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Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Una (definitivamente nada) breve opinión: Elantris

Titulo: Elantris
Autor: Brandon Sanderson
Género: Fantasía
Clasificación: Ficción
Páginas: 640
Editorial: Ediciones B
Año de publicación: 2005
Saga: Es un libro auto conclusivo. Sin embargo, Sanderson escribió un relato corto (The hope of Elantris), que por sugerencia del autor, lo ideal es leerlo una vez leído Elantris, el cual podemos encontrar de forma gratuita en el sitio del autor (acá abajo pongo el enlace)
https://brandonsanderson.com/elantris-the-hope-of-elantris/

Lo que dice en la contraportada:
La ciudad de Elantris, poderosa y bella capital de Arelon, había sido llamada la "ciudad de los dioses". Antaño famosa sede de inmortales, un lugar repleto de poderosa magia, Elantris ha caído en desgracia. Ahora sólo acoge a los nuevos "muertos en vida", postrados en una insufrible "no-vida" tras una misteriosa y terrible Transformación.

Un matrimonio de estado destinado a unir los dos reinos de Arelon y Teod se frustra, ya que el novio, Raoden, el príncipe de Arelon, sufre inesperadamente la Transformación y se convierte en un "muerto en vida" obligado a refugiarse en Elantris. Su reciente esposa, la princesa Sarene de Teod, creyéndole muerto, se ve obligada a incorporarse a la vida de Arelon y su nueva capital Kae, a la que aporta un nuevo elemento: la novedad y, tal vez, el caos.

Mientras, el embajador y alto sacerdote de otro reino vecino, Fjordell, va a usar su todopoderosa religión y su habilidad política como manipulador de seres humanos para intentar dominar los dos reinos de Arelod y Teod, con el propósito de someterlos a su emperador y su dios.

Elantris es amena, llena de sorpresas y centrada en personajes que interesan al lector. Una sorprendente bocanada de aire fresco, una rara novedad de la mejor fantasía épica con una historia completa y magistralmente satisfactoria en un único volumen.

Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
“La eternidad termino hace diez años”. De esta manera se nos plantea la pregunta central de la trama. ¿Cómo es que una ciudad que era habitada por seres equiparables a dioses pudo caer en desgracia? Una premisa que por sí sola atrapa, y bastante. Aunado a este argumento, tendremos la oportunidad de meternos en una intriga política, que me recuerda vagamente a como nos han contado que se manejaba en los viejos imperios (como Roma, por citar un ejemplo), todo esto a cargo de dos personajes, pero dividido en la aproximación a esta treta. Por un lado veremos las cuestiones religiosas y aparentemente morales de este tema político siendo llevado de una manera, medianamente visible. En la otra parte veremos el juego desde una perspectiva más social tomando en cuenta el beneficio para el pueblo y jugado deliciosamente como cualquier intriga del genero. En este caso no sólo hablo de quien ostenta el poder y como quitárselo o dominarlo, sino de cuestiones como tratar de manipular a líderes o pueblo para aceptar determinadas ideas, intentar adoctrinar de manera sutil en temas religiosos, jerarquías trastocadas por la ambición. Tú pide y en este aspecto, Elantris te lo dará, querido/a lector/a constante. Y pese a todo hay momentos para reír con comentarios u observaciones hilarantes de ciertos personajes, muestras de afecto o romance que dejan claro que el amor tiene más de una forma de hacerse camino y claro, también hay acción y misterio (¿recuerdas que la eternidad termino hace diez años? Pues bien, esa es la dosis de misterio, por decir lo menos revelador). Está novela es sin lugar a dudas, uno de los trabajos más ambiciosos que he leído en muchos años. Desde el proceso de crear el sistema mágico, la caracterización de los personajes y como el autor da giros de tuerca a la trama, y no me extraña que sea así. Elantris es la primera novela de Sanderson en ser publicada y sin duda es uno de los mejores debuts literarios que he tenido la oportunidad de leer en mi vida. Muchos autores (de todo género, no sólo fantasía) con su primera novela dejan el listón en un nivel moderado y posteriormente se superan con “esa obra cumbre que todos debemos leer de X o Y autor/a”. Pues bien, este no es el caso, Elantris sin temor alguno podría ser la obra insignia de Sanderson, y si no lo es, deja el listón muy, muy alto.

