Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Detrás de… el blog lirica-libre

Detrás de… el blog lirica-libre.

Bueno, no están ustedes para saberlo, pero quiero divulgarlo. Es importante señalar que de eso se trata la maravilla del internet, de hacer público todo lo que se te ocurra y por favor, prohibido venir con falsas ideas de privacidad.

En fin, el blog cumplió dos años (así es, es un pequeño arrogante todavía, pero me enorgullezco de que siga vivo aun sin mis cuidados semanales), exactamente el 29 de octubre.

Fue un fatídico y decadente 29 de octubre del año 2009 que decidí abrir este espacio en la red. La razón era simple, sencillamente era el lugar donde iría a colgar mis escritos y ya. Básicamente es el espacio pensado para publicar mis escritos amateur o de principiante de corte literario.

Sé que suena fanfarrón, pero lo digo con el fin de dar a entender que en ese momento (hasta la fecha de hecho) jamás me intereso meterme en aquello de utilizar las letras para desahogarme. Considero escribir un arte muy vapuleado (aunque menos que la pintura o la fotografía) y utilizado cual prostituta para escribir alguna frase chillona, un escrito corta venas o una vulgar queja.

Para escribir siempre he considerado se requieren más cosas que solo tener algo que decir. Para muestra basta ver que ha eso se dedican los políticos, y suelen hacerlo mal incluso.

Como sea…me salgo de la idea, un poco al menos.

El blog nace en 2009 en octubre con el fin de dar cabida a mis relatos y escritos de escritor novel. Esa era la única función del blog.

Gracias a la plasticidad de mi mente (seh, claro) y a que simplemente tenía más cosas que expresar, nacieron otras etiquetas que solo las tradicionales de novela o relato.

Empecé con algo tan simple como escribir dedicaciones, ya fuese a mi amigo Cuco o a mi ex novia. Todo iba bien, finalmente distaba un poco de ser ese escape de las letras rastrero y amargo (del que hablaba más arriba), perfecto.

Poco después seguí subiendo relatos, deje de lado las letras largas (mal llamadas novelas) para dejar paso a la mayoría de relatos cortos auto conclusivos. De vez en cuando publicaba un anuncio de ocasión y le hacía modificaciones de widgets, alguna frase por ahí, un incentivo para comentar etc.

Entonces pensé que si era el renacer, de algún modo, de mis letras y demás, valía la pena hacerlo un poco, no profesional, sino interactivo, algo que hiciera ver que soy un tipo más de carne y hueso (si, aunque fuese ya de por si evidente). Entonces nació la etiqueta de “apuntes de escritor novel”. Es un titulo ostentoso y rimbombante pero francamente lo encuentro muy atinado. Con esta etiqueta solía poner escritos que hablaban de lo más mundano en esto de escribir historias: de donde provenían mis ideas, la inspiración o los parámetros para crear, escribir y dar forma las historias.

Esto es variado, podía ser una historia que me habían contado, basarme en un evento social de empuje importante, divina y tranquilizadora inspiración del perdedor o simplemente la estrofa de una bonita canción. Es de esta manera que nacen los “Detrás de…” para hablar de lo que se encuentra tras “X” relato o “Y” parte importante en mi vida.

Supongo que gracias a facebook, tumblr, twitter y esas cosas los blogs están pasados de moda o no valen nada. No lo dudo pero me tiene sin cuidado.

Curiosamente quiero la fama y las miradas que ostentan esas redes sociales y de esparcimiento internetil, pero no del modo que se lo granjea los que en ellas publican la primera bolita de caca que les sale del trasero.
Un tema aparte es devianArt por ejemplo, o los foros dedicados a compartir experiencias y escritos de personas que aman las letras.

Como sea, el blog cumplió dos años. No lo he usado tanto como quisiera por desidia, pereza y de vez en cuando por un extraño sentido de administración y política anti saturación “¡Como publicare tres cosas en la misma semana! ¡Nadie comentara o leerá la primera por que ya hay dos más encima de ella”. Lo sé, cadena estúpida de ideas que termina llevándome a no publicar nada no en la semana, sino en el mes.

El blog es un espacio que estimo mucho. Yo mismo lo defino como mi lugar secreto a la vista de todos. El blog aparece como mi página personal en mi facebook, en mi twitter, en mi dA y hasta en los foros; y eso es lo que me agrada, que la desidia de la gente hace que un espacio de acceso al público y a la vista de todos, se vuelva un lugar intocable y privado básicamente. Es hermoso.

Este blog es especial para mí por muchas cosas, pese a que lo abandono como un ingrato hijo les da la espalda a sus padres.
Uno de ellos por ejemplo es que mis amigos pudieran comentar mis historias, no es que sea la gran cosa, tal vez no, pero para mí importa mucho.
Otra seria el hecho de que el blog es un testigo del crecimiento que he tenido en cuanto a las letras, es un pequeño museo de mi paso por aquí.
Me atrevería a decir que es incluso un pequeño balance de los momentos más felices de mi vida, de los tragos más amargos de hiel y de cómo he ido cambiando y madurando, en tan solo dos años. El que albergue el desafío de 30 días, es la muestra más clara de este proceso, es incluso tan fidedigno, que he decidido que cada mes de marzo hare el desafío, por el puro placer de hacer justamente, un balance de mi vida.
La prueba de cómo he ido creciendo con el blog ahí está, presente y fresca. Es curioso que todo empezara como un simple lugar para poner mis letras, y sin quererlo, algo tan genuinamente insignificante es importante.
Es a tal punto importante un espacio tan chiquito en la inmensa red, que por eso en la cabecera del sitio se encuentra esta frase “Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confía en que vencerá”. Y es genuina y netamente la verdad, creo que aquí está la prueba de mi historia y como trato de hacer realidad mi sueño ideal de escribir y tal vez algún día, vivir de mis letras y nada más. Es mi mundo ideal.

Son cosas que te llenan. Ver el blog, haberle dado un fondo, los widgets que le he ido agregando, tener a la mano el directorio de blogs de amigos míos, las palabras que tiene cada pequeño encabezado… no sé, es como ver pequeños retazos de mi ser, de mi alma, pegados a la red y se siente sumamente genial.

Es curioso, incluso el nombre del blog es un pequeño accidente. Quería llamarle letras-libres (por aquellos ideales de que lo que escribiera no estaría atado a nada más que a mí mismo) y entonces recordé que hay algo (una revista o un sitio en la red, no tengo idea ni me ha interesado jamás investigarlo) que ya ostentaba ese título. En la época que le di nombre al blog, yo creí que lirica era algo parecido a letra (lo sé, es aquí donde se que se burlaran de mi o perderé lectores) y no me moleste, sino hasta cuatro meses después, en investigar que era y darme cuenta que es algo relacionado a la poesía y a transmitir en concreto emociones. Todo lo tomo con humor finalmente, pero, es una coincidencia que se volvió profética.

Que interesante. O eso espero…

Bueno es el resumen de aniversario del blog, de lo que representa en mi pequeña existencia y esas cosas. Espero que no sea odioso de leer y si lo es bueno, no era mi intención, créeme querido amigo lector, nunca lo es.

Dos años, no sé si bien gastados, pero si bien vividos y me alegro de ello. Y lo que es aun más importante, es que es el principio de una carrera larga llamada vida, que hare con este útil artilugio.

Estamos in touch.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Bueno, las aclaraciones primero.
Respecto a datos o palabras en la historia: Shamrock es trebol en ingles, vendetta venganza rn italiano, Flogging es tomado prestado de la banda Flogging Molly al igual que la pista de baile del diablo y el sntimental jhony, dos de sus canciones; finalmente aqua vitae es agua de vida en latin y es una referencia al whisky.

Por otro lado esta historia nace de un reto de crear una historia de tamaño medio, que trate de un pirata enamorado de una sirena y de como el debe hacer que la reina de los mares le de piernas a su sirena. Interesante. Y mas porque los piratas no son lo mio (ni todo el mundo que los rodea) asi que es mi primera vez, y como toda primera vez me encanto.

Esta en proceso esta historia, pero la ire publicando aca para usos practicos. Para finalizar, me enorgulesco mucho de como esta narrada la historia, creo que es un trabajo distinto a lo que solia hacer y he cuidado mucho los detalles y la ortografia, asi que este es un buen trabajo, en todo el sentido de la frase.

Sin más, el prologo de esta historia, que espero suene querido lector, narrada como una aventura que vivio un abuelo o un padre, ya que asi trate de escribirla.


Aunque tome toda una vida.



Prologo: Hace mucho tiempo, en el viejo país…



Eran los primeros años del siglo en el viejo país, la revolución amenazaba con asomar su altivo rostro y gritar contra los opresores en turno, el aqua vitae era lo ideal para reunirse en el pub con los colegas y nunca podía faltar un buen guisado. Eran tiempos inciertos en el viejo país y para todos sus habitantes.

Por esa razón, la gente se comportaba cada día de maneras más extrañas. Jugándose la vida por nada, vendiendo barata la piel e incluso cometiendo actos que se les viera desde el ángulo que se les viera, no tenían razón de ser.

Por esta desorganización de la gente y la predominante confusión sobre el estado de su país, los piratas y los mal llamados corsarios aprovechaban cada oportunidad que tenían para saquear en nombre de algún bastardo o incluso por su propio nombre.
Es de este modo que el viejo país se convirtió de repente en guarida de truhanes. Los pubs se volvieron los tugurios de estos “navegantes” y las costas del bello y amado viejo país se convirtieron en el campo de juego de estos desgraciados.

Es por eso que a un gran territorio marítimo y de la costa del viejo país se le llamo por muchos años “la pista de baile del diablo”. En honor a tan distinguidos comensales que solían reunirse en sus cercanías, a sus maneras tan caballerosas, su elegante y viril porte, el cortes lenguaje aprendido en sus recorridos y sus educados modos.

En esos días la situación aparénteme orillaba a los que vivían rodeados de esos perros de mar a malvivir de la mejor manera posible. Fue de esta manera que muchos terminaron caminando por la borda, atravesados por algún acero enemigo, siendo alimento para los tiburones en mar abierto o simplemente muriendo en una trifulca entre “colegas” del gremio en algún pub de tierra firme.

De este modo, entra en escena un personaje medianamente conocido en esa época: El filibustero Flogging “Dedos de oro”.

Dedos de oro era un personaje medianamente conocido, tanto en la vieja tierra como en los salvajes mares que la circundaban e incluso más allá de la imaginaria frontera del mar, tenía fama, no a la altura de los terribles bellacos de corso o de los desgraciados piratas, pero el también contaba con reconocimiento.

Se contaban varias hazañas y pillajes sobre Dedos de oro. Por ejemplo se hablaba de su viaje a las islas del interior y como regreso con la tripulación completa y además forrado en oro, también se mencionaba mucho la ocasión en que le robo en mar abierto a una banda de piratas un ancestral tesoro del continente más distante. Solo por citar algunas de sus hazañas.

Su mayor virtud consistía en haberse levantado de la nada, que un día no existía y una mañana, o tal vez una tarde, se empezaba a hablar de un tal Flogging y de la destreza inigualable de sus manos, ya fuese para dar un tiro de gracia pestilente a pólvora o la habilidad de batirse a duelo con acero en mano.

Precisamente, la última hazaña que había llevado a cabo fue hacer un viaje por las costas de “la isla del sentimental Johnny”, esta era famosa porque cualquier navegante del mar que se acercara, caía en una profunda nostalgia, alguna clase de embrujo o maldición tenía el lugar. Nadie podía ponerse de acuerdo, había gente que decía que se practicaban magias oscuras, otros que había una secta poderosa de brujos que trataba de llamar al diablo marino para que reclamase su pista de baile. Que todos los tesoros del mundo se encontraban allí custodiados por horribles fieras e incluso, había quien decía que era por el canto de las sirenas.
Como fuese y a lo que se debiera, la constante era que, como Johnny (que de ahí debía su nombre), uno de los piratas más despiadados y sanguinarios, quien tocase o se acercase demasiado al lugar, entraría en tal locura y desesperación por regresar que terminaría perdiendo la vida en el mar o incluso quitándose la vida en tierra firme por la desolación.

Bueno, Dedos de oro había regresado con vida de su viaje a la isla del sentimental Johnny, pero era bien sabido que había sido víctima del poder contranatural que existía en ese lugar.

