Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

martes, 24 de mayo de 2011

29 de enero

23 Día El beso más importante de tu vida


29 de enero.



De este no me queda ninguna duda, el beso más importante del que he sido participe me lo dieron hace dos años, en el 2009, un 29 de enero.

Era una tarde como cualquier otra en el distrito federal, la sobrepoblada capital de la republica Mexicana. No tenía nada de especial, hacia sol, había una brisa refrescante de vez en cuando, había algo de smog pero sin tapar el sol con nubes grises y el ruido del tráfico dejaba claro que la ciudad tenía vida. Oh si, era simplemente un buen día.

No soy de la clase de tipos que son irresistibles o exquisitos que esperan que las mujeres mojen sus interiores al verme o si decido confesarles algún tipo de emoción o externar algún secreto y provocativo deseo. Por el contrario, creo que soy el tipo de hombre que tiene un humor que te atrapa, solo eso. Aun así, de todas las novias que he tenido, nadie se me había resistido. Básicamente el día que salíamos, es más, el día que formalmente me declaraba para poder ser su novio era una sola formalidad de lo que ya se veía venir; similar a lo que pasa con esas parejas que llevan años viviendo juntos y de repente se casan. Un trámite y nada más para formalizar lo evidente.

Bueno, ese 29 de enero era diferente porque fue la excepción de mi vida.

Como dije no soy un galán irresistible ni nada por el estilo, pero, había tenido suerte y quizá hasta destreza, para que ninguna chica “se hiciera la difícil” y me hiciera más fácil el poder declararme. Esta mujer, fue la excepción.

Llevaba tal vez tres o más meses de cortejarla de las maneras que se me ocurrían, y si se me permite ser sincero, fueron pocas técnicas porque estaba muy oxidado, y ella no aflojaba mucho que digamos, no cooperaba aparentemente. Por esto me refiero a que no mostraba mucha emoción al encontrarnos, su plática era escueta, alguna vez hizo planes y no fui participe de los mismos y finalmente, era indescifrable para mí.

Hablando con mis camaradas y amigos de psicología, trazamos un plan para que yo pudiera terminar este teatro “llegándole”, desde ese punto solo había dos opciones: me aceptaban o me rechazaban. No importaba en sí, el caso era liberarse de la incertidumbre que me carcomía al no saber que pensaba ella.

La lleve a una cafetería cerca de su casa, pero, estratégicamente escondida del bullicio de la ciudad y de cualquier posible encuentro casual con algún conocido: solo éramos ella y yo.
Otro punto de peso, es que la cafetería se llamaba “amore”, una clara y sutil referencia a lo que se avecinaba en nuestro andar.

Pasamos no se cuanto tiempo, tal vez por los nervios y todas esas cosas no fue ni media hora, pero a mí me pareció media vida. Además, me la pase contando puras estupideces, haciendo chistes idiotas y comportándome como un niño de 12 que quiere conquistar a una niña. Fue toda una experiencia… que espero jamás se repita.

Salimos del lugar y como dije antes su casa quedaba cerca. Caminabas tranquilamente y note que ella no haría nada, no daría ni un paso adelante pero tampoco atrás, por consecuencia inferí que ella esperaba que yo hiciera algo.

Como decimos acá vulgarmente, me agarre los huevos y empecé mi confesión. La peor de todas las confesiones de amor que he hecho en mi vida y además, la peor de ella también (porque posteriormente me dijo que si fue muy, muy mala)… pero lo hice.

Entonces ella acepto y como si al fin el tiempo jugara a mi favor, se detuvo para que pudiera saborearlo. Nos abrazamos y con un beso sellamos ese informal contrato para iniciar la relación de amor. Fue simplemente maravilloso.

Y todo eso paso, el 29 de enero. Y no lo olvido porque desde esa fecha estoy con la mujer que amo.

En cuanto al beso, no hay palabras para describir lo sublime que fue y todas las genialidades que implico a la larga.


Dejando de lado esas cositas amargas, esto habla del beeso más importante de mi vida.

Es evidentemente, cuando se consumo mi "compromiso" con mi novia. No hay mas que decir es mas que nada, una breve narracion de esa grata experiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me interesa tú opinión.