataba.

—El nombre es stregone. Soy mago, tengo nociones de la magia blanca aunque mi fuerte son las artes del caos. Tengo solidas bases en la alquimia. También puedo fungir de apoyo para ánima por mis sortilegios. Por mi cuenta puedo hacer poderosas pociones o útiles encantamientos, tanto ofensivos como defensivos—el mago recito de manera cansina sus habilidades. Era claramente un discurso que tenia aprendido y estudiado de sobra.
—Estas a bordo maguito—el tono de shamrock era con toda intensión hiriente—. Ganaras una módica cantidad por cada servicio que hagas— la sonrisa burlona no demoro en aparecer en su rostro—. No te preocupes por el alimento, eso no te lo cobraremos, pero—la mirada del tahúr se torno seria y su voz firme—, con tus servicios, tienes que justificar que estés navegando con nosotros o no me tentare el corazón y te desecharemos en cualquier momento ¿Capisci?

El gesto triunfal con el que el pirata corto sus palabras fue el de agarrar al mago con la mano diestra del mentón y mirarlo fijamente a los ojos. Eso no se trataba para nada de un contrato de trabajo o algo así, era simple y llanamente una imposición que ultrajaba al joven.

Y este joven y enamorado mago, con el desprecio brillando en sus ojos pardos, asintió lentamente con la cabeza sin quitar la vista de los ojos del pirata ni aflojar la presión en sus dientes o en los puños.

El trato se había cerrado.

—Bueno, a mi me gustaría que partiéramos ya. —Dijo Flogging algo irritado a todos los que estaban en ese cuarto.
—Estoy lista.
—Bueno pues, vámonos de una buena vez. —La voz de Donovan era clara y alegre.
—Yo necesito empacar un par de cosas.

Flogging suspiro contrariado por la nueva demora que representaba stregone. Por su parte, ánima estaba quieta mirando a los dos navegantes. Aunque dedos estaba quieto mirando con fastidio al último miembro de su tripulación, Donovan no se había tomado siquiera la molestia de darse la vuelta y mirarle. Se detuvo en seco, se encogió de hombros y carraspeo.
—Está bien stolto, tienes cinco minutos para tomar todo lo que necesites y vernos en la entrada de este sitio, si te demoras me temo que te dejare atrás. —El tono del tahúr fue severo al hablar— Podrás ir detrás de nosotros, nadie te lo impedirá, pero recuerda: cinco minutos y nos iremos. Y entérate desde este momento que no eres el único que habla y entiende otras lenguas, pseudohechicero.

De nueva cuenta stregone se trago su furia conteniéndola en su cuerpo mientras temblaba victima de su ira. Esta vez a Flogging le pareció algo desagradable este suceso, no por que sintiera pena por el mago, sino por el hecho de que hacerte de este modo tan barato de enemigos le parecía una idiotez. Por lo menos, seguía entendiendo a su compinche y ahora entendía incluso la naturaleza del nuevo miembro de esta pintoresca tripulación.

Sin esperar una respuesta Donovan se fue por el pasillo oscuro de antes hasta la puerta. Flogging pasó junto a la mujer de ébano que miraba en silencio y con cierto aire perdido al hombre que “amaba”, según se decía, conteniendo su furia.
No tuvo más remedio que quedarse un instante observando a la extraña pareja y sentir un poco de confusión. No tenia cabeza para pensar como alguien podía sobajarse de la manera en que stregone lo hacía, y peor, que en vez de recibir el apoyo o por lo menos la comprensión de ánima solo obtenía por recompensa de la dama de su devoción una mirada perdida y un silencio que opacaba seguramente al de la muerte.

—No es mi problema —se dijo a sí mismo en voz baja—, será mejor que vaya allá afuera antes de que me reviente la cabeza por pensar de más, sobre todo de un asunto que no me incumbe.

El filibustero siguió su camino, y aunque dejaba atrás sus palabras y a la extraña pareja, no podía quitarse ese amargo sabor de boca de que se estaba mintiendo de una manera tonta. La gente decía que omitir, no era igual que mentir, pero él consideraba esa “diferencia” una justificación de débiles o cobardes. El mal sabor de boca se debía a eso mismo, a que sentía que al decirse que era un asunto que no le incumbía, había omitido en esa frase, tres letras, pequeñitas pero cargadas de significado: “un asunto que aun no me incumbe”.

Tembló solo de pensarlo y prefirió desviar su atención a menesteres mas prácticos como los requerimientos para zarpar, preparativos que hacer al llegar a la nave, las posibles sorpresas a las que se enfrentaría e incluso pensar que debería de hacer o como castigaría a algún miembro de la tripulación que se sublevara o no cumpliera su labor.

Antes de salir al encuentro con shamrock y la luna, Flogging pensó por última vez que en verdad, la omisión no había sido casualidad. Eso y el hecho de no querer pensar en ello, confirmaban su teoría de que solo los débiles o cobardes ponían en práctica esa treta.

martes, 30 de octubre de 2012

Solo poesía...

Letras aplicadas.

Pensando un poco acerca de las letras y de las ciencias, llegue hasta este punto. Comparar cual de todas las manifestaciones de la lengua podía representar algo parecido a lo más sublime de las letras.

Todo comenzó cuando en internet leía una frase que decía más o menos así:

“Me sorprende que no haya más gente que ame la ciencia. Por ciencia te refieres a las horas de investigación y de búsqueda de datos o solo a que el espacio es bonito.”

Independientemente de la clara crítica social que le avientan a esos compas que se creen bien profundos por citar a Einstein y demás, me puse a pensar, que de verdad en toda rama hay una materia en específico que se encarga de llevar a otro nivel esa ciencia.

En este caso, pensé en cual podría ser esa materia, ese aspecto de las letras, que se encargaran de llevar hasta lo alto el nombre y la magia de las mismas. Entonces, pensé justamente en mi entrada anterior sobre consejos, y entonces fui iluminado claramente por mi ingenio.

La poesía.

No hay nada más bello y más concienzudo que la poesía. Es así de fácil.

Normalmente la X ciencia aplicada muestra todo lo que se die en la teoría, pero no solo se trata de mostrar que sirve, sino que también orienta nuestra visión a darnos cuenta el alcanza de esa materia, el poderío que conlleva, lo maravillosa que es y si la entendemos, lo hermoso que es entender más el mundo.

Eso es lo que hace la poesía. Lleva las palabras hasta sus mayores capacidades al utilizarlas a fondo, no solo por su significado sino por cómo juegan unas con otras. Al crear palabras hermosas o con un timbre tan poderoso que quedaran grabadas por siempre en el alma de alguna persona. Vuelven algo tan mundano, como las palabras, en un elixir de dioses.

Uno puede llegar con su persona amada y decirle simplemente “Me mata tu silencio, estoy preocupado por ti, además, tu voz es música para mis oídos.” Y es honesto, son sentimientos hermosos y no existe nada más bello que el amor y no importa como lo digas, si tú amas eso se nota y cualquier palabra dicha a tu ser amado, será amor y será lo más grande.