De tener el carácter hosco, de beber galones de Whiskey como si no existiese un mañana y de vagar de puerto en puerto buscando la gloria del oro y despellejar a algún competidor en potencia, paso a sumirse en un banco del viejo pub de “la última noche del mundo” justamente uno de los sitios de reunión de navegantes más famoso del viejo país y que se encontraba en el corazón de las costas de la pista de baile del diablo, y mientras estaba muerto en vida, solía beber la cerveza más barata a la vez que con la mirada perdida en un rincón de esa pocilga, mientras suspiraba con desdén y melancolía.

Usualmente cualquiera pensaría que ponerse triste y sentimental en un lugar donde matar era el trabajo del día y morir de una manera brutal era la muerte natural sería el peor lugar. Pues es verdad, salvo que la fama de Dedos de oro no había sido ganada en vano y a pesar del profundo estupor en el que se encontraba el Filibustero, lo cierto era que ninguna sabandija o perro de agua dulce era capaz de ponerle un dedo encima.

Su descanso soporífero solo duro un par de meses hasta que se corrió la voz de que Dedos de oro se encontraba en la última noche del mundo buscando tripulación, vendiendo cara la piel al mejor postor o incluso, simplemente midiéndose con quien tuviera las agallas de plantarle cara. Los rumores desde que la humanidad pudo comunicarse, eran el verdadero mensaje que se transmitía en la tierra y sus confines.

Fue así como oyendo los rumores, tanto de la búsqueda de sangre, como de que había traspasado las fronteras de la isla del sentimental Johnny, un Tahúr y pirata independiente, medianamente conocido del mismo modo que Flogging, opto por probar su suerte y encarar al afamado Dedos de oro, capitán del Vendetta.

El nombre del amante de la suerte y las apuestas era Donovan, conocido en el bajo mundo simplemente como Shamrock, en honor a su suerte y sus pasiones.
Mientras que Dedos de Oro era un maestro con la espada, Shamrock era simplemente un pillo con mucha suerte para la espada y la vida en general, su única habilidad nata era su lengua que podía endulzar cualquier oído con cinco palabras o desencadenar el fin del mundo. La fama de su lengua, precedía incluso a su de por si legendaria buena suerte.

Aun así, era un hombre de pocos temores y de ideas aventuradas e incluso arriesgadas hasta la muerte, a tal punto, que aun a sabiendas de que Dedos de Oro estaba asediado por toda la chusma y peor ralea de los confines del viejo país, no se dejo amedrentar y con firmeza fue a verle a la cara.

Ese día llovía con tal ímpetu que por lo menos debía terminar en un diluvio catastrófico. La última noche del mundo estaba posicionada a unos metros de la playa y su pálida luz era un pequeño faro en la negrura del horizonte.
Las botas negras de cuero de Shamrock dejaban huellas profundas que se desdibujaban de la arena gracias a la lluvia y a la sangre fresca de la clientela del pub.

Decidido y sin arrepentimientos, dudas o temores, la bota derecha del tahúr planto tremenda patada en las puertas del local que del impulso tiro a dos borrachos que se batían a muerte por el último tarro de aqua vitae.

Y así es como empieza esta historia…

—Sabia que aquí te encontraría— dijo con una sonrisa el que gustaba de tentar a la suerte—. Flogging “dedos de oro”, ni más ni menos.
—Donovan— dijo el interpelado sin apartar su mano de su vaso de whiskey ni su mirada de la mesa.
—Vaya, supongo que fue ingenuo de mi parte esperar un recibimiento más emotivo de alguien que se presume ya está muerto en vida.
—No tengo nada que decir—respondió Flogging dando la espalda y recargándose de lado en la pared.
—Venga, vine a hablar de negocios contigo te guste o no— Donovan tomo un banco de otra mesa y se sentó a un lado del desinteresado filibustero—. Quiero llegar a un trato que pueda hacernos felices a los dos. Corren fuertes rumores de que estas locamente enamorado de una sirena que se robo tu felicidad y el placer que sentías al hurtar y matar.
—Yo nunca sentí placer por tales cosas.
—Bueno. Lo importante es que no negaste la idea de la sirena, bien, ya sé por dónde vamos entonces—una sonrisa malévola ilumino su rostro—; pagara tu ayuda con mi ayuda, en cualquier empresa que requiera de mis habilidades de estafador o de asaltante marino.
—Me tiene sin cuidado si me regalaras tu alma Donovan. Yo no tengo nada que pueda hacerme mover de aquí ya.
—Mientes de una manera demasiado evidente. Hablas con “shamrock” compañero de bravuconerías, aquel que ha sido capaz de apostar contra la muerte, el destino y las peores escorias del mar y ha salido airoso en cada envite—dijo a la vez que agarraba orgulloso con sus manos su casaca azul marino—. Así que dejemos de lado este juego absurdo y vayamos al grano—planto firmemente la diestra en la mesa y la siniestra la poso en el hombro de dedos de oro—. Me doy a entender, espero.
—Quiero creer que si te escucho te largaras—dijo Flogging aun sin voltear—. ¿Verdad?
—No te puedo prometer nada mí apreciado colega— la sonrisa se ensancho más todavía.
—Si tuviera mejor humor— Flogging se dio vuelta al tiempo que de un manazo quitaba la mano del tahúr de su hombro—, te mataría de una manera brutal.
—Doy gracias porque estas al borde del suicidio amigo.
—¿Qué quieres de mi Donovan? Ya no tengo tripulación alguna, después de visitar los alrededores de la isla de Johnny les premie con su libertad, maldita libertad. Solo me queda mi nave y mis manos, y no sé qué beneficio podrías sacar solo de eso.
—Con eso me doy abasto. Siempre podemos contratar por unas monedas de plata un par de manos baratas para el trabajo pesado. Lo que me interesa es que tú tienes un barco y que eres un digno compañero de aventuras, al menos se que eres un hueso duro de roer. Tú pones la nave y tus habilidades de oro y por mi parte yo pondría mi suerte de cuatro hojas y mi dinero. Ambos ganamos.
—¿Qué buscas? ¿Qué tesoro es el que anhela tu codiciosa carne?
—No es nada que no pueda beneficiarnos a ambos. Quiero ir a un lugar al que ya fuiste, quiero desentrañar las maravillas que oculta esa isla terrible y de mito de la que tú regresaste sin alma. Quiero los tesoros de la isla del sentimental Johnny.
—Y a cambio de llevarte a ese lugar…
—De llevarme allí, ayudarme a conseguir mis tesoros y a sacarme con vida—enfatizo—yo, mi despechado y maltrecho dedos de oro te ayudare en lo que sea que tengas en mente—Su mirada era seria y calculadora, como si hubiese puesto sobre la mesa por apuesta su alma—. No aceptare un no por respuesta, si es necesario, lo haremos por las malas.
—A pesar de ser un viajero del mar de asquerosa reputación, me fio de que este trato será respetado bajo el código pirata—dedos arqueo su ceja derecha y miro inquisidor a su compañero de mesa.
—Es evidente. Sé que no me consideras un caballero y no finjo serlo, pero aun así, te doy mi palabra de honor y bajo juramento te aseguro que cumpliré a rajatabla lo dicho, de otro modo, que me hagan caminar por la borda y sirva de festín a los tiburones y todas esas pestes marinas. —Finalizo haciendo un desdeñoso ademan con su mano derecha a la vez que sonreía confiado.
—Ya veo— Flogging se levanto lentamente, miro a la cara a Donovan y sonrió mostrando dos dientes de oro y los colmillos anormalmente afilados—. Es un trato camarada —Le dio su mano diestra en señal de cerrar el trato. Cuando estrecharon manos susurro para sí mismo—. No sabes lo baratas que has vendido el alma y la piel.

domingo, 2 de octubre de 2011

Botas negras.

Botas negras es la historia numero cuatro de una recopilacion de relatos que tengo llamada "cancionero". La historia sucede en el presente, dando un salto al pasado, en concreto al dia del 02 de Octubre de 1968, en la ciudad de México, al momento conocido como la matanza de tlatelolco.

Todo esto bajo las memorias de un viejo que sobrwvio a ese fatidico dia, y anotado todo bajo la pluma de un reportero que se jacta de que su "especialidad" es desmitificar grandes historias... como las de los legendarios "Botas negras".

Los botas negras no son algo veridico, son creacion mia (al menos en este contexto que los planteo. Para inspirarme use la cancion Botas negras, de Radio Kaos, la brillante y genial amistad de mi amigo Jose Miranda, alias el chino y bueno mi imaginacion y mi gusto por enterarme de este hecho tan triste... ojala sea de su agrado.


Este escrito por cierto, es mi orgullo, en un "Detras de..." ya dire porque.

Botas negras - Relato #04 de Cancionero.



"Aqui somos los botas negras, marchamos con temor"




Las aceras de la ciudad de México siempre me habían parecido de lo más aburridas que había visto desde que había retornado a mi país. Una vez que sales a conocer el mundo y te haces de la experiencia mundial, las cosas que dejas detrás dejan de tener el encanto que aparentaban antes.

Siempre he estado en busca de esclarecer toda clase de leyendas y mitos urbanos. No soy amante de lo fantástico, con leyendas y mitos, me refiero a cosas reales que pasaron y que la lengua y tradiciones han ido modificando a su antojo al grado de crear algo que suena místico y hasta irreal.

Eso me trajo de regreso al país, solo eso.

Un ex-compañero de la facultad me había dado el aviso hacia unos días, por medio de un escueto correo electrónico, de que gracias a varios movimientos de papeleo y demás, habían encontrado a uno de esos sobrevivientes de la matanza de Tlatelolco que gozaba de la fortuna de no haber sido hecho preso, en pocas palabras, uno de los pocos tipos que tenía "libertad" en esta podrida ciudad.

Sí, supongo que no suena interesante hablar de esto. Está de moda que se utilice el Dos de Octubre para cometer actos vandálicos en memoria de los estudiantes que murieron. Como dije, a esta ciudad del carajo no le veo ningún atractivo.
Pero lo interesante no era el que me encontrara con un tipo cincuentón que me contara cómo vivió y sobrevivió a Tlatelolco. Lo que me había hecho regresar a este infierno, era el hecho de que este sujeto, no era un cualquiera, era un "Botas negras".

¿Un Botas negras? ¿Qué es eso? Nadie sabía a ciencia cierta quiénes eran los Botas negras, por qué se habían formado en esos tiempos caóticos (y a su vez, organizados) o cuál era el origen real. Sólo se tenía constancia de una serie de personas con las cabezas rapadas, que portaban botas negras y asistían con mucha frecuencia a las manifestaciones que se habían llevado a cabo en los buenos tiempos del movimiento estudiantil.

Esa era la historia que estaba buscando. Iba a ser el primero en tener la oportunidad de avivar o extinguir la llama de un mito urbano que había perdurado a más de cuarenta años, además, se acercaba el 2 de Octubre, de manera que tendría de mi lado la fecha histórica para darle más revuelo a esta nota tan interesante.

Así que ahí estaba yo, caminando por las aburridas calles de la colonia Narvarte en busca de lo que bien podría definirse como un fantasma moderno.
Me extrañaba que no viviera en los edificios de Tlatelolco, pero se me hacia lógico a su vez, ya que si se mantenía en donde había sucedido gran parte de eso, probablemente reviviría a sus fantasmas internos…aparte de que se exponía a ser encontrado por cualquier tipo de periodista o jovenzuelo con ideas "revolucionarias" de poca monta.
Yo ni por accidente era de ese tipo de personas. Siempre iba en busca de la verdad y en el estricto sentido de esa palabra. De hecho, mi pasión no es escribir historias para El semanario de lo insólito o El alarma, mi vida es desmitificar cosas que la gente exagera.
Sí, quizás pueda ser cruel tomando en cuenta que muchos mitos de héroes o de grandes personajes viven justamente de "buenas mentiras", pero a mí me encantaba llegar a la verdad de los hechos; la única forma que tengo para comparar eso seria con la de un futbolista de delantera potente que destruye los sueños de sus rivales anotando goles y haciéndolos perder, ese era mi tipo de pasión. Cruel, pero sincera y veraz ante todo.

Había llegado ya. Una casucha que parecía abandonada a los cuidados más elementales. Era una casa vieja, de esas que aparecen en las películas que apenas empezaban a tener color, pero aun así, conservaba su temple. Sólo esperaba que la persona que la habitaba, conservara sus memorias frescas y su temple también para lo que estaba dispuesto a investigar.

Di tres golpes con fuerza esperando respuesta del interior. Parecía que la madera estaba podrida de algunas partes. Un par de segundos me obligaron a insistir en el golpeteo de aquella puerta y entonces escuché una voz aguardentosa que gritaba que me callara, que ya iban en camino a atenderme.

