Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Una breve opinión: Medio rey

Titulo: Medio rey
Autor: Joe Abercrombie
Género: Fantasía, fantasía épica
Clasificación: Ficción, literatura juvenil
Páginas: 384
Editorial: Plaza y Janes
Año de publicación: 2014
Saga: Primera parte de la trilogía el mar quebrado (compuesto por: medio rey, medio mundo y media guerra)

Lo que dice en la contraportada:
Yarvi, el hijo menor del rey, nació con una malformación en una mano que ha llevado a todo el mundo, incluso a su propio padre, a considerarlo medio hombre. Por eso, en lugar de formarse como guerrero, al igual que el resto de varones de su estirpe, se ha dedicado a estudiar para convertirse en uno de los clérigos del reino. Sin embargo, en la víspera de la última prueba para ingresar en esta poderosa orden de sabios, a Yarvi le llega la noticia de que su padre y su hermano han sido asesinados. Él es el nuevo rey. Pero tras una terrible traición a manos de sus seres queridos, Yarvi se encontrará solo en un mundo regido por la fuerza física y los corazones fríos. Incapaz de llevar armadura o de levantar un hacha, deberá afilar y agudizar su mente. Cuando se junta a su alrededor una extraña hermandad de almas perdidas, descubrirá que esos compañeros inesperados tal vez puedan ayudarle a convertirse en el hombre que quiere ser.
Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
Medio Rey y el caballero de las espadas (primera parte de la trilogía de las espadas, de Michael Moorcock), son sumamente similares en la primera parte de sus respectivos libros. Desde los periplos que atraviesan los personajes (no idénticos, pero si muy similares en cuanto a cómo son ejecutados), en la similitud de los personajes (en cuanto a su oficio que no es el de guerrero y pasividad en su vida y manera de ser, esencialmente) y finalmente en la terrible situación que se encuentran globalmente: huir. Básicamente esta primera parte de la obra se trata de: el mundo ordinario de Yarvi el manco, su empujón a la aventura, su rechazo de esta y la resignación. Los tres primeros son parte de las 12 etapas del viaje del héroe, de Campbell, la última me la acabo de inventar. Lo único que hace que no piense que es de espada y hechicería esta obra (una forma tradicional de plantear una aventura fantástica en la que uno de los motores principales es la lucha del bien contra el mal), es en primera el tiempo que he dejado para añejar mi opinión y en segunda instancia la opinión de mi pareja. Ya iré ahondando en ello en su respectivo momento. Basta con saber que ante nosotros tenemos una aventura que, como bien dice la contraportada, tendrá intriga, traición, sufrimiento y una mirada muy cruel del mundo. La mayoría de los temas serán abordados de una manera muy suave en algunas partes y en otras un poco más claras, pero de una vez quiero hacer hincapié en esto: aunque medio rey y el caballero de las espadas son dirigidos a públicos distintos (el primero es para un público juvenil y el segundo para uno adulto), medio rey muestra cosas peores dentro de sus páginas. Esto lo dota de una mayor fortaleza y credibilidad en gran parte de la obra, por el factor “humano” de la mayoría de sus personajes y dentro de los temas (traición, amor, odio, etc), en los que se desenvuelven. Ya llegaremos a eso…

Personajes.
Tenemos a nuestro tullido favorito, Yarvi, medio rey por su malformación de nacimiento en la mano siniestra, lo que llevo su vida a dedicarse al estudio de la clerecía y no del arte de la guerra. Aunado a esto, tiene un hermano mayor que es el indicado para suceder a su padre en el trono. Así que la vida de nuestro tullido va de la manera más placida que pueda llevarla alguien tullido. Hasta que un día le llega la noticia de que padre y hermano han muerto, y por descarte, el es ahora el rey, un medio rey. Yarvi es un personaje joven que ha tenido una vida dura por su malformación, y que dedico su tiempo y energía a fortalecer su cerebro antes que su cuerpo, teniendo en mente justamente que al ser un clérigo su mano no sería tanto impedimento y le permitiría estar a resguardo de la sombra de sus parientes que tarde o temprano ostentarían mayor rango. Yarvi es nuestro personaje juvenil promedio, no literario únicamente, sino en la vida. Al estar tullido es alguien tímido, de carácter amable apuntando más a ser temeroso que cortés, viviendo aislado para no ser víctima de burlas (pese a su linaje), y al encerrarse tanto en sí mismo, le cuesta trabajo confiar en la gente y en el mismo, pero cuando lo hace, se entrega totalmente, vaya, de una forma infantil cree ciegamente en quienes muestran cariño hacía el. Es de muchas formas un personaje trágico, pues apela más que a sentirse mal por cómo es su vida, a sentir tristeza y genuina empatía por lo solitario que esta y lo aislado que se encuentra de los demás. Es un personaje sin duda realista, y que pese a jugar su papel (dentro y fuera de las páginas), en una historia tradicional del género, su evolución es creíble dada su persona y lo que le sucede (cosa que no pasa con Corum, por ejemplo), aunado a eso únicamente agregaría que esto le da suficiente fuerza para tomarlo por un personaje realista y gracias a este punto es que justamente la historia, gana mucha fuerza.

No todo son alegrías en esta historia. Uno de los mayores problemas que le veo a esta novela, son los clichés. A diferencia de tratar de darle un giro a cualquiera de los estereotipos o intentar torcerlos un poco para que se vuelvan algo novedoso, Abercrombie nos brinda una infinidad de arquetipos más que gastados o conocidos, no en el género, sino en la ficción (incluso me atrevo a decir que en la realidad) en general. Esto trastoca mucho la historia y hace que un poco la intriga y misterios del juego político se pierda mucho, porque de entrada dadas las personalidades y lugares que ocupan los personajes en torno a Yarvi, te haces una idea de quién es quién y qué papel juega en la trama. No es que esto sea malo por sí solo, pus finalmente son personalidades ya conocidas, cumplen el papel con el que son creados y así como no brindan sorpresas positivas, tampoco las dan negativas. Vaya, están hechos a molde y usando un molde es difícil que arruines la copia. Esto no creo que sea terrible, a mi me decepciono bastante, en especial por las expectativas que un amigo me genero sobre Abercrombie. Fue como si te dijeran que comerás la fruta más dulce y jugosa y terminas saboreando una fruta dulzona y que apacigua tu hambre un poco, pero nada más eso. La frasecita “deja que desear” al fin adquirió sentido en mi vida después de esta novela. Insisto, no es que sea mala, hay gente que disfruta un estereotipo bien llevado, por más evidente que sea. Y para no arruinar la historia no abordo estos personajes, pero digamos, querido/a lector/a constante, que identificaras a quien del circulo de Yarvi en su reino funge que papel, y quienes de su banda (que se forma pasada la mitad de la novela), cumple el papel de ser un gancho emocional para darle algo al lector.

Si se me permite decirlo, Yarvi es un gran personaje, rodeado de muchos desechables, desgraciadamente. Es el punto en el que más flaquea la novela sin duda (desde mi punto de vista), incluso más que esta “trama” que parece que ya le hemos leído o escuchado antes, pero es en la trama y caracterización de Yarvi donde el autor en verdad da un giro grato. Ya llegaremos a ello.

Únicamente agregaría que el único personaje que me parece destacable además de Yarvi, es su madre, la reina. Una respetada ex comerciante capaz de cerrar los tratados más inverosímiles e imposibles y con un temple que incluso a sus hijos impone. No es que no haya más que decir, pero creo que con eso basta para causar expectativa en los dos personajes que genuinamente dan base a la novela.

Estilo.
Narrado en tercera persona, haciendo uso del recurso del narrador equisciente, es como Abercrombie nos describe todo lo que sucede en medio rey. Esto en ningún momento cambiara, permitiéndonos seguir los pasos de Yarvi y todo lo que acontece de importancia a su alrededor.

Esta es la primera novela que leo del autor, y debo decir que pese al sin sabor del arranque de la historia o de los personajes secundarios, la prosa no me dejo mal sabor de boca. Por el contrario, creo que uno de los puntos fuertes de la obra está aquí. Tanto en la mano del autor al narrar, así como la distribución de la historia en cuanto al apartado capitular y su protagonista. Yendo por partes, la narrativa de Abercrombie se disfruta. Es ágil pues te permite sumergirte en la primera línea, comprensible pese a presentarnos un mundo desconocido (aunque sumamente parecido a las épocas medievales) ya que jamás me entretuve tratando de entender determinado dialogo o de buscar el significado de X palabra, y sinceramente esto te permite sumergirte en la historia y así te dejas atrapar. La mano del autor para narrar, es muy buena, lo que me hacía detenerme era “señalarme a mí mismo” o “charlar” conmigo (sí… soy de esos lectores), lo obvio de cierta intriga o el destino de algún personaje… y aun así lo disfrute.

La maquetación es algo en lo que me gustaría hacer un par de señalamientos. La portada es sencilla, titulo en grande y con letras plateadas al centro, una de esas portadas que parecen foto realistas nos muestra seis personajes en procesión hacía su destino, en fila pasando junto a un árbol deshojado y torcido (ni siquiera aquí dejan de lado el simbolismo a Yarvi). Echo en falta que en el frente diga a que saga pertenece y qué lugar le corresponde, pero eso ya lo dice en su lomo así que tampoco me pondré exigente, pues sería ridículo. Nos encontramos con una cita que ya nos da una idea de por donde irán las cosas, seguido del típico mapa de cualquier novela de fantasía. Dividido en 4 partes (La silla negra, el viento del sur, el largo camino y el rey legitimo), cada parte es marcada por dos copos de nieve que pareciera terminan en espadas señalando al centro la parte en la que estamos y su titulo. No recuerdo honestamente cuantos capítulos tiene (los cuales, todos tienen titulo, algo que me gusta mucho, algo de la vieja escuela que me gustaría se mantenga siempre), debe tener entre 50 o 40, pero aquí el detalle a destacar es que son cortos, y eso agiliza la lectura, donde sea y para el público que sea, pero lo considero un acierto pues está dirigido a un público “juvenil”.

