Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Una breve opinión: El caballero de las espadas.

Titulo: El caballero de las espadas
Autor: Michael Moorcock
Género: Fantasía, fantasía épica, espada y hechicería/brujería
Clasificación: Ficción
Páginas: 207
Editorial: Edhasa/ Marlow
Año de publicación: 1988
Saga: Primera entrega de la trilogía de las espadas (Caballero de las espadas, reina de las espadas y rey de las espadas, componen esta trilogía).

Lo que dice en la contraportada:
En aquellos días había océanos de luz, ciudades en el cielo y salvajes bestias voladoras de bronce. Era un tiempo en que los dioses se manifestaban en nuestro mundo con todos sus atributos; un tiempo de gigantes que caminaban sobre el agua; tiempo de magia, fantasmas, naturaleza inestable, sueños frustrados, pesadillas corpóreas. Era el tiempo de los Señores de las Espadas. El tiempo en que los Vadhagh y los Nhadragh, enemigos seculares, se extinguían sin darse cuenta de ello. Y los recién llegados Mabdén les envidiaban. Y los Grandes Dioses Antiguos empezaron a conocer el Miedo. Y Hombre, el esclavo del miedo, orgulloso en su ignorancia, continuó su progreso a tropezones. Pero siempre habrá seres que intenten combatir y destruir lo invulnerable. El Príncipe Corum Jhaelen Irsei fue uno de ellos. Quizá fuera el último de la raza Vadhagh, y a veces era llamado el Príncipe de la Túnica Escarlata.


Argumento.

Hay muchas cosas que podría decir de esta trilogía, la primera, es que sienta fuertemente las bases para el género y subgénero (ya haré hincapié de este punto con Abercrombie y su medio rey). En segunda instancia y si he de ceñirme al argumento, puedo decir que tenemos un claro ejemplo de la fantasía de espada y brujería, digno de estudiarse en clases referentes al tema. ¿Por qué? Te preguntas lector/a constante. La respuesta radica en cómo el autor presenta y desarrolla los temas de la obra. En esta novela (y te anticipo, en toda la trilogía) te encontraras con lo siguiente: una clara lucha entre el bien y el mal, siendo el mal algo enfermizo y despreciable, mientras que el bien es algo que anhela y que pese a ser pisoteado y mancillado hace su esfuerzo por prevalecer, tanto al vencer como al mantenerse en esencia. Un protagonista siempre atormentado, de una u otra forma. Entidades mágica y brujerías varias que la única explicación que tendrás de ellas es algo así como “los dioses así lo quisieron o es porque es un dios y por eso es mágico”, que no es que este mal, pero es claramente mucho más tradicional. Y este es otro punto, es el tipo de fantasía tradicional de hace unas dos décadas, esto no la hace obsoleta o mala, remitiéndome a lo escrito antes, es digno de estudiarse pues es una cátedra de cómo era la fantasía hace no tanto tiempo. En fin, en esta primera parte tenemos el típico viaje del héroe: estar en la comodidad de lo conocido, ser arrastrado a lo desconocido (a base de mucha violencia y perdidas), vagar por el mundo sin saber que o como, el encuentro de un mentor o un “aliado”, confrontar a sus enemigos y ganar esa batalla, más no la guerra. Y vuelve a repetir en el siguiente libro (pasos más, pasos menos). Y no estoy revelando nada de la trama, hago alusión a que en la novela, Corum atravesara algunos de los estadios del viaje del héroe que concibió Joseph Campbell en el libro “el héroe de las mil caras”, y nada más. Sé que parece mucho y poco a la vez (te revelo lo que parecen momentos cruciales de la trama, aparentemente, pero no ahondo en detalles, por eso es mucho y poco), al menos se que puede leerse así pero no es verdad. Reiterando, esta novela (tomando la trilogía como un todo), es una cátedra de cómo era la fantasía concebida y escrita hace no tanto tiempo. Toda obra tiene de alguna forma estos estadios o momentos y al no decir como cuando o de qué forma suceden, es como salvaguardo la trama. Así que no temas, lector/a constante, el Caos aun no me ha corrompido, y trato de jugar de acuerdo a la balanza cósmica, como se dicta en el multiverso. Ahora bien, ya comentado como será el viaje y que podemos esperar, comencemos.

Personajes.
Realmente no hay tantos personajes como puede parecer, y es curioso porque eso no implica que su importancia sea poca. Más bien, se debe a que Corum en su periplo conocerá y dejara atrás a mucha gente, y por un lado, al ser tomado como “un solo libro” o parte del multiverso (un lugar en el que básicamente muchos mundos se entrelazan y comparten muchas cosas, papeles e incluso entes), sería difícil abarcar a tantos personajes, deidades y semi deidades. Comentado esto, tratare de exponer mi opinión sobre esto de la mejor manera posible.