La puerta rechinó como si jamás gota alguna de aceite hubiera tocado sus metales. Delante de mí, se plantó la figura de un sujeto panzón, medio calvo, con la cara llena de arrugas y unas ojeras que los muertos vivientes envidiarían. Vestía unos pantalones color caqui gastados con botas negras y una playera de tirantes blanca manchada de grasa de auto.

- ¡¿Qué quieres?!—exigió saber aquel tipejo panzón.
- Me imagino que usted es el señor José Miranda –dije pese a tener la certeza de que era él—, sobreviviente de la matanza de Tlatelolco y el único que aun vive del grupo de los "Botas negras".

La expresión de las personas casi siempre es la misma, pero, cuando tocas una fibra sensible, las diferentes formas que toman los rostros valen más que todo el oro del mundo, y este hombre no fue la excepción.
Su arrugada frente parecía que la estaban estirando con fuerza, abrió su par de ojos cafés apagados por los años como si se los trataran de sacar de las cuencas y sus labios delgados y rígidos se ensancharon con tal mueca de impresión, que pensé que moriría de un infarto.

- No me interesa como fue que te enteraste de mi pasado, muchachito –su fisonomía regreso a la gélida máscara de indiferencia que había mostrado antes –, pero hay cosas que no pienso desenterrar de mi pasado, y ésa es una de ellas.

Ya me había enfrentado a esa situación montones de veces. La gente siempre es cobarde y se quiere guarecer de los posibles daños del mundo callando sus sentimientos, sueños o dolores. Que estúpidas son algunas personas, como si de verdad eso te sirviera de algo.

Y como siempre, la mejor manera de alejar al mal (en este caso yo, el usurpador de sus memorias) era cerrando la puerta en mi cara, pero como dije, ya estaba de sobra acostumbrado a eso.

Sin permitirle que cerrara íntegramente la puerta, interpuse la suela de mi zapato y conseguí dejar una brecha. No cabía en ella mi cabeza, pero mi voz podía traspasarla con facilidad y a su vez, mantenía al viejo ahí a mi merced, así que seguí insistiendo.

- No tiene por qué portarse de esa manera – dije con toda la calma del mundo –. No he venido a importunarlo, al menos, no demasiado –no pude quitar el tono burlesco de mis palabras, pero no me arrepentía.
- No eres el primer chiquillo que intenta venir a sacarme información, pero yo no diré nada de esas cosas que viví en el pasado –dijo molesto el tipo-. Lárgate antes de que me vea en la necesidad de hacerte ir a la fuerza…
-No sería capaz de hacerlo- la confianza resonaba en mis palabras –. Ahora que le parece que me permita contarle al menos el por qué estoy aquí. Al menos permítame ser escuchado…no pido nada que usted no haya pedido antes.
-Golpe bajo y desesperado, niñito- su voz se oía más pasiva ahora –. Te dejaré pasar – la presión en la puerta cedió y se mostró nuevamente en el marco de la entrada-. Quiero ver que tontería me dirás…
-Créame que no lo defraudaré señor José –dije sacudiéndome la camisa gris desaliñada –. No soy la clase de jovencito tonto que busca héroes en la historia o vivificar un mito, no señor, a mí me mueve algo más grande.
-No me impresionas, niño –dijo don José mostrándose serio –. Hablar de esa manera no surte el efecto que esperas, al menos, no en un viejo como yo.

No me dirigió ni si quiera una mirada al decirme eso, en verdad tenía temple. Había conocido antes a otras personas que habían sido observadores de movimientos culturales similares al que este señor había pasado, pero pocos habían sido los que se mostraban en la forma en que él lo hacía. Sí, era un hombre viejo que quizá ya pasaba de los sesenta años, pero aun así, ese viejo hombre, tenía más temple que muchos muchachos de hoy día o de mi generación.

Me llevó a la sala de su casa. Por dentro parecía muchísimo más cuidada de lo que aparentaba el exterior. No era una casa de primera, pero se defendía bastante bien con sus muebles rústicos y sus paredes que se descomponían por la humedad.
Se acomodó en una mecedora, tomó unos cigarros de una mesita que estaba por ahí, tomó uno, lo prendió (sin ofrecerme ni por accidente uno) y me miró a los ojos.
Antes de que hablara, noté que sobre su cabeza, en una repisa, había varios pares de botas negras de diferentes tamaños y gastadas y manchadas de forma distinta…

- Cuéntame tu mentira, niñito – dijo meciéndose con calma.
-Es muy simple. Quiero hacer una historia sobre los Botas negras. Quiero saber la verdad que hubo detrás de ustedes y por qué estaban tan cercanos a los líderes del movimiento…es así de simple.
- Todo mundo viene a preguntar casi lo mismo, niño –dijo exhalando una gran bocanada –. Si quieres que hable, tendrás que esforzarte más o me veré en la necesidad de contarte desvaríos de un viejo de 57 años…
-Qué astuto de su parte señor José – dije sonriendo –. Pero yo no soy la clase de niño que se rinde fácilmente. No estoy aquí para rendirle tributo a la memoria de esos perros de los líderes estudiantiles y buscapleitos. De hecho, yo lo que busco es la verdad detrás de eso, me interesa de sobre manera saber qué clase de personas eran y por qué desaparecieron con la matanza de Tlatelolco…
-No eres muy listo- dijo el viejo para mi molestia –. Si desaparecieron no fue por cobardía o porque sean presos políticos, desaparecieron por que casi todos murieron ese día.
- Eso dicen, pero mire, aquí esta usted – estaba capturando su atención –. No me importa mucho que la gente crea que ustedes fueron algo así como héroes, pero no me gustaría que la verdad fuera distorsionada para hacer quedar bien a unos cuantos tipejos…
- Yo soy uno de los pocos que sobrevivieron…pero en algo tienes razón. Ellos no merecen ser recordados como unos hombres malos o demasiado heroicos, simplemente fueron valientes por que luchaban por lo que creían y murieron por seguir sus sueños…
-Ahora usted es el que me subestima –dije con tono irritado –. Eso es algo que todo el mundo dice para enaltecer a los que se han muerto.
-Bueno…supongo que tienes razón – concedió el viejo-. Pero aun así, creo que no me caería mal contarte la historia de Los Botas negras…Al menos, para poder hacer que desaparezcas de mi vista.
- Sabe que en el fondo lo hace por que lo carcome el ansia de contárselo a alguien, y yo soy su opción – dije con tono engreído, pero sincero.
-No niego que tenga ganas de contar nuestra historia – dijo con la mirada ausente-. Pero lo que me mueve a contrátelo a ti es el hecho de hacerte entender que las cosas no son como crees, quiero darme el placer, de ser yo el que te rompa las ideas…
-No me voy a ir a esconder ni saldré llorando –dije desafiante-. Así que andando, cuente su historia don José que yo lo estaré grabando.

De uno de los bolsillos de mi pantalón, sustraje con rapidez una pequeña grabadora que cabía en la palma de mi mano sin dificultad, apreté el botón de grabar y la puse en el centro de la mesa.

-México, D. F., a nueve de octubre del año 2008. Me encuentro en la casa de don José Miranda, para saber la verdad acerca de los míticos "Botas Negras" del movimiento estudiantil del sesenta y ocho.

- Bueno, comenzaré mi historia así que por favor no me interrumpas más – dijo don José tosiendo un poco para aclararse la garganta-. Eran los primeros días en que el movimiento estudiantil agarraba fuerza y había logrado organizar por fin los puntos petitorios que le exigía al gobierno…
En ese tiempo nosotros éramos estudiantes de preparatoria. Cursábamos el último año. Estábamos definiendo nuestras metas, las carreras a estudiar y esas cosas cuando el movimiento estalló. Al principio no nos hacía mucha gracia que los paros y esas cosas afectaran las clases, pero después, conocimos a un chico de la universidad, de la Facultad de Letras que estaba muy ligado a Cabeza de Vaca, el cual era uno de los líderes del movimiento.
Su nombre era demasiado común para él. Puesto que pese a ser una persona de apariencia simple y sencilla, tenía algo muy peculiar que lo hacía resaltar delante de todos los demás. Ese algo que siempre lo caracterizó por encima de todo, eran sus botas negras. A todas partes llevaba sus botas negras, de ahí se ganó el apodo de "Botas negras".
Bueno, él era un gran amigo de nosotros, en ese tiempo éramos cinco amigos, contando a Botas negras. Nosotros cuatro éramos amigos de la infancia de hace tiempo; nos conocimos en el primer año de secundaria y nos hicimos como uña y mugre al grado de terminar siendo casi como una familia o algo así, de tal forma que incluso en las reuniones familiares, se extrañaban nuestros padres si alguno de los amigos faltaba, a ese grado habíamos llegado.

Un instante se detuvo conteniendo la nostalgia que se desbordaba por su rostro. Noté como hacía un esfuerzo sobre humano por mantener a raya ese sentimiento. Me divertía mucho ver como en general, las personas luchaban contra sus emociones; yo había dejado tiempo atrás de hacer eso, y ahora, me divertía sádicamente burlándome de cómo los demás luchaban.
Pero traté de mantener esa perversa diversión oculta del señor Miranda y guardé silencio y le miré fijamente mientras cruzaba mis brazos y me recargaba en el respaldo de la silla, no iba a interrumpirlo, quería que me contara su versión rápido para largarme de ahí.

-Bueno –dijo al fin con voz tranquila-. Botas negras era un chico diferente en más aspectos que sólo su apariencia. Siempre estaba defendiendo a todos y buscaba de cierta manera que se hiciera justicia, era él una persona demasiado altruista…y bueno…

Recuerdo la vez que decidimos seguir su ejemplo. Ya era algo tarde y estábamos saliendo de una de esas reuniones que se habían organizado en la Ciudad Universitaria. Caminábamos con toda la calma del mundo por la avenida Universidad, cuando unos policías que estaban esperando aparentemente a muchachos del movimiento se le acercaron a unos estudiantes que estaban a unos pasos más al frente de nosotros y trataban de hacerlos presos.

- ¿Qué creen que están haciendo méndigos abusivos? – dijo Botas negras molesto.
- Los llevamos detenidos por atentar contra las buenas conciencias con sus ideas ruidosas de los presos políticos…- respondió el policía.
- ¡Ya lo veremos!

Con esas palabras, recuerdo como Botas negras se le fue encima a ese policía que ya tenía a unos de los muchachos sujetado firmemente por la espalda. Un puñetazo en la cara del policía bastó para derribarlo. El otro trató de ayudar a su pareja, pero rápidamente yo y los demás muchachos lo detuvimos a tiempo y lo sometimos dejándolos a los dos esposados en uno de los postes de señalamientos que se encontraban cerca de ahí y echamos a correr.
Jamás olvidaré la expresión de gratitud del rostro de los chicos a los que ayudamos, ni la de mis amigos cuando nos dimos cuenta de que, a pesar de haber ido contra las reglas, hicimos lo correcto dándonos a respetar, no solo a nosotros, si no también, las ideas por las que peleaba el movimiento…

Ese día, llegamos a una conclusión. Era muy simple, pero nos gustaba realmente. Decidimos que ayudaríamos a que se respetaran las ideas del movimiento y a sus seguidores a nuestra manera. No íbamos a ser vigilantes nocturnos o justicieros, simplemente, usaríamos la fuerza de nuestras voces para llamar la atención de los demás, y en el peor de los casos usaríamos los puños para defendernos…así nacieron los "Botas Negras", una de las brigadas más conocidas del movimiento.

Hizo una pausa, pero esta vez para hacer que su respiración se acompasara a sus palabras y pudiera mantener un ritmo estable su narración, pero aproveché ese momento y lo interrumpí.

-De manera que los Botas negras eran entonces un grupo de choque de los estudiantes, como decían algunas malas lenguas- dije más para mi grabadora que para don José.
- Para nada…- Me miró un instante con duda- ¿Cómo demonios te llamas escuincle?