Y entonces, llega esto:

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente/ Distante y dolorosa como si hubieras muerto/ Una palabra entonces, una sonrisa bastan/ Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.”

Uno puede estar mirando a los ojos a esa persona que es la dueña de su alma y de sus pensamientos, que cada vez que respiramos, que exhalamos o inhalamos es por ella, y entonces, clavando la pupila en la de este ser terreno, que nos parece tan celestial y fuera de este mundo, decirle: “No importa cuánto tiempo pase, te sigo amando. Eres mi mundo, mi todo.”

Y entonces llegamos a esto:

“Sin embargo todavía/ dudo de esta buena suerte/ porque el cielo de tenerte/ me parece fantasía.”

Llegado su momento, estaremos en un punto en el que todo será como antes, estaremos solos, sin un ser amado al cual lanzarle todos esos sentimientos de euforia del que narran los poetas y nos cuentan otras personas, entonces, no quedara nada… más que solo poesía para entretener un poco a nuestra alma y entender, que no somos ni los primeros ni los últimos, pero sobre todo, que de estas historias, de estos tragos amargos, uno sale vivo…

“Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.”

No solo de amor o desamor se habla. Habrá algún momento en que del ronco pecho querremos gritar contra la imposición o el abuso, que tendremos deseos de dejarnos en este macabro juego la piel por un bien mayor, entonces podremos gritar todas las groserías que nos sepamos…

Y entonces, cuasi como magia, se escuchara esto a lo lejos:

“Una cosa es morirse de dolor y otra cosa es morirse de vergüenza. Por eso ahora me podés preguntar y sobre todo puedo yo responder. Uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere.”

Incluso, para cerrar este ciclo de letras, pues creo que está de más ejemplificar, la poesía es tan magistral, es la obra máxima, el pináculo de las letras, es simple y llanamente tan grande, que la poesía, es capaz de dar la cara por ella misma, aun sin tener poetas.

¿Cómo es eso posible?

Pues bien, porque mientras exista algo bello, que merezca la pena de ser visto o recordado, mientras seamos incapaces de descubrir cada misterio de este mundo, o por el simple hecho de que aun podamos sentir emociones que desborden nuestros cuerpos… habrá poesía.

“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía.”

Es por eso, que la poesía merece todo mi respeto. No demerito otras manifestaciones de las letras, ni por ser menos artísticas, más concienzudas o creadas para mero divertimento o divulgación informativa, para nada. De hecho, quisiera que quede claro un punto medular de todo este desperdicio de letras y de nuestro tiempo, querido lector, si es que has llegado hasta aquí.

Las letras son lo máximo, en todas sus manifestaciones, pero, la cúspide de ellas, por su gentileza de palabra y su sencillez para colarse en nuestras almas: es la poesía.

Nada más que simple poesía para alegrarnos.

viernes, 26 de octubre de 2012

¡El mundo es mi inspiración!

¡El mundo es mi inspiración!

Que tal, buenas. Una entrada más referente a los apuntes de escritor novel. Así que, sin más preámbulos o introducciones, digo porque ya sabemos quien escribe y quienes leen, acá vamos.

Esto es un consejo tomado desde mi experiencia y es quizá, junto a leer mucho, lo que más me ha servido. Se trata de que todo lo que te rodee, lo puedas utilizar en una historia. Realmente me refiero a todo.

Que los cuentos del abuelo, que las historias de los amigos, que las lecturas que has hecho, que los consejos de tus papás, es más hasta las clases. Todo es válido y en algún momento podría servirte, uno nunca sabe lo que estará escribiendo en 10 años o en unas horas.

La cosa es así, todo lo que hagas en tu vida, en algún momento podría darte ideas para hacer algo. Desde ser el eslabón que permitirá enlazar una idea, la inspiración fugaz para un ensayo apabullante, hasta ese capítulo que te partía la cabeza por no saber como continuarlo o darle congruencia.

El mundo no es solo el lugar donde vives, es también tú mayor fuente de ideas. Y no demerito a la mente, pero honestamente, el día a día si prestamos un poco de atención, puede ser ese bebedero que saciara nuestra sed creativa.

Y no importa lo que quieras escribir, la realidad, tu presente y vida diaria, siempre tendrán un peso fundamental en lo que plasmes con palabras. No nada más porque transmitas tus ideas, sino para darle un sustento o una coherencia al mensaje. Por ejemplo, no por escribir fantasía, la gente se salta la muerte o el peso de las emociones, no insinuó que sean reglas universales pero es para darse una idea. En pocas letras, superman es un extraterrestre súper poderoso, pero aun así él y otros súper personajes de su universo pueden morir. Esa es la idea.

Por poner otro ejemplo, esto no lo sé de primera mano pero lo leí hace un tiempo, Emilio Salgari, escritor famoso por darle vida a Sandokan, un pirata ficticio, jamás salió más allá de su país (Italia) y varias de sus obras y personajes lo sustento con literatura de todo tipo (desde enciclopedias hasta revistas o periódicos extranjeros).

No solo eso, todo lo que leas, vivas o veas, te servirá para darle una forma más adecuada a tus personajes. De ser simples y planos personajes que siguen un patrón muy básico de personalidad (el malo que es bien malo y el bueno que es más noble que un santo) a convertirlos realmente en personajes con una aparente mente y voz propia. El limite en este caso no es el cielo, sino el que tú quieras. Y eso, eso es simplemente hermoso.

Yo por ejemplo, normalmente hago historias de un corte más realista y de la misma forma todo lo baso en mis experiencias de vida o lo que he ido recopilando del mundo. De cierta manera se puede ver como que aprovecho todo, que me las ingenio para darle cabida a todo o quizás simple y llanamente, que aquí tenemos la política de que no se desperdicia nada.

Todo de cierto modo es importante, todo se puede aprovechar, para bien y para mal. No solo para usarlo en tus obras, sino también para evitar hacerlo o entender que “por ahí no es tu camino”.

En fin, no tengo más que agregar, como dije en entradas anteriores (me gusta esa frase, es como si esto fuera una sitcom o algo así), la idea es hacer entradas cortas y generales. De todos modos, un comentario siempre es bien recibido.

Hasta la próxima.

jueves, 18 de octubre de 2012

Toda la poesía

¡Lee toda la poesía!


Siguiendo poco con la temática de dar consejos, de compartir mis experiencias, de plasmar en letras mi ideas, tentar a la suerte tratando de tener algún receptor de estas palabras y todo eso que implican los apuntes de escritor novel, he decidido continuar con unas sugerencias para mejorar un poco las letras y quién sabe, tal vez hacer más amenas hasta tus lecturas incansable lector.