Tenemos a la raza de Corum, los Vadhagh y a sus enemigos de hace siglos, los Nhadragh. En términos simples, ambas razas pareciera que son lo mismo (como si habláramos de jaguares y tigres o personas de asía y áfrica), salvo pequeños detalles que al ojo común parecieran diluirse de lo mínimas que son estas diferencias. Lo que comparten es que, por ponerlo simple, son los elfos de este mundo (físicamente similares, con inclinaciones a la magia y una vida más longeva que la del hombre común). Acostumbrados a ser los únicos en este mundo, no se percatan de que una tercera raza de hombres se levanta: los Mabden. Lo que vendría a ser el hombre común, pero en un estado más bárbaro y violento, a los ojos de los Vadhagh (y tal vez, a los del lector), que desde hace mucho viven en paz. Es gracias a esta tercera raza que toda la desventura de Corum dará inicio.

Corum es un protagonista típico y aunque asumo que el cliché (es más, la palabra imagino) no existía en ese entonces, para nuestros días (hoy, 2017) lo sería. Es un hombre que pese a ser versado más en las artes que en la forja del combate, tiene una constitución y habilidades, cuanto menos respetables (no se dice todo específicamente, se adivina al leer lo que hace y sobrevive). Un alma noble mancillada por la tragedia que buscara venganza, bajo juramento empeñando en ello su vida y honor. Muy clásico, ¿eh? Un personaje tenaz, inteligente y con la suficiente valentía para saber cuándo arremeter contra el enemigo, cuando atraerlo a la trampa y que conoce el momento en que será mejor huir. Además, la gente de Corum (y el mismo), saben de la existencia (de una manera limitada) de los multiples planos en los que se desdobla el universo, cosa que sienta bien a Corum pues él es capaz de acceder brevemente a uno (o tal vez algunos) de ellos. Un guerrero, que además sabe de magia/hechicería. Podría seguir, pero creo que se leería como burla y no es mi intención. Esta trilogía (y medio rey) los leí al principio del año, y deje que se añejara en mi persona su lectura porque justamente, deseo escribir de una manera más centrada. En fin, Corum me parece una cruza entre el típico caballero medieval con un toque de humanidad, muy peculiar. Lo que veo en hombre de él, es lo que probablemente el personaje ve en los mabden, que como he escrito antes, no son cosas halagüeñas. Esto es algo que sin duda me agrado, pues dota a Corum de una credibilidad que curiosamente choca contra esta parte tradicional de cómo está construido su personaje. Es una dualidad interesante sin duda.

A esto solo agregaría un concepto. Corum es una versión del Campeón eterno, un manto “invisible” con el que más de un personaje carga en este multiverso. Lo que le trae como consecuencia compañeros formidables o terribles sucesos a él o los que estén cerca de él. El campeón eterno es un manto cíclico que tiende a repetirse o suceder al mismo tiempo en más de un mundo.
Intentar abordar más (al menos en esta primera parte), sería revelar información, que si bien puede parecer no trascendente, ya me arriesgue mucho con lo del viaje del héroe como para querer tentar todavía más a mi suerte.

Estilo.
Narrado en tercera persona, haciendo uso del narrador omnisciente en todo momento de la obra, seguimos los pasos de Corum y otros personajes fundamentales para la historia. Valiéndose de este formato, Moorcock nos muestra un mundo en decadencia y algunos ritos lamentables.

La prosa del autor me parece disfrutable pues nunca peca de ser simplona o ser demasiado enredada. En honor a la verdad, tampoco es que destaque, pero eso no quita que se disfrute. Sin ir lejos, yo leí esta novela únicamente en el transporte público, lo que demuestra que es una lectura accesible y ligera. Para bien o para mal. La mano de Moorcok me parece adecuada para narrar, no considere en ningún momento que la prosa fuera arcaica o que envejeciera mal (la historia y personajes, son distintos), lo cual me parece habla muy bien de la narrativa. Finalmente, solo reiteraría, no destaca especialmente nada, bien se podrían tomar capítulos fundamentales de cada parte del libro y tendríamos una historia más concisa.