Personajes.
Hay muchos personajes importantes a lo largo de la novela, pero los principales son tres.
Raoden es el primer protagonista con el que nos encontramos. Príncipe de Arelon, rey en espera al trono. Persona amada por todos sus ciudadanos, respetado por sus subordinados y admirado por sus colegas. Raoden tiene una vida perfecta, hasta que la Shaod (la “enfermedad” que destruyo la eternidad en Elantris) se posa en él, marcándolo. De este modo es reportado como muerto y echado como despojo a la ciudad maldita (antes radiante) de Elantris. Todo esto nos es dicho en el primer capítulo (tranquilo/a lector/a constante, yo no revelo cosas vitales de la trama, eso es feo), sirviendo de base para presentar la personalidad de Raoden. Pese al cambio tan drástico en su vida, Raoden es un hombre optimista, siempre en busca de un propósito o un sentido y con una voluntad férrea que algunos de los guerreros más fuertes o famosos envidiarían. No importa que, confiando en su intelecto y perseverancia, el príncipe no claudica y si se topa con algo inamovible, no trata de empujarlo, lo rodea, es astuto vaya. Inteligencia, astucia y perseverancia son una combinación ganadora en cualquier situación pero, especialmente en las más desesperadas. Aunado a esto, Raoden es carismático, lo que le permite llegar a las personas, y aun más importante que eso, el cree en la gente. No tiene ese carisma falso de político, tiene el carisma que sólo se puede adquirir si se tiene fe en la gente. En pocas palabras, lo que para la mayoría sería el fin, para Raoden es un desafío, sin duda el más grande, pero nada que le amedrente. El príncipe es sin duda un personaje carismático y entrañable, dentro y fuera de las páginas, tanto sus actos como lo que los otros personajes ven o comentan sobre su persona afianzan esas ideas. Y de esta manera, Sanderson lo dota de una personalidad cautivadora y de una caracterización sorprendentemente coherente. Y es una sorpresa, pues el protagonista optimista hasta en las peores circunstancias es un recurso bastante utilizado en la literatura (y cualquier obra de ficción hoy en día), y aun así, es desde este momento que Sanderson da los giros pertinentes a los clichés para convertirlos en algo novedoso sin llegar a ser extraño para el lector. Que baste para sustentar esto, la breve descripción que he hecho de Raoden y se compare contra los estereotipos y sus respectivos estigmas (optimista pero estúpido, optimista especialmente al borde la muerte o ante una situación de muerte, optimista porque confía en exceso en sus habilidades o porque ya se nos dice que nada ni nadie lo detiene, etc), para dar fe de cómo Sanderson rompe esto.

Al lado de Raoden, tendremos a Galladon, un misterioso habitante de Elantris que antes pertenecía al país de Duladel. El dula es opuesto en muchas cosas a Raoden. De constitución física es fuerte, a diferencia del delgado príncipe, y se describe como una persona más alta y de un tono de piel más obscuro (con todo y el deterioro provocado por la Shaod). En cuanto a su personalidad, Galladon cuestiona todo, y realmente más que pesimista, se deja abatir por una realidad abismal, por lo que poco hace por modificar su estado de paría y apestado, mismo estado de cualquier persona arrojada al olvido de Elantris. Más que un dúo cómico, Galladon y Raoden forjan un extraño compañerismo de estira y afloja, que nunca es cansado. Forman una dualidad peculiar al ser Galladon una parte neutra, tirando ligeramente al negativismo, frente a un Raoden positivo en exceso para sus circunstancias. El dula es un personaje que conforme avanza la historia, se da a querer por muchas razones. Ya sea por como se desarrolla su persona, al entender su pasado, por mera empatía o simplemente por la dupla que forma con el príncipe. Galladon es un personaje que en un principio cumple, tanto para el lector como para su compañero de penas, para después volverse un personaje querido, nuevamente, dentro y fuera del papel. Todo esto, le dota de una personalidad coherente y muy humana, por eso justamente con el dije que se puede empatizar, dotándolo así de vida.

