Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Devil's Dance Floor

Bueno una novela de corte realista salio de esto. El nombre lo sake de la kancion homonima de Floggin Molly, muy buena banda.

Ambientada en un ambiente urbano ke exige la ley mas grande de la jungla de asfalto: Salvaguardar la vida por encima de todo.
En fin, sin mas preambuos.


Uno: Lex (Psicopata)
La ciudad estaba bañada con un negro sepulcral y el aire gélido le daba un ambiente más tétrico a esta urbe podrida.
Toda la gente estaba a la expectativa de cualquier acontecimiento raro o un comportamiento inusual o que despertara a los instintos básicos de conservación. No eran días para andarse con juegos o creyendo que la vida es bella, no señor.
El tiempo ahora pedía a gritos que se hiciera uso de los mayores recursos para poder sobrevivir; ya no solo en este pesado ámbito de competencia laboral, ahora también por el pellejo.
Desde un par de semanas atrás, se hablaba de brutales crímenes que mutilaban la humanidad. Una simple muerte era un regalo divino en estos días, y más viniendo del ingrato ser que atemorizaba la ciudad.
Todos los medios, amarillistas por excelencia, buscaban atemorizar a la muchedumbre con capturas atroces de las víctimas o la escena donde estas eran halladas; nada como atemorizar todavía más a las personas.
Sin duda debe sonar exagerado e incluso fantástico. Muchas veces así es, siempre la realidad acaba consumiendo sin piedad a la fantasía, así es hoy y siempre. Más tomando a consideración que la mente humana es el artífice de esto.
El sujeto causante de estos malestares sociales se le atribuía fama de ser una bestia con las más altas capacidades humanas para destrozar el valor de una persona. Se le creía un ser culto, creativo, de maravillosa experiencia y letrado, es decir, aunque se le temía y vomitaba, la gente le atribuía virtudes y habilidades dignas de un genio.
Curioso en verdad, como la gente tiene dos caras, por un lado está el temeroso y decente hombre que desprecia ese tipo de conductas aberrantes y por el otro está su careta del asqueroso masoquista que idolatra y reconoce en su agresor a un ser virtuoso.
La gente que para su desgracia era víctima de este macabro ser, jamás volvía a ser la misma. El daño mental era más que evidente en muchos casos, y era a su vez un fiel acompañante de las laceraciones que recibían los cuerpos de sus víctimas.
Este hombre era el tema central de una de las agencias de investigación de mayor renombre, cantidad de agentes y poderío del lugar. No tenia nombre rimbombante ni nada por el estilo, solo era la “agencia de investigación” y con eso bastaba, ya que era la única de todas las entidades especiales gubernamentales que, merecía ese nombre.
Dentro de sus instalaciones un grupo de agentes se encontraba en una sala de reuniones, no rebasaban más de veinte individuos. En sus facciones curtidas por la vida y sus peripecias, podía verse que eran la crema y nata de los servidores de ese lugar, lo mejor de lo mejor para bien y para mal.
Un hombre calvo, de bigote grueso y facciones duras, se puso al frente del lugar. Tosió para que se callaran los ahí presentes, una vez que el silencio se hizo, el tomo la palabra.


Una de sus víctimas: mujer de cuarenta años, alta ejecutiva de una paraestatal, soltera y feminista reconocida en la mayoría de estratos sociales. Fue maltratada de todas las maneras posibles. Su cuerpo presentaba un desgarramiento anal y vaginal, aparentemente provocado por introducir grandes objetos de algún metal y con pequeñas navajas; su mano izquierda había sido reducida a un muñón a base de constantes cortes con un objeto poco afilado, los dedos del mismo miembro, al momento de ser hallada la víctima, estaban introducidos en su ano de forma metódica, del más grande al chico. Su cuerpo había sido cortado en varias partes y en otra faltaba piel o se le había cosido un pedazo de piel ajena a la suya, finalmente, fue rapada íntegramente de su cabeza y en la nuca una leyenda cosida: “Puta asquerosa”. De la mujer no se pudo obtener mayor información, su mente estaba destrozada por el maltrato físico (consecuencia de golpizas brutales) y por el trauma. Se le diagnostico alejada de la realidad totalmente, en pocas palabras: Esquizofrénica.
Otro pobre desgraciado que cayó en sus manos: Hombre de veinticinco años, estudiante de la especialidad en letras ibéricas, trabajador de medio tiempo en una editorial de renombre, conocido e incansable activista político y social en el medio donde solía desenvolverse.
El presentaba la pérdida de su pierna derecha hasta la rodilla, la cual había sido arrancada por medio de una fuerza descomunal; el brazo derecho había sido machacado a golpes con un objeto contundente; el ojo izquierdo había sido destrozado en la cuenca y ahí se mantuvieron los vestigios del mismo; el ojo derecho había sido mutilado con agujas aparentemente y aun cumplía su función; aparte de los múltiples moretones en su cuerpo, resaltaba el de su pómulo izquierdo (parte que a su vez mostraba una fisura a nivel óseo). Finalmente, en su mejilla derecha, estaba escrita una frase: “Hipócrita de mierda” la cual quedo grabada por medio de quemaduras hechas con un pirógrafo. Ningún dato podemos obtener de él, debido a que por los golpes en la cabeza perdió la capacidad de interactuar con otras personas, y en sí, la habilidad de comunicarse.
