Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

viernes, 20 de julio de 2012

Todo es Eventual

Una variación y regreso a las letras o el estilo en el que me forme, aunque me salio más como una reflexión. Por lo menos me consuela saber que no es una queja o llanto de ahogado, de hecho, creo que es cómico leer lo que pienso de mi vida.

Bueno, también, no sé a ciencia cierta porque, pero, creo que esta reflexión refleja mucho mi manera tan positiva de ver la vida. Francamente, no sé que seria de su clown favorito sin esta forma de ver el mundo.

Y por cierto, en la entrada pasada, no deja de divertirme que mis aclaraciones, son más largas que el mentado ensayo...

Todo es Eventual.


A lo largo de mis 24 años de estarle robando aire a otras personas, contaminando la tierra y básicamente siendo un humano “genérico” más, he tenido la oportunidad de escuchar muchas frases o consejos o conocimientos de otras personas, de todo tipo y de toda índole. A este tipo de cosas, el hombre al que más admiro y respeto, que es mi papá, les llama “mi sabiduría”. Cuando él me habla de algún tema o sobre cierto asunto, suele acompañarlo del discurso de que él tiene más experiencia y que ya paso por algunas de las cosas que yo pase, pero, lo más importante es que lo hace con una intención de aconsejar y de pedir ser escuchado, no como erróneamente hacen otras personas tratando de imponer sus ideas a alguien más.

Algo que se me hace muy curioso de estas joyas de sabiduría condensadas en palabras y pensamientos, radica en el hecho de que suelen ir acompañadas de una frase muy particular. Este es mi mejor consejo; esta es la mejor enseñanza que puedo darte. Dicho de un modo u otro, el asunto radica en que la gente cree que puede resumir años de vida, experiencias, conocimientos y más (todos esos tropiezos y aciertos que conforman la vida) en una sola frase, en un comentario corto. Es muy curioso. No creo que todo el mundo tenga grandes historias que contar, pero, me da risa que mi papá cree que todo lo puede resumir en una frase.

La frase de enseñanza por excelencia, la lección que jamás debo olvidar, el consejo que me servirá toda mi vida y más que mi papá me ha dado es este: “Nada es perfecto”. Incluso ahora puedo imaginarlo mirándome con calma, encogiéndose de hombros y diciéndome “Ese es mi mayor consejo” o un derivado de esa frase. Curiosamente, los Albertos de la casa aparentemente, tienden a simplificar su sabiduría en una sola frase que aparentemente ellos escogen. Mi papá dice que la frase de sabiduría de mi abuelo para él fue: “Ten ideas”. Básicamente impulsando de manera devota y ferviente el genio de mi padre. Él jamás lo olvido, por eso, siempre me está dando ideas. A su vez, creo que yo tampoco he olvidado que nada es perfecto, y por eso suelo relajarme cuando la gente se quiere arrancar la cabeza.

Ahora bien, me causa gracia que esa sea la frase de mi papá porque, desde luego, es un cliché de la vida, es sin duda el gag más recurrente de esta charada que jugamos todos. La burla por excelencia es que nada es perfecto. Todos de alguna manera lo sabemos, consciente o inconscientemente, pero, me atrevería a decir que lo llevamos clavado en los cromosomas o que algún agente se encarga de grabarlo en nuestra genética. Tal vez no esté presente en nuestra mente todo el tiempo, pero ahí está. El consejo supremo de mi papá para mí, es una broma cotidiana del mundo. Nada es perfecto. Vaya que no, ni siquiera su elección de palabras, desde el principio la broma empieza.

Me da risa no solo porque sea un desafortunado chiste de la vida más gastado que nada, tengo otra razón. Llevo aproximadamente 20 años de realmente conocer a mi padre (y creo que exagero en los dígitos) y a lo largo de toda mi formación (de vida, académica, de enseñanza y demás), puedo meter las manos al fuego y decir que él tiene frases propias con más peso para la vida que el que nada sea perfecto. Es decir, a lo largo del tiempo que he tenido la fortuna de que el este a mi lado, he escuchado mejores frases que esa mofa de la vida. Nada es perfecto… hasta el punto que el mismo “autor” de esta frase, pasa por alto otros logros.

Brevemente mi papá es un maestro en derecho, con dos especialidades en la rama, el estudio composición (no nada más aprendió a tocar el ukulele y ya se cree músico como mucha gente en el mundo) en sus ratos libres estudia filosofía y a veces, cuando era más joven leía novelas de diversos géneros por amor a leer. Esas son las cualidades (un par de ellas) que más le admiro. Para saber que tanto peso tiene en mi él, bueno, digamos que seguramente si no hubiese entrado en mi vida, de entrada no me gustaría leer, no usaría tanto mi imaginación, sin duda seria un perfecto bruto y básicamente escucharía lo que está de moda (que le duela a quien le duela es el metal o el reggaetón). Simplemente, mi vida sería otra, tal vez mejor, aunque en teoría a mi no me parece. Simplemente pongámoslo así: Hace unos meses, me horrorice de pensar en que hay gente en el mundo, que piensa que leer (si no es lo que atañe a tu trabajo y ya) es una pérdida de tiempo. O la gente que cree que tu carrera (única y exclusivamente eso) te define.