Hrathen es el segundo personaje principal de los tres que me gustaría abordar. El es un sacerdote/monje de alto rango. Cree en Jaddeth (que es una de dos vertientes religiosas que existen en este mundo, nacida del Shu-Keseg, pero que se bifurcan en un punto. Digamos que es “similar” a lo que sucede con cristianos, judíos y católicos, por ejemplo), y su misión es convertir a todo Arelon a la fe del Shu-Dereth, y en un plazo de unos meses. La caracterización de Hrathen es sin duda uno de los trabajos mejor logrados (y en el cual, si se me permite, lo veo como la base de lo que sería Sazed), pues es un hombre de fe con un rango alto, y aun así, sus modos, su discurso y sus ideas, siempre serán impulsadas de una forma racional. Es tal el grado de esto, que él decide por medios políticos, convertir al pueblo, en vez de optar por hacerlo mediante muestras de fanatismo. Hrathen es un personaje sumamente racional, calculador como pocos, sumamente inteligente y muy astuto. Todo esto sin llegar a ser maquiavélico o un fanático, es aquí donde pone los puntos Sanderson y nos muestra a un hombre que cree en lo que tiene que hacer, pero cuestiona de manera honesta la fe que profesa. Y todo esto por ser más racional que otra cosa. Si cambias la fe, por los sentimientos, tienes en tus manos a casi cualquier persona con la que te puedas topar en estos días que tratan de imponer barreras o razones a lo que únicamente deberían sentir y así aceptar. La comparación puede parecer errada, pero no. Creo que es justa y con eso tenemos suficiente para entender que tan real es Hrathen a pesar de ser un personaje de ficción.

Con Hrathen tenemos a Dilaf, un sacerdote de menor rango destacado en Arelon desde hace tiempo. Dilaf es todo lo opuesto a Hrathen. Un fanático religioso que no duda en ningún momento que su fin justificara no solo los medios, sino los más atroces desenlaces. Estos dos personajes, son opuestos en casi todo y se desatara una interesante lucha de poder interno. Y finalmente, tiene mucho sentido. Al momento de decidir a quién seguir, ¿no sería lo sensato marchar tras el más devoto? ¿Lo correcto sería ir junto al de mayor rango? ¿No sería mejor dejarse guiar por el que busca el bien común? ¿Cuál es ese bien común, el de la sociedad o lo que dicta mi fe? Nuevamente, situaciones “simples”, de nuestro día a día que imprimen coherencia (dentro de sus delirios y ciego fanatismo) y realismo a la caracterización de Dilaf. El sacerdote no es un estereotipo como tal de la ficción, me temo que es más bien la peor cara de la gente sedienta de poder, por el motivo que sea que quiera obtener este poder. Sería fácil señalar que es un ejemplo claro de lo malo de la iglesia, pero me permito tener el valor de señalar que muchos líderes (políticos, de opinión, de cierto gremio de estudios, tu elige tu escenario, lector/a constante), son iguales o peores. Y tan bien estructurado esta Dilaf, que no puedes evitar sentir rechazo por sus ideas y su persona.

La última protagonista de la triada de principales de Elantris es Sarene, Aquí, hare el típico giro de tuerca (no sé ya si sea inesperado, porque básicamente cada dos o tres entradas hago cosas así), pues no hablaré primero de ella, en su lugar optare por empezar por algunos secundarios que están junto a ella.