Desarrollo.
Este punto es complicado. Como he descrito antes, el principio es un clásico de cualquier novela o de fantasía o de misterio o hasta de las películas de thriller (sí, soy fan de esas también). Lo cual hará, para el lector medianamente conocedor (que es donde asumo me encuentro), o para el que es conocedor, que esto sea un paso algo lento porque ya sabes cómo se desarrollan estos temas. Y meto acá incluso al cine, porque la formula es similar hasta a las de las películas, pero bueno. Llegando al final de la primera parte (pasando las 75 páginas), es cuando la historia con timidez comienza a levantarse. Todo esto es gracias, como no, a Yarvi. Y aquí, en toda esta opinión, estoy siendo sumamente cuidadoso, porque Yarvi es la carta fuerte de la historia, y quemarla aquí arruinaría el libro, más que contar la trama o el final. De ese tamaño es el papel de nuestro protagonista y todo el desarrollo personal por el que atraviesa a lo largo de su periplo. Para ser justos, la obra se levanta con fuerza por la tercera parte, que es cuando la transformación del personaje, no es que sea total, pero es sumamente evidente y este es el gran giro de tuerca de la novela, Yarvi. Y cuando digo que se levanta con fuerza, la comparación sería ver una pelea (del arte que desees) y que el que está perdiendo, remonte y ponga contra las cuerdas o contra la pared al que parecía vencedor. De ese tamaño es el poderío con el que contraataca medio rey.

Y llegado a este punto voy a dividir el desarrollo de la trama en dos partes.

En cuanto a cómo se narra la historia y como se desenvuelven ante nuestros ojos los acontecimientos, cumple con creces. Como he reiterado (y perdón por ser cansino), esta novela está sustentada bajo una fórmula tradicional y reforzada con estereotipos que también cumplen sus papel en el apartado de los secundarios. Hay una que otra sorpresa (3 en mi caso, una revelación por el medio de la novela y dos en su última parte), pero realmente es una formula conocida. Es tanto así, que por eso el inicio es lento, en el clímax tenemos una gran revelación sobre cómo se gestaran los acontecimientos venideros y en el final se esclarece hasta la última sospecha e intriga. En este punto, está bien, reitero, cumple y mucho, pues ya lo hemos visto/leído antes. Inclusive, bien la novela podría ser autoconclusiva.

En donde destaca, y nuevamente disculpa lector/a constante lo repetitivo, es con Jarvi y cómo va desarrollando habilidades que creía no tener o incluso descubriendo las que ya tenía. Que el punto fuerte de tu obra sea el protagonista básicamente, no creo que sea malo, pero hoy en día es sin duda una jugada peligrosa. Y aunque parezca que soy duro, nada de eso. Al hablar sobre esta novela con otra persona, fue gracias a ella que entendí todas las cualidades que yo dejaba fuera por hacer la comparativa burda con Corum. Se disfruta leer todo el viaje de Yarvi, porque este es el verdadero giro de la trama y es llevado de una manera magistral, no sólo por cómo es narrado, sino por la manera en que es caracterizado el personaje.

Recomendación.
Medio rey es una lectura perfecta para quien quiera disfrutar lo que está leyendo, que desee entretenerse y que tenga espacios reducidos para leer (por lo que comentaba de sus cortos capítulos).
No dudaría en que le agradaría a cualquier lector de fantasía. A los que van empezando los enganchara sin duda, a los de media sepa seguramente les gustara aunque no lo amaran y a los que ya son veteranos, sin duda podrán encontrar grato una lectura ligera y más sencilla o regresar a las tramas clásicas y previsibles.
Justamente, si lo tuyo es este tipo de literatura de fantasía más a la vieja usanza tanto en formato como en temas, esta novela te gustara.
Inclusive si no es lo tuyo lo tradicional, esta novela también tendrá algo reservado para ti, y me arriesgo a decir que te encantara.
Si estas adentrándote al género de la fantasía y de la épica, esta es una buena oportunidad sin duda alguna, pues es amable con el lector por cómo se desarrolla y los temas que trata y aun así no deja de ser una lectura de iniciación grata. Más que aceptable representante.

Mi advertencia esta vez, me gustaría que sea tomada muy en cuenta, pues si un menor de edad (niño u adolescente), que ya de por si son impresionables o que a veces quieren adoptar cosas más que cuestionables, se hace con esta novela, se encontrara con algo terrible. No hay de por si violencia desmedida, lenguaje exageradamente soez o sexualidad explicita, pero lo que si encontraras serán algunas de las peores características de la humanidad: discriminación, envidia, desprecio, odio, cobardía y que el mal menor, justifica los medios por atroces que sean. Insisto, leer a la par que el menor, sería lo ideal.

Si a ti te aburre lo predecible, si detestas la fantasía épica o la fantasía con tintes medievales no te satisface, este libro no te va a gustar. Si te gusta un repertorio de personajes entrañables y carismáticos, esta novela te va a dar risa más bien, o si un solo personaje no es para ti sustento suficiente para una novela, mejor no te acerques a medio rey, fuera de eso, no veo motivos para marcar la distancia con este trabajo.

3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7.5 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo consigue medio rey, de Joe Abercrombie. Un inicio de trilogía aceptable y una novela más que cumplidora para empezar en el género, ya sea joven o mayor.


Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Una breve opinión: El caballero de las espadas.

Titulo: El caballero de las espadas
Autor: Michael Moorcock
Género: Fantasía, fantasía épica, espada y hechicería/brujería
Clasificación: Ficción
Páginas: 207
Editorial: Edhasa/ Marlow
Año de publicación: 1988
Saga: Primera entrega de la trilogía de las espadas (Caballero de las espadas, reina de las espadas y rey de las espadas, componen esta trilogía).

Lo que dice en la contraportada:
En aquellos días había océanos de luz, ciudades en el cielo y salvajes bestias voladoras de bronce. Era un tiempo en que los dioses se manifestaban en nuestro mundo con todos sus atributos; un tiempo de gigantes que caminaban sobre el agua; tiempo de magia, fantasmas, naturaleza inestable, sueños frustrados, pesadillas corpóreas. Era el tiempo de los Señores de las Espadas. El tiempo en que los Vadhagh y los Nhadragh, enemigos seculares, se extinguían sin darse cuenta de ello. Y los recién llegados Mabdén les envidiaban. Y los Grandes Dioses Antiguos empezaron a conocer el Miedo. Y Hombre, el esclavo del miedo, orgulloso en su ignorancia, continuó su progreso a tropezones. Pero siempre habrá seres que intenten combatir y destruir lo invulnerable. El Príncipe Corum Jhaelen Irsei fue uno de ellos. Quizá fuera el último de la raza Vadhagh, y a veces era llamado el Príncipe de la Túnica Escarlata.


Argumento.

Hay muchas cosas que podría decir de esta trilogía, la primera, es que sienta fuertemente las bases para el género y subgénero (ya haré hincapié de este punto con Abercrombie y su medio rey). En segunda instancia y si he de ceñirme al argumento, puedo decir que tenemos un claro ejemplo de la fantasía de espada y brujería, digno de estudiarse en clases referentes al tema. ¿Por qué? Te preguntas lector/a constante. La respuesta radica en cómo el autor presenta y desarrolla los temas de la obra. En esta novela (y te anticipo, en toda la trilogía) te encontraras con lo siguiente: una clara lucha entre el bien y el mal, siendo el mal algo enfermizo y despreciable, mientras que el bien es algo que anhela y que pese a ser pisoteado y mancillado hace su esfuerzo por prevalecer, tanto al vencer como al mantenerse en esencia. Un protagonista siempre atormentado, de una u otra forma. Entidades mágica y brujerías varias que la única explicación que tendrás de ellas es algo así como “los dioses así lo quisieron o es porque es un dios y por eso es mágico”, que no es que este mal, pero es claramente mucho más tradicional. Y este es otro punto, es el tipo de fantasía tradicional de hace unas dos décadas, esto no la hace obsoleta o mala, remitiéndome a lo escrito antes, es digno de estudiarse pues es una cátedra de cómo era la fantasía hace no tanto tiempo. En fin, en esta primera parte tenemos el típico viaje del héroe: estar en la comodidad de lo conocido, ser arrastrado a lo desconocido (a base de mucha violencia y perdidas), vagar por el mundo sin saber que o como, el encuentro de un mentor o un “aliado”, confrontar a sus enemigos y ganar esa batalla, más no la guerra. Y vuelve a repetir en el siguiente libro (pasos más, pasos menos). Y no estoy revelando nada de la trama, hago alusión a que en la novela, Corum atravesara algunos de los estadios del viaje del héroe que concibió Joseph Campbell en el libro “el héroe de las mil caras”, y nada más. Sé que parece mucho y poco a la vez (te revelo lo que parecen momentos cruciales de la trama, aparentemente, pero no ahondo en detalles, por eso es mucho y poco), al menos se que puede leerse así pero no es verdad. Reiterando, esta novela (tomando la trilogía como un todo), es una cátedra de cómo era la fantasía concebida y escrita hace no tanto tiempo. Toda obra tiene de alguna forma estos estadios o momentos y al no decir como cuando o de qué forma suceden, es como salvaguardo la trama. Así que no temas, lector/a constante, el Caos aun no me ha corrompido, y trato de jugar de acuerdo a la balanza cósmica, como se dicta en el multiverso. Ahora bien, ya comentado como será el viaje y que podemos esperar, comencemos.