Como dije en una entrada anterior, es muy importante (no solo para nutrir tus letras, sino también para tú conocimiento, visión y vocabulario) leer, y leer mucho, “así di a madres” como se dice vulgarmente. Pero hay algo que me gustaría añadir a ese consejo, en esencia (y por evidente que es, ya que esta en el titulo) yo recomiendo leer mucha poesía.

¿Por qué poesía de todos los géneros literarios?

Es muy simple, porque la poesía es muchas cosas en las letras y es a mi gusto y humilde opinión, la más balanceada, versátil y tan al alcance de todos que es la ideal para adentrarse más allá de lo establecido en este mundo.

La poesía viene en todos los tamaños, en todas las presentaciones y en todas las lenguas. Es la manera más cercana que hay de plasmar en palabras una emoción o hacerle una caricia al alma. La poesía para mi es lo más hermoso de la palabra escrito, de la palabra hablada y del lenguaje en general. Si hay algo que le da belleza las letras, es la poesía misma.

Por eso yo recomiendo que leamos toda la poesía que podamos de los autores que podamos. Si no se quiere tomar por el lado poético y mágico de las palabras, se puede ver por su aporte cultural.

Si tomamos a un representante mexicano de la lengua y las letras como lo es Jaime Sabines, por ejemplo, podremos entender a que me refiero. La poesía de este escritor de leyenda de mi patria, es conocida por ser de un lenguaje sencillo y tan claro que está al alcance de todos, pero a su vez, la prosa o el verso en el que juegan sus palabras y como logra hilarlas y crear oraciones, no dejan duda que su manejo del lenguaje era simple y llanamente soberbio. Este es un ejemplo de que no se necesita usar siempre palabras rebuscadas o mamonas para expresar una idea. Es gracias a este tipo de cosas por ejemplo, que podremos cultivarnos más en nuestro lenguaje y sus palabras más mundanas, y así adquirir una versatilidad para expresarnos y ver los genuinos alcances de varias palabras.

Por el contrario si quisiéramos instruirnos y adentrarnos a palabras más rebuscadas, una poesía más concienzuda y sublime como la del Maestro Octavio Paz bastaría para embelesar nuestras pupilas y mentes con palabras hermosas y no tan de “abolengo”, y quien sabe, con suerte empujarnos a aprender algo más y hasta a ser mejores de lo que ya somos e incluso sorprender a esa persona amada.

Lee toda la poesía y déjate llevar por su magia y magnetismo.

También pensé que podía incluir los ensayos de todo tipo (e incluir aquí a gente como Carlos Fuentes, a Paz otra vez y similares), pero, la realidad es que a veces los ensayos no son para todos. Y no se trata de algo elitista o similares, simplemente hay gente a la que no le agrada el tema que se trata, las palabras rebuscadas, los análisis profundos o que se yo. No digo que la poesía no pueda cojear de ese pie también, pero al hablar de cosas tan comunes como las emociones, pues bueno, creo que a todos nos toca.

También considere la novela desde luego, del corte que fuera y con sus extravagancias. El detalle es que a veces la gente no está dispuesta echarse tomos extensos de una novela, o a probar con todos los géneros hasta encontrar al indicado. Aquí la ventaja de la poesía es que un solo verso, puede encandilarnos a veces mejor que la más increíble narrativa o la descripción más impecable y detallada.

Por eso, creo que el candidato por excelencia para adentrarnos a la magia de las letras, es la poesía. Además, así como hay miles de novelistas (de ayer, hoy y siempre) o ensayistas, hay miles también de poetas para todos los gustos y que satisfacen sin duda todas o la mayoría de las exigencias.

Entonces querido lector, toma el libro de poemas de tu autor favorito en manos (yo ya tengo a mi lado para esta aventura uno de Sabines y otro de Bendetti) y déjate llevar por el magnífico camino de la poesía, aquella que para su querido clown, es la senda que dignifica más que nada a las letras y el alma humana.

Y entonces… ¡Lee toda la poesía!

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Detras de... la importancia de las letras.

Detrás de… La importancia de las letras (en mi vida).


Bueno, muchas ideas en mi cabeza, muchas cosas que decir y tratando de buscar la manera adecuada de llevar al exterior estos pensamientos que cargo dentro de mi alma y mi ser. Qué bonito, soy el peor de los poetas. Pero aun así, al menos me doy la oportunidad de escribir y tengo la posibilidad de hacerlo.

¿Qué sería de mí sin las letras?

Algo íntegramente distinto sin duda.

No solo se trata del egoísta deseo de satisfacer mi necesidad de escribir y transmitir mis ideas. No se trata únicamente de esa aparente y narcisista necesidad de que alguien más lea lo que hago y pueda gustarle. No es únicamente la imperiosa necesidad de leer algo que nutra mi alma. Ni tampoco la evidente necesidad de que tengo que saber leer para ser una persona que pueda valerse más y mejor por sí misma.

Las letras en mi vida lo son todo y más.

No se trata ahora de que hablare de que gracias a ellas cambio mi mundo, o que salvaron mi vida o que me hicieron más feliz o que me hacen el amor de una manera maravillosa o que sin ellas la vida no sería nada. No se trata de eso, porque creo que se sobreentiende que así es como es… bueno con algunas excepciones.