Sarene es la princesa del reino de Teod, que está al otro lado del mar y es, junto al reino de Arelon, el único país que aun profesa la creencia hacía Domi, guiada por la vertiente del Shu-Korath. Al llegar al reino de Arelon, una semana antes de su compromiso (pactado como acuerdo más político que romántico) con el príncipe Raoden, termina en un punto muerto. Pues por este acuerdo nupcial, ella técnicamente ya es princesa de Arelon, pero no conoce a nadie en estas tierras. Al menos eso cree hasta que se encuentra con su tío Kiin. Hermano mayor de su padre, uno de los hombres más ricos del reino gracias a sus años de comerciante marino, excelente cocinero por sus tantos viajes por el mundo, y un hombretón de esos que tienen mucho cariño para dar. Con el entra en escena su familia. Daora, su esposa. Una mujer sumamente refinada, de gran belleza y que pese al porte destila cariño y cuidado. Sus dos hijos impetuosos y que siempre compiten entre si, por aquello de ser gemelos, Kaise y Daorn. Y dos hijos de Daora. Lukel (que debe tener la edad de Sarene y que acaba de casarse con una hermosa mujer llamada Jalla. Y, como dato “curioso” el era el mejor amigo de Raoden) y Adien, el cual extrañamente parece ausente siempre y todo el tiempo esta balbuceando datos al azar sobre distancias o curiosidades similares en el ámbito matemático. Todos ellos juegan papeles importantes dentro de la historia, de una u otra forma. Ya sea para esclarecer cosas del pasado, para dar apoyo a Sarene o simplemente para señalar “datos curiosos” que en unos capítulos más adelante pueden ser fundamentales. Fuera de eso son una familia muy unida, que recibe con sus brazos abiertos a Sarene. Dan un poco de humor a la novela, y tienen momentos realmente emotivos, tanto con Sarene como en solitario.

Iadon es el rey y padre del difunto esposo de Sarene, Raoden. Un mercader brillante, pero un rey terrible, en palabras de la “realeza” de Arelon. Títulos que solo pueden ostentar los más ricos, ya que, con mentalidad de comerciante, Iadon permite que la gente con dinero, tenga más poder, cosa que obviamente no agrada a muchos pero a otros encanta. Iadon es tolerado por que en algún momento se ira y permitirá que Raoden acceda al trono, o al menos así era hasta que el príncipe fallece. Es así como el rey se ve en más de un solo problema. Ya sea por el descontento social, las intrigas para que otros se hagan con el poder, su nueva “hija” Sarene y Hrathen tratando de volver a su gente a otra religión (y de este modo, en su contra). Iadon cumple su papel de ser lo que impide a cualquiera de los personajes obtener lo que quiere. No se ahonda realmente mucho en el, pero aun así tiene momentos importantes, que van más allá de solo ser un impedimento. El pero con su personaje, es como dije, cumple el papel, por lo que se siente que no esté tan desarrollado o trabajado como otros (como Kiin por ejemplo)