Personajes.
Realmente no hay tantos personajes como puede parecer, y es curioso porque eso no implica que su importancia sea poca. Más bien, se debe a que Corum en su periplo conocerá y dejara atrás a mucha gente, y por un lado, al ser tomado como “un solo libro” o parte del multiverso (un lugar en el que básicamente muchos mundos se entrelazan y comparten muchas cosas, papeles e incluso entes), sería difícil abarcar a tantos personajes, deidades y semi deidades. Comentado esto, tratare de exponer mi opinión sobre esto de la mejor manera posible.

Tenemos a la raza de Corum, los Vadhagh y a sus enemigos de hace siglos, los Nhadragh. En términos simples, ambas razas pareciera que son lo mismo (como si habláramos de jaguares y tigres o personas de asía y áfrica), salvo pequeños detalles que al ojo común parecieran diluirse de lo mínimas que son estas diferencias. Lo que comparten es que, por ponerlo simple, son los elfos de este mundo (físicamente similares, con inclinaciones a la magia y una vida más longeva que la del hombre común). Acostumbrados a ser los únicos en este mundo, no se percatan de que una tercera raza de hombres se levanta: los Mabden. Lo que vendría a ser el hombre común, pero en un estado más bárbaro y violento, a los ojos de los Vadhagh (y tal vez, a los del lector), que desde hace mucho viven en paz. Es gracias a esta tercera raza que toda la desventura de Corum dará inicio.

Corum es un protagonista típico y aunque asumo que el cliché (es más, la palabra imagino) no existía en ese entonces, para nuestros días (hoy, 2017) lo sería. Es un hombre que pese a ser versado más en las artes que en la forja del combate, tiene una constitución y habilidades, cuanto menos respetables (no se dice todo específicamente, se adivina al leer lo que hace y sobrevive). Un alma noble mancillada por la tragedia que buscara venganza, bajo juramento empeñando en ello su vida y honor. Muy clásico, ¿eh? Un personaje tenaz, inteligente y con la suficiente valentía para saber cuándo arremeter contra el enemigo, cuando atraerlo a la trampa y que conoce el momento en que será mejor huir. Además, la gente de Corum (y el mismo), saben de la existencia (de una manera limitada) de los multiples planos en los que se desdobla el universo, cosa que sienta bien a Corum pues él es capaz de acceder brevemente a uno (o tal vez algunos) de ellos. Un guerrero, que además sabe de magia/hechicería. Podría seguir, pero creo que se leería como burla y no es mi intención. Esta trilogía (y medio rey) los leí al principio del año, y deje que se añejara en mi persona su lectura porque justamente, deseo escribir de una manera más centrada. En fin, Corum me parece una cruza entre el típico caballero medieval con un toque de humanidad, muy peculiar. Lo que veo en hombre de él, es lo que probablemente el personaje ve en los mabden, que como he escrito antes, no son cosas halagüeñas. Esto es algo que sin duda me agrado, pues dota a Corum de una credibilidad que curiosamente choca contra esta parte tradicional de cómo está construido su personaje. Es una dualidad interesante sin duda.

A esto solo agregaría un concepto. Corum es una versión del Campeón eterno, un manto “invisible” con el que más de un personaje carga en este multiverso. Lo que le trae como consecuencia compañeros formidables o terribles sucesos a él o los que estén cerca de él. El campeón eterno es un manto cíclico que tiende a repetirse o suceder al mismo tiempo en más de un mundo.
Intentar abordar más (al menos en esta primera parte), sería revelar información, que si bien puede parecer no trascendente, ya me arriesgue mucho con lo del viaje del héroe como para querer tentar todavía más a mi suerte.

Estilo.
Narrado en tercera persona, haciendo uso del narrador omnisciente en todo momento de la obra, seguimos los pasos de Corum y otros personajes fundamentales para la historia. Valiéndose de este formato, Moorcock nos muestra un mundo en decadencia y algunos ritos lamentables.

La prosa del autor me parece disfrutable pues nunca peca de ser simplona o ser demasiado enredada. En honor a la verdad, tampoco es que destaque, pero eso no quita que se disfrute. Sin ir lejos, yo leí esta novela únicamente en el transporte público, lo que demuestra que es una lectura accesible y ligera. Para bien o para mal. La mano de Moorcok me parece adecuada para narrar, no considere en ningún momento que la prosa fuera arcaica o que envejeciera mal (la historia y personajes, son distintos), lo cual me parece habla muy bien de la narrativa. Finalmente, solo reiteraría, no destaca especialmente nada, bien se podrían tomar capítulos fundamentales de cada parte del libro y tendríamos una historia más concisa.

En cuanto a la maquetación, aquí hice trampa. Mi edición es de tapas blandas, la cual tiene unas 556 páginas pues hace un recopilatorio de los tres libros de la llamada “trilogía de las espadas”. Por lo cual el libro lleva este nombre, y en la portada a Corum después de iniciado su periplo. He jugado esta treta porque son realmente tres libros, y es “más sencillo” reseñarlo de esta manera y creo que se puede abordar mejor. En fin, tenemos un prologo (que asumo sirve para los tres libros). El caballero de las espadas se divide en: Libro primero. En el que el príncipe Corum aprende una lección y pierde un miembro. (Así dice… no lo estoy haciendo para quemar la historia) el cual consta de 13 capítulos (los cuales tienen titulo por capitulo, algo que me gusta mucho y se mantiene en toda la obra). Libro segundo. En el que el príncipe Corum recibe un obsequio y hace un trato. Constando de 3 capítulos. Y el libro tercero. En el que el príncipe Corum consigue lo que era imposible y poco deseado. Ahora bien, una base de datos de personajes (en especial por como el autor maneja el multiverso), le hubiera caído de maravilla a esta obra, en especial en la tercera parte de la trilogía, pero bueno, no todo se puede. Por lo demás cumple bastante.

Desarrollo.
Esto es algo de lo que me gustaría hablar, pues el autor lleva muy bien el desarrollo del libro. Principalmente porque en verdad no se detiene en ningún punto para explicar gran cosa al lector, y esto no es malo, ya que nos encontramos en un papel similar al del protagonista: tenemos ante nosotros un mundo íntegramente nuevo, misterioso y peligroso para descubrir. Al ir avanzando la trama, un par de secretos se van revelando, y por cada secreto, agregamos tres cuando menos, lo que hace que mantengas el interés y te enganche. Sumado a esto tenemos, como he mencionado antes, una narrativa que es clara y que te permite engancharte a la brevedad. Corum salta de una parte a otra haciendo que su desarrollo e incluso el final, sea trepidante, más no apresurado o desesperado, simplemente se trata de una novela (me arriesgo a pensar), concebida de manera que debía leerse de ese modo, ágil y sin pretensiones. Llegando a la recta final del libro, podemos encontrarnos con la “mayor parte de acción” (que ya es mucho decir, porque el principio y el climax de esta entrega rebosan de ello), y un desenlace, no malo, pero que te deja claro que esto apenas está comenzando. Esto por las revelaciones que se le dan al personaje, así como por el juramento renovado de Corum. Considero que la novela está bien llevada, con el tiempo y las diversas lecturas, pienso pudo ser mejor, pero dado su momento de publicación, seguramente cumplió no con creces sino de sobra. Aun así, para estos días, puede sentirse como una lectura, demasiado ligera. Digamos como ver una película de acción típica contra una de cine de arte. Finalmente, cerraría esto con una observación y algo que aplaudo a la obra (y que sin duda, apela a las generaciones actuales), la ejemplificación de cómo el hombre es un ente horrible y destroza todo lo que toca, todo esto de manos de los mabden.

Recomendación.
Para quien busca una lectura clásica del género de la fantasía épica, este es su libro.
Para aquellas personas que quieren ver un claro y solido ejemplo del subgénero de la espada y brujería, tengan seguro que encontraran eso y más.
Para aquellas personas que quieren una lectura del género de la fantasía que sea accesible y se permita leer en todo lugar y como extra, que sea rápida o pequeña.
Si te gusta la violencia, la sexualidad o el lenguaje soez, este libro cumple un poco las expectativas, llevándolo más a lo grotesco, pero sin rayar en lo irrisorio o sin sentido.
Para esas personas que tienen la idea de los hombres somos el mal de todo en el mundo, los mabden los complacerán sin duda.
Si quieres recurrir a lo clásico o entender como era en esos tiempos, este es un buen ejemplo de cómo la fantasía fue y ha ido evolucionando a lo largo de estos años.
Mi sugerencia, sería que alguien menor a 12 años no lo lea sin la supervisión de un adulto, ya que hay partes muy graficas en la obra. Nada espantoso, como he señalado, más bien grotesco.
Y los peros que le encuentro son estos: que no toleres la ficción, que aborrezcas la fantasía, que no te gusten los argumentos lineales (bien vs mal, por ejemplo), que simplemente la fantasía más tradicional no sea lo tuyo, o que las lecturas ligeras te molesten más que alegrarte. Fuera de eso no veo el motivo para que no le des una oportunidad a esta obra.