De lo que se trata es de señalar que peso tuvieron las letras no solo en mi vida, sino en mi formación y encaminarlo todo a la persona que soy ahora y en como contribuyen a lo que hago o debería de hacer. Es algo así como un “pedo” holístico <- (tratando de usar palabras nuevas ¿eh?). Yo no naci siendo un gran lector (de hecho creo que a la fecha no lo soy) y mucho menos naci con la curiosidad de escribir. Para nada. Yo fui uno de esos mocosos normales, por los que no darías tres varos por que son bien genéricos, por lo menos en sus actividades… hasta que empecé a “hablar”. Hay muchas historias (ok, igual y solo cinco, pero cuentan y son más de dos) en las que las palabritas rebuscadas que manejaba a mi edad (digamos entre los 3 y 5 años) le divertían a mi familia. No siempre eran coherentes mis oraciones, pero usaba palabras que las personitas de mi edad no usaban. Eso fue creo que un primer indicador, de que algo era diferente. No es que fuese una señal de que sería un Einstein o algo así, sino que simplemente, mis gustos ya iban para otro lado. Posteriormente, cuando era un mocoso algo menos pañaludo, leía comics. Del hombre araña, de los x-men, alguna vez leí uno Mexicano llamado Murci (que si no mal recuerdo era de una especie de gato/zorro/felino), las tiras cómicas de Garfield el gato, los comics de los simpsons y más. Fue así como realmente me adentraba a la lectura. No con esas historias cliché en que un familiar mío tenía su biblioteca enorme de libros y me pasaba tardes de mi verano ahí, o que algún familiar mío fuese un escritor fantasma o que usara un seudónimo. No, lo mío fue tan casual y tan simple que seguro ya no lo volveré a mencionar de lo común y “sin chiste” que fue. Eso no me inspiro siquiera a escribir, pero, si incito a mi curiosidad y anhelos infantiles a buscar cosas fantásticas, a ver en lo cotidiano la magia de lo extraordinario. Fue de ahí que entonces sí, despegue a los libros. Al principio leyendo cosas realmente infantiles, como por ejemplo relatos hechos para niños, fabulas y el principito. Como dije, literatura enfocada a mi edad. Eso termino rápido porque en ese entones no había en mis manos otros intereses (ni niñas, ni videojuegos, ni computadora, ni ningún arte o entrenamiento o disciplina), por lo tanto desarrolle un interés y una capacidad de leer, un poco por encima de lo que se esperaba a mi edad. Fue ahí donde realmente empecé a conocer la literatura. Fue en mi pubertad donde me adentre al mundo fantástico de la literatura. Leyendo a maestros como Verne, Poe, Benedetti, Paz, Sor Juana, Nervo y otros tantos. No leí mucho, pero leí cosas que debí leer más grande sin duda. Y simplemente, empecé a amar la lectura. Fue hasta mi adolescencia que el currículo de lecturas se nutrió más. Leyendo de todo (y como decimos acá, de tocho morocho): Saramago, Borges, Isabel Allende, Rice, Reverte, King. Incluso me adentre a otros mundos, como la mitología hindú (El ramayana), la mitología maya (el popol vuh) la mitología griega (acá no hay un libro especifico que haya leído). También empecé a formarme a temprana edad ideas sobre los movimientos sociales, la política y esas tonterías, instruyéndome desde los acontecimientos del 02 de octubre, pasando por las típicas publicaciones de moneros sobre la política y los sistemas e incluso instruyéndome en esas fantasías como el anarquismo y el comunismo. De ahí saltamos a lo que fue leer textos especializados. En mi caso la mayoría referente a mi carrera, la psicología. Pasando por pasajes interesantes como sus antecedentes, sus áreas más representativas y su historia y exponentes. Por ende me adentre a la filosofía y termine leyendo a varios pensadores de distintas épocas, desde Kant hasta Schopenhauer. También fue en este tiempo que por gusto me adentre a la historia de mi país, y que también retome con lo que empezó todo: los comics. Ahora en su formato “adulto” (para que, por lo que entiendo, no te de pena, pendejamente, decir que lees comics) que viene siendo la novela grafica. Ahora bien, fue en el momento en que empecé a leer más y variado (en mi pubertad) que empecé a escribir. Al principio lo hacía con la finalidad de satisfacer una fantasía, que es básicamente el crear algo que me gustara y como yo quisiera hacerlo. Esa fue la magia que me encandilo en un principio de las letras, entre muchas otras cosas. Al tiempo, cuando mis escritos los leyó más gente, pensé que podía escribir para otras personas, no solo para mi, y para eso, siempre he pensado, que necesitaba saber más y ser mejor. De ahí me llovieron consejos a los que hice caso y a otros a los que no. De ese modo empecé a leer de otro tipo de giros y a vérsame en diversos aspectos de la redacción. Y fue así que realmente hasta por ahí de mis años mozos de universitario, las letras se volvieron algo más serio (pero nada más poquito). Hasta aquí llegamos a un cruce interesante: las letras forman parte de mi vida porque son obligatorias para mi formación, porque encuentro un genuino placer en leer y por último, porque me sirven para expresarme y crear personajes y mundos a mi antojo.

¿Qué sigue? ¿Cuál es su valor a partir de este punto? ¿Qué repercusiones tuvo, tiene y tendrá en mi vida? ¿Realmente es importante?

Muchas preguntas, la mayoría termina en las letras otra vez y con una sentencia pueden ser contestadas: Si, es ayer, hoy y siempre, parte fundamental de mi vida diaria, de mis sueños y mi alma.

¿Por qué?

Es muy simple, como muchas cosas en la vida. Las letras para mi no lo son todo, pero son un pilar angular en mi vida.

Por ellos he tenido momentos de diversión, de esparcimiento, de redención, de creación, de conocimiento, de amor, de revelaciones, de aprendizaje e incluso gracias a ellas he llegado a trascender, aunque sea un poco.

Como no van a ser importantes si desde niño son parte de mi vida. Si han sido fieles y honestas compañeras. Si han sido maestro, colega y amigo en mi vida. Si me han permitido encontrar parte de lo que es mi propia voz, mi identidad. Si gracias a ellas he podido tocar más de un alma, provocar una sonrisa o con suerte entretener y embelesar a algún lector.

Como no van a ser importantes las letras si llenan tanto mi vida, mi ser, mi alma y mi todo.

Aun así, las letras son importantes para toda la gente. Gracias a ellas el conocimiento puede ser preservado y su divulgación se facilita, además por ellas el conocimiento ancestral perduro hasta nuestros días. Las letras, bueno, las palabras, nos permiten comunicarnos y muchas veces expresarnos, de una mejor manera que solo gestos o patadas y gruñidos. También son un perfecto medio para comunicar algo más, algo que va más allá de todos los lenguajes y de toda la sabiduría humana, sé que no soy el único que se ha quedado mudo ante una gran noticia, sin poderle poner nombre a un mal atroz o falto de palabras para expresar sus sentimientos.

Hasta en su ausencia y límites, las palabras son sublimes.

Podría extenderme más, pero no es correcto abusar de las palabras. Como toda buena amiga y consejera, merece un trato más tierno, más amoroso.

Solo dejare un último párrafo (penúltimo si contamos mi despedida) sobre las letras y que tan valiosas son para mí. Todo desde una experiencia íntima y personal.

En mi terapia de corte psicoanalítico, le dije un día a mi analista que no podía tener cabida en mi como existía gente, que no consideraba a las letras y su presentación estándar y más familiar (los libros) como algo importante. Me horrorizaba (y esto no es una broma, es enserio) que existiera gente que pensara que leer era una pérdida de tiempo. Que no se dieran cuenta de lo magnifica que es la literatura, ya fuera para entretener, para reflexionar o para enseñar. Sentí una pena sincera por esa gente, y en mi mente (hasta la fecha) no sé cómo le pueden llamar vida a una vida sin la belleza de la lectura, sin la armonía de las palabras entrelazadas y sin la fantasía de una gran narrativa.

En fin, eso es todo, esta vez el discurso fue largo, lo lamento fiel y constante amigo lector, prometo ser más sensible a la falta de ganas de lectura y mantendré mesura. Para cerrar esta entrada, sería un buen detalle comentar si en tú vida, amable y paciente lector, la letras son importantes o que representan.

Eso es todo, como siempre, se despide su amistoso Kaifan de blogger.

martes, 25 de septiembre de 2012

A la búsqueda del mejor regalo.

A la búsqueda del mejor regalo (Confesión).