Junto a Sarene, tenemos a su seon (algo así como seres inteligentes y autónomos creados artificialmente por la vieja magia elantrina), Ashe (que significa luz/iluminación). El seon cumple dos funciones fundamentales, ser compañero y guardián de Sarene (no físicamente, sino como un consejero y cuidador), y ser el enlace con su padre, Eventeo. Ya que a través de los seones, las personas pueden hablar entre sí, sin importar la distancia, mientras ambos tengan seones. Es de este modo que Sarene por ejemplo, conoce a Raoden yendo más allá que sólo con cartas o acuerdos. Ashe funge un papel similar al de un acompañante porque no es la servidumbre. Esto se nota no solamente en que no se le den ordenes mundanas (por ejemplo, se le pide que de mensajes o “espié”, no que caliente el té), sino en que muchas veces, Sarene veladamente quiere saber su opinión o el mismo seon comenta que determinada acción no sería correcta o la más indicada. Además lo hace mostrando abiertamente su desaprobación o preocupación por Sarene. Es cuando interactúa con ella, y le aconseja o le da palabras de aliento, que podemos ver la relación que hay entre ellos dos. Incluso el seon tiene uno de los que, para mí, son los mejores diálogos que hay en la novela, al menos sobre el tema de las emociones. Al ser una creación elatrina, poco se sabe de Ashe, pero por cómo se expresa y el cariño que muestra por la princesa, se puede notar que es un ser con bastante sabiduría (adquirida por los años, aparentemente). Como nota extra, Ashe asumo que es otra base para lo que fue el personaje de Sazed (sí, lo sé. Escribo mucho de él, lo lamento, es mi favorito de todos los personajes de Sanderson).

Finalmente tenemos a la princesa Sarene (me dejo unos personajes más fuera, pero en honor a la verdad, no sé si sea correcto hablar de ellos, por aquello de mantener la trama en su lugar). La última de los 3 protagonistas de nuestra historia. Si de por si esto ya es largo, con Sarene podría llenar mínimo tres hojas, pero no temas querido/a lector/a constante, no lo haré… espero.
Iniciare aclarando que los tres personajes me gustaron mucho, pero el que más me gusto (no mi favorito, ese es Sazed. Perdón, Raoden), sin duda fue Sarene. Y aunque es mi opinión, suelo tratar de mantenerme neutral, pero esta vez no es el caso (a esto me refería cuando digo que en cada suspiro quiebro mis reglas). Podría dar muchas razones, pero creo que me centrare en dos o tres nada más. Primero que nada, el personaje de Sarene rompe muchísimos clichés de su género, de una forma u otra quiebra con fuerza los estereotipos. Por ejempló, Sarene es una mujer muy inteligente, sumamente racional y acostumbrada a la política (pues fue diplomática y algo equiparable a una embajadora antes de su compromiso), y con la política me refiero a todo el juego de artimañas y subterfugios que te encuentras en este medio, dotándole de una astucia formidable. En sus ratos de ocio ella seguía su instrucción, ya deja tu lo mental e intelectual que ni falta le haría, por voluntad Sarene sabe combatir excepcionalmente con la espada y conoce los alcances de su cuerpo. Raoden tiene bases de esgrima porque los demás nobles no la tienen, Hrathen sabe pelear por que en los monasterios de su fe se entrena también el cuerpo. Ellos lo ven como un Hobby o un deber, Sarene lo entiende como parte de su formación, un real equilibrio. Hasta aquí hemos quebrado el estereotipo de la dama en desgracia o la princesita noble débil o hueca. En cuanto a su persona, es sumamente realista con su situación, política, personal o social. No huye de nada, pero gracias a que se ocupa más en una cosa que en otra, no brinda la misma atención a todo. Es así como tenemos a una mujer fuerte, independiente y brillante, pero que le cuesta trabajo contactar con sus emociones. Y esto es vital, la diferencia entre la dificultad para hablar de las emociones y la negación sin razón para hacerlo son cosas kilométricamente opuestas. Y esto es algo hermoso. Ya que a través de esto, es como se rompe el estereotipo de esa mujer indomable con corazón de oro, o que es dura porque ha sido herida o que tiene otras prioridades como su carrera antes que sus emociones. Tú nombra el estereotipo, no de la literatura exclusivamente, sino de la mujer actual, y de una u otra forma, Sarene lo rompe. Lo que hace para mí que Sarene se lleve las palmas, es que su personaje no deja de ser sensible por ser fuerte, o que deje de ser femenino por ser dura, e inclusive no deja de ser divertida por tomar enserio el juego de la intriga o al planificar astutas artimañas. Sarene es un personaje sumamente balanceado en casi todos sus aspectos, lo que le dota de una personalidad arrolladora y de una caracterización indudablemente humana. Es más, lo que le quitaría realismo a su personaje, es que la mayoría de personas NO somos así de balanceados. Es gracias a estos tres puntos que considero a Sarene no únicamente el mejor personaje femenino de Sanderson, sino uno de los mejores de todo el género fantástico que he leído, pues con un solo personaje, se nos puede mostrar que a veces lo más importante es que seas leal a ti mismo y que la valentía no radica en imponerse, sino en hacer lo mejor para todos. Y aunque valor y lealtad pueden diferir, no significa que tengan que estar peleados. Definitivamente, si algo le pesa a como es retratada Sarene, es su imperfecta perfección.