3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva “El caballero de las espadas” de Michael Moorcok, un ejemplo de la fantasía clásica de espada y magia de hace más de 30 años.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Una (definitivamente nada) breve opinión: Elantris

Titulo: Elantris
Autor: Brandon Sanderson
Género: Fantasía
Clasificación: Ficción
Páginas: 640
Editorial: Ediciones B
Año de publicación: 2005
Saga: Es un libro auto conclusivo. Sin embargo, Sanderson escribió un relato corto (The hope of Elantris), que por sugerencia del autor, lo ideal es leerlo una vez leído Elantris, el cual podemos encontrar de forma gratuita en el sitio del autor (acá abajo pongo el enlace)
https://brandonsanderson.com/elantris-the-hope-of-elantris/

Lo que dice en la contraportada:
La ciudad de Elantris, poderosa y bella capital de Arelon, había sido llamada la "ciudad de los dioses". Antaño famosa sede de inmortales, un lugar repleto de poderosa magia, Elantris ha caído en desgracia. Ahora sólo acoge a los nuevos "muertos en vida", postrados en una insufrible "no-vida" tras una misteriosa y terrible Transformación.

Un matrimonio de estado destinado a unir los dos reinos de Arelon y Teod se frustra, ya que el novio, Raoden, el príncipe de Arelon, sufre inesperadamente la Transformación y se convierte en un "muerto en vida" obligado a refugiarse en Elantris. Su reciente esposa, la princesa Sarene de Teod, creyéndole muerto, se ve obligada a incorporarse a la vida de Arelon y su nueva capital Kae, a la que aporta un nuevo elemento: la novedad y, tal vez, el caos.

Mientras, el embajador y alto sacerdote de otro reino vecino, Fjordell, va a usar su todopoderosa religión y su habilidad política como manipulador de seres humanos para intentar dominar los dos reinos de Arelod y Teod, con el propósito de someterlos a su emperador y su dios.

Elantris es amena, llena de sorpresas y centrada en personajes que interesan al lector. Una sorprendente bocanada de aire fresco, una rara novedad de la mejor fantasía épica con una historia completa y magistralmente satisfactoria en un único volumen.

Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
“La eternidad termino hace diez años”. De esta manera se nos plantea la pregunta central de la trama. ¿Cómo es que una ciudad que era habitada por seres equiparables a dioses pudo caer en desgracia? Una premisa que por sí sola atrapa, y bastante. Aunado a este argumento, tendremos la oportunidad de meternos en una intriga política, que me recuerda vagamente a como nos han contado que se manejaba en los viejos imperios (como Roma, por citar un ejemplo), todo esto a cargo de dos personajes, pero dividido en la aproximación a esta treta. Por un lado veremos las cuestiones religiosas y aparentemente morales de este tema político siendo llevado de una manera, medianamente visible. En la otra parte veremos el juego desde una perspectiva más social tomando en cuenta el beneficio para el pueblo y jugado deliciosamente como cualquier intriga del genero. En este caso no sólo hablo de quien ostenta el poder y como quitárselo o dominarlo, sino de cuestiones como tratar de manipular a líderes o pueblo para aceptar determinadas ideas, intentar adoctrinar de manera sutil en temas religiosos, jerarquías trastocadas por la ambición. Tú pide y en este aspecto, Elantris te lo dará, querido/a lector/a constante. Y pese a todo hay momentos para reír con comentarios u observaciones hilarantes de ciertos personajes, muestras de afecto o romance que dejan claro que el amor tiene más de una forma de hacerse camino y claro, también hay acción y misterio (¿recuerdas que la eternidad termino hace diez años? Pues bien, esa es la dosis de misterio, por decir lo menos revelador). Está novela es sin lugar a dudas, uno de los trabajos más ambiciosos que he leído en muchos años. Desde el proceso de crear el sistema mágico, la caracterización de los personajes y como el autor da giros de tuerca a la trama, y no me extraña que sea así. Elantris es la primera novela de Sanderson en ser publicada y sin duda es uno de los mejores debuts literarios que he tenido la oportunidad de leer en mi vida. Muchos autores (de todo género, no sólo fantasía) con su primera novela dejan el listón en un nivel moderado y posteriormente se superan con “esa obra cumbre que todos debemos leer de X o Y autor/a”. Pues bien, este no es el caso, Elantris sin temor alguno podría ser la obra insignia de Sanderson, y si no lo es, deja el listón muy, muy alto.

Personajes.
Hay muchos personajes importantes a lo largo de la novela, pero los principales son tres.
Raoden es el primer protagonista con el que nos encontramos. Príncipe de Arelon, rey en espera al trono. Persona amada por todos sus ciudadanos, respetado por sus subordinados y admirado por sus colegas. Raoden tiene una vida perfecta, hasta que la Shaod (la “enfermedad” que destruyo la eternidad en Elantris) se posa en él, marcándolo. De este modo es reportado como muerto y echado como despojo a la ciudad maldita (antes radiante) de Elantris. Todo esto nos es dicho en el primer capítulo (tranquilo/a lector/a constante, yo no revelo cosas vitales de la trama, eso es feo), sirviendo de base para presentar la personalidad de Raoden. Pese al cambio tan drástico en su vida, Raoden es un hombre optimista, siempre en busca de un propósito o un sentido y con una voluntad férrea que algunos de los guerreros más fuertes o famosos envidiarían. No importa que, confiando en su intelecto y perseverancia, el príncipe no claudica y si se topa con algo inamovible, no trata de empujarlo, lo rodea, es astuto vaya. Inteligencia, astucia y perseverancia son una combinación ganadora en cualquier situación pero, especialmente en las más desesperadas. Aunado a esto, Raoden es carismático, lo que le permite llegar a las personas, y aun más importante que eso, el cree en la gente. No tiene ese carisma falso de político, tiene el carisma que sólo se puede adquirir si se tiene fe en la gente. En pocas palabras, lo que para la mayoría sería el fin, para Raoden es un desafío, sin duda el más grande, pero nada que le amedrente. El príncipe es sin duda un personaje carismático y entrañable, dentro y fuera de las páginas, tanto sus actos como lo que los otros personajes ven o comentan sobre su persona afianzan esas ideas. Y de esta manera, Sanderson lo dota de una personalidad cautivadora y de una caracterización sorprendentemente coherente. Y es una sorpresa, pues el protagonista optimista hasta en las peores circunstancias es un recurso bastante utilizado en la literatura (y cualquier obra de ficción hoy en día), y aun así, es desde este momento que Sanderson da los giros pertinentes a los clichés para convertirlos en algo novedoso sin llegar a ser extraño para el lector. Que baste para sustentar esto, la breve descripción que he hecho de Raoden y se compare contra los estereotipos y sus respectivos estigmas (optimista pero estúpido, optimista especialmente al borde la muerte o ante una situación de muerte, optimista porque confía en exceso en sus habilidades o porque ya se nos dice que nada ni nadie lo detiene, etc), para dar fe de cómo Sanderson rompe esto.

Al lado de Raoden, tendremos a Galladon, un misterioso habitante de Elantris que antes pertenecía al país de Duladel. El dula es opuesto en muchas cosas a Raoden. De constitución física es fuerte, a diferencia del delgado príncipe, y se describe como una persona más alta y de un tono de piel más obscuro (con todo y el deterioro provocado por la Shaod). En cuanto a su personalidad, Galladon cuestiona todo, y realmente más que pesimista, se deja abatir por una realidad abismal, por lo que poco hace por modificar su estado de paría y apestado, mismo estado de cualquier persona arrojada al olvido de Elantris. Más que un dúo cómico, Galladon y Raoden forjan un extraño compañerismo de estira y afloja, que nunca es cansado. Forman una dualidad peculiar al ser Galladon una parte neutra, tirando ligeramente al negativismo, frente a un Raoden positivo en exceso para sus circunstancias. El dula es un personaje que conforme avanza la historia, se da a querer por muchas razones. Ya sea por como se desarrolla su persona, al entender su pasado, por mera empatía o simplemente por la dupla que forma con el príncipe. Galladon es un personaje que en un principio cumple, tanto para el lector como para su compañero de penas, para después volverse un personaje querido, nuevamente, dentro y fuera del papel. Todo esto, le dota de una personalidad coherente y muy humana, por eso justamente con el dije que se puede empatizar, dotándolo así de vida.

Hrathen es el segundo personaje principal de los tres que me gustaría abordar. El es un sacerdote/monje de alto rango. Cree en Jaddeth (que es una de dos vertientes religiosas que existen en este mundo, nacida del Shu-Keseg, pero que se bifurcan en un punto. Digamos que es “similar” a lo que sucede con cristianos, judíos y católicos, por ejemplo), y su misión es convertir a todo Arelon a la fe del Shu-Dereth, y en un plazo de unos meses. La caracterización de Hrathen es sin duda uno de los trabajos mejor logrados (y en el cual, si se me permite, lo veo como la base de lo que sería Sazed), pues es un hombre de fe con un rango alto, y aun así, sus modos, su discurso y sus ideas, siempre serán impulsadas de una forma racional. Es tal el grado de esto, que él decide por medios políticos, convertir al pueblo, en vez de optar por hacerlo mediante muestras de fanatismo. Hrathen es un personaje sumamente racional, calculador como pocos, sumamente inteligente y muy astuto. Todo esto sin llegar a ser maquiavélico o un fanático, es aquí donde pone los puntos Sanderson y nos muestra a un hombre que cree en lo que tiene que hacer, pero cuestiona de manera honesta la fe que profesa. Y todo esto por ser más racional que otra cosa. Si cambias la fe, por los sentimientos, tienes en tus manos a casi cualquier persona con la que te puedas topar en estos días que tratan de imponer barreras o razones a lo que únicamente deberían sentir y así aceptar. La comparación puede parecer errada, pero no. Creo que es justa y con eso tenemos suficiente para entender que tan real es Hrathen a pesar de ser un personaje de ficción.