Como dije, tenía más cosas que aportar al blog. Esta vez para variar y desprestigiar más este espacio de letras, se tratara de algo personal. Y por personal me refiero a una situación de mi vida no ligada directamente a las letras, algo que se podría llamar “parte de mi vida privada”. Porque para ser honesto, siempre he pensado que las letras son algo muy personal del que escribe, básicamente es mostrar parte de tu mente, de tus ideas, al mundo.

En fin. En entradas anteriores (claro, esto es parte del show llamado vida) hablaba sobre un extraño suceso que me sucedió (¡Dah!) hace poco.

Antecedentes.

Cada vez que cumplo años desde hace un tiempo, recibo un regalo de esta amiguita. No es nada de esas cosas caras, lujosas o que por su precio se mide la cantidad del aprecio, no. Es algo material, pero lo que cuenta realmente es su esencia, el esmero y lo que representa.

Yo estudie psicología, una carrera orientada de cierto modo a basarse en tus ganas de servir a los demás. Por tanto se puede intuir que quiero ayudar a la gente, que busco dar algo. Eso es genial y bla bla bla. No estudie literatura ni letras formalmente en mi vida, salvo clases obligatorias de español y literatura, donde vi lo básico.

Señalo eso porque yo realmente no tengo la “habilidad” de hacer un presente con mis propias manos, al menos no de entrada.

El asunto aquí radica en que mi amiga lo que hace, es un dibujo sencillo deseándome feliz cumpleaños con alguna buena frase. Un dibujo de su servidor y bueno, nada “más”. Como dije, lo que cuenta es que no se mide su valor por el precio que tendría bajo la moneda de cambio de moda. Lo que cuenta es el esmero, el detalle y que es genuino.

Las letras me han hecho muy feliz realmente. El escribir y el leer son cosas de mi vida que la llenan mucho, como pocas veces me había hecho a la idea. Simplemente, me han hecho y me hacen ser una persona más feliz. Las literatura y la escritura son para mí de lo mejor que tenemos en el mundo, por todos sus usos y por como nutren y embellecen nuestras vidas.

El dilema comienza cuando, en teoría uno de los pocos dones que tengo (escribir) no me sirve (siento que, más bien) para retribuir una muestra de afecto como es el regalo de un dibujo inspirado en su servidor.

Me gustaría tener la labia y habilidad de un poeta para poder escribir los versos más hermosos el 18 de agosto para que al día siguiente aparezcan ante los ojos de su destinataria. En un mundo ideal, yo sería un poeta que podría embelesar con 4 oraciones entrelazadas a cualquiera.

Desde luego, este jamás será un mundo ideal, al menos, no en el que yo sea un poeta de la talla del maestro Benedetti, pero con la sutileza y versatilidad del gran Sabines y la portentosa labia del señor Paz. Pero bueno, soñar no cuesta nada.

Solo para no desviarme del tema, es así que pensé que tal vez, debí haber aceptado mis orígenes de las letras y tal vez habría llegado “más” lejos en este mundillo. Como dato curioso, yo empecé a escribir de una manera no tan formal (no digo que ahora lo sea, pero en ese tiempo lo era menos) en la secundaria, por ahí de mis trece años cuando le hacía “poemas en verso” a uno que otro amigo para que se los dieran a sus noviecitas. No es nada de película, lo hice a lo mucho en cinco ocasiones y después yo le hacía poesías a mis novias. Eran pésimas, no respetaban regla alguna de la poesía, mis versos eran peores que tortillas duras y con hongos (y no me refiero a huitlacoche), su merito consistía en ser producto del corazón. A la larga, creo que solo por eso los recibieron siempre con buenos ojos.

Y como siempre me desvié del tema, ya que esta entrada se relacionaba a una crisis moral de amistad y no a como he llegado hasta donde estoy (aunque hayan sido cinco pasos los que he andado). Como sea, lamento que muchas veces, querido lector, te tragues este tipo de datos extras intrascendentes.

Como sea, las letras llenan muchos aspectos de mi vida, pero a veces, muchas veces, maldigo que mi empeño no de cómo para dedicarle un bonito y bien logrado verso a mi amiga. No solo a ella, en general a la gente que se lo merece, que vale el esfuerzo de que haga algo más que simple y vulgar prosa.

Carajo, tal vez debí leer más a Benedetti y menos a Verne. Y la poesía le da una belleza tal al lenguaje y transforma de tal manera las letras más humildes… carajo, de verdad que me da hasta como corajito.

Como sea, mi meta no será escribir los poemas más tristes de la noche, o decir que el cielo tiene color de cielo… tratare de hacer algo serio con las letras, no para escribir mejor, sino para dignificar como es debido (a las letras, a este arte, a mis ideas y demases) a lo que hago y para quien lo hago.

Finalmente, no se trata de lavar culpas ni de quejarse. Si me siento mal por parecer ingrato y la verdad es que se que suena a queja, pero lo veo más como una confesión. De cualquier manera, estas coas tan emocionales y depresivas, tratare de evitarlas, por salud del lector (en especial de ti, mi buen lector ocasional, no quiero asustar a los que por error llegan aquí) y quizá, por la mía.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Un par de consejos...

Es curioso, en estos días he tenido muchas ideas rondando mi cabeza sobre que escribir para el blog, de verdad. Es sorprendente cuantas cosas pienso (y no porque sean geniales, sino porque son un chingo en verdad) y no las “llevo a cabo” o al “papel”… o a “el Word”… en fin, creo que el cómico en mi acaba de morir poquito por esas comparaciones.

Como sea, tenía en mente hablar un poco sobre las letras. Digo, sé que es obvio pero quería abordar otros temas. Por ejemplo hace poco fue el cumpleaños de una muy buena amiga y bueno, me quede con el deseo atorado en la garganta de hacerle un regalo… pero me desvió del tema. De todo lo que pensé, tome la decisión de retomar algo de los apuntes de escritor novel (chale, de verdad que a veces soy una persona sofisticadamente mamona).

En fin, la cosa es que esta vez hablare un poco sobre unos consejos que me han dado en lo relacionado a las letras. Solo por ser repetitivo y monótono, quisiera recordar que mis palabras no son verdad absoluta ni están escritas en piedra, digo, por aquello de que a veces la gente puede pensar que me la doy de muy chipocludo cuando… bueno, pienso que solo soy un clown más de Blogger.

Aclarado eso, los invito a ir al mágico mundo de los totoles.

El consejo que creo que más puede servirle a cualquier persona que quiera escribir (y el segundo más fundamental y vital para su desarrollo) es este: Leer, leer mucho y de todo, pero en especial de lo que te interesa.

Es muy básico la verdad y por eso justamente es tan buen consejo. Entre más leamos, de los temas que sean, nuestros conocimientos aumentan y pueden enriquecer todo lo que hagamos. Cuando la gente busca documentarse y así “empaparse” de un tema, investiga algo así como “todo lo referente” a “X” tema de su interés, pero lo que rodea a ese tema también nutrirá la percepción y el entendimiento del mismo. Por eso, es importante leer y siempre leer y de todo es mejor. Es como una especie de dieta sana para la mente y nuestra cultura.