En cuanto a la maquetación, aquí hice trampa. Mi edición es de tapas blandas, la cual tiene unas 556 páginas pues hace un recopilatorio de los tres libros de la llamada “trilogía de las espadas”. Por lo cual el libro lleva este nombre, y en la portada a Corum después de iniciado su periplo. He jugado esta treta porque son realmente tres libros, y es “más sencillo” reseñarlo de esta manera y creo que se puede abordar mejor. En fin, tenemos un prologo (que asumo sirve para los tres libros). El caballero de las espadas se divide en: Libro primero. En el que el príncipe Corum aprende una lección y pierde un miembro. (Así dice… no lo estoy haciendo para quemar la historia) el cual consta de 13 capítulos (los cuales tienen titulo por capitulo, algo que me gusta mucho y se mantiene en toda la obra). Libro segundo. En el que el príncipe Corum recibe un obsequio y hace un trato. Constando de 3 capítulos. Y el libro tercero. En el que el príncipe Corum consigue lo que era imposible y poco deseado. Ahora bien, una base de datos de personajes (en especial por como el autor maneja el multiverso), le hubiera caído de maravilla a esta obra, en especial en la tercera parte de la trilogía, pero bueno, no todo se puede. Por lo demás cumple bastante.

Desarrollo.
Esto es algo de lo que me gustaría hablar, pues el autor lleva muy bien el desarrollo del libro. Principalmente porque en verdad no se detiene en ningún punto para explicar gran cosa al lector, y esto no es malo, ya que nos encontramos en un papel similar al del protagonista: tenemos ante nosotros un mundo íntegramente nuevo, misterioso y peligroso para descubrir. Al ir avanzando la trama, un par de secretos se van revelando, y por cada secreto, agregamos tres cuando menos, lo que hace que mantengas el interés y te enganche. Sumado a esto tenemos, como he mencionado antes, una narrativa que es clara y que te permite engancharte a la brevedad. Corum salta de una parte a otra haciendo que su desarrollo e incluso el final, sea trepidante, más no apresurado o desesperado, simplemente se trata de una novela (me arriesgo a pensar), concebida de manera que debía leerse de ese modo, ágil y sin pretensiones. Llegando a la recta final del libro, podemos encontrarnos con la “mayor parte de acción” (que ya es mucho decir, porque el principio y el climax de esta entrega rebosan de ello), y un desenlace, no malo, pero que te deja claro que esto apenas está comenzando. Esto por las revelaciones que se le dan al personaje, así como por el juramento renovado de Corum. Considero que la novela está bien llevada, con el tiempo y las diversas lecturas, pienso pudo ser mejor, pero dado su momento de publicación, seguramente cumplió no con creces sino de sobra. Aun así, para estos días, puede sentirse como una lectura, demasiado ligera. Digamos como ver una película de acción típica contra una de cine de arte. Finalmente, cerraría esto con una observación y algo que aplaudo a la obra (y que sin duda, apela a las generaciones actuales), la ejemplificación de cómo el hombre es un ente horrible y destroza todo lo que toca, todo esto de manos de los mabden.

Recomendación.
Para quien busca una lectura clásica del género de la fantasía épica, este es su libro.
Para aquellas personas que quieren ver un claro y solido ejemplo del subgénero de la espada y brujería, tengan seguro que encontraran eso y más.
Para aquellas personas que quieren una lectura del género de la fantasía que sea accesible y se permita leer en todo lugar y como extra, que sea rápida o pequeña.
Si te gusta la violencia, la sexualidad o el lenguaje soez, este libro cumple un poco las expectativas, llevándolo más a lo grotesco, pero sin rayar en lo irrisorio o sin sentido.
Para esas personas que tienen la idea de los hombres somos el mal de todo en el mundo, los mabden los complacerán sin duda.
Si quieres recurrir a lo clásico o entender como era en esos tiempos, este es un buen ejemplo de cómo la fantasía fue y ha ido evolucionando a lo largo de estos años.
Mi sugerencia, sería que alguien menor a 12 años no lo lea sin la supervisión de un adulto, ya que hay partes muy graficas en la obra. Nada espantoso, como he señalado, más bien grotesco.
Y los peros que le encuentro son estos: que no toleres la ficción, que aborrezcas la fantasía, que no te gusten los argumentos lineales (bien vs mal, por ejemplo), que simplemente la fantasía más tradicional no sea lo tuyo, o que las lecturas ligeras te molesten más que alegrarte. Fuera de eso no veo el motivo para que no le des una oportunidad a esta obra.

3.5 de 5 Kai´s posibles o un 7 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva “El caballero de las espadas” de Michael Moorcok, un ejemplo de la fantasía clásica de espada y magia de hace más de 30 años.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me interesa tú opinión.