Con Hrathen tenemos a Dilaf, un sacerdote de menor rango destacado en Arelon desde hace tiempo. Dilaf es todo lo opuesto a Hrathen. Un fanático religioso que no duda en ningún momento que su fin justificara no solo los medios, sino los más atroces desenlaces. Estos dos personajes, son opuestos en casi todo y se desatara una interesante lucha de poder interno. Y finalmente, tiene mucho sentido. Al momento de decidir a quién seguir, ¿no sería lo sensato marchar tras el más devoto? ¿Lo correcto sería ir junto al de mayor rango? ¿No sería mejor dejarse guiar por el que busca el bien común? ¿Cuál es ese bien común, el de la sociedad o lo que dicta mi fe? Nuevamente, situaciones “simples”, de nuestro día a día que imprimen coherencia (dentro de sus delirios y ciego fanatismo) y realismo a la caracterización de Dilaf. El sacerdote no es un estereotipo como tal de la ficción, me temo que es más bien la peor cara de la gente sedienta de poder, por el motivo que sea que quiera obtener este poder. Sería fácil señalar que es un ejemplo claro de lo malo de la iglesia, pero me permito tener el valor de señalar que muchos líderes (políticos, de opinión, de cierto gremio de estudios, tu elige tu escenario, lector/a constante), son iguales o peores. Y tan bien estructurado esta Dilaf, que no puedes evitar sentir rechazo por sus ideas y su persona.

La última protagonista de la triada de principales de Elantris es Sarene, Aquí, hare el típico giro de tuerca (no sé ya si sea inesperado, porque básicamente cada dos o tres entradas hago cosas así), pues no hablaré primero de ella, en su lugar optare por empezar por algunos secundarios que están junto a ella.

Sarene es la princesa del reino de Teod, que está al otro lado del mar y es, junto al reino de Arelon, el único país que aun profesa la creencia hacía Domi, guiada por la vertiente del Shu-Korath. Al llegar al reino de Arelon, una semana antes de su compromiso (pactado como acuerdo más político que romántico) con el príncipe Raoden, termina en un punto muerto. Pues por este acuerdo nupcial, ella técnicamente ya es princesa de Arelon, pero no conoce a nadie en estas tierras. Al menos eso cree hasta que se encuentra con su tío Kiin. Hermano mayor de su padre, uno de los hombres más ricos del reino gracias a sus años de comerciante marino, excelente cocinero por sus tantos viajes por el mundo, y un hombretón de esos que tienen mucho cariño para dar. Con el entra en escena su familia. Daora, su esposa. Una mujer sumamente refinada, de gran belleza y que pese al porte destila cariño y cuidado. Sus dos hijos impetuosos y que siempre compiten entre si, por aquello de ser gemelos, Kaise y Daorn. Y dos hijos de Daora. Lukel (que debe tener la edad de Sarene y que acaba de casarse con una hermosa mujer llamada Jalla. Y, como dato “curioso” el era el mejor amigo de Raoden) y Adien, el cual extrañamente parece ausente siempre y todo el tiempo esta balbuceando datos al azar sobre distancias o curiosidades similares en el ámbito matemático. Todos ellos juegan papeles importantes dentro de la historia, de una u otra forma. Ya sea para esclarecer cosas del pasado, para dar apoyo a Sarene o simplemente para señalar “datos curiosos” que en unos capítulos más adelante pueden ser fundamentales. Fuera de eso son una familia muy unida, que recibe con sus brazos abiertos a Sarene. Dan un poco de humor a la novela, y tienen momentos realmente emotivos, tanto con Sarene como en solitario.

Iadon es el rey y padre del difunto esposo de Sarene, Raoden. Un mercader brillante, pero un rey terrible, en palabras de la “realeza” de Arelon. Títulos que solo pueden ostentar los más ricos, ya que, con mentalidad de comerciante, Iadon permite que la gente con dinero, tenga más poder, cosa que obviamente no agrada a muchos pero a otros encanta. Iadon es tolerado por que en algún momento se ira y permitirá que Raoden acceda al trono, o al menos así era hasta que el príncipe fallece. Es así como el rey se ve en más de un solo problema. Ya sea por el descontento social, las intrigas para que otros se hagan con el poder, su nueva “hija” Sarene y Hrathen tratando de volver a su gente a otra religión (y de este modo, en su contra). Iadon cumple su papel de ser lo que impide a cualquiera de los personajes obtener lo que quiere. No se ahonda realmente mucho en el, pero aun así tiene momentos importantes, que van más allá de solo ser un impedimento. El pero con su personaje, es como dije, cumple el papel, por lo que se siente que no esté tan desarrollado o trabajado como otros (como Kiin por ejemplo)

Junto a Sarene, tenemos a su seon (algo así como seres inteligentes y autónomos creados artificialmente por la vieja magia elantrina), Ashe (que significa luz/iluminación). El seon cumple dos funciones fundamentales, ser compañero y guardián de Sarene (no físicamente, sino como un consejero y cuidador), y ser el enlace con su padre, Eventeo. Ya que a través de los seones, las personas pueden hablar entre sí, sin importar la distancia, mientras ambos tengan seones. Es de este modo que Sarene por ejemplo, conoce a Raoden yendo más allá que sólo con cartas o acuerdos. Ashe funge un papel similar al de un acompañante porque no es la servidumbre. Esto se nota no solamente en que no se le den ordenes mundanas (por ejemplo, se le pide que de mensajes o “espié”, no que caliente el té), sino en que muchas veces, Sarene veladamente quiere saber su opinión o el mismo seon comenta que determinada acción no sería correcta o la más indicada. Además lo hace mostrando abiertamente su desaprobación o preocupación por Sarene. Es cuando interactúa con ella, y le aconseja o le da palabras de aliento, que podemos ver la relación que hay entre ellos dos. Incluso el seon tiene uno de los que, para mí, son los mejores diálogos que hay en la novela, al menos sobre el tema de las emociones. Al ser una creación elatrina, poco se sabe de Ashe, pero por cómo se expresa y el cariño que muestra por la princesa, se puede notar que es un ser con bastante sabiduría (adquirida por los años, aparentemente). Como nota extra, Ashe asumo que es otra base para lo que fue el personaje de Sazed (sí, lo sé. Escribo mucho de él, lo lamento, es mi favorito de todos los personajes de Sanderson).

Finalmente tenemos a la princesa Sarene (me dejo unos personajes más fuera, pero en honor a la verdad, no sé si sea correcto hablar de ellos, por aquello de mantener la trama en su lugar). La última de los 3 protagonistas de nuestra historia. Si de por si esto ya es largo, con Sarene podría llenar mínimo tres hojas, pero no temas querido/a lector/a constante, no lo haré… espero.
Iniciare aclarando que los tres personajes me gustaron mucho, pero el que más me gusto (no mi favorito, ese es Sazed. Perdón, Raoden), sin duda fue Sarene. Y aunque es mi opinión, suelo tratar de mantenerme neutral, pero esta vez no es el caso (a esto me refería cuando digo que en cada suspiro quiebro mis reglas). Podría dar muchas razones, pero creo que me centrare en dos o tres nada más. Primero que nada, el personaje de Sarene rompe muchísimos clichés de su género, de una forma u otra quiebra con fuerza los estereotipos. Por ejempló, Sarene es una mujer muy inteligente, sumamente racional y acostumbrada a la política (pues fue diplomática y algo equiparable a una embajadora antes de su compromiso), y con la política me refiero a todo el juego de artimañas y subterfugios que te encuentras en este medio, dotándole de una astucia formidable. En sus ratos de ocio ella seguía su instrucción, ya deja tu lo mental e intelectual que ni falta le haría, por voluntad Sarene sabe combatir excepcionalmente con la espada y conoce los alcances de su cuerpo. Raoden tiene bases de esgrima porque los demás nobles no la tienen, Hrathen sabe pelear por que en los monasterios de su fe se entrena también el cuerpo. Ellos lo ven como un Hobby o un deber, Sarene lo entiende como parte de su formación, un real equilibrio. Hasta aquí hemos quebrado el estereotipo de la dama en desgracia o la princesita noble débil o hueca. En cuanto a su persona, es sumamente realista con su situación, política, personal o social. No huye de nada, pero gracias a que se ocupa más en una cosa que en otra, no brinda la misma atención a todo. Es así como tenemos a una mujer fuerte, independiente y brillante, pero que le cuesta trabajo contactar con sus emociones. Y esto es vital, la diferencia entre la dificultad para hablar de las emociones y la negación sin razón para hacerlo son cosas kilométricamente opuestas. Y esto es algo hermoso. Ya que a través de esto, es como se rompe el estereotipo de esa mujer indomable con corazón de oro, o que es dura porque ha sido herida o que tiene otras prioridades como su carrera antes que sus emociones. Tú nombra el estereotipo, no de la literatura exclusivamente, sino de la mujer actual, y de una u otra forma, Sarene lo rompe. Lo que hace para mí que Sarene se lleve las palmas, es que su personaje no deja de ser sensible por ser fuerte, o que deje de ser femenino por ser dura, e inclusive no deja de ser divertida por tomar enserio el juego de la intriga o al planificar astutas artimañas. Sarene es un personaje sumamente balanceado en casi todos sus aspectos, lo que le dota de una personalidad arrolladora y de una caracterización indudablemente humana. Es más, lo que le quitaría realismo a su personaje, es que la mayoría de personas NO somos así de balanceados. Es gracias a estos tres puntos que considero a Sarene no únicamente el mejor personaje femenino de Sanderson, sino uno de los mejores de todo el género fantástico que he leído, pues con un solo personaje, se nos puede mostrar que a veces lo más importante es que seas leal a ti mismo y que la valentía no radica en imponerse, sino en hacer lo mejor para todos. Y aunque valor y lealtad pueden diferir, no significa que tengan que estar peleados. Definitivamente, si algo le pesa a como es retratada Sarene, es su imperfecta perfección.