Ambas víctimas, aparte de ser halladas en espantosas escenas criminales hechas solo para ellas, tenían a su lado una nota hecha a computadora: “Otro juguete más que he disfrutado. Otro día en el que se ha modificado la ley. A sido un buen día”. No dejo ninguna firma ni nada más aparte de lo ya mencionado.
Al decir esos horripilantes casos, sus ojos grandes y expresivos miraron con severidad el recinto en busca de alguna palabra.
-¿En verdad solo contamos con esos datos?- Pregunto uno de los agentes que parecía ser de los más jóvenes.
-No tenemos más información- Respondió tajante el hombre a cargo- De “Lex” se dicen muchas cosas, pero, lo cierto es que no sabíamos nada de él, o al menos, aun no.
-Esto tiene que ver con ese pobre diablo que se entrego hace apenas unos minutos, ¿verdad?-Cuestiono uno de los agentes que parecía más experimentado.
-Así es. Muchas conjeturas habíamos hecho sobre el modo de trabajo de este desgraciado, pero este sujeto, dice ser cómplice de “Lex” y quiere brindarnos valiosa información.
-¿Y qué demonios hacemos aquí esperando? ¡Hagamos que hable!- Dijo un tercer agente.
-Requiero de dos voluntarios que lo interroguen. Esta muy perturbado y no quisiera que esta pieza clave se pierda o se le bote lo último que le queda de cordura. Esto es delicado señores, necesito un shaman de la mente-Dijo en tono de sorna- Y a un diestro agente sin temor a torturar.
Las voces se alzaron rápidamente y las miradas recaían en unos y en otros. Nadie quería quedarse atrás. En el acto, todas las manos se alzaron para ofrecer voluntarios, al ver eso los sujetos, se alzaban de sus asientos y gritaban que ellos eran la mejor opción.
En menos de un minuto varios estaban ya metidos en encarnizadas disputas, que pronto se detonarían en peleas a golpes para decidir quién sería el elegido.
Un joven delgado de cabello azabache se levanto con calma e ignorando el ambiente tan ajetreado hablo.
-La palabra psicólogo nos gusta más que shaman de la mente- Dijo irritado- Y creo que, no, se que yo soy la mejor opción para escarbar en la mente de ese sujeto.
-Muy bien- Dijo serio el hombre a cargo- Tu servirás perfectamente Escorcia.
Uno de los agentes se acerco abriendo a empujones a quienes se le cerraban y se paro frente al hombre que daba las órdenes.
-Yo quiero tratar con esa escoria- Su voz era áspera y no mostraba emoción alguna- Tengo el suficiente temple para torturarlo sin llevarle a la muerte ya que yo no tengo cuentas pendientes con “Lex”.
-Bien, me agrada que tengas los huevos bien puestos en su sitio Corona. Ustedes dos vayan a la cámara de Gessel rápido y prepárense para tratar con el sujeto. ¡Ahora! ¡Los demás tranquilos ya! ¡Todos tendrán su parte así que conténganse!
Escorcia y Corona salieron rápidamente del lugar, ni se miraron ni hablaron un solo momento. Tras pasar por varios escritorios y una zona de detenidos, llegaron a la conocida sala de interrogatorios con el vidrio polarizado de un solo lado. Entraron y vieron al sujeto sentado en una silla de madera y con la cara recargada y tapada en la mesa de metal.
Daba pena ver a un ser tan patético.
-¡Al fin han llegado!- Grito como niño asustado y se abrazo de Escorcia.
-¡Vete a tu asiento basura!- Grito Corona y de un jalón le soltó de Escorcia y lo lanzo a la mesa- Habla.
-Necesito que me ayuden, me pesa mucho lo que hicimos, no, no nosotros- Dijo con voz cortada por el dolor de su arrepentimiento- El nos obligo
-¿Qué fue lo que paso?- Cuestiono frio Escorcia.
-Nos dijo- Estaba perdido en su habla- Que lo mejor de los bebes, era que todo lo que pusieras en su boca lo-lo…-Empezó a temblar y chillar como poseso- ¡Que lo chupaban!
Los dos agentes se miraron y entendieron que esta era su llave que les abriría la puerta a la captura de “Lex”.
-Dime más- Dijo Escorcia frio y tranquilo mientras Corona se iba a un rincón y cruzaba los brazos- Dime más, anda.