A su vez, por consecuencia de leer mucho y de todo, nuestro léxico se verá enriquecido, con suerte de una manera amplia. Eso ayudara a que nuestra narrativa sea más basta y que nuestro mensaje no solo sea vistoso y quizá hasta elegante, sino que también pueda llegar a ser más claro e interesante.

Gracias a leer de todo (y mucho, no olvidemos eso) conoceremos más temas. No se tratara de “abarcar mucho y apretar poco”, sino de tener nociones más claras, más generales por lo menos, de ciertos temas y así darle más peso y veracidad a lo que escribamos. Lo cual una vez más, se verá reflejado en la calidad de nuestras letras, de nuestro mensaje y esas cosas tan jocosas.

El otro consejo que me dieron es un poco más largo porque abarca otros pequeños consejos y tips para ser mejor en lo que se trata de hacer. Este sería básicamente el consejo number one: tener oficio.

Como decía antes esto abarca muchas cosas. Para empezar el tener disciplina, el escribir de manera diaria Y cantidad de hojas, el documentarte sobre el tema que estas tratando, tener horarios para hacer cada cosa y un largo etcétera. Muchos sub-consejos para ser el mejor, en lo que hagas, porque no aplica nada más a las letras sino a casi cualquier cosa que nos propongamos.

Como escribía anteriormente, demasiado largo como para desglosarlo y verlo punto a punto en una entrada que trata de ser ligera, pequeña y agradable para ti, fiel y constante lector.

Y es curioso porque estos consejos no los recibí de otro compañero de letras, ni se los leí a algún autor de renombre en alguna biografía o autobiografía, es más ni siquiera me los dio un estudiante o profesor de literatura. No, estos dos consejos me los dio hace unos 10 años un abogado que no escribe nada fuera de su gremio. Una manera más de tener siempre en cuenta, que podemos aprender de cualquier lugar.

Y eso en esencia seria todo lo que por hoy quiero decir. Los dos consejos no son de mi mano, son consejos que recibí de otra persona. Ya hare otra entrada para hablar sobre los que yo creo sean buenos “trucos” para esto.

Como siempre, seria genial un poco de retroalimentación. Si tu apreciado y fiel lector te animaras a compartir. Un comentario diciendo algún consejo que hayas recibido de alguien más para este galano arte de las letras, con eso bastaría y seria genial simplemente.

Se retira como siempre su clown de cabecera de blogger Kaifa

jueves, 16 de agosto de 2012

Dos Caras

Tiene mucho que no actualizaba esta historia en ningún otro sitio que no fuese la Ventana Convergente y un poquito de ventaja de dA. De alguna manera, me gusta creer que esta es mi exclusiva para la venta, aunque realmente no lo sea. En fin.

Aunque tome toda una vida


Al día siguiente del encuentro con Donovan, dedos de oro se levanto con la habitual resaca por culpa de beber tanto licor. El problema no era si bebías mucho whiskey o si te acababas las reservas de ron o si acaso probabas algún tipo exótico de aguardiente. El problema no era ese, sino cuantos tipos de licores podías mezclar en una noche de bebida; desde luego, el filibustero había terminado tomando cinco tipos distintos de bebida, por eso al despertar sintió que el mundo daba vueltas al poner el primer pie en el piso, sintió que era como anclarse a tierra firme, o inmóvil cuando menos.

Flogging desde que había llegado a la última noche del mundo solía pasar al menos 20 de las 24 horas del día en el lugar. Había rentado una hamaca en la planta superior. Usualmente sus alimentos se le proveían en la barra del lugar, después de alimentarse solía regresar a la hamaca, sino a dormir, si a quedarse tirado en ella meciéndose al vaivén del viento del mar. Posteriormente salía a sentarse unas horas en la playa y contemplaba el horizonte. Regresaba y comía, nuevamente se subía a su hamaca a esperar la noche y bueno, por las noches bebía hasta entrada la madrugada, que era cuando subía a dormir. De vez en cuando por las tardes rara vez caminaba por la playa o en las noches había alguna pelea para sonsacarle sus grandes secretos de bandido (¿Qué secretos? Se preguntaba siempre mientras se batía en duelo) o simplemente porque algún borracho quería mostrar su acero.

Esa era su vida, su apasionante rutina desde que había vuelto de esa isla.

Por su parte Donovan despertó quejándose al lado de su nuevo compañero de mar. El odiaba las hamacas, por lo cual se había dormido en un intento de cama, le costó dos monedas de oro, era un lujo, pero en parte había valido la pena con tal de evitar el mugrero de cuerdas. El tahúr acostumbrado a un estilo de vida mucho más refinado no puso objeción alguna, finalmente, ayer por la noche había logrado comprarse a un aliado tan confiable como dedos de oro y eso hacía que valieran la pena tantas incomodidades. A diferencia de su nuevo camarada de mar, shamrock tenía una vida bastante ajetreada. Nunca dormía en la misma posada o hostal, incluso era rara la vez que dormía en la misma provincia o estado; incluso a lo sumo repetía 5 noches en un mismo país. Su estilo de vida de embaucador, de apostador compulsivo y de mujeriego no le permitía tomar tantos lujos, al menos de esa índole cotidiana que ya nadie considera lujos. Después de despertar siempre tenía listas sus pertenencias para partir, no importaba si despertaba solo o acompañado, al vestirse salía del lugar como alma que se tratara de llevar el diablo. Comía donde podía y cuando podía. Por lo regulara se le podía hallar en los lugares de apuestas más conocidos, ya fuesen giros clandestinos o sumamente reconocidos y aceptados. Por lo menos mentía y endulzaba orejas diez veces al día para salvar el cuello, el orgullo viril o conseguir un patrocinador o prestamista en sus apuestas. Dos peleas al día eran la cuota reglamentaria, a pesar de todo, el jamás llevaba arma alguna, no tenía un acero propio y lo que era aun más interesante, para ser pirata el contador de muertos no rebasaba la veintena a lo largo de su vida. Al anochecer y habiéndose librado de cobradores y perdedores furiosos, buscaba algún medio de transporte marino o terrestre y se largaba del lugar, justo a tiempo para embelesar a alguna mujer hermosa y convencerla de ir a un hostal de mediana calidad a divertirse por la noche.

Sin duda la rutina del jugador era más variopinta que la del filibustero que había atrancado en la última noche del mundo, pero a pesar de eso, no dejaba de ser una vida de rutina.

Se miraron a los ojos al momento que despertaron. El filibustero recordó el trato del día anterior, la cortesía del tahúr de pagar una botella de ese ron caribeño tan dulce y de haber apaleado a tres borrachos cada uno. Vaya noche. Todo se hubiese imaginado menos emparejarse con alguien con la fama de Donovan y es que eran sumamente distintos, desde el giro de su profesión hasta el cómo se veían.