Estilo.
Nos encontramos con una novela que cuenta con tres protagonistas: Raoden, Sarene y Hrathen. Cada uno en su mayoría contara con un capitulo propio para desarrollar parte de su trama, todo esto relatado a través del recurso del “narrador equisciente”. Es así que entenderemos como se siente cada personaje y como es su entorno o su compañía, pues se nos narrara lo que el protagonista en turno siente, piensa u observa. Y esta la mayor distinción entre el narrador de primera persona y el equisciente. En el primero, es el protagonista quien nos relata sus vivencias, en el segundo es “alguien” el que nos cuenta lo que sucede, aunque únicamente desde la perspectiva del protagonista en turno. Esta es la forma en que se desarrollara el libro en la mayoría de capítulos. Por los últimos, lo único que cambiara será “el personaje sobre el que se narra”, pero el estilo narrativo se mantendrá. Y de vez en cuando, inevitablemente los personajes se cruzaran, pero se mantendrá la visión del dueño de ese capítulo. Por ejemplo, si en el capítulo 30, que corresponde a Hrathen, este se cruza con Raoden, todo será narrado desde la visión del sacerdote. Finalmente, es de aplaudirse el trabajo de caracterización y como son representados y presentados ante el lector los personajes. Teniendo capítulos muy dinámicos con Sarene por ejemplo debido a todas las cosas que hace y algunos realmente pausados y dubitativos gracias al sacerdote y sus tantas formas de racionalizar una situación.

Es curioso, pues a continuación expondré algo que puede que suene contradictorio. Claramente se nota que este es el trabajo de un Sanderson primerizo, pero exuda ambición en todas sus páginas. La mano del autor se lee en cada página y es innegable que el esmero que le dedico esta grabado en cada palabra escrita en esta novela. No quiero ser zalamero e idolatrar de una forma que se sienta falsa como me lo parece que hacen con otros grandes autores (de todo género, sin ir lejos el editor de Sanderson al español a veces peca de eso, hasta la gente que hace los prólogos/introducciones a las obras primerizas de autores de la talla de Poe, Cortázar o Salgari), pero, en honor a la verdad, es esta ambición en querer abarcar tanto (desde el contenido de la obra, su desarrollo y el cuidado y detalle al sistema mágico o estructura social y religiosa), donde se nota claramente que es un trabajo para destacar y no ser sólo un autor revelación más en el género o en el mundo de la literatura. El estilo del autor desde esta obra se identifica en el acto, especialmente en capítulos relacionados a Raoden, por citar donde yo considero encontramos a ese Sanderson increíble de la actualidad. Donde se nota lo primerizo, me atrevería a decir que es en los primeros capítulos dedicados a Hrathen, y aun así son buenos. La prosa se mantiene clara y sencilla para cautivar al lector y aunque hay muchos términos (ya sea de otras lenguas o el sistema mágico) vagando en las paginas, el autor se las arregla para volverlos algo familiar, desde un simple “nota mental” del personaje en turno recordando los términos, hasta un útil glosario de los términos del AonDor, que es el sistema mágico base de la novela.

La maquetación de mi edición es la siguiente: tapa blanda, en la portada la imagen de un hombre en túnica roja y una mujer con una especie de vestido blanco dándose la espalda y de pie sobre lo que asumo es una torre y de fondo una triada de cúpulas. Tonos opacos predominan en su mayoría salvo un destacable azul cielo de fondo. Damos paso a la presentación de siempre, los agradecimientos y el mapa de una parte del mundo, que es donde suceden los hechos, pues Teod no aparece más que señalado en este, por ejemplo. La novela consta de: prologo, 63 capítulos divididos en 3 partes (la sombra de Elantris, el llamado de Elantris y el espíritu de Elantris, respectivamente), epilogo y el glosario referente al AonDor. Aquí si eche en falta una “base de datos” breve para tener presentes a todos los personajes que abarcan la novela, fuera de eso, la maquetación es muy buena y el cuidado que se tiene a los detalles, tales como el mapa o el glosario, son algo grato y que enriquece genuinamente la inmersión en la lectura y dotan de una mayor vida al mundo que Sanderson creó.

Desarrollo.
Aquí esta otra de esas señales que considero, obvian el carácter primerizo del autor. Y con eso en mente, no quiero que se preste para pensar que menosprecio la obra, para nada. Elantris desde ya me parece uno de los trabajos primerizos mejor logrados de todo lo que he leído en mi vida referente al mundo literario. Con esto como precedente, permíteme, lector/a constante, ahondar brevemente en la forma tan maravillosa en que Sanderson desenvuelve la trama ante sus lectores. La historia por parte de Sarene y Raoden es lo que en un principio va a atrapar al lector, pues la parte del sacerdote a ratos puede parecer demasiado parecido a la realidad (y ojo aquí, eso es un halago, es algo bueno que aunque sea una novela de fantasía me haga sentir que este tipo de personajes y los sucesos en los que se ven envueltos se sienten reales y los identifico), y esto lo vuelve a veces cansino. Más porque Hrathen es un personaje tan racional, que sus primeros capítulos van sobre la forma en que su mente divaga a manera concienzuda para trazar sus planes y crear las mejores estrategias. Aun así, en ningún momento se hace pesada la lectura, a lo sumo es más lenta y no por la mano del autor, sino por mi sincero desagrado a leer lo que comente hace unas líneas. Tanto inicio, como clímax y desenlace están perfectamente narrados e incluso cada uno de los 3 momentos va a la par de cada una de las 3 respectivas partes de la novela. Realmente en ningún momento se siente precipitada ninguna conclusión o suceso a lo largo de la historia, incluso los que son inesperados, son narrados de tal forma que se convierten en una sorpresa grata, ya sea porque no la viste venir o porque te parecerá un magistral giro de tuerca. Me gustaría prestar especial atención a puntos muy específicos. Para empezar, para ser una novela autoconclusiva, Sanderson a lo largo de toda ella se toma su tiempo para mostrarnos el mundo que ha inventado, de esta forma, el inicio no es tan lento como en otras obras (incluso, si se le compara a otras obras del mismo, Elantris destacaría por su ágil narrativa para mostrarte universo y leyes), gracias a esto y te permite ser partícipe de todo lo que sucede de una forma muchísimo más natural. En cuanto al desarrollo/clímax/mitad de la trama, es donde encontramos las mejores caracterizaciones de todos los personajes (secundarios y principales), algo sumamente grato y destacable de la obra, pues si de por si en principio llegan con fuerza, es en este punto donde se afianza su magnetismo con el lector o su rechazo. Son personajes que no te dejan indiferente, pues la narración les permite ampliar su personificación ante el lector. Finalmente, en el desenlace encontramos los mejores giros de la trama, siempre cuidados de que sean acordes (en su mayoría) al mundo en el que nos encontramos y lo que Sanderson previamente ha establecido. Ahora bien, aquí vienen los peros. En primera instancia, aunque las últimas páginas y epilogo no son malas, te dejan con ganas de saber más. Y en verdad no son malas o inconclusas o simples, pues en la última página esta uno de los discursos más profundos que he leído de la fantasía (los mejores están en las obras de Hobb, a mi gusto). Y aun así, te quedas con ganas de más, de tal vez dos o tres hojas más en las que brevemente te dieran un par de detalles más, pero bueno, eso es más capricho que honesta opinión de contenido literario. En segunda instancia, hay diversos puntos que no se terminan de cerrar o explicar, es aquí donde también notamos que esos cabos quedan sueltos gracias a que es una obra ambiciosa y primeriza. Queda pendiente ahondar en los monasterios de la fe de Jaddeth, sobre los seones o esos movimientos tan peculiares del Chayshan presentados por el personaje Shuden. Cabos sueltos, no sólo secundarios, sino algunos sin duda fundamentales para entender más del mundo y sus razones. Inclusive en las paginas finales se hace un simpático guiño a como esto y otros cuantos misterios más, no se terminan por resolver. Aun así, Elantris es algo que se disfruta, por la menar en que es narrada, por el seguimiento que se da a tan carismáticos y entrañables personajes y sobre todo porque tiene un ritmo genuinamente increíble, pocas obras “que se levantan en solitario” deben de tener este toque.

Recomendación.
Una recomendación fuera del tono de las demás. Sin duda, debes leer a Brandon Sanderson si disfrutas la literatura de ficción. Es así de simple. Es un autor que merece mucho la pena, cualquiera de sus obras (al menos hasta ahora, todas las que he leído), es garantía de dinero bien gastado y tiempo bien invertido.