Estilo.
Nos encontramos con una novela que cuenta con tres protagonistas: Raoden, Sarene y Hrathen. Cada uno en su mayoría contara con un capitulo propio para desarrollar parte de su trama, todo esto relatado a través del recurso del “narrador equisciente”. Es así que entenderemos como se siente cada personaje y como es su entorno o su compañía, pues se nos narrara lo que el protagonista en turno siente, piensa u observa. Y esta la mayor distinción entre el narrador de primera persona y el equisciente. En el primero, es el protagonista quien nos relata sus vivencias, en el segundo es “alguien” el que nos cuenta lo que sucede, aunque únicamente desde la perspectiva del protagonista en turno. Esta es la forma en que se desarrollara el libro en la mayoría de capítulos. Por los últimos, lo único que cambiara será “el personaje sobre el que se narra”, pero el estilo narrativo se mantendrá. Y de vez en cuando, inevitablemente los personajes se cruzaran, pero se mantendrá la visión del dueño de ese capítulo. Por ejemplo, si en el capítulo 30, que corresponde a Hrathen, este se cruza con Raoden, todo será narrado desde la visión del sacerdote. Finalmente, es de aplaudirse el trabajo de caracterización y como son representados y presentados ante el lector los personajes. Teniendo capítulos muy dinámicos con Sarene por ejemplo debido a todas las cosas que hace y algunos realmente pausados y dubitativos gracias al sacerdote y sus tantas formas de racionalizar una situación.

Es curioso, pues a continuación expondré algo que puede que suene contradictorio. Claramente se nota que este es el trabajo de un Sanderson primerizo, pero exuda ambición en todas sus páginas. La mano del autor se lee en cada página y es innegable que el esmero que le dedico esta grabado en cada palabra escrita en esta novela. No quiero ser zalamero e idolatrar de una forma que se sienta falsa como me lo parece que hacen con otros grandes autores (de todo género, sin ir lejos el editor de Sanderson al español a veces peca de eso, hasta la gente que hace los prólogos/introducciones a las obras primerizas de autores de la talla de Poe, Cortázar o Salgari), pero, en honor a la verdad, es esta ambición en querer abarcar tanto (desde el contenido de la obra, su desarrollo y el cuidado y detalle al sistema mágico o estructura social y religiosa), donde se nota claramente que es un trabajo para destacar y no ser sólo un autor revelación más en el género o en el mundo de la literatura. El estilo del autor desde esta obra se identifica en el acto, especialmente en capítulos relacionados a Raoden, por citar donde yo considero encontramos a ese Sanderson increíble de la actualidad. Donde se nota lo primerizo, me atrevería a decir que es en los primeros capítulos dedicados a Hrathen, y aun así son buenos. La prosa se mantiene clara y sencilla para cautivar al lector y aunque hay muchos términos (ya sea de otras lenguas o el sistema mágico) vagando en las paginas, el autor se las arregla para volverlos algo familiar, desde un simple “nota mental” del personaje en turno recordando los términos, hasta un útil glosario de los términos del AonDor, que es el sistema mágico base de la novela.