Ambos eran piratas, filibusteros, ladrones del mar y demás sinónimos, pero a pesar de ello, no se dedicaban a lo mismo. El jugador era conocido por meterse en tremendos problemas, desde una correría de faldas hasta ir a los confines del fin del mundo para ganar una apuesta y el tesoro de paso.
Él en cambio, solía meterse en problemas que implicaban asaltar puertos, perseguir, secuestrar o robar navíos en medio de la marea de la pista de baile del diablo, incluso algunas veces hacían él y su vieja tripulación de mercenarios en tierra firme.

A Donovan solía motivarlo la aventura, el reto, los desafíos, el dinero y las mujeres.
A Flogging solía moverle el dinero que pagaran por sus servicios y una que otra vez, algún interés personal.

En toda la extensión de la palabra, el tahúr era ese sueño romántico que tienen las muchachitas cuando piensan en un pirata. El protagonista ideal de una historia de aventuras y peligros de los escritores de la época. El vivía el sueño de ser un hombre de mar libre.
Por su parte, el filibustero era básicamente ese cuento de horror que dicen los padres para que la núbil hija no se arriesgue a salir de noche. A lo que le temen todos los hombres de bien que trabajan su tierra o sus naves honradamente. Si su nombre aparecía en algún papel, estaba relacionado a la recompensa por su cabeza más que a una obra en prosa de sus hazañas. El era la pesadilla del mar a la que tanto temían los hombres. El era la otra cara de esa resplandeciente moneda de oro que representaba el ser pirata.

—Bueno—interrumpió Donovan estirándose perezosamente—. ¿Ya estás listo? Necesito hacer un par de cosas más. Afianzar unos detallitos para que zarpemos lo antes posible. Después de todo, parece que el día será gentil con los que navegan.
—Que otra cosa puede hacer falta para esta empresa de muerte y locos.
—Bueno, sería hacernos con provisiones, un poco de carne de cañón o tripulación; como tu gustes decirles—una sonrisa de complicidad asomo en su rostro—. Finalmente, pero no por eso menos importante, quiero pasar a visitar a un afamado zahorí que vive en los límites del pueblo.
—¿Un rabdomante? —por primera vez dedos parecía genuinamente sorprendido con lo que su interlocutor decía—.Pensé que te bastaba conmigo.
—No te mongas celoso mon amour—la risa había pasado de ser cómplice a burlona—. Solo lo necesito para afianzar algunos detalles, nada serio francamente, pero no quiero dejar ningún cabo suelto.
—Está bien, no tengo "pero" alguno—el filibustero se ladeo y cayo de pie junto al tahúr—. Solo me parece demasiado extraño todo el tipo de molestias que te estás tomando.
—Bueno, quiero regresar vivo y además en excelente forma. Tú entenderás a que me refiero.
—Si te entiendo—dijo serio arqueando una ceja—. Pues toma tus cosas y tu casaca azul para irnos de aquí.
—Bueno este es un giro interesante, no esperaba que estuvieras tan de buen humor como para querer ir tan rápido a esta hazaña, y más por ser tu segunda ronda.
—Tengo mis razones para todo esto.
—Hablando de razones, todavía no has mencionado en que quieres mi apoyo.
—Ya lo descubrirás en su momento, pero no te apures, tu palabra la tengo en mente, y lo más importante, utilizare tu ayuda sin falta alguna— el inexpresivo rostro de dedos apenas se vio perturbado por una curva en sus labios.
—Creo que me causa más terror el verte serio al decirlo, que si te hubieses reído de manera macabra y retorcida.
—Bueno, en marcha.

Flogging resto importancia a la plática y sin miramientos paso junto a Donovan y se retiro del cuartucho de pensión que en otros tiempos hacia de armario para trastos viejos. El jugador observo con los ojos bien abiertos por el asombro cómo se retiraba su nuevo compañero de trastadas y desafíos.

—Qué fácil es para este tipo acabar una platica mañanera tan amena—dijo con desprecio y frunciendo el seño—. Vaya, por eso mismo jamás hablo con nadie por la mañana—su rostro se ilumino con una sonrisa mientras tomaba en sus manos un chaleco azul de vestir y su casaca azul larga con botones de oro—, ni siquiera con las mujeres que comparto el lecho.

El día realmente había amanecido radiante como había dicho el apostador. La luz del sol calentaba y acariciaba a todo el que caminara bajo ella, la brisa del mar permitía que a pesar de caminar bajo la luz de ese astro la gente estuviera fresca y el ir y venir de las olas hacia que se respirara calma. Era un día radiante, incluso para un lugar maldito como ese.

Donovan y Flogging anduvieron por todo el pueblo haciendo las tareas que el tahúr requería para poder tener un viaje más seguro desde su punto de vista.
Primero que nada pasaron a comprar los servicios de algunos piratas y marineros de cuarta que encontraron en diversas cantinas y tabernas de todo el lugar. Precisamente la mayoría de ellos eran lo que el jugador denominaba como carne de cañón, para usar y tirar a la basura.
Posteriormente, llevando a algunos de esos nuevos marinos con ellos, se dirigieron a la zona del mercado. Allí compraron todo tipo de provisiones. Barriles con agua y licor, cajas de carne y frutos secos, algunos utensilios para cocinar, y un par de barriles de galletas. Lo necesario para un viaje de tiempo indefinido, aparentemente.
Una vez que se hicieron esas compras, Donovan mando a los nuevos lacayos a dejar y dar acomodo a todo eso en la embarcación de Flogging. De ese modo quedaron solo ellos dos, prestos para llevar a cabo la última tarea, la que consistía en encontrar y contratar los servicios del rabdomante. Para llegar hasta ese momento, habían tardado gran parte de su día, de hecho, llegaron al lugar con la luz del atardecer.

La vivienda del rabdomante se encontraba en pésimas condiciones. La madera del pórtico se veía sumamente podrida y corroída por el tiempo. El techo tenia lugares donde faltaban tejas. La pintura que en algún momento de la existencia de la vivienda era café ahora tenía un tono grisáceo enfermo. La puerta estaba derruida y el único impedimento para entrar aparte de ese intento de freno era una tela que servía para mantener a raya a los mosquitos únicamente.