Si eres un lector que ya no quiere lecturas juveniles, pero tampoco quiere polvorientos tratados políticos, creo que en esta novela encuentras el justo medio.
Para ti que te gusta la literatura fantástica, sin duda debes tener este libro, si no en tus estanterías, por lo menos por un tiempo en tus manos (y que ese tiempo sea el que tardes en leer la novela, por favor).
Si quieres adentrar a un adulto (de 18 o 21 años, dependiendo de en donde vivas), en la literatura fantástica, esta es tu carta fuerte (ya después que se acerquen las otras novelas de Sanderson). Es esa obra que rompe el hielo y los estereotipos del más asiduo detractor o del más temeroso.
En sí, si te gusta la fantasía, pero bien llevada y que por ser realista no pierda su toque fantástico, no nada más mágicamente solucionadora y que rompa en cada capítulo sus reglas o se invente excepciones (oh, yo sé que ya estarás pensando en más de una novela que hace eso), esta novela cumple y con creces.
Si eres un cazador de primeras obras (como lo he sido yo a veces). Esta obra puede generarte una de dos emociones: alegría por lo bien hecha que esta, o tristeza porque está bien hecha y no podrás destrozarla.
Pese a no ser juvenil, se la recomendaría sin dudarlo a los adolescentes porque debería ser obligatorio que tengan acercamientos a personajes tan maravillosos como lo es Sarene. Tanto por los tiempos y políticas con los que nos enfrentamos hoy día, como para ampliar la visión. Como plus, agreguemos que rompe con fuerza los estereotipos tan mal hechos en estos días en torno a la figura femenina.
Yo lo recomendaría además, a cualquier persona que disfrute una buena historia. También a cualquier persona que sepa leer. Básicamente, si tuviera recursos, llevaría a diario una copia entre mis cosas para dársela a alguien o donarlo a alguna biblioteca.
Mi única restricción es que no te guste la ficción, la fantasía, las tramas políticas y su respectivo juego o que añores la violencia/sexualidad/vulgaridad al hablar grafica. Esos son los únicos peros para no leer Elantris.

4.5 de 5 Kai´s posibles o un 9 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo gana con todos los honores Elantris, la primer novela publicada (y una entada fuerte al género de la fantasía y al mundo literario) de Brandon Sanderson.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Una (no tan) breve opinión: Calamity

Titulo: Calamity
Autor: Brandon Sanderson
Género: Ciencia ficción, fantasía
Clasificación: Literatura infantil y juvenil, ficción, novela
Páginas: 416
Editorial: Ediciones B
Saga: The Reckoners (Tercera parte de la trilogía)

Lo que dice en la contraportada:
El que redacta esta opinión se niega a poner ese texto debido a que podría revelar secretos cruciales de la trama de otros libros. Que esto quede como advertencia de que NO debes leer la contraportada de Calamity sin haber terminado de leer Steelheart y Firefight.
Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
De otro modo, el transgredir la regla de hablar abiertamente de partes de la trama en la contraportada, me debería permitir a mí la libertad de “abordar” el argumento de la forma más grata posible. La entrega final de esta saga resuelve al fin muchas dudas de los otros dos libros, ya sea de los personajes o del universo/reglas a las que los mismos se someten. Nuestra historia girara en torno a tratar de “entender” a los épicos. No nada más para entender su punto débil y eliminarlos, en esta entrega nuestro peculiar protagonista busca ir más allá y lo que intentara es lograr comprenderlos. No en un sentido romántico de “sus sueños, lo que los hace reír y llorar”, eso no. La misión es algo aun más descabellado, pues al entender a los épicos y su punto débil, no será para destruirlos, sino para ayudarlos. Ir más allá de este punto, sería revelar información crucial de este libro o el anterior. La otra parte del argumento es ir tras “un gran épico” que hizo su terrible aparición en la parte final de la entrega antecesora, llevándonos por dos caminos nuevamente. El primero es orientado a entender a los épicos (algunos especialmente más que otros), el segundo punto es vigilar a este épico poderoso que he mencionado. Supongo que se podría considerar como otra parte del argumento todo lo que acontece en la cuarta parte del libro, pero venga, ya he dicho antes que hablar de información valiosa es feo y no caeré en lo mismo que yo considero que es “grosero”.

Personajes.
Repite nuestro protagonista, David Charleston. En esta ocasión ostentando (si es posible), un papel más importante entre páginas del que ya nos tenía acostumbrados. En esta entrega, vemos el resultado no nada más de todas las cosas que le han sucedido al personaje o en las que se ha visto involucrado, sino que llega a una conclusión de muchas cosas a nivel personal. Más allá de épicos y actividades de guerrilla, nuestro muchacho es sólo eso, un muchacho con peculiares habilidades y talentos, pero al final de cuentas, un chico “común” en un mundo torcido a la mala. Sí, habrá muchas revelaciones sobre los épicos y como afecta esto a David, también entenderemos más sobre el mundo alrededor y sus leyes, incluso como si no nos bastara ahondaremos más en los personajes o en los peculiares épicos talentos. Y aun así, no hay que perder de vista que pese a todo, esta es la historia de nuestro muchacho. Seremos participes de cómo el chico que soñaba con unirse a los reckoners/exploradores y que tenía deseos de venganza hacía Steelheart, termina siendo alguien totalmente diferente, no al final del libro, sino a lo largo de todo este libro. Y eso es algo que se siente, se nota y se disfruta, y mucho. David es uno de los mejores personajes de la literatura juvenil, al menos en mi gusto y mi poca experiencia. Y no lo es a nivel de cómo está construido, o bajo que o cual autor o corriente literaria. Simplemente por la naturalidad de la que hace gala y de lo creíble que puede ser. Por desgracia y para ser sincero, no se libra del feo cliché de ser un “niño elegido” de un modo u otro, aunque se sienta/note menos, está allí presente. La magia de David es que Sanderson, logra hacer algo bueno con el cliché. Y me atrevo a comentar esto, tanto por el recorrido de leer las tres novelas, de sentir empatía e incluso cariño al personaje y también, porque David es uno de los personajes de la literatura con los que más me he encariñado. Estaba a punto de faltar a mi palabra, pero todavía soy fuerte. Respetando el importante contrato no escrito de las opiniones breves de no revelar la trama, me basta decir que he podido sentir todo eso (y más), porque el personaje de David es uno de los mejor estructurados, más creíbles, pero especialmente, emocionalmente más similares a los adolescentes que he leído. Y es por hacer gala de toda la “simpleza” de las emociones adolecentes, que tanto saga como personaje, son de lo mejor.

Dejando a un lado toda la saliva que he usado en el párrafo anterior para lamer las botas de Sanderson (que a diferencia del servilismo o fanatismo, el autor y su obra lo tienen merecido), no podemos dejar a un lado a los demás personajes. El problema es como hablar de ellos, sin caer en un sucio y feo exceso de divulgación de temas centrales de la trama…

Tenemos al equipo explorador/reckoner, el cual aunque presenta a viejos conocidos, nos permite ahondar un poco más en ellos, principalmente a través de David y sus preguntas u observaciones. Debo destacar que en parte cliché, y en parte no, el recurso del “pasado tortuoso o difícil” es algo que siempre nos toparemos aquí (no vayamos lejos, el protagonista nos es presentado así, sin avisar), eso es el cliché. Lo que no es que salga del cliché, sino que es “lógico”, es que no puedes tener personajes sin este pasado, tomando en cuenta que este mundo teniendo tantas posibilidades, se decante por la que es “un poco perversa”. Dejando los desvaríos, todo el plantel de la guerrilla es un apoyo importante tanto a nivel narrativo como para el personaje. Desde esos momentos de planificación y estrategia cual novela de espionaje moderno, hasta esos momentos relajados de risa que anticipan la tormenta o el temor latente de que tal vez, ese sea el último día. El grupo es peculiar sin duda, y eso también por sí mismo es un cliché, vaya, si me detengo a contar cada uno de estos de breve ya no tendrá nada esta opinión. La importancia de señalarlos es, como dice un amigo mío, que es lo que haces con ellos. Como mencione de las otras dos entregas, un punto fuerte de los libros son los personajes, ya sea de forma individual (los principales) como en conjunto (los secundarios) y la forma en que interactúan y como desenredan la trama ante nosotros. Es por eso que considero a los reckoners/exploradores como un grupo solido, dadas las circunstancias y bastante grato. No puedo comentar más allá porque volaría la trama de los otros libros, de una u otra forma y bueno, siendo reiterativo, eso es grosero y no se hace.

En la otra esquina, cual lucha libre, tenemos a los malos, los épicos rudos rudísimos (chiste local, perdón si no estás familiarizado con la lucha libre mexicana, lector/a constante). Este es el libro que más tiene, desde los más poderosos hasta los que pareciera que su poder es ser inoportunos. Basta decir que los secundarios o menos relevantes (argumentalmente y en poder), cumplen su cometido, ya sea para interactuar, para ampliar el universo dando muestra de sus leyes y limitaciones o simplemente para argumentalmente demostrar en qué clase de situación nos encontramos, lector y personajes. Sin embargo, este libro tiene a los 4 épicos de primer nivel, los más importantes de la saga. Dos de ellos porque nos permiten entender aun más a los épicos en diversos niveles. Otro por su arrollador poder y su visión tan peculiar del mundo. El último, no sé cómo decirlo sin que suene ingenuo y soñador, y como sea aquí va como lo pienso: este último sin quererlo muestra la esperanza. Si, parezco señora de clase alta que llora en los cines cuando las parejas de las comedias románticas se besan, lo sé, pero es la verdad. Aquí el truco, al cual te invito de corazón, querido/a lector/a constante, es que interpretes, a que épico le corresponde que descripción. Únicamente agregare, que ninguno de los 4 defrauda (ya sea como personaje o para esclarecer la trama o ambas) y son sin duda los que se llevan la novela, de principio a fin.

Estilo.
Nos encontramos ante un libro narrado en primera persona, todo desde la visión de David Charleston, esta narrativa jamás cambia en todo el libro. Aunque ninguno de los libros es el mejor que he leído bajo este estilo narrativo (para mí el mejor es Dracula), Sanderson hace un trabajo excelente en esta dualidad que es “narrar bajo la percepción de un adolescente”. Y no es trabajo fácil, pues a los adultos nos pueden traicionar las palabras rebuscadas para sorprender al editor y olvidamos la coherencia para con el lector. Obviamente (gracias en verdad por eso), este no es el caso.