Me reía a carcajadas por esa pregunta. No solía presentarme muy seguido con la gente que entrevistaba, no por que fuera mal educado o algo así, pero, simplemente, no me parecía relevante que ellos supieran mi nombre, así que me tenía sin cuidado andarme con formalidades baratas. Pero le di merito a su pregunta porque, una vez más, la expresión de su rostro me pareció la mar de divertida…

-Mi nombre no tiene mucha importancia, pero bueno, no pierdo nada diciéndolo – tomé la grabadora entre las manos y apreté el botón de "pausa"-. Francisco Olivares – de nueva cuenta, presione el botón de "grabar"-. Si no fue un grupo para crear problemas… ¿Qué eran entonces los Botas negras?- cuestioné con fingido interés.
-Éramos un grupo que apoyaba a los estudiantes de manera activa en todos los frentes. A las manifestaciones íbamos nosotros a los costados, a recaudar dinero salíamos casi cada que se podía, para alzar la voz y avisar de las próximas reuniones o volantear, estábamos siempre dispuestos – su mirada se clavó en la mía con fiereza –. Éramos un grupo que hacía todo por apoyar al movimiento y nada más.
-¿Hasta su trabajo sucio?- dije de manera acusadora.
- Nosotros no hacíamos nada que estuviera fuera de la ley – dijo notoriamente molesto-. No podíamos buscar un cambio haciendo nosotros las mismas barbaridades que el gobierno nos aplicaba, de manera que jamás nos vimos metidos en revueltas injustificadas… Nosotros éramos de los que sólo alzaban el puño para defendedse…

De cierta manera supongo que mi cara mostró lo abatido que me sentía. Una profunda decepción atravesó todo mi pecho hasta reflejarse en mis ojos. No podían culparme, realmente, todos respondían siempre lo mismo, "sólo nos defendíamos". Patético, eso es lo único que pude atinar a razonar en ese momento. Nunca me había topado con nadie que tuviera las agallas para decir abiertamente "sí, nosotros gustábamos de imponer, de abusar del poder", nunca había sido espectador de una despliegue de valentía para hablar con esa claridad, y esta entrevista no iba a ser la excepción.

- No te preocupes. Yo no miento – dijo serio pero con una cara más reconfortante, parecía como si hubiese leído mi mente-. Me imagino que siempre te has de topar con gente así, pero mira escuincle, yo no miento porque esos hombres que estaban conmigo, es decir, los Botas negras, eran derechos y no se andaban con mentiras…
-Sí, me imagino que sí- mentí con la mayor credibilidad que me permitía a mí mismo –. Debieron ser realmente los héroes que la gente dice…
-Realmente no. Simplemente hacíamos lo mejor que podíamos. Un héroe es diferente, él se entrega totalmente…Nosotros no llegamos a eso, por que éramos jóvenes y también teníamos miedo…y aun así – una delgada sonrisa de tristeza se dibujo en sus labios- la huesuda nos dio alcance…
- ¿Qué quiere decir con eso?- por primera vez me había agarrado de sorpresa un comentario suyo.
- Me refiero a que nosotros también teníamos miedo de las represalias que podía tener el gobierno sobre nosotros y nuestras familias, muchachito – su cara se tornó sombría de repente-. No creas que jugábamos a ser héroes como tú juegas a ser osado en la comodidad de mi casa- su voz tenía un timbre de ironía que no le preocupaba disimular-. Nosotros arriesgábamos no sólo nuestras vidas, si no también las libertades y el pellejo de nuestras familias…
-No creo en esas cosas –dije convencido-. Es verdad que todo el que va contra el sistema sufre las consecuencias de su insurgencia pero…
-Te digo que no sabes nada. Mira, plantéalo así: México en el año de 1968. Las miradas del mundo estaban sobre nosotros por ser anfitriones de las olimpiadas; el gobierno como siempre quería dar la mejor cara aunque fuera falsa ¡Y nosotros revelándonos a nivel mundial demostrando que aquí en México las cosas andaban mal!
-Eso de que el gobierno los perseguía se de buena fuente que no era a todos…Ustedes no eran tan importantes como para que se les buscara.
-En verdad no sabes nada –dijo entre decepcionado e irritado-. Me imagino que los Botas Negras eran tan poca cosa que sólo éramos conocidos entre los estudiantes y los que apoyaban el movimiento por pura suerte, ¿verdad?
-No creo que fueran más importantes que los líderes del movimiento…
-No lo éramos ni de chiste- dijo serio-. Por eso acribillaron a mis amigos en la plaza de las tres culturas…en cambio a los lideres, los hicieron presos y los mantuvieron en "Lecumberri". Otros terminaron en los campos militares para ser torturados y los que tuvieron más suerte y menos fe en el movimiento, terminaron en puestos de alto rango del gobierno para que se quedaran mansos y callados.
-Exagera- dije molesto por como me había denigrado con sus palabras previas-. Realmente me comería más la idea de que los quisieran matar por haber parecido la escolta de guardias de los lideres…
-¿Qué crees que veía en nosotros el gobierno?- dijo cansinamente- Nosotros siempre estábamos en las manifestaciones cerca de Cabeza de Vaca. Justamente por su conecte es que nos habíamos metido en eso y así es como queríamos agradecerle…ayudándolo lo mas que podíamos. Por eso el gobierno creía que éramos algo que no…
- Todo mundo sabía que los Botas Negras eran un escuadrón de élite del movimiento – dije con fastidio-. Por eso tenían un nombre especifico y eran conocidos por su intervención en las disputas de policías contra estudiantes… ¡Por Dios! ¡Eran los únicos que hacían frente a los militares!- me calmé un poco más, modulando la voz y la furia- Y usted quiere que me coma el cuento de que no eran mas que "estudiantes"…
- Botas Negras era el muchacho más bravo y valiente que jamás había conocido- dijo don José muy serio-. Ni si quiera los cuates de los últimos años del Politécnico se me hacían tan cabrones a la hora de repartir golpes o de ponerse al tú por tú con los opresores…pero no el Botas Negras. Él a lo único que le decía que no era al gobierno y a varias de sus prácticas, por lo demás, él no rajaba…-me miró a los ojos y me sonrió de manera amarga- Él no se la pasaba en la comodidad de su casa apoyando al movimiento, o gritando blasfemias contra el presidente en la multitud…él no callaba, ese fue su mayor error.

Secó el sudor que se escurría por su ancha frente. Las arrugas ya se le habían puesto tensas, tenía toda la pinta de un viejo que se aferraba a la vida del presente más que a las memorias del pasado. Eso me gustaba de la gente, era de lo poco que me hacía creer a veces que las cosas podían ser como las contaban. Pero aun así, no me simpatizaba el hecho de que creyera que yo era un hijo de papi que no buscaba la aventura…

Se levantó un momento. Me di cuenta que iba a buscar algo para remojar los labios por lo secos que se veían. Sin consultarlo decidí pausar la grabación y me levanté un poco para estirarme y perderme en los rincones de su casa. Trataba de mantener la concentración. Usualmente acostumbraba a responder a cualquier provocación, pero esta vez buscaba mantenerme pasivo. No quería darle el placer de mostrarle que su historia o que sus indirectas pudieran afectarme, al menos, no tanto como él quisiera.

Regresó con un vaso de algún tipo de licor que no reconocí realmente, pero no me importaba. Con un vaso nadie podía ponerse ebrio, de manera que mientras no afectara realmente sus facultades de habla…
Me senté nuevamente y sujeté entre mi mano derecha con pereza la grabadora. Seguramente atacaría de nuevo con sus exageraciones de los Botas Negras y trataría de encubrir con mentiras lo que realmente hacían en esos años. De tal forma, con esos pensamientos en mente, decidí ser más astuto que él y atacar con una nueva pregunta.
Una vez que se sentó, no di tiempo de que acabara de beberse su vaso de alcohol y arremetí sin miramientos…

-¿Qué me puede decir de la matanza de Tlatelolco?- dije con aire triunfante. Al mirar su rostro como palidecía, no pude evitar sonreír.
-No hay mucho que contar de eso- su rostro se tensó y mi sonrisa de victoria se borró al verle cambiar-. Simplemente masacraron a mis compañeros como si se tratara de criminales o de animales…- su rostro se tornó colorado y cerró con energía los puños- ¡Imagínate! ¡Ser perseguido por tus ideas o por expresarte libremente!
-Eso es el pan de cada día de los buenos periodistas de cualquier parte del mundo- dije altanero- Buscar la verdad es…
-Tú no sabes nada- dijo con tono gélido. Esta vez si me impuso respeto-. El gobierno no se limitó en nada. Los métodos de tortura que sabíamos que utilizaban daban miedo…choques eléctricos en tus genitales, brutales golpizas, amenazar a tu familia, cazarte como un maldito asesino…-sus ojos se entornaron sobre mí…y me miró con asco- Los periodistas saben a que se avientan…nosotros también lo sabíamos, pero jamás contamos con que por hacer algo así, realmente perdiéramos a nuestros seres queridos, la vida o peor…nuestra libertad.
-¿A qué se refiere?- dije intrigado en verdad.
-No te das cuenta por que estás joven, porque no viviste eso…pero conmigo es diferente. No nada más lo viví, yo vi morir a mis amigos, sentí amenazada a mi familia, vi como gente desaparecía y después reaparecía muerta, gente torturada que si salía a las calles de nuevo se orinaba con oír una sirena de patrulla…no sabes que tan duro fue…
-Me imagino que vivir eso fue duro- dije recobrando el temple-. Pero…
-Lo duro no fue vivirlo…lo duro es sobrevivirlo y cargar con ello en tu mente. Mira…no creo que sepas mucho sobre como fue todo el movimiento…
-Póngame a prueba- dije desafiante-. Me instruí mucho sobre la historia de México. Ya fuera la antigua, la de la conquista, independencia, revolución o acontecimientos modernos. Dejé el país hace mucho, pero no por eso dejé de ser mexicano ni de interesarme por mi país…así que pruébeme.
-Bueno- dijo con un suspiro-. El problema con el gobierno y las escuelas toca su fondo con un problema entre "los ciudadelos" y los "arañas", que libraron una pelea enfrente de una universidad privada incorporada a la UNAM y todo con el fin de aumentar la división entre estudiantes, puesto que, estos sujetos hicieron que alumnos del Instituto Politécnico Nacional combatieran contra alumnos de esta preparatoria…

Al día siguiente se intentó hacer algo similar, pero las fuerzas policiales arremetieron contra los muchachos provocando que todos se unieran en contra de un enemigo común: el Gobierno opresor.
No tendría caso contar todo lo que viví en el movimiento, puesto que tú quieres saber de los Botas Negras. Como Brigada que éramos, hicimos muchos movimientos de volanteo, de hacer conciencia en la población, de hacer mítines relámpago, defender a los compañeros, pedir que nuestras voces fueran escuchadas en fin…los mejores tiempos del movimiento transcurrieron en agosto y septiembre.
Justamente la idea del movimiento era ganarse a la gente, ganarse las calles, y eso lo conseguimos. Entramos en tres ocasiones al Zócalo y lo abarrotamos de estudiantes. Ya no había divisiones, muchachos del Politécnico, de la UNAM, de la Ibero, de Chapingo, (de la cual provenía Cabeza de Vaca) y de otras escuelas y estratos sociales más…toda esa gente estaba ahí apoyando al movimiento.
El Consejo Nacional de Huelga se había incorporado a la lucha y teníamos Delegados de cada facultad ahí. Esto se estaba convirtiendo en algo grande, por eso, no me extrañó jamás que el gobierno nos tuviera miedo… ¡Pero se pasaban de la raya! Muchas veces mandando al ejército a cercar las escuelas, que nos servían como cuarteles para planear nuestros movimientos. El ejército servía para proteger al pueblo, igual que la policía y como supuestamente debían serlo los gobernantes…nada más horrible que ver las bayonetas frente a nosotros y las voces de los soldados amenazándonos con darnos cuello.

Una vez más se detuvo para dar un buen sorbo a su vaso, del cual me pude dar cuenta emanaba el característico olor del mezcal, eso aunado al hecho de que ya había traído el viejo José la botella y la había puesto sobre la mesa.
Realmente me estaba interesando, ahora, aunque ya no hablaba de los Botas Negras, estaba hablando de los acontecimientos que habían marcado al movimiento, y eso también era importante. Aunque es historia antigua lo del movimiento estudiantil del 68 en México, si eso hacía que el viejo rescatara de las telarañas de su mente las memorias de los Botas Negras, me tenía sin cuidado repasar todo el movimiento estudiantil una vez mas, después de todo, saber la visión que él tenia del movimiento quizás ayudaría a entender cómo es que Los Botas Negras vivían en ese tiempo y en qué y quiénes creían.