La maquetación de mi edición es la siguiente: tapa blanda, en la portada la imagen de un hombre en túnica roja y una mujer con una especie de vestido blanco dándose la espalda y de pie sobre lo que asumo es una torre y de fondo una triada de cúpulas. Tonos opacos predominan en su mayoría salvo un destacable azul cielo de fondo. Damos paso a la presentación de siempre, los agradecimientos y el mapa de una parte del mundo, que es donde suceden los hechos, pues Teod no aparece más que señalado en este, por ejemplo. La novela consta de: prologo, 63 capítulos divididos en 3 partes (la sombra de Elantris, el llamado de Elantris y el espíritu de Elantris, respectivamente), epilogo y el glosario referente al AonDor. Aquí si eche en falta una “base de datos” breve para tener presentes a todos los personajes que abarcan la novela, fuera de eso, la maquetación es muy buena y el cuidado que se tiene a los detalles, tales como el mapa o el glosario, son algo grato y que enriquece genuinamente la inmersión en la lectura y dotan de una mayor vida al mundo que Sanderson creó.

Desarrollo.
Aquí esta otra de esas señales que considero, obvian el carácter primerizo del autor. Y con eso en mente, no quiero que se preste para pensar que menosprecio la obra, para nada. Elantris desde ya me parece uno de los trabajos primerizos mejor logrados de todo lo que he leído en mi vida referente al mundo literario. Con esto como precedente, permíteme, lector/a constante, ahondar brevemente en la forma tan maravillosa en que Sanderson desenvuelve la trama ante sus lectores. La historia por parte de Sarene y Raoden es lo que en un principio va a atrapar al lector, pues la parte del sacerdote a ratos puede parecer demasiado parecido a la realidad (y ojo aquí, eso es un halago, es algo bueno que aunque sea una novela de fantasía me haga sentir que este tipo de personajes y los sucesos en los que se ven envueltos se sienten reales y los identifico), y esto lo vuelve a veces cansino. Más porque Hrathen es un personaje tan racional, que sus primeros capítulos van sobre la forma en que su mente divaga a manera concienzuda para trazar sus planes y crear las mejores estrategias. Aun así, en ningún momento se hace pesada la lectura, a lo sumo es más lenta y no por la mano del autor, sino por mi sincero desagrado a leer lo que comente hace unas líneas. Tanto inicio, como clímax y desenlace están perfectamente narrados e incluso cada uno de los 3 momentos va a la par de cada una de las 3 respectivas partes de la novela. Realmente en ningún momento se siente precipitada ninguna conclusión o suceso a lo largo de la historia, incluso los que son inesperados, son narrados de tal forma que se convierten en una sorpresa grata, ya sea porque no la viste venir o porque te parecerá un magistral giro de tuerca. Me gustaría prestar especial atención a puntos muy específicos. Para empezar, para ser una novela autoconclusiva, Sanderson a lo largo de toda ella se toma su tiempo para mostrarnos el mundo que ha inventado, de esta forma, el inicio no es tan lento como en otras obras (incluso, si se le compara a otras obras del mismo, Elantris destacaría por su ágil narrativa para mostrarte universo y leyes), gracias a esto y te permite ser partícipe de todo lo que sucede de una forma muchísimo más natural. En cuanto al desarrollo/clímax/mitad de la trama, es donde encontramos las mejores caracterizaciones de todos los personajes (secundarios y principales), algo sumamente grato y destacable de la obra, pues si de por si en principio llegan con fuerza, es en este punto donde se afianza su magnetismo con el lector o su rechazo. Son personajes que no te dejan indiferente, pues la narración les permite ampliar su personificación ante el lector. Finalmente, en el desenlace encontramos los mejores giros de la trama, siempre cuidados de que sean acordes (en su mayoría) al mundo en el que nos encontramos y lo que Sanderson previamente ha establecido. Ahora bien, aquí vienen los peros. En primera instancia, aunque las últimas páginas y epilogo no son malas, te dejan con ganas de saber más. Y en verdad no son malas o inconclusas o simples, pues en la última página esta uno de los discursos más profundos que he leído de la fantasía (los mejores están en las obras de Hobb, a mi gusto). Y aun así, te quedas con ganas de más, de tal vez dos o tres hojas más en las que brevemente te dieran un par de detalles más, pero bueno, eso es más capricho que honesta opinión de contenido literario. En segunda instancia, hay diversos puntos que no se terminan de cerrar o explicar, es aquí donde también notamos que esos cabos quedan sueltos gracias a que es una obra ambiciosa y primeriza. Queda pendiente ahondar en los monasterios de la fe de Jaddeth, sobre los seones o esos movimientos tan peculiares del Chayshan presentados por el personaje Shuden. Cabos sueltos, no sólo secundarios, sino algunos sin duda fundamentales para entender más del mundo y sus razones. Inclusive en las paginas finales se hace un simpático guiño a como esto y otros cuantos misterios más, no se terminan por resolver. Aun así, Elantris es algo que se disfruta, por la menar en que es narrada, por el seguimiento que se da a tan carismáticos y entrañables personajes y sobre todo porque tiene un ritmo genuinamente increíble, pocas obras “que se levantan en solitario” deben de tener este toque.