La pluma del autor (¿Será ya momento de cambiarlo por teclado?), como ya me tiene acostumbrado, se mantiene ágil y con un lenguaje sencillo acorde a lo que nos presenta. Es un sentimiento, difícil de expresar en una palabra como logra cautivarte su prosa, al punto de hacer los viajes largos y cansinos (de su querido opinador, Kai), en algo que se pasa tan rápido que en más de una ocasión me quedaba en los andenes o en las calles leyendo hasta terminar ese capítulo. No creo que pueda explicar de mejor forma, como cautiva Sanderson al lector.

Finalmente, la maquetación es idéntica a la de Firefight. Mi edición es de tapa blanda, una edición grande y tosca (en especial para alguien acostumbrado a los libros de bolsillo), muy resistente al ajetreo de leer en la ciudad de México (lo cual cabe esperarse por el precio). La imagen de portada es lo que yo asumo debe ser Calamity visto desde cualquier lugar del mundo en que sucede nuestra historia. En la parte de arriba te dice que es un hit de ventas y en la de abajo en qué lugar queda dentro de la trilogía. Después de la ya conocida presentación editorial, nos encontramos con un libro que consta de 51 capítulos, distribuidos en 4 partes, sin contar prologo y epilogo, desde luego.

Desarrollo.
Aquí hay mucho que decir, aunque con el correspondiente decoro y precaución (ya sé, gasto muy rápido los chistes). Para mí el punto fuerte de Sanderson es como desenvuelve la trama ante el lector y el carisma y realismo de sus personajes. Parecerá obvio, pero hay gente que aplaude los sistemas de magia, como de real se pueda sentir o que tan coherente pueda ser el conflicto político/social, incluso hay gente que idolatra la forma en que un autor embota tu mente al utilizar lenguaje ya sea simple o extraordinariamente complejo. Y no hago hincapié en esto para justificar mi opinión o al mismísimo Sanderson. Señalo esto porque honestamente, aunque parezca “burdo” o muy general aplaudir estos aspectos, es algo que no debemos tomar a la ligera. Sin buenos personajes o un desarrollo adecuado, todo se puede ir a la basura. Es así que llegamos hasta aquí, al desenlace de la trilogía. Para adelantar algo que, creo es obvio, esta saga me parece satisfactoria en cómo, lector y protagonista, llegan a entender tantas cosas de este fenómeno mágico y misterioso que son los épicos, e incluso va más lejos y se llega a entender a muchos de estos personajes, ya sean épicos, exploradores/reckoners o simples “mortales”. Señalado esto, Calamity responde a la mayoría de dudas (personalmente creo que a todas pero, puede que me equivoque), que a lo largo de la trilogía se nos presentan, ya sea de forma clara y directa o velada y escrita indirectamente. También nos presenta el desenlace de muchos de los personajes que hemos conocido, algunas veces de forma clara y otra dejándolo a nuestra imaginación, pero de una forma más bien juguetona que misteriosa. No hay por ejemplo paraderos desconocidos, pero sí que hay gente que no sabemos que hizo después consigo, sólo que siguieron adelante, ya sea siendo ellos o hacía otra dirección. No digo que sea malo, pero, cuando te encariñas con los personajes, esperas un par de líneas más sobre sus destinos. Pero bueno, no siempre se me dará gusto, ¿verdad? Llegamos a todas estas revelaciones, a buen tiempo. Nunca se siente comprometido el ritmo de los acontecimientos (más que cuando el contexto de la novelo así lo señala), y esto se ve reflejado en la narrativa y como va llevándonos de la mano (aunque no lo parezca) el autor por su mundo, y sus personajes. Es verdad que la trilogía tiene consigo clichés de los clásicos, y sin querer jugar a defensor de nada, sino siendo su amistoso opinador de siempre, Sanderson sabe darle forma a estos estereotipos a su gusto para que la novela avance. Toma algo conocido y lo adapta de manera que logra tu atención en vez del repudio (te miro a ti, niño elegido). Esto se ve a lo largo del desarrollo de la trilogía, pero se siente en esta entrega con toda su fuerza. David no cambia de golpe o de una manera radical, lo hace paulatinamente y acorde a su persona. Así es como Sanderson nos brinda un personaje fiel a sí mismo, dentro y fuera de las páginas. Y es de esta manera que nos entrega una novela/trilogía sorprendentemente enredada, y pese a ello, disfrutas desenredar esta maraña de argumento. Apreciar la manera en que desarrolla el autor no sólo sus novelas a nivel narración, sino a nivel estructura, no es en balde. Cualquiera puede contarte algo que tenga un principio, clímax/nudo y desenlace. Lleva nuestra especie siglos haciéndolo. Tú querido/a lector/a constante lo haces a diario. Y aun así, lo que hace Sanderson lo hace de una manera maravillosa. La comparación sería armar un rompecabezas de esos que nada más es “un cuadro blanco”, que cada pieza embone a le perfección y además que no te sobre o falte ninguna. Por primera vez en estos meses, aunque lo parece, no he divagado realmente. Siendo reiterativo, cualquiera puede contar una historia con los tres momentos fundamentales, en verdad. Pero, lo que hace Sanderson es algo brillante. Hasta ahora las dos trilogías que he leído de él (Nacidos de la niebla I y Reckoners), dejan claro que el toma estos formatos no por la necesidad de tener más libros, o dinero, sino porque genuinamente para desarrollar sus obras como merecen (tanto argumentos como lo que merecemos como lectores), y eso es algo que se agradece profundamente.

Recomendación.
Una obvia advertencia: debes de leer Steelheart y Firefight antes de saltar a Calamity. Evidentemente por el hecho de que es el cierre de la saga, pero, digamos que entre líneas, por el simple hecho de que la saga de los Reckoners, merece mucho la pena.

Habiendo hecho la pertinente advertencia, si cabe, abusare y haré una segunda: estas recomendaciones se podrían resumir muy simple. Si sabes leer, lee la saga, si no sabes leer, aprende y lee la saga (y un aplauso por estar aquí y entender lo que sucede… a menos que estés mintiendo y sepas leer).

Después de esa broma, es claro que estas sugerencias irán a tono con las que he hecho sobre las entregas anteriores, de manera que no dilatemos más.

Toda la trilogía es una manera grata de iniciarse en el género de la fantasía sin lugar a dudas. Desde la grata narrativa y prosa del autor, hasta el hecho de que presenta un sistema “mágico” solido, que tiene algunos de los mejores personajes para el lector (sin importar edades, a mis 29 ya no me identifico con David, pero el profesor toco parte de mi ser) o simplemente porque esta trilogía no te deja dudas sobre lo que sucede. Es un principio y un final increíble.
Si eres lector asiduo (constante no, esos son nada más lo que leen mis letras), sin duda debes tomar este libro. El sello de Sanderson se nota en muchas de sus páginas y creo que es una obra obligada del escritor, no para entender su universo, sino para disfrutarlo.
Aunque los épicos son el tema central, los reflectores nunca están dirigidos a ellos y sus poderes, todo va encaminado a entender al personaje detrás de la fuerza increíble. Si eres un amante de la época de oro de Marvel o de los héroes que se hicieron más “realistas”, encontraras en la trilogía Reckoner un digno sucesor de ese maravilloso camino.
Esta novela es una lección de cómo la literatura juvenil no tiene nada que pedirle a “sus hermanos mayores”. Y de paso, es una imagen realmente fiel (en lo posible, imagino) de cómo presentar y caracterizar a personajes juveniles y adultos en las mismas páginas.
Si estas cansado de los estereotipos que he mencionado a lo largo de estas tres opiniones, eres bienvenido a leer como sin destruir o de construir un cliché, aun así puedes lograr algo fantástico.
Por el punto anterior, creo que la trilogía habla perfectamente a todo público. Novato a veterano del genero o la clasificación. Lector de mil lecturas o tímido lector de apenas un par de obras. Creo que a ese nivel general, tiene de todo para cualquiera que se aventure a seguir los pasos de David.
Si por el contrario, tú no eres de ninguno de esos grupos. Esta es sin duda una gran oportunidad para cambiar de lecturas. Como dije, si le busco un poco, tiene para todos.

Bueno casi. Si lo tuyo es lo explicito en la parte romántica/sexual o lo grafico en el apartado violento o tal vez lo vulgar en el lenguaje de los personajes, pues no, de eso no hay en esta saga. Del mismo modo, no podemos obviar que es ficción, fantasía y un poco de ciencia ficción dentro de todo un imaginario de ficción para lectores juveniles. Si alguna de las palabras de esa última línea no te gusta, igual sugiero que no te acerques a la trilogía.

Mi advertencia de edades es la misma: el mínimo es 12 años el máximo tus ganas.

Por último, para cerrar la recomendación, la cereza del pastel. Recomiendo ampliamente a Brandon Sanderson. Ya sea que empieces por su primera obra publicada, Elantris, o que te lances de cabeza por una de sus trilogías o sagas como: Reckoners, Nacidos de la bruma (I) o Nacidos de la bruma (II). En verdad, no leer hoy día a Sanderson sería malo, no nada más por el contenido tan apasionante de su obra, sino por el hecho de que un lector constante, no debe privarse de este tipo de joyas.

5 de 5 Kai´s posibles o un 10 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva Calamity de Brandon Sanderson. Y la saga de los Reckoners un 4.5 de 5 posibles o un 9 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.