Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

martes, 18 de diciembre de 2012

Lectores Beta

Fiel compañía: Lectores Beta.


Bueno una entrada más de los apuntes de escritor novel que he venido barajeando en mi mente desde hace dos semanas. Todo a raíz, como siempre, de mi experiencia por este mundo y de las más fieles y excelentes compañías.

En pocas letras, un lector beta (beta-reader) es una persona a la que le pasamos un trabajo (completo o incompleto) y el nos da una crítica, nos hace correcciones y señala fallos en general en nuestro trabajo. Digo, es breve y burdo porque, habrá mejores definiciones en internet y dudo que haya alguien que no esté familiarizado (por lo menos vagamente) con el tema en cuestión… y como dije, hay internet.

No todo está en intenet tampoco, por ejemplo, la o las personas que nos ayudan en esta tarea de leer no siempre estarán papaloteando por allí en la red. No, hay que buscar amigos leales, dedicados y pacientes para esto.

Porque es crucial en este mundillo de letras.

Ahora bien, como acotación, no es indispensable. Uno puede leer su trabajo una y otra vez y corregir comas, la ortografía, mejorar diálogos, vaya, hacerlo una jodida joya. Y así suele ser, lo que hacemos nos parece hermoso, pero, puede que no lo sea.

Es ahí donde radica la importancia de que otros ojos vean nuestro trabajo y aporten otro punto de vista para ampliar el horizonte.

No es indispensable que alguien más lea nuestro trabajo, por supuesto que no. La realidad es que es una gran herramienta para mejorar la calidad de nuestras obras, y quizá para enterarnos realmente de hacía donde estamos apuntando con lo que hacemos. Como dije, todo se trata de ampliar nuestra visión a través de pequeños destellos de la de los demás.

Ahora esto no es una regla o un absoluto de ninguna manera, pero, pienso que por lo menos debemos tener con nosotros de uno a cuatro lectores beta. Todos con características comunes, pero orientados hacía “un punto” en concreto.

Para empezar, es vital que esa persona que nos haga el honor y favor de leer tenga entre estas cualidades: Paciencia, el gusto por la lectura, un punto de vista crítico y objetivo (vaya, lo más que se pueda), flexible en cuanto a sus ideas, que sea honesto, que tenga tacto (por aquello de que seamos sensibles) y que tenga la mente abierta para leer de todo.

Eso es un poquito una base, porque bueno, es un poquito el requerimiento y aunque suene algo evidente, a veces, dejamos pasar estos detalles, por eso creo que más que redundar, estoy cumpliendo una labor de recordarnos estos pequeños detalles.

Ahora, como exponía en renglones más arriba, una cantidad ideal de lectores beta para mí son cuatro, pues a cada uno se le puede asignar un deber. Y ojo, esto no significa que así sea realmente, o sea que yo les diga a mis amigos que me hacen el favor que se fijen en X o Y detalle, no. Se trata más bien de haberme dado cuenta de en qué cosas o detalles se fijan, en que cosas me sancionan o me llaman la atención para hacer estos parámetros. Esa es en gran parte la magia de esto, por eso, solo me centro en cuatros aspectos, pero como decía, un solo lector beta ya ayuda bastante (aunque si son uno o dos más, pues es mejor).

En mi caso el primer punto es un colega que me señale mis faltas de ortografía. Eso es crucial porque el tener una buena ortografía no solo se trata de acentuar o de evitar los errores, sino que también puede contribuir a mejorar la narrativa y manejar los tiempos de la narrativa mejor. Eso es vital, alguien que señale estos errores. Para mejorar tanto lo que hacemos como nosotros, porque el lenguaje escrito es fundamental.

En segunda instancia se trata de alguien que te de la opinión más honesta que pueda, pero que sea conocedora de tus trabajos anteriores, que exista cierto seguimiento en lo que haces y que tenga una buena idea de lo que estas escribiendo. En pocas letras, alguien que haya leído varios de tus trabajos, y que sepa medianamente en que categoría te mueves (por ejemplo, si escribes fantasía que si conozco o haya leído algo y le agrade). Esto sirve para que nos mantengamos dentro de los estándares (si ese es el plan) o que al “innovar” no parezca incoherente, y como ya nos sigue un poco la huella, podrá señalar en que cosas mejoramos, señalar errores comunes o incluso aplaudir aciertos que mantengamos con el paso del tiempo. Y desde luego es fundamental que esta persona tenga la apertura a ser cuestionada por el autor, digo, como todo en esta vida, es opcional.

En tercera instancia, esta esa persona que te lea, te siga o no, pero esto es algo crucial: que te de opiniones crudas y no esté muy adentrada al tema. Esto sonara fuera de lugar podemos pensar, pero no del todo. Parte de ampliar nuestro criterio y nuestro punto de vista influye en esto. Que te lea alguien que no esté familiarizado con el tema (otra vez por ejemplo, la fantasía) permitirá que se percate un poco más en los errores de tus ideas, de tu narrativa y similares. Esto ayuda mucho a estructurar y desde luego a que sea ameno nuestro trabajo, ya que lograr que alguien mantenga el interés, aunque no sea de su agrado el género, bueno, es duro.

Por último y no menos importante, alguien que haga una crítica solo sobre la trama, los personajes y como se desarrollan ellos y el desenvolvimiento en su entorno. Esto sigue siendo en pro de mantener la coherencia de lo escrito y además que sea algo serio sin importar que escribamos. Es muy útil porque finalmente siempre se pueden hacer correcciones o delinear lo que se hará a futuro.

Obviamente como dije más arriba, no es algo que sepan todos los que nos leen o que solo se dediquen a eso. Normalmente, uno sustrae eso, y por uno me refiero a los que escriben y reciben la crítica. Digo, finalmente todo mundo comenta de lo que más le llamó la atención se centra en ciertos detalles y demás, hay de todo, obviamente. Pero hay puntos en los que cada uno resalta o que incluso a veces, accede a responder sobre ciertos tópicos.

Y claro que los que nos leen son fiel compañía. Quería verme muy mamón inventando un titulo creativo y lleno de ingenio y referencias, pero al final opte por algo más honesto y sencillo. Pues realmente, el que alguien te de una mano en esta tarea a veces solitaria que es el escribir, es un tesoro.

Nos leeremos pronto y pues anticipadamente, pásenselo chido en este mes, que finalmente pareciera que diciembre es el fin de semana de los meses.

Se despide, su querido Kaifan.

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