- Me disculpo por tardar tanto, pero mi garganta y mis labios no son los de antes – dijo José sonriendo por primera vez en todo ese tiempo, al menos, de forma sincera-. Ya habíamos ido a Tlatelolco otras ocasiones, sobre todo recuerdo la del 7 de septiembre, fue inolvidable por la cantidad de gente que asistió...
De ahí continuaron todos los problemas que comentaba con anterioridad…las amenazas, muertos, desaparecidos. El CNH empezó a perder miembros que eran apresados y puestos bajo los techos del edificio más odiado de ese tiempo: Lecumberri. A veces iban a los campos militares, terminaban en las delegaciones o escondidos en departamentos clandestinos. La única verdad cuando entrabas al movimiento es que te estabas jugando tu libertad, pero no contábamos con poner en riesgo el pellejo de tanta gente, ni de las atrocidades que haría el gobierno.
Ese día que en Tlatelolco cometieron su crimen, yo estaba con los demás Botas Negras. Habíamos asistido para escuchar a los Delegados estudiantiles del CNH. La brigada de los Botas Negras sólo había contado con nosotros, nunca habíamos sido más, no por que no quisiéramos más miembros, si no por el hecho de que nos aforrábamos a veces tanto a las peleas en las que nos metíamos, que no queríamos ver a nadie más involucrado.
Beto, Leonel, Aldo y yo éramos los amigos de la infancia, Botas Negras era el nuevo amigo común que había cambiado nuestras vidas, así que siempre él era el centro de atención de lo que platicábamos. Justo a la espera de todo, él nos comentaba un poco de sus vivencias…

- Conocí a Cabeza de Vaca en la facultad de Letras. Yo estudiaba ahí, o bueno, perdía mi tiempo en las áreas verdes. Pero me hice su amigo, él confió en mí y de ahí empecé a jalar a todos lados con él, era algo así como su sombra. Nunca me pidió que le protegiera o algo así, jamás. Me propuse la tarea de ver por él ya que al ser un líder, necesitaba cuidar su vida como nadie, yo en cambio, era un peón más en esto, así que decidí seguirle el paso de cerca. Muchas veces nos vimos metidos en problemas, pero gracias a su tenacidad y a la mía, Cabeza de Vaca esta hoy sentado en ese edificio, porque es de los pocos que no ha logrado apresar ni ha podido comprar el hocicón.
-Con Hocicón – preguntó Beto- Te refieres al Presidente Ordaz, ¿Verdad Botas?
-¿A quién más podría referirse- dije yo- si no a ese pinche delincuente que trata de callarnos con la fuerza?…pero no va poder- dije con un orgullo que podías tocar-. Nosotros hemos ganado no nada más a la gente, si no a las calles, con esos dos factores, es cuestión de tiempo que nos tomen en cuenta…
-Ojalá así sea –dijo tranquilo Botas Negras-. Ya quiero estar en paz nuevamente. Mi familia se quedó en Texcoco, justamente en Chapingo, por eso creo que me lleve también con Cabeza de Vaca, finalmente somos del mismo pueblo. Como sea, quiero volver con mi familia después de esto…
-Pero no quieres acabar la escuela o qué onda- dijo con aire preocupado Aldo-. Eso estaría mal…
-Si esto se logra, si ganamos –dijo Botas haciendo comillas con los dedos-. Me daré por bien servido y me iré a trabajar al campo o algo más pasivo…yo sólo quiero que estemos bien.
-Bueno, al menos tendremos donde ir a vacacionar –dijo Leonel divertido-. ¿A poco no, mi Botas Negras?
-No lo pondría en duda Leonel- dijo Botas Sonriendo.

Nuestra amistad era de lo más llevadera que se pudiera imaginar cualquiera. No sólo compartíamos ideales, también teníamos afinidad de gustos y auque en la personalidad éramos diferentes y hasta contrastantes, siempre estuvimos bien juntos.
La plaza de las tres culturas estaba llena de niños, mujeres, adultos mayores, muchos estudiantes, había de todo ahí. Nosotros estábamos parados esperando bajo el sol de las cinco de la tarde, a que empezaran de una vez por todas las cosas.
Teníamos un cierto presentimiento de que algo malo pasaría, por lo cual, ese día íbamos "disfrazados" como los Botas Negras, con Botas, pantalones de mezclilla rotos, chamarras de cuero del corriente y rapados.
Por varias partes había personas con guantes blancos o pañuelos atados a sus puños, no entendíamos a que se debía eso, pero suponíamos que era demasiado raro, así que nos manteníamos en calma observando todo lo que pasaba.

Una vez más se detuvo para llenar el vaso, estaba empezando a preocuparme de si aquella bebida con la cualidad de volver idiota a la gente, no tendría efectos sobre el viejo. Para mi sorpresa, me di cuenta de que no le pasaba nada. Era como si bebiera rompope o algo con bajo grado de alcohol.

La historia estaba llegando a lo bueno. Tenía ya bastante material sobre los Botas Negras, y juntándolo con lo que él me había contado del movimiento y su perspectiva, intuí que realmente los Botas Negras eran todo lo que decía la gente, pero había algo que quería saber…una última cosa. De manera que una vez que acabó de tomarse la última gota de su vaso y servirse de nueva cuenta, sin darle tiempo a proseguir, ataqué con la que era tal vez, mí última pregunta para don José.

- ¿Qué hay sobre la muerte de los Botas Negras?- cuestioné por primera vez, sin tono agresivo- ¿Sobre cómo el Botas Negras más importante murió? Eso también sería sumamente interesante y enriquecedor si lo pudiera comentar Don José- finalicé con tono conciliador.
- Ya estoy por llegar a eso- me dijo con calma-. Permíteme seguir contando mi relato, agarrar el hilo nuevamente, y pronto esas y más dudas te quedarán claras para hacer con esas respuestas lo que quieras.

Su mirada me recorrió de cabo a rabo. No lo hizo como la última vez, en esta ocasión fue de forma relajada, como si esperara ver la aprobación manifestarse por mis poros.
Yo estaba a gusto con eso, si el viejo José quería hacerlo de esa manera, me llenaba más huecos de información y cumplía las expectativas que tenía. Aunque antes se había comportado altanero, cuando empezó a narrar a detalle todo, se volvió más accesible…

-Como dije antes, sospechábamos que algo andaba mal.
Ya había estado en varios mítines antes y ya hasta había perdido la cuenta de cuántas ocasiones tuvimos que darnos a respetar contra las autoridades y cuantos compañeros de movimiento habíamos visto heridos, o peor, muertos, pero esta vez era algo más feo lo que sentíamos. Estábamos en una plaza pública, un lugar abierto al diálogo, gente inofensiva estaba ahí oyendo, como los viejos, los niños correteándose o las amas de casa, gente que no tenía tanta relación con el movimiento.
Un ambiente de calma y hasta de alegría se respiraba…pero había algo que no cuadraba ahí, y ese algo eran los tipos con los pañuelos blancos en los puños.
Había sin duda preocupación porque el despliegue militar y de granaderos estaba presente, pero eso no nos iba a detener, no podían hacer lo que hicieron, era impensable, pero la realidad, muchas veces supera a la ficción.
Ya habían tomado la palabra varios compañeros, incluso los ferrocarrileros habían llegado con pancartas en ese intervalo de tiempo, para demostrar su apoyo al movimiento. No estábamos solos, nuestra fuerza eran las personas y nuestra arma las palabras que brotaban de nuestras bocas, pero aun así…se atrevieron a lacerar a la nación entera con ese acto despreciable.

Una vez más sus puños se cerraron con fuerza, fue tal el coraje que se le tornaron blancos los nudillos, la mandíbula se le cerró completamente por contraerla y sus venas se saltaban en la frente. Estaba furioso, pero pese a todos esos indicios corporales de ira, sus ojos estaban derramando lentamente las lágrimas del dolor y la impotencia que renacían de su memoria.
Por primera vez, sentí pena de haberme comportado como lo había hecho con Don José, pero no había marcha atrás, recuperé la compostura yo también y esperé paciente a que prosiguiera con su relato. Interesado más en saber que sentía que en hacerme con la nota de los Botas Negras.

-Unas luces de bengala aparecieron en el aire...
Al principio todos por instinto volteamos a ver qué pasaba, y entonces, los tipejos con las cosas blancas en las manos abrieron fuego contra la gente…al fin lo habíamos entendido…estábamos ahí atrapados, habíamos caído en la boca del lobo y con gusto lo hicimos.
Los granaderos eran la barrera a atravesar para escapar de las balas que apuntaban sin diferenciar niños inocentes de estudiantes o madres de familia.
Botas Negras no preguntó nada, rápidamente derribó a uno de los sujetos que estaba apuntando a un niño… ¡Un niño por amor de Dios!
Al tenerlo en el piso, le pateó con tal brutalidad la cara que jamás olvidaré como la nariz del tipejo ese tronó en mi cabeza, le arrebató el arma y le disparo a sangre fría a las piernas.
Al principio me alarme de lo que Botas estaba haciendo, pero después, entendí su coraje. El niño que había salvado estaba hincado en el piso chillando sobre el cadáver de su madre para que se levantara…El desgraciado del pañuelo blanco la había matado e iba a hacer lo propio con su hijito…

-No tienes suerte de seguir con vida –dijo Botas molesto-. De lo que tienes suerte es de que yo no sea un cobarde como ustedes- y con un pisotón en la cara, dejó inconciente al soldado disfrazado.
-¿Qué hacemos?- dijo Aldo histérico.
-Lo único que sabemos hacer – dijo Leonel protegiendo a unos niños entre sus brazos-. Vamos a proteger a la gente como siempre lo hacíamos…
-Eso no va ser muy difícil- dijo Beto mientras dejaba caer el lánguido cuerpo de otro soldado disfrazado de "paisano"-. Si usamos su misma fuerza contra ellos –con su mano derecha levantaba el arma asesina- creo que podremos hacerlo…
-Hagámoslo –dije con temor en mi voz-. Defendamos lo que creemos…
-No- dijo serio Botas Negras-. Vamos a defender a la gente. Sin gente no hay sueños- dijo quitando la mueca de odio y sonriendo para darnos confianza-. ¡Vamos!

Todos corrimos detrás de Botas entre la multitud. Muchos al vernos se apartaban para abrirnos camino. Al principio pensé que lo hacían con miedo por que Botas portaba el arma del enemigo en las manos sin miedo a que lo vieran y Beto cubría nuestra espalda con la respectiva arma que había tomado, pero no era por miedo, la gente nos abría paso porque sabia que éramos los Botas Negras y que caminábamos con temor entre ellos, pero aun así, caminábamos a encontrarnos contra el enemigo…
Estábamos ganando algo de terreno. Mientras que muchos huían, con justa razón, otros se quedaban a pelear una batalla que era imposible ganar.
De repente, una señora con sus dos hijos en brazos corrió despavorida a un lado de nosotros y un soldado le dio en las piernas derribándola.
Botas Negras trató de dispararle pero otro le atravesó el costado con una bayoneta, era un caos total. Beto se lo quitó de encima acribillándolo con balas. Botas aprovechó eso y se paró enfrente de la señora y sus hijos y recibió las balas de ese desgraciado, el cual sólo sonrió al ver como mataba a Botas.
No me contuve más y corrí sobre ese sujeto, una bala atravesó mi hombro pero no me detuve hasta que lo desarmé, entonces me miró atemorizado, pero no me detuve, lo tomé por el cabello y lo jalé con tal fuerza contra el piso que le arranqué cabello, aun así, no contuve mi brutalidad y lo estrellé contra las piedras que había por ahí escuchando como chillaba de dolor, hasta que al fin…lo maté.

-De manera que usted fue el asesino- dije asombrado-. Pensé que había sido…
-Pensaste mal- dijo serio-. Y si me dieran oportunidad de haber matado a cada uno de esos soldados, la habría tomado aunque costara que yo arda eternamente en el infierno- dijo con voz seca-. Jamás dudaría en matar a quien ha matado.
-Continué por favor –alcance a musitar-. No se detenga.
-Botas no había muerto para nuestra desgracia…estaba ahí tirado destrozado de todos lados pero con vida…

Miró a Leonel a los ojos y lo atrajo hacia su cuerpo que lentamente dejaba esta tierra para irse a encontrar a otro lugar.

-Huyan-le dijo a Leonel con voz clara, no tenía miedo a morir-. No tiene caso ser héroes en el panteón.
-No podemos dejarte- dijo Leonel sujetándolo por las axilas-. ¡No lo haremos!
-Tienen que hacerlo- dijo Botas molesto y se zafó de Leonel-. Yo ya voy a irme…pero ustedes…salven a la gente, protéjanse, vivan, son mas jóvenes que yo y…

Sus palabras quedaron en el aire. Sus ojos se pusieron blancos y su boca se quedó abierta y muda para siempre. Leonel lloraba a moco tendido junto a su cuerpo mientras que Beto sujetaba con sus dos fuertes brazos a los niños y Aldo ayudaba a levantarse a la señora.