Como sea, no quiero desviarme más del tema (¿Cuál carajos es el tema?) ni que se piense que veo a mi papá como un mesías de algún partido político. La cosa es señalar algunas de sus frases más valiosas (o mis favoritas) y de ahí saltar a mi persona. No es tan difícil como suena, ya lo veras amigo lector. En fin, la primera frase que me dijo que me gusta mucho es: “nunca me imagine que mi vida iba a ser así”. No porque sea mala o ingrata (que como todas las vidas, suele serlo), sino porque él jamás pensó que su vida sería tan movida (como por ejemplo, tener tres hijos que cada uno se lleva 10-11 años), más que una queja, es una sorpresa y una lección de entender que todo puede pasarte en la vida. Otra clásica dice:”Con unas nalgas no formas relaciones”. Esta es simple, el me decía que si yo quería estar en una relación, no podía simplemente estar unido físicamente, de algún modo tienes que compenetrarte con la otra persona y ceder. “Yo te daría la mitad del pan”. Esta frase es una modificación de esa mamaducha que se dice por el mundo de que “un padre/madre da a su hijo el único pedazo de pan que tenga”. El me explico que no creía en esa frase porque, bueno, si el “pereciera” ¿Quién cuidaría de su hijo? Una clásica es “La gente está acostumbrada a creer en cuentos de hadas”. Esta es simple, en este caso se refiere a cómo te explican los medios que debes vivir tu vida, el piensa que más simple y mejor que eso, es que trates de ser feliz a tu modo y con lo que te guste.

Ahora, después de haberle oído reiteradas veces esas (y otras frases más), me da risa que crea que la máxima de su experiencia siga siendo un cliché. Incluso se lo he dicho, pero es inalterable.

Esto me hizo pensar en que tal vez, todos los Albertos decimos muchas cosas (realmente, todas las personas lo hacemos), pero, pocas veces reparamos en lo que decimos y peor, a la hora de querer trascender dándole un conocimiento a otra persona, sintetizado en una o dos líneas, elegimos la peor de las frases. ¿No te ha pasado? Es más ¿Te lo habías preguntado antes?

Yo lo he pensado estos días que he andado tan contemplativo y lleno de alegría de vida (lo sé, contradictorio siempre será mi rasgo distintivo, mi apodo es huevón) y llegue a la conclusión de que mi máxima a mis 24 años, después de aprender de grandes maestros (autores, escritores, profesores, mis familiares, mis amigos, mis padres, mis parejas y uno que otro secundario incidental) y de recorrer el camino de mi vida (a veces por decisión propia, otras siguiendo direcciones o tras los pasos de alguien más) seria minimizada en estas tres simples palabras: Todo es eventual.

¿Por qué? Es simple.

Tener ideas te abrirá de una u otra manera un camino lleno de diversas rutas, elijas la que elijas te darás cuenta de que, nada es perfecto. A veces estarás en la cima, otras caerás en el lodo, en cualquiera de las situaciones que te encuentres, debes recordar que todo es eventual.
Si pasas malos ratos, si has terminado una relación, si el mundo hoy te pesa demasiado o si un amigo te ha traicionado, recuerda, todo es eventual. Ese mal trago se acabara, nuevamente el sol brillara y tendrás una nueva oportunidad.

Todo es eventual, al menos lo que te encuentres en la vida (de lo que hay en la muerte no asevero nada).

Si eres el mejor en lo que haces, si estas pasando un rato genial, si tienes el empleo soñado, si la fama y la gloria están a tus pies o la persona que amas y deseas esta a tu lado, no lo olvides, todo es eventual. Algún día puede acabar, no te confíes pues (para bien y para mal) nada es eterno y tan rápido como llegaste puedes caer.

Eso es lo bonito de que todo es eventual, de que a pesar de todo, al final, la mayoría de estas acciones están en nuestras manos.

Si pasas un mal trago, en tus manos esta trabajar para que termine más rápido, en ti y en nadie más se encuentra el poder de levantarte del lodazal. Si te ayudan a saltar ese bache es bueno, pero si lo haces solo también es aceptable. El poder de que todo sea eventual, es que tú decides que tanto tarda en finalizar esto.

Si estas en un momento de alegría, si, hay que tener presente que lo bueno se acaba, pero, no olvides que las cosas buenas se pueden renovar. Si el enamoramiento se está apagando, lo podemos transformar en amor; si la alegría se ésta esfumando, podeos trabajar para hacerla de otra manera o renovarla. Todo es eventual, ya que de nosotros depende que tan rápido pasemos de lo malo y que tanto podemos hacer que dure lo bueno.

Entiendo que todo tiene caducidad (desde lo abstracto como las emociones hasta lo elemental como nuestra chispa de vida), pero, eso no significa que podamos alargar los periodos de “caducidad” o encontrar otros métodos sustentables.

“Todo es eventual” se me ocurrió en un principio como respuesta a que “el amor no es para siempre” “no puedes estar feliz toda la vida” “todo lo bueno se termina” y demás enunciados que nos quieren vender como realistas, pero sin decirnos que “esas letras chiquitas al reverso de las frases” tienen una connotación negativa. Seamos francos, si el amor acaba, el desamor también, si la alegría tiene final la tristeza igual y si lo bueno se termina, está claro que lo malo también tendrá un final.

Todo es eventual. Es irremediable, es un hecho.

Aun así, podemos hacer que todo lo perecedero que nos agrada, se disfrute más al punto de exceder su fecha de duración. Si, nada es eterno, pero se supone que en este mundo todo se transforma, así que tal vez si jugamos bien nuestras cartas, antes de que se extinga la flama, podamos hacer algo más con ella y transformarla en otra cosa que amemos.

Todo es eventual.

Para finalizar, seria genial leer cuales son las frases más emblematicas de tu persona queri@ lector o si hemos convivido, seria agradable que me dijeran alguna frase que les recuerde a este humilde clown

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