Recomendación.
Una recomendación fuera del tono de las demás. Sin duda, debes leer a Brandon Sanderson si disfrutas la literatura de ficción. Es así de simple. Es un autor que merece mucho la pena, cualquiera de sus obras (al menos hasta ahora, todas las que he leído), es garantía de dinero bien gastado y tiempo bien invertido.

Si eres un lector que ya no quiere lecturas juveniles, pero tampoco quiere polvorientos tratados políticos, creo que en esta novela encuentras el justo medio.
Para ti que te gusta la literatura fantástica, sin duda debes tener este libro, si no en tus estanterías, por lo menos por un tiempo en tus manos (y que ese tiempo sea el que tardes en leer la novela, por favor).
Si quieres adentrar a un adulto (de 18 o 21 años, dependiendo de en donde vivas), en la literatura fantástica, esta es tu carta fuerte (ya después que se acerquen las otras novelas de Sanderson). Es esa obra que rompe el hielo y los estereotipos del más asiduo detractor o del más temeroso.
En sí, si te gusta la fantasía, pero bien llevada y que por ser realista no pierda su toque fantástico, no nada más mágicamente solucionadora y que rompa en cada capítulo sus reglas o se invente excepciones (oh, yo sé que ya estarás pensando en más de una novela que hace eso), esta novela cumple y con creces.
Si eres un cazador de primeras obras (como lo he sido yo a veces). Esta obra puede generarte una de dos emociones: alegría por lo bien hecha que esta, o tristeza porque está bien hecha y no podrás destrozarla.
Pese a no ser juvenil, se la recomendaría sin dudarlo a los adolescentes porque debería ser obligatorio que tengan acercamientos a personajes tan maravillosos como lo es Sarene. Tanto por los tiempos y políticas con los que nos enfrentamos hoy día, como para ampliar la visión. Como plus, agreguemos que rompe con fuerza los estereotipos tan mal hechos en estos días en torno a la figura femenina.
Yo lo recomendaría además, a cualquier persona que disfrute una buena historia. También a cualquier persona que sepa leer. Básicamente, si tuviera recursos, llevaría a diario una copia entre mis cosas para dársela a alguien o donarlo a alguna biblioteca.
Mi única restricción es que no te guste la ficción, la fantasía, las tramas políticas y su respectivo juego o que añores la violencia/sexualidad/vulgaridad al hablar grafica. Esos son los únicos peros para no leer Elantris.

4.5 de 5 Kai´s posibles o un 9 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo gana con todos los honores Elantris, la primer novela publicada (y una entada fuerte al género de la fantasía y al mundo literario) de Brandon Sanderson.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

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