Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

lunes, 9 de mayo de 2011

Cómplice

8vo Día Un intercambio de miradas


Cómplice.



Tu cuerpo esta tenso, sientes como cada musculo refuerza su tono muscular para estar preparado para todo. Tus sentidos se vuelven más agudos y tus capacidades cognoscitivas dan paso a las funciones ancestrales para prepararte para lo que venga.

Caminas siendo consciente de cada paso que das, de cada respiración y exhalación que produce tu cuerpo, de cada rasgo del escenario. Este es tu momento, este es un momento que jamás olvidaras.

Sientes miedo, sabes que algo malo pasara. Esta calmado el lugar, la calle esta vacía, no se mueve ni una bolsa de basura, parece que el mundo se detuvo.

Entonces, doblas en la esquina y puedes ver cómo están parados alrededor de veinte sujetos mal encarados esperándote a ti y tu compinche.

Tu respiración se agita, tu tranquilidad se acaba de ir a la mierda, tus músculos se estrechan más demostrando que estas estresado seriamente. Tus piernas tiemblan un poco, lado más racional indica a todo tu cuerpo que corra como alma que persigue el diablo.

Y no te mueves ni un centímetro.

El lado racional de tu cerebro no te domina, tampoco ese lado primitivo que te hace una maquina de pelea. Es tu lado emotivo, el que se encarga de crear lazos, de definir palabras como honor, amistad y lealtad. Son esas palabras las que te mantienen de pie y con la cara impasible ante ese escenario de prematura violencia, ante la antesala de la peor golpiza de tu vida.

Entonces Kafuri, tu amigo del alma y de todas tus batallas de bachillerato, te mira a los ojos y sonríe como solo él sabe hacerlo, dice con un movimiento apenas perceptible de labios que será una pelea difícil, pero que si la terminaran ganando.

Te sientes un poco más aliviado pero no basta. Necesitas más que palabras sabias o de confort. Entonces, con una sola mirada que va y viene, Kafuri indica que él se encarga, que tu protejas su espalda y listo.

Aun dudas, es un reto más allá de sus capacidades. El nota que titubeas, pero aun así caminas a su lado. Se detiene y se toma su tiempo, como si de verdad lo tuviera. Entonces te mira sonriendo y ese rostro iluminado por la confianza lo puede todo.

Esta decidido, tu pelearas ahí ese día hasta que el cuerpo aguante. No es cosa del destino ni de un designio mayor, es tu decisión, y lo sabes por esa mirada de colegas.


Bueno esta historia o relato, esta basado en mi vida, en un momento en concreto, cuando estaba a punto de partirme la cara al lado de mi incondicional colega Kafuri, hace 7-6 años mas o menos, en el primer semestre de mi bachillerato.

Es facil, el intercambio de miradas, es una consigna comun, y yo la mega aproveche en el relato llamado hola. El peor caso es que estupidamente olvide las consignas y me vi en apuros... entonces se me ocurrio hacerlo sobre esto.

Finalmente, de esto he hecho un relato tambien, el numero 15 del cancinero, lo subire despues supongo, pero la idea es que quedara claro el nexo en que existia un compañerismo más allá de las palabras.

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