Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

domingo, 29 de mayo de 2011

Entre normas...

Día 28 Lo que nunca te atreviste a decir y/o hacer.


Entre normas.



Hay cosas que jamás hice o palabras que por más que mi boca trato de vomitar a gritos nunca permití salieran de mi. Existen estas inquebrantables normas que la sociedad ha creado llamadas leyes para que respete a los demás y no me meta con ellos.

Lo que no me atrevo a gritar o a llevar a cabo son actos malos, palabras consideradas como terribles, en conjunto son la semilla del horror de nuestra sociedad.

No me atrevo a realizar actos agresivos, de corte vandálico o de trastornado antisocial; tales cosas como golpear a un imbécil que se lo merece en la vía publica, destrozar el auto de ese vecino hijo de puta, escupirle a ese cabrón abusivo de la cuadra para provocarlo y justificar que le pateare el trasero hasta que muera… en fin, todos esos impulsos agresivos que residen en mi alma.
En cambio, debo ser una persona paciente, una que trate de entender y no juzgar –menos matar o herir– a estas personas, tratar de entenderlas, generar empatía, es más, invitarlos a una cerveza y quién sabe, ser amigos o hasta mejores amigos.

Entre normas me veo…

No debo gritarle a la mujer adultera lo que pienso de ella y sus dos estilos de vida entre la mujer que se entrega a la carne y la que pide respeto porque nadie la ha tocado, me veo en la necesidad de callar todos los improperios que conozco ante el hombre cobarde que se jacta de tener valor solo porque tomo una decisión pequeña como darle la espalda a sus principios, utilizo toda la paciencia que me queda para soportar al fanático –ya sea religioso o científico– que se vomita sobre las creencias de la gente exigiendo a su vez que su opinión se respete.
En cambio, debo de ser una persona más tolerante, abrirme a todo el tipo de gemas que hay en la tierra del señor, aprender a escuchar antes que juzgar, tratar de ser más amable, empático, comprensivo, tal vez invitarlos a una cerveza y volvernos los mejores amigos, o es más, volvernos confidentes.

Entre normas me veo y una sociedad plástica.

Logro entender que a pesar de que me trago la ponzoña que reside en mi mismo, ya sea generada por los actos que quisiera perpetrar o las palabras que quisiera gritar, soy una persona decente.
Puesto que no daño a los demás con mis actos y no los ultrajo con mis palabras de hiel. Logro entender que finalmente, si me permitiera el lujo de hacer o decir ese algo que “no me atrevo”, sería igual a esas personas que tanto desprecio.

Bueno esto es un ejercicio de "inside". En pocas letras, el inside es darte cuenta o hacer consciente algo (una idea o el porque haces cierto acto o repites tal conducta) que no "sabias" porque pasaba. Es entre comillas, porque segun la psicologia y varios profes mios, todo tiene una razon, solo hay que saber encontrarla, reconocerla y hacer consciente lo incosciente.

El tema trata sobre algo que jamás he hecho. Bueno nunca le he dicho puta a varias "mujeres" que se lo merecen, cobarde a varios "machitos" putitos que hay en mi camino o incluso pendejo a ese bastardo ignorante que solo sabe vivir hiriendo a los demas.

Es una cuestion de normas, de ser un animal que vive en sociedad y demas... pero creo que lo mas importante, son esas lineas finales del escrito:

Si yo hiciera eso, estaria a su nivel y seria igual de despreciable.

Yo no quiero odiarme (lo se, es estupido pero baicamente eso pasaria) yo lo que quiero es ser mejor, no moralmente que esa gente o demas... sino ser mejor, en base a mi mismo, a superarme.

Eso es todo. Asi que siendo mezquino, ruin, una miersa y demas... obviamente no lo seria.

Por esa razon, no hago esas cosas. No porque no me atreva, sino porque creo que puedo ser mejor.

De antebrazo gracias por leer y comentar, ya casi acabamos, sean fuertes ;D

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