-Larguémonos de aquí- dijo Beto con la voz entre cortada-. Déjalo ahí…murió haciendo lo que él quiso y merece ser recordado de esa forma…
-No lo dejaré así…-miré sus pies, sus botas cubiertas de sangre- Al menos me llevaré sus Botas para que lo traten como un estudiante más y no como un Botas Negras.
-Harás bien- dijo Leonel tomando a un niño en brazos-. Haces bien…

Con mucho miedo tomé las botas de mi amigo, las uní a las dos por medio de un nudo en sus agujetas y me las eché al hombro…titubeé al ver el arma que estaba a un costado de botas, pero al final me armé de valor y la tomé, y salí corriendo detrás de mis amigos.
Estaba harto de tantas malas cosas, y esta era la gota que derramaba el vaso, a los diecisiete años eres, muchas cosas, pero no éramos estúpidos y sabíamos que esto no era permisible, que incluso los peores delincuentes tenían derecho a ser escuchados y a nosotros eso se nos negaba como si fuéramos asesinos…como si fuéramos los que nos estaban matando.

Aldo caía al piso haciendo un tremendo ruido seco. Una bala le había perforado la cabeza y había atravesado a la vez a la señora. Los dos habían muerto sin si quiera sentirlo, sólo pude agradecer eso, que su muerte hubiera llegado sin tanto dolor como la de Botas.
Beto sin mediar su ira, atravesó al tipo que había matado a Aldo con la bayoneta, pero no en cualquier parte, le había sacado un ojo y sin miramientos, le sacó el otro antes de que el asesino se tirara al piso a revolcarse de dolor.
Era diferente ese Beto, él siempre era alegre, pero ahora ya no. Con una mano enérgica sujetó al tipo y lo puso al frente de él y le gritó enfurecido…

-Vas a servirnos de escudo para que salgamos con vida.
-Por favor no…

La bayoneta perforo por la espalda al soldado saliendo de sus entrañas. Me dio tanto asco que no pude reprimir el vómito y me hinqué junto al cadáver de mi amigo Aldo. Ya no veía bien, mis ojos estaban bañados en lagrimas de la impotencia, del miedo, del coraje…todo lo sentía en ese momento.

-Me da gusto que nos entendamos- dijo Beto con su voz fría-. Ahora andando Leonel, José.
-Vamos- dijo Leonel que me ayudaba a ponerme en pie-. No tenemos tiempo de…
-Sus botas –dije con la boca llena de residuos de vómito-. No lo dejaremos así.
-Yo se las quito- dijo Leonel-. Tú vete con Beto…
-Pero…
-¡Váyanse! – dijo llorando también- ¡Era mi hermano! ¡Mataron a mi hermano!

Beto me sujetó de la mano y me arrastró lejos de ahí, junto con los niños que estábamos salvando y la gente que se nos juntaba.
Todo pasó tan rápido…al final estábamos ya lejos de ahí, estábamos a salvo. Beto me dio el arma, me dio un abrazo y se despidió de mí regresando a la plaza y jamás volví a verle…

Sus ojos estaban rojos de tanto llorar sin detenerse. Ya no estaba enojado, ahora estaba sumido en una profunda tristeza. Me dio coraje haberle provocado eso, el viejo lloraba realmente, cosa que jamás había visto hasta ahora…Intenté quedarme callado, con suerte así acabaría esto…pero él siguió hablando.

-El 5 de Octubre…Leonel regresó con las botas de Aldo y Beto en sus manos. Ambas con sangre reseca en todas partes, las de Beto incluso, estaban rotas, se esforzó al máximo para sacar con vida a Leonel y entregó su vida por sus amigos antes que por sus ideales…

-De manera que entonces –miré a la repisa con botas- esas son sus botas.
-Así es- dijo el viejo que no hizo nada por secarse las lágrimas-. Están en orden de cómo murieron. Sólo quedan dos espacios ahí en la repisa…Leonel aun no ha muerto y mantengo contacto con él una vez al mes…y yo, bueno…yo sigo con vida para bien o para mal.

No lo pensé dos veces y apreté el botón de "alto". Tomé la grabadora y saqué el pequeño cassette que tenía dentro. Me reí un poco por lo bajo, con tanta tecnología y yo seguía usando una cosa así. Lo tomé entre mis manos y lo puse frente a Don José…
Él me miró molesto y con un movimiento marcado se levantó y me dio un puñetazo en la cara que me tumbo de la silla.

- Te conté la historia para que la publicaras…No para que me la regalaras escuincle pendejo- dijo molesto aun.
-Es su historia- dije levantándome con calma-. Pensé que…
-No sabes nada – dijo con una sonrisa de calma-. Quiero que quienes quieran que sean los que leen tus "investigaciones" sepan cómo fueron las cosas…No éramos héroes, no intentamos ser nada que no fuéramos, sólo quisimos hacer lo mejor que pudimos por los compañeros. Leonel me dijo cuando vino a dejarme las botas…que si teníamos oportunidad de contar como fue nuestra vida…debíamos hacerlo y bueno, yo lo hice contigo porque confío en tu excesiva confianza de hacer bien las cosas…
-Gracias- musité-. De verdad…
-No digas nada-dijo recuperando su temple-. Sólo salte de mi casa y no vuelvas más.
-Está bien –dije sonriendo-. Aun así le agradezco que se haya tomado su tiempo y que haya permitido que sus recuerdos ampliaran la historia.
-A mí también me gusta la justicia como a ti niño-dijo Don José-. Por eso te lo conté sin mentiras…confío en que harás lo correcto.

Sin mediar palabra más, me señaló la puerta. Tomé mis pocas pertenencias y me encaminé a su puerta. Una vez delante de esa puerta de madera casi destruida la abrí y me salí sin mirar atrás.
No digo que esa historia me había cambiado. Sigo siendo el mismo hombre de siempre, pero la diferencia radica en que entendí que a veces, la verdad que buscamos es más cruel que la mentira que mitificamos, y que, quienes llegan a sobrevivir a estos dos polos de verdad y mentira, son los que más sufren…
Toda la entrevista la publiqué en todos los lugares que pude aprovechando que la matanza del 2 de octubre de 1968 cumplía cuarenta años de vivir en la memoria de personas como Don José. No sé que tan bien estuvo, pero si de algo estoy seguro es de que, por como los recuerda don José, Los Botas Negras, estarán muy orgullosos de que su historia se sepa sin mentiras y sin glorificaciones falsas.
Eso sólo me hace recordar una cosa: "Si todos nos unimos y peleamos por un mundo mejor, las próximas generaciones con suerte estarán bien". Esa frase siempre la odié, pero ahora la entiendo…y todo gracias a un viejo anciano que jamás se ha quitado sus botas negras ni sus ideas de aquella cabeza rapada.


Para finalizar, tengo muchos pedos con la sociedad y la gente en si que hoy dia pulula por la Ciudad de México, pero, eso no implica que no pueda rendirle homenaje (muy a mi peculiar manera) a la gente de antaño, esa que si luchaba por lo que creia y no solo se sentaba a esperar que un cambio llegara.

martes, 6 de septiembre de 2011

Juego de 4

Vaya, casi puedo cortar la ausencia en este blof por el abandono y la falta de cuidados. No pienso dejarlo morir, no soy constante, no tengo disciplina y a veces hasta lo que mas me importa me lo paso por los huevos. Lastima que tambien escribir me encanta y aun lo seguire haciendo hasta que consiga fama. En fin.
Este es un escrito que hice para un concurso en Liga-Nintendo Fue bastante dificil si se me permite decirlo, y aunque aun no acaba la competencia, creo que no pasara nada que lo publique ya.

Las consignas para este ultimo escrito (oh si, porque es de la final) fueron las siguientes:

-Protagonista femenino.
-Que tuviera sexo.
-Que hubiese amor.
-Que contuviera Violencia.
- Finalmente, que fuese algo realista (nada de fantasia, ni realismo magico y demas).

Todo en 4 hojas. Podiamos pasarnos una hoja mas o menos, asi que de 4 a 5.

Fue dificil. Este escrito me gusta y a la vez no me deja del todo satisfecho. Por temor a cagarla me enfoque en el sexo, en la violencia y que la protagonista fuera mas bien ausente. Y claro hice casi 5 hojas. Falto amor, me falto espacio (o tal vez sintasis en mis letras) para hacerlo justo como queria. Eso fallo.

Lo que hace un logro esto, es que me encanto como esta la narracion, que no cai en algo vulgar o que tratara de dar risa y que, finalmente, no escribi lo que queria, pero aun asi dio un buen resultado.


Juego de 4



El lugar era el patio de las ciencias básicas en la Ciudad universitaria, cariñosamente reducido a C.U., la casa máxima de estudios del país. Este era el lugar por las siguientes razones.

Primero que nada no teníamos ni un solo centavo para ir a algún otro lugar, ya que somos estudiantes del 3er semestre y más que gente de dinero, se nos conocía como “estudihambres” por esta carencia.
Segunda razón y más sencilla, estábamos allí porque teníamos ganas de bailar y divertirnos, pero de una manera gratuita, y como cada viernes se armaba un sonido* y se abarrotaba de gente, pues era la opción ideal.

El problema es que yo estaba sola y eso no me gustaba nada, ni poquito.

No sabía cómo, pero mis dos mejores amigos se habían perdido o desaparecido, mejor dicho, y estaba abandonada en medio de una multitud de unas 300 personas.

Para llevarme la fiesta en paz, me senté en la fuente central del patio. Una fuente grande y que ya llevaba sus años.

De repente, rompiendo la posible armonía de la música de salsa en remix que violaba el DJ, alguien dio un grito señalando a un lado de la fuente.
Evidentemente por chismosa, como todo el mundo, voltee a ver a donde señalaba y entonces lo vi: era el punk-o.

Era como si todo pasara en cámara lenta, al mus puro estilo de película chafa de tercera.

Cuando preste atención realmente al punk-o, el tipo en cuestión dio un salto de la fuente al piso y con un golpe seco había derribado a un chavo que estaba luciendo unos pasos de salsa espectaculares. El golpe fue tan brutal combinado con el salto, que al momento de impactar en la sien del bailarín, fue como si le hubiesen cortado los cables a un títere de trapo, simplemente se desplomo.

El punk-o se levanto imponente, como el hijo de la chingada que era. Siempre me habían chocado esos hombres machistas y con cara de desgraciados, pero el punk-o era especial.

El era uno de los famosos cabecillas de esos otros hijitos de la chingada llamados porros. Era uno de los más fieros y barbaros de entre su selecta casta de perros. Y además corrían tantos rumores y mentiras de él, que solo aumentaban el miedo que sentían todos hacia él.

Solo un rumor me lo creía, me asustaba y tenía relación conmigo.

Se corrió el rumor por todos lados que su novia (a la cual el amaba de verdad y trataba como princesa) lo estaba engañando con un pendejete del tercer semestre. Había de donde escoger carreras sobraban, pero el rumor era que el estudiaba con su novia.

El problema de todo esto radicaba en que el pinche salvaje era capaz de madrear a quien fuera si lo veía con su novia y más en ese momento. Esto era un problema porque su novia era una de mis mejores amigas y justamente, estaría deambulando por ahí con mi novio. Éramos amigos desde primer semestre y bueno, no me agradaba la idea de ver el rostro de mi hombre batido en sangre por hacer algo tan inocente como bailar con la novia de un futuro presidario.

Volví a la realidad justo a tiempo. El tiempo corría normalmente y escuchaba con claridad como su voz se alzaba sobre el sonio de la salsa, que un temeroso DJ había disminuido en volumen.
Gritaba el nombre de su novia, de mi amiga. Lo hacía a todos en el lugar, detrás suyo dos hermanos de delincuencia coreaban lo que el perro alfa gritaba. Entonces, no me había visto. Perfecto.

Sin llamar mucho la atención me levante y me cole entre algunos amantes de la salsa que hacían caso omiso de la gritadera del porro. Solo tenía en mente pasar desapercibida, casi como si fuese una ninja, y encontrar a esos dos y ponerlos sobre aviso para largarnos lejos de ese bastardo.

Todo marchaba de maravilla hasta que justamente, me traicionaron mis pésimas tácticas de ninja y me tropecé con una pareja de bailarines que me hizo derribar al DJ y su mesita de trabajo.

Parecía una escena de película mexicana chafa. Se había apagado la música, todos pusieron su atención a donde antes había sonidero. Yo tirada sonriendo como una idiota muerta de la pena y el delincuente mirándome primero sorprendido y después ensanchando la sonrisa con un deleite criminal.

Sin dar las gracias por los caballeros que me habían ayudado a parar, eche a correr como si me estuviera persiguiendo un escuadrón de narcotraficantes o un violador de esos que saben que la condena máxima son 3 años, y eso si no pagan fianza y se portan mal.

