Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

martes, 30 de octubre de 2012

Solo poesía...

Letras aplicadas.

Pensando un poco acerca de las letras y de las ciencias, llegue hasta este punto. Comparar cual de todas las manifestaciones de la lengua podía representar algo parecido a lo más sublime de las letras.

Todo comenzó cuando en internet leía una frase que decía más o menos así:

“Me sorprende que no haya más gente que ame la ciencia. Por ciencia te refieres a las horas de investigación y de búsqueda de datos o solo a que el espacio es bonito.”

Independientemente de la clara crítica social que le avientan a esos compas que se creen bien profundos por citar a Einstein y demás, me puse a pensar, que de verdad en toda rama hay una materia en específico que se encarga de llevar a otro nivel esa ciencia.

En este caso, pensé en cual podría ser esa materia, ese aspecto de las letras, que se encargaran de llevar hasta lo alto el nombre y la magia de las mismas. Entonces, pensé justamente en mi entrada anterior sobre consejos, y entonces fui iluminado claramente por mi ingenio.

La poesía.

No hay nada más bello y más concienzudo que la poesía. Es así de fácil.

Normalmente la X ciencia aplicada muestra todo lo que se die en la teoría, pero no solo se trata de mostrar que sirve, sino que también orienta nuestra visión a darnos cuenta el alcanza de esa materia, el poderío que conlleva, lo maravillosa que es y si la entendemos, lo hermoso que es entender más el mundo.

Eso es lo que hace la poesía. Lleva las palabras hasta sus mayores capacidades al utilizarlas a fondo, no solo por su significado sino por cómo juegan unas con otras. Al crear palabras hermosas o con un timbre tan poderoso que quedaran grabadas por siempre en el alma de alguna persona. Vuelven algo tan mundano, como las palabras, en un elixir de dioses.

Uno puede llegar con su persona amada y decirle simplemente “Me mata tu silencio, estoy preocupado por ti, además, tu voz es música para mis oídos.” Y es honesto, son sentimientos hermosos y no existe nada más bello que el amor y no importa como lo digas, si tú amas eso se nota y cualquier palabra dicha a tu ser amado, será amor y será lo más grande.

Y entonces, llega esto:

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente/ Distante y dolorosa como si hubieras muerto/ Una palabra entonces, una sonrisa bastan/ Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.”

Uno puede estar mirando a los ojos a esa persona que es la dueña de su alma y de sus pensamientos, que cada vez que respiramos, que exhalamos o inhalamos es por ella, y entonces, clavando la pupila en la de este ser terreno, que nos parece tan celestial y fuera de este mundo, decirle: “No importa cuánto tiempo pase, te sigo amando. Eres mi mundo, mi todo.”

Y entonces llegamos a esto:

“Sin embargo todavía/ dudo de esta buena suerte/ porque el cielo de tenerte/ me parece fantasía.”

Llegado su momento, estaremos en un punto en el que todo será como antes, estaremos solos, sin un ser amado al cual lanzarle todos esos sentimientos de euforia del que narran los poetas y nos cuentan otras personas, entonces, no quedara nada… más que solo poesía para entretener un poco a nuestra alma y entender, que no somos ni los primeros ni los últimos, pero sobre todo, que de estas historias, de estos tragos amargos, uno sale vivo…

“Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.”

No solo de amor o desamor se habla. Habrá algún momento en que del ronco pecho querremos gritar contra la imposición o el abuso, que tendremos deseos de dejarnos en este macabro juego la piel por un bien mayor, entonces podremos gritar todas las groserías que nos sepamos…

Y entonces, cuasi como magia, se escuchara esto a lo lejos:

“Una cosa es morirse de dolor y otra cosa es morirse de vergüenza. Por eso ahora me podés preguntar y sobre todo puedo yo responder. Uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere.”

Incluso, para cerrar este ciclo de letras, pues creo que está de más ejemplificar, la poesía es tan magistral, es la obra máxima, el pináculo de las letras, es simple y llanamente tan grande, que la poesía, es capaz de dar la cara por ella misma, aun sin tener poetas.

¿Cómo es eso posible?

Pues bien, porque mientras exista algo bello, que merezca la pena de ser visto o recordado, mientras seamos incapaces de descubrir cada misterio de este mundo, o por el simple hecho de que aun podamos sentir emociones que desborden nuestros cuerpos… habrá poesía.

“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía.”

Es por eso, que la poesía merece todo mi respeto. No demerito otras manifestaciones de las letras, ni por ser menos artísticas, más concienzudas o creadas para mero divertimento o divulgación informativa, para nada. De hecho, quisiera que quede claro un punto medular de todo este desperdicio de letras y de nuestro tiempo, querido lector, si es que has llegado hasta aquí.

Las letras son lo máximo, en todas sus manifestaciones, pero, la cúspide de ellas, por su gentileza de palabra y su sencillez para colarse en nuestras almas: es la poesía.

Nada más que simple poesía para alegrarnos.

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