—Este es el lugar mein freund.
—Bastante acogedor y elegante— ironizo dedos.
—Venga pues, quiero tener listo todo para que por lo menos podamos zarpar esta noche, dado que gastamos todo el día en preparar lo demás.
—Bueno, yo no fui el que tuvo la idea de hacer todos estos arreglos— al decir eso dedos jugueteaba con su negra barba.
—Solo quiero asegurarme de que tengamos las mayores probabilidades de volver con bien de esa isla infernal dedos, no puedes culparme por ser precavido.
—Yo no te culpo ni nada por el estilo. Solo digo que pudimos hacer las cosas con mayor velocidad—la brisa del viento movió su cabello negro y lacio a un lado dejando ver íntegramente su par de ojos color miel—. Como sea, ya estamos aquí así que lo mejor sería entrar en este lugar y acabar con este asunto.
—Tienes razón— el jugador se ajusto el cuello de la casaca al tiempo que se echaba a un costado la coleta de caballo color rubio—. Venga pues. Después de ti pana.
—Siempre que escucho que mandan a alguien por delante, me da la sensación de que recibirá una estocada en el vientre o el plomo en el pecho.
—No lo averiguaremos, si no entras—dijo sonriendo divertido Donovan.
—Está bien, alguien tiene que comportarse como un verdadero hombre— al decir eso le dirigió una mirada burlona al rubio y poso la diestra con cuidado sobre el pomo de su acero.
—Dirás misa si quieres, pero, si de verdad alguien recibirá un golpe mortal, no seré yo. Ahora metete, yo cubro tu espalda.

Dedos miro con la ceja derecha arrugada al tahúr, era evidente que a pesar de bromear, hablaba enserio. Se encogió de hombros y expulso lentamente el aire por su boca, era su manera de relajarse. Midió mejor sus opciones y opto por soltar la espada, llevando su diestra a la cintura. De este modo sustrajo lentamente la pistola flintlock al tiempo que con la otra mano apartaba el remedo de puerta.
Sus pisadas crujían en el desvencijado piso con tal sonoridad que daba la impresión que en algún momento todo el edificio se vendría abajo. Sin importar nada, dedos continúo su andar por el estrecho pasillo al que habían entrado. Al final el mismo se veía la vacilante luz de vela alumbrando y una sombra amorfa, aparentemente la de una persona.

—Me imagino que el rabdomante debe ser ese que se ve en la pared.
—No te detengas amicus.

El filibustero sintió el temor en las palabras del jugador y lo entendía. Entrar a ese sitio se sentía como una emboscada o caminar a la boca del lobo, era una sensación aterradora. Aun así, el filibustero de oro sabía perfectamente que era en esas situaciones cuando se necesita más valor… eso y tener los ojos bien abiertos.

A pesar de los temores y resabios siguieron su estruendoso andar producido por la pútrida madera. Al llegar a la sala alumbrada, se llevaron una sorpresa.

El lugar era simplemente un cuarto convencional con una ventana sin vidrio, un estante lleno de libros notoriamente antiguos escritos en diversas lenguas, una cantidad asombrosa de péndulos y piedras repartidos y colgados por toda la estancia, una mesa con tres sillas en pésimo estado pero aparentemente estables y sentada en una de ellas se encontraba una mujer de piel morena.

—Tomen asiento, los estaba esperando. —dijo la mujer con tono cortes, aunque sonaba un poco forzado.
—Supongo que es una opción—dedos se sentó en la silla que daba enfrente a la mujer a la vez que postraba su mano y la pistola sobre la mesa apuntándole a su interlocutora—. No me lo tomes a mal mujer, solo estoy siendo precavido.
—¡Ay! ¡Amicus! Controla un poco tus ímpetus —Donovan tomo asiento de manera relajada e incluso cruzo la pierna derecha—. Disculpe madame, estamos buscando al rabdomante ¿Podría decirle que los piratas shamrock y dedos de oro han venido a buscarle?
—Yo soy "el" rabdomante—lo dijo lenta y enfáticamente la mujer.
—¡Que! Pero me dijeron que el amo y señor de esta casa era el magistre animus,
—No estás del todo errado rubio, exceptuando que sería ánima y no animus.
—El hombre de la pistola tiene razón. Yo soy ánima, y mis habilidades tratan sobre la radiestesia, rabdomancia y adivinación.
—No me esperaba que fuese mujer, esto podría poner en peligro el viaje entero.
—¿No estarás hablando de atraer la mala suerte por traer abordo a una mujer verdad? —cuestiono dedos.
—¿A qué otra cosa podría referirme mein freund?
—Esas son supersticiones tontas—dedos desvió su mirada un instante para ver a la mujer de ébano y miro nuevamente al jugador—. Todo lo que se está tratando aquí lo es.
—Mira quien lo dice—shamrock miro molesto por primera vez a su camarada de mar—. Tú dices que viste sirenas, las cuales se ha dicho por décadas que no existen y aun así, tú afirmas lo contrario.

Por un breve instante, tan fugaz como una explosión y tan efímero como la felicidad de los hombres, la cara de Flogging se desfiguro en un gesto de dolor profundo. Ese dolor que no es provocado por el sable del enemigo o la bala del arcabuz del rival, sino el tipo de dolor que produce el no tener, o perder, algo muy amado.
Tan rápido como apareció ese gesto, raudamente se reemplazo con una cara seca y seria que indicaba el desacuerdo con el comentario de su colega. El filibustero simplemente arqueo sus negras cejas, quito la pistola de la mesa y cruzo los brazos sobre su pecho.

—Bueno, eso yo ya lo viví. Y tuve la oportunidad de tener en mis naves varias veces a diversas mujeres y jamás se hizo peor o mejor el viaje. Por eso digo que es una vil mentira y mito idiota. Yo no tengo inconvenientes en tener a una mujer a bordo —dedos guardo la flintlock y se encogió de hombros—. Es decisión tuya, pero yo no tengo problemas con esto… Aunque no crea en ello—Finalizo mirando a la mujer.
—Tu argumento me parece suficiente—la expresión en su rostro se suavizo nuevamente—. Además, mi gran consuelo será que si todo falla, morirás—lo dijo con un tono entre sádico y burlón—. Es un hecho, queremos contratar tus servicios para ayudarnos en una pesquisa. El único problema es que involucra viajar a la isla del sentimental Johnny y todos los giros, vuelcos y problemas que pueda implicar esto.
—En pocas palabras y menos ostentosas—intervino el filibustero—, es una misión suicida y se te pagara al final, si es que sobrevives.
—Está bien—respondió secamente la mujer.
—Entonces tenemos un trato madame— cerro el trato Donovan a la vez que besaba la mano de la mujer de ébano.

De repente se escucho el golpe estruendoso de una puerta siendo pateada. Al instante la sombra de un encapuchado apareció en la estancia momentos antes de que la luz de la vela se apagara.
Rápido como un rayo, Flogging empujo a su compañero justo a tiempo para evitar una pequeña esfera de fuego. No era un ataque mortal, pero si lo suficientemente poderoso como para infligir quemaduras de un daño considerable en la piel.

El intruso tenía su palma siniestra levantada la altura de su pecho. Al ver que había fallado y los reflejos del filibustero se quito la capucha y su mano diestra intercambio lugar con la zurda para señalar acusatoriamente.

—¡Jamás permitiré que mi ánima vaya contigo a ningún lado! —Una nueva esfera de fuego se forjaba en su palma siniestra— ¡A menos que pases sobre mi cadáver!