Nuevamente me trate de confundir entre la gente, pero esta vez me deje de cosas frikis de ninjas y demás, entraba a base de empujones, rodillazos y pisotones para que me abrieran paso y a su vez, se lo cerraran a quienes venían atrás de mi. Realmente cabe aclarar que me estaban siguiendo y a paso veloz.

Di varias vueltas, me metí en jardineras y lugares de áreas comunes que estaban prohibidos y no los perdía. Al final termine regresando a la fuente central del patio de ciencias básicas. Me estaba muriendo de cansancio, necesitaba un respiro. Vi tras de mí y pude notar que les había sacado un buen tramo de ventaja a los lacayos, al líder no lo veía. Mejor.

Me escabullí entre el gentío una vez mas y a toda velocidad me abrí espacio hasta llegar al baño de las chicas, cerca de las aulas.

Era el escondite perfecto. Solo entraban a este sumidero de porquería a orinar los hombres y a veces, a tener sexo alguna de las parejitas calientes que casi ni se daban en la universidad.

Precisamente se escuchaba el suave vaivén de unas caderas en el baño del final, sin duda alguien estaba haciendo sexo sincronizado, o un “autoservicio” en verdad pesado y a dos manos, porque se escuchaba bastante.

Seguía preocupada. Tenía que encontrar a ese par para irnos rápido y sin que golpearan a mi novio o le dijeran puta a mi amiga. Yo confiaba en ella. Una chica dulce, con gran sentido del humor, agradable y un amplio corazón. No podía pensar nada malo de ella.

De repente, detrás de mi salió el punk-o. Me hizo con el dedo índice de su mano derecha la seña de guardar silencio. Pendejo, como si de verdad le fuera a hacer caso, pensé. Pero el fue más rápido que mis pensamientos.

De una patada abrió la puerta del último baño. No como en los duelos o series policiales que cede al darle la patada. La chingadera ni siquiera estaba cerrada, la patada solo hizo que rebotara y por la inercia se abriera… y vaya sorpresa.

La mujer en la que más confiaba se encontraba hincada en ese asqueroso piso. Entre sus dedos tenía el tallo del miembro de su compañero de juegos sexuales prohibidos. Cuando vio quien le abrió la puerta, solo se escucho el “plop” de su boca y pude ver sus ojos castaños de miedo y sorpresa bien abiertos.

Bueno, tenía derecho a serle infiel al cabrón este en cuestión, se lo merecía por ser un hijo de la chingada. Además, ella también se lo estaba buscando por jugarle a la sabrosa teniendo a dos a la vez…

Cuando el punk-o la hizo a un lado y levanto de la taza inmunda del escusado a su compañero varón, se me vino abajo la fantasía. Yo conocía perfectamente a ese chico. El pelo castaño, los piercings en las cejas y oídos, el pelo rapado casi en su totalidad menos el fleco, la tez clara, los ojos pequeños llenos de miedo y la boca hermosa y falsa que hace solo media hora decía que me amaba y era lo mejor de su vida.

Era el desgraciado de mi novia, cogiéndose a la puta de mi mejor amiga y que además, se trataba de la novia de un porro de cuidado.

—¿Ya lo ves? —Me dijo el punk-o sonriendo con tristeza—. Lo lamento por ti.
—Esto es un error… yo te amo— se atrevió a decirme el hombre que un día ame más que a mi vida—. Debes entender que…
—Yo te amaba— dije mientras las lagrimas escurrían por mis ojos de frustración y dolor—. Ahora solo quisieras que te calles y afrontes como el disque hombre que eres esto.
—Bueno, bueno. Tu no vas a decir que me amabas y que esto es un error ¿Oh si?
—Tú no mereces nada de mí, hijo de puta— dijo la que alguna vez creí era mi amiga y miro con desprecio al punk-o, acto seguido, viro su vista a mí y me sonrió con esa boca de hipócrita lame vergas—. Amiga, yo solo quiero…

No pude aguantarme más. Eso último era un insulto, como se atrevía a llamarme amiga después de todo esto. Yo tenía otro tipo de valores y ella lo sabía, no tenía problemas con la sexualidad libre y darse un gusto, pero si yo tenía una relación la respetaba y esperaba que los demás lo hicieran, mas mi novio y mis amigas.

En tres pasos, me puse delante de ella, la levante con ambas manos y le metí una bofetada tan fuerte que hizo que rebotara contra la pared.

—No vuelvas a dirigirme la palabra.
—¿Me permites? —Pregunto el punk-o mirando a mi ex-pareja tratando de abrocharse el pantalón.
—Por mi haz lo que quieras.
—P-pero yo te amo, esto solo fue una tontería— la novia del delincuente exclamo con fastidio por ese comentario mientras se acariciaba la mejilla abofeteada—. Recuerda ese poema de Benedetti, ¿No? “y es que el cielo de tenerte/me parece fantasía…
—¡No sigas! —explote—. Lo que has hecho no tiene reparo, no caigo dos veces en lo mismo. Yo también te amaba, es más, aun te amo, con mi vida, pero sé que no es sano, se que está mal porque ya demostraste que tipo de imitación de hombre eres y lo más importante. Me respeto mucho a mi misma como para caer bajo otra vez o tener amigas falsas.
—P-pero yo…
—Ni te subas los pantalones carnal— el punk-o de un puñetazo a las manos de mi infiel ex-pareja, hizo que en vez de acomodarse los pantalones se los bajara, quedando en ropa interior.

Entonces, sin miramientos, le sonrió con siniestra alegría y le propino dos patadas en los testículos y en su arma del delito. El pobre bastardo solo se retorció y vi como brotaban las lagrimas de sus ojos y se arrodillo por el dolor.

Mi vieja amiga, espantada alterno su vista entre el bastardo en el piso y el hijo de la chinga que seguía sonriendo como demonio. Se pego a la pared lo más que pudo, como si su boca llena de semen se volviese invisible en esa pared asquerosa.

Él punk-o la miro con desprecio. Y le dio la espalda, pasó junto a mí y se detuvo en la puerta.
—No me considero un caballero, pero, no ganaría nada dándote una golpiza, aunque te la merezcas. Con esa bofetada tienes y con tu reputación de puta para llevar una vida de mierda. Yo te amaba, pero la verdad, con una vida llena de crímenes y violencia tengo suficiente como para tener una novia putota y que se da aires de ser mejor que eso.

Sin mediar palabra dio tres pasos más. Se dio la vuelta y de dos zancadas llego junto al infiel y le propino unas 10 patadas en el cuerpo (o sea, lanzo los golpes donde cayera) y después se fue. Y yo detrás de él, porque no quería hablar más con esas personas.

A pesar de todo fue un golpe brutal saber que dos de las personas en las que más confiaba me habían traicionado, pero no quería conciliar nada ni tratar de entenderlo. La persona a la que más amaba y la persona en la que más confiaba. Y pensar que a su modo a cada uno de ellos los amaba.

Seguí caminando, el baile y el sonidero seguían, después de que el vándalo se había ido todo continuo, como si jamás hubiese pasado nada de nada. Que curiosa es la vida y aun más la gente.

Pero esa era la maravilla de la vida justamente, porque a pesar de todo no importaba lo que pasara, porque la vida y el tiempo seguían corriendo. Y bueno, aunque tenía el corazón hecho mil pedazos y me sentía traicionada e incapaz de confiar en otro ser humano, sabía que tarde o temprano, volvería a estar bien.

Y entonces a pesar de todo lo malo, de que las lagrimas habían corrido mi maquillaje, de que me sentía destrozada por dentro, de que una gran parte de mi quería destruir al mundo con una bomba gigante, de que probablemente me veía horrible. A pesar de todo, sabía que mi alma sanaría y con todo lo malo que había pasado, pude sonreír y sentir que la vida seria mejor.

martes, 31 de mayo de 2011

Reflejo.

Día 30 (el ultimo al fin!) Tu reflejo en el espejo


Reflejo.



Me miro en el espejo y este me regala por reflejo…

Una visión de un hombre lleno de cicatrices, de esas que se ponen rojas con el tiempo y también de las que son metáfora de un recuerdo imborrable y que deja huellas. Prueba fiel de que este hombre lucho por lo que creyó y tuvo victorias como derrotas y aun así sigue de pie, orgulloso no de ser un hombre, sino de que sigue luchando.

Un juego de miradas con el ayer de mi vida, el hoy y mi mañana. En el ayer veo al niño que era antes, al adolescente, altivos y orgullosos por tonterías y creyendo que el mundo se hizo para que ellos lo tomaran cuando quisieran, pero con el sueño de ser mejores. En el hoy puedo ver a un joven lleno de aspiraciones y confusión, dejo de soñar porque sabe que los sueños no son sueños, sino metas y planes para concretar, es un puente entre el ayer soñador y el futuro prometedor. El mañana es incierto, pero a pesar de todo muestra al adulto tranquilo, con la sonrisa segura y esperanzadora en los labios que insinúa que todo irá bien… él es el sueño del pasado y la meta del presente.

Una oportunidad de ver al profesionista que se siente pleno, que cree que puede seguir subiendo si se dedica de lleno a su trabajo y estudio. El hombre que sabe que es capaz de salir adelante con sus propios medios.

Una película en la que se muestran todos los momentos de derrota, de indecisión, las batallas perdidas, los momentos del llanto de rodillas. Me juega aparentemente una mala pasada jugando siniestramente con lo que me causa duda y dolor.
Al instante siguiente, se muestra que tras cada derrota, cada vez que caí de rodillas, me volvía a levantar, puse la vista en alto y una solución halle a la situación.

La imagen del hombre que plasma todo lo que piensa en palabras, ya sea de forma oral o escrita. Crea mundos fantásticos, tiene ideas descabelladas, embelesa a la gente con sus palabras o cautiva con sus escritos unas pocas almas. También se ve la otra cara de la moneda, la critica que sugiere y exige mejoría en algunos aspectos de sus letras y la gente que calla sus palabras. En ambas partes sonríe, sabe que se necesita de las dos caras para crecer en las letras.

Se recrea la imagen de un hombre comprometido, un novio o esposo. Ese hombre que trata de hacer que su mujer crezca, cumpla sus sueños y que se sienta realizada. Que en este dueto del alma los dos maduren como si fueran uno solo, sepan que tienen un hombro en el cual apoyarse y un ser que los escuchara siempre. Todo eso sin olvidar que el también debe dar lo mejor de sí para ser mejor persona, alentar a su pareja y a su vez los dos ser uno solo en este dueto que se llama relación.

A esa persona necia que muchas veces se equivoco, que se comporto de manera mezquina y despreciable, que prefirió morir a dar la cara, aquella persona egocéntrica que se juzgo más importante que la humanidad entera o ese despreciable arrogante que creyó que nadie estaba por encima de él, que fue débil y jugueteo con las sombras y el mal como si fuesen las doncellas más seductoras del reino. Ve todos los errores que cometió y sonríe al recordar que le faltaba mucho por aprender, y que aún le falta, pero, al menos en este momento, está preparado para crecer.

Un caballero radiante y gallardo. Todo lo que siempre deseo ser en cuanto a sus rasgos físicos y sus habilidades. Un caballero capaz de defender al débil, de jamás aceptar un trato injusto, de pelear hasta su ultimo suspiro por lo que cree, de seguir el mejor camino y por sobre todo, un hombre de honor y palabra que antes moriría por la espada que traicionar sus principios o a los que creen en él.

Ve a ese amigo fiel dentro de su cuerpo. Ese amigo que de cada 10 fiestas, solo está presente en 2. El que usualmente no hace una llamada para quedar en una cerveza. Aquel amigo que insulta a sus amigos con cariño y les dice “puta, tu sabes que eres mi amigo”. Es el amigo que nunca esta, aparentemente, el que te felicita tarde por tus logros… pero que en una eventualidad no te llama, se informa y llega a donde estas. No llega a consolarte en tu pena, sino a buscar y aportar soluciones, aquel que si necesitas dinero te lo da diciéndote “no te lo estoy regalando, así que tómalo y lárgate”. Ese amigo que a pesar de no caer en los convencionalismos de las normas del buen amigo, es tu más leal amigo.

Un hombre. No el estereotipo de fuerte, macho, de voz grave y que toma decisiones idiotas. El tipo de hombre lleno de golpes, que tomo decisiones difíciles para proteger a quienes ama, que es un verdadero varón por hacer lo que es correcto antes que lo que se le pega la gana, del que sabe que el ser hombre, implica ser valiente y no un idiota.

Eso es, lo que me regala por reflejo el espejo cuando me veo.

El ultimo día amiguitos y damitas. Gracias por recorrer este camino de letras conmigo, ya sea escribiendo un comentario o abriendo su alma a la par de la mia y mostrando fragmentos de su memoria o de su corazón.

Mil gracias por haber llegado hasta aqui.

Éste día es el que hizo posible el desafio. Es el unico dia que plane como escribir desde el primer instante que vi la convocatoria para el desafio... pero aun asi, lo deje al ultimo.

Un dato curioso de mi es ese, suelo dejar que todo sea espontaneo, para que asi sea mas real, tenga un sello de autenticidad.

Como sea, esto lo que yo veo a diario cuando me miro en el espejo. No todo al mismo tiempo, pero si a lo largo del dia, porque es mi realidad, todas y cada una de esas cosas, las siento de corazon...

Es por decirlo de alguna manera, mi autoretrato, mis emociones y sentires mas fieles al desnudo y expuestas para todo el que desee leer.

No hay mucho que decir mas que lo siguiente: Esta escrito con la verdad, teniendo el corazon en la mano, la cara brillando de alegría y el pecho hinchado de orgullo.

Gracias por leer y recuerden, sean gentiles pues es mi alma XD

lunes, 30 de mayo de 2011

¿Una vida, para que?

El momento más intenso que hayas vivido


¿Una vida para qué?



Existen en la mitología y las religiones seres que son prácticamente inmortales, o eternos, llamados dioses. El punto no es poner en duda su existencia, derribar la creencia y fe en ellos o alguna de esas charlatanerías baratas. Los menciono porque si ellos son eternos, sin duda, una vida humana promedio de 80 años, para ellos solo debe ser un momento, un destello apenas de una gran luz.

Entonces, sería realmente justo decir el momento más memorable de mi vida, o tal vez aquella hazaña que hizo que me cargaran en hombros, esa situación extrema en la que casi creí que moriría, o aquel sueño en vigilia de tomar la mano de mi mujer amada. No lo creo honestamente. No sería justo para una sola persona, que en este caso soy yo.

Puesto que tengo una vida que en cadena de todos sus años, todos sus meses, todas sus semanas, sus días, sus horas, sus minutos y sus segundos, han creado el momento más intenso y pleno: mi vida.

¿Una vida para qué? Para morir por dolor, para resucitar por placer, para comer hasta reventar y ayunar hasta madurar, para crecer en físico y alma, para cometer errores y ser infantil cada vez que quiera, para temer de lo desconocido, para tener el valor de afrontar lo desconocido, para amar como si fuera la primera y última vez, para sentir desamor con tanta intensidad como si fuera la primera y última vez, para admirar a ese fiel y valeroso compañero, para odiar a ese acérrimo enemigo, para contar con dedos de manos y pies a mis amigos, para tener presente que tengo enemigos, para saber que caminar adelante implica crear caminos, para saber que mirar sobre mi hombro sirve para recordar el andar recorrido y que cuando miro al frente lo hago planeando un mejor futuro.

Esto es lo mejor que me ha pasado, le llamamos vida y es para mí lo mejor que hay. Es esta vida, mi mejor momento. No importa que no sea eterno. Para mí no existe nada igual.

El momento más intenso de mi vida es mi vida misma (lo que me ha pasado, lo que vivo y lo que aun viene de camino). Una vida... ¿Para qué? Para lo que ustedes quieran.

Un conocido en el msn tenia esa frase "una vida para que" y estaban escritas mas mamadas, pero me quedo grabada la frase, porque realmente todo mundo quiere definir que es la vida y demas, pero a mi me parecio más acertado hablar de que "hacer con la vida".

No me pondre filosofal ya, porque esto es una idea abierta, la pregunta esta al inicio...

Una vida para que amigos mios.

Y bueno finalmente dejare una frase de la cancion Calaveras y diablitos de los Cadillacs: "Las tumbas son para los muertos, las flores para sentirse bien la vida es para gozarla, la vida es para vivirla mejor"

domingo, 29 de mayo de 2011

Entre normas...

Día 28 Lo que nunca te atreviste a decir y/o hacer.


Entre normas.



Hay cosas que jamás hice o palabras que por más que mi boca trato de vomitar a gritos nunca permití salieran de mi. Existen estas inquebrantables normas que la sociedad ha creado llamadas leyes para que respete a los demás y no me meta con ellos.

Lo que no me atrevo a gritar o a llevar a cabo son actos malos, palabras consideradas como terribles, en conjunto son la semilla del horror de nuestra sociedad.

No me atrevo a realizar actos agresivos, de corte vandálico o de trastornado antisocial; tales cosas como golpear a un imbécil que se lo merece en la vía publica, destrozar el auto de ese vecino hijo de puta, escupirle a ese cabrón abusivo de la cuadra para provocarlo y justificar que le pateare el trasero hasta que muera… en fin, todos esos impulsos agresivos que residen en mi alma.
En cambio, debo ser una persona paciente, una que trate de entender y no juzgar –menos matar o herir– a estas personas, tratar de entenderlas, generar empatía, es más, invitarlos a una cerveza y quién sabe, ser amigos o hasta mejores amigos.

Entre normas me veo…

No debo gritarle a la mujer adultera lo que pienso de ella y sus dos estilos de vida entre la mujer que se entrega a la carne y la que pide respeto porque nadie la ha tocado, me veo en la necesidad de callar todos los improperios que conozco ante el hombre cobarde que se jacta de tener valor solo porque tomo una decisión pequeña como darle la espalda a sus principios, utilizo toda la paciencia que me queda para soportar al fanático –ya sea religioso o científico– que se vomita sobre las creencias de la gente exigiendo a su vez que su opinión se respete.
En cambio, debo de ser una persona más tolerante, abrirme a todo el tipo de gemas que hay en la tierra del señor, aprender a escuchar antes que juzgar, tratar de ser más amable, empático, comprensivo, tal vez invitarlos a una cerveza y volvernos los mejores amigos, o es más, volvernos confidentes.

Entre normas me veo y una sociedad plástica.

Logro entender que a pesar de que me trago la ponzoña que reside en mi mismo, ya sea generada por los actos que quisiera perpetrar o las palabras que quisiera gritar, soy una persona decente.
Puesto que no daño a los demás con mis actos y no los ultrajo con mis palabras de hiel. Logro entender que finalmente, si me permitiera el lujo de hacer o decir ese algo que “no me atrevo”, sería igual a esas personas que tanto desprecio.

Bueno esto es un ejercicio de "inside". En pocas letras, el inside es darte cuenta o hacer consciente algo (una idea o el porque haces cierto acto o repites tal conducta) que no "sabias" porque pasaba. Es entre comillas, porque segun la psicologia y varios profes mios, todo tiene una razon, solo hay que saber encontrarla, reconocerla y hacer consciente lo incosciente.

El tema trata sobre algo que jamás he hecho. Bueno nunca le he dicho puta a varias "mujeres" que se lo merecen, cobarde a varios "machitos" putitos que hay en mi camino o incluso pendejo a ese bastardo ignorante que solo sabe vivir hiriendo a los demas.

Es una cuestion de normas, de ser un animal que vive en sociedad y demas... pero creo que lo mas importante, son esas lineas finales del escrito:

Si yo hiciera eso, estaria a su nivel y seria igual de despreciable.

Yo no quiero odiarme (lo se, es estupido pero baicamente eso pasaria) yo lo que quiero es ser mejor, no moralmente que esa gente o demas... sino ser mejor, en base a mi mismo, a superarme.

Eso es todo. Asi que siendo mezquino, ruin, una miersa y demas... obviamente no lo seria.

Por esa razon, no hago esas cosas. No porque no me atreva, sino porque creo que puedo ser mejor.

De antebrazo gracias por leer y comentar, ya casi acabamos, sean fuertes ;D

sábado, 28 de mayo de 2011

Nadie puede cortar una flor, sin perturbar una estrella.

Día 27 Algo que haya cambiado tu vida


Nadie puede cortar una flor, sin perturbar una estrella.




La frase se usa en el lenguaje poético para hacer una metáfora sobre el efecto mariposa. Esa magia de lo sutil, detrás del orden del llamado caos. Yo personalmente soy participe de esta idea que puede cambiar no solamente la manera de ver las cosas, sino la manera de vivir una vida o tal vez miles.

Paulo Coelho dice que “el demonio habita en los detalles” y esto va ligado ampliamente a perturbar lo establecido. Todos los momentos de nuestra vida luchan contra ese determinismo desagradable que podría ser el destino, cada segundo aquí cuenta, porque tomamos decisiones que nos empujaran a un camino diferente, a un destino nuevo, a una vida como no la imaginamos.

Por eso reitero, en la vida no habrá un solo momento o un instante que haga la diferencia, toda la vida, todas las decisiones en mayor o menor medida harán una ruta nueva en nuestra vida, nuestro destino o como gusten llamarle.
Por ejemplo, si nuestros padres no hubiesen acudido a ese lugar en común (una fiesta, una reunión, un evento público, la escuela) tal vez jamás se hubiesen conocido, menos enamorado y de este modo, nunca hubiésemos sido concebidos.

Que el diablo habite en los detalles implica lo mismo, solo que en un modo practico en la vida diaria. Si dejamos que un pequeñito problema adquiera peso, fuerza y tamaño, a la larga se hará tan descomunal que nos aplastara. Por eso en cada detallito, cada decisión, esta la oportunidad de hacer que nuestra vida se transforme.

¿No lo crees?

Plantéatelo de esta sencillita forma. Si tu no hubieses asistido a X escuela, no habrías conocido a tu mejor amigo, no habrías vivido esas aventuras de camaradería, no habrías tenido su apoyo y quién sabe, tal vez serias para bien una persona totalmente diferente. Todo con algo tan simple como donde estudiar, dicen que lo importante eres tú y no donde te formas profesionalmente, tal vez sea verdad, pero no toda la verdad.

No quiero hacer creer que vivamos sudando y estresados por tomar decisiones de la índole de si comprara el papel más suave o el más resistente para ir al baño, solo quiero decir, que sería más sensato prestar atención a los momentos y olvidarnos de las horas, las fechas o los acontecimientos, ya que cada momento, cada pequeña decisión, cada fracción de segundo, podría introducir en nuestras vidas sin quererlo quizá la armonía que buscamos o la destrucción indefinida.

En el lenguaje poético se dice a modo de metáfora que, tocar algo tan simple y pequeño como una flor, puede perturbar a un astro de magnitudes inimaginables como lo es una estrella, si esto es verdad ¿Qué no haría en nuestras vidas?

Por eso no hay un solo momento que haya cambiado mi vida, sino varios, es una cadena de sucesos y decisiones que me han llevado hasta donde estoy y me han forjado en quién soy.


Bueno hay varias cosas aqui de las que hablar, datos tecnicos incluso.

El efecto mariposa es bien conocido (ya sea por peliculas o por ser un tema que apasiona a la gente en general) basicamente esto implica que un pequeño cambio, puede generar un efecto inmenso. De ahi que se conozco a este efecto con la frase "El simple aleteo de una mariposa, puede desencadenar una tormenta" Es la magia de lo sutil.

El Determinismo por otro lado (destino tambien llamado popularmente) es una corriente filosofica que indica que todo esta "escrito" que tu ya tienes un destino fijo e irrevocable. Por eso concuerdo más con el libre albedrio (su contrario de esta idea) y mi ejemplo es precisamente el efecto mariposa.

Otra cosa que he de rescatar es que el trabajo lo hice en base a dos ideas. Laa primera es un video de youtube de 1 minuto de la serie "Imaginantes" de televisa, acá dejo el link http://www.youtube.com/watch?v=_w5uPPhlSQk

La segunda es que no quise enfocarme a un solo momento que modificara mi vida, eso se me hizo muy ingrato para toda mi vida y todas las acciones que he tenido, para mi mi mayort momento.... es mi vida, la cual es constante.

Este escrito esta puesto bajo el "tag" de filosofia, porque bueno. En el foro se llego a decir que podia registrarse ante derechos de autor, hacer una rexopilacion y empastarse... o sea, volverlo un libro. Entonces fue a partir de este dia que los escritos dejaron de ser tan personales y ofrecia mi opinion sobre el tema u otro punto de vista (Como hago aqui). La excepcion es el dia 30, porque ese dia es el que me hizo aceptar este desafio.

Finalmente el escrito deja una pregunta en sus letras, el si ustedes mis queridos y constantes amigos lectores, creen que hay un momento Cumbre en su vida o toda su vida es un momento importante... y que al responder esta cuestion, analicen su respuesta. No es tarea ni nada por el estilo, asi que no se sientan obligados ^^

De antemano, gracias por leer y comentar.