-Todo sucedió hace unas horas, en la tarde- El sujeto temblaba y se notaba en su fisonomía el esfuerzo de hablar y rememorar lo ocurrido- Atrapamos a una alta política de n la puerta de su casa. El la golpeo hasta dejarla inconsciente y entonces –Se tapo la cara- Trajo al bebe y nos mando fuera a todos y-y dijo qu-que nos veríamos en el sitio acordado-Concluyo y empezó a lloriquear.
Corona se quito de su lugar y se acerco a Escorcia. Este rápidamente entendió y se levanto y salió de la cámara.
-Ahora estamos, solo tú y yo escoria- Amenazo Corona.
Afuera, Escorcia observaba al “jefe” y a otros dos sujetos deliberaban sobre el siguiente movimiento.
-¿Y bien?
-Bien es simple Escorcia. Hazlo que los lleve a ti y a otros diez sujetos a ese sitio de reunión y listo- Dijo un agente.
-Bien. Antes, le preguntare que encentraremos ahí, cuántos son, la hora en que acordaron verse y detalles así, insignificantes- Dijo en tono sarcástico el shaman de mentes- Estúpido que solo piensa en matar y golpear-.
-¡Te escuche!- Dijo molesto el agente y le sujeto del cuello de la camisa- ¡Repítelo!
Escorcia inmutable le sujeto de la muñeca, con un movimiento deslizo su puño hasta su cara impactando en el tabique al agente.
-Que trabaje con las mentes no me hace un debilucho fácil de amedrentar. ¿Puedo entrar?
-Andando Escorcia- Dijo el “jefe”- Yo iré por los demás y prepare lo que falte.
-Gracias señor.
Sin dilatarse, Escorcia entro una vez más a la cámara y vio como el sujeto estaba tumbado encima de la mesa en posición fetal y chillando.
-Veo que se divirtieron sin mí.
-No le he tocado un solo pelo, al instante se tumbo ahí y empezó a mecerse, que aburrido.
-Dime donde es el sitio acordado- Dijo serio Escorcia.
-¡N-no no puedo!- Chillo el sujeto.
-Pero quieres hacerlo, por eso estas aquí, anda dínoslo.
- ¿Qué he hecho? Tengo miedo.
-Yo te enseñare a temer si no colaboras con nosotros- Dijo amenazador Corona- ¡Anda!- Dio un puñetazo en la mesa- ¡Habla de una jodida vez!- Lo sujeto por las axilas y lo cargo-¡Habla escoria!- Le grito en la cara salpicándole de saliva.
- Y bien, ¿Hablaras?- Cuestiono Escorcia.
El sujeto temblaba, de verdad parecía asustado y no solo uno de esos tipejos que se hacen los duros. Pese a todo, el sujeto negó con la cabeza y susurro algo.
-¡Que!-Le grito Corona- Dilo fuerte animal porque si no…-
-Mátame- Dijo el sujeto- Mátame- Repitió con ira-Mátame…mátame… ¡Mátame cabrón! ¡Que me mates! ¡Mátame!
-Basta de pendejadas- Corona le agarro la cabeza y se la estrello contra la mesa- No lo hare- Le sujeto el brazo derecho y sin tapujos le rompió un dedo- Serán horas de tortura hasta que cooperes- Le inclino sobre la mesa y le pateo los testículos- Horas que disfrutare como no imaginas.
El tipo se resbalo de la mesa hasta quedar tirado en el piso como muñeca de trapo.
-Bien, ahora que todo quedo claro, cambiare un poco mi pregunta para retomarla después. ¿A qué hora quedaron de verse otra vez?
-A…a las…ocho treinta- Dijo el detenido mientras se tocaba sus partes.
-Muy bien. ¿Cuántos son?
El silencio inundo de nuevo la cámara. Escorcia miro a Corona y este asintió. Se acerco nuevamente al detenido y le piso el dedo roto.
-Habla basura- Dijo frio Corona- Por tu bien.
-¡Ah! ¡Déjame!
-Jamás-Dijo Corona y su sonrisa se ensancho- Nunca- Dejo de pisarle el dedo y paso a pisarle los testículos con fuerza- Por mí, mejor que calles.
-¡Basta! ¡Basta!
-Lo repetiré- La voz impasible de Escorcia se oía perfectamente a pesar de los gritos- ¿Cuántos son?
-¡Somos siete!- En el acto Corona dejo de lastimarle- Somos siete sin contarlo a él, Nos veríamos en una fábrica abandonada que está en sur #37- Gimió.
-Bien. Corona, ¿Podrías ir por unos cigarrillos?
Corona simplemente asintió y en silencio salió del lugar.
-Bien. Llévanos allá y te prometo un mejor trato a partir de ahora.
-Tengo miedo, no debí delatarle pero…lo que hace es despreciable- Se sujeto la cabeza y empezó a mecerse nuevamente- No sé, no sé.
-Iras con varios agentes mas y te protegeremos. Solo necesitamos saber el lugar y como llegar sin ser detectados.
-No sé, no lo sé-.
-Bueno es tu decisión, pero te recuerdo que aquí hay muchos agentes dispuestos a descargar su ira en ti. Y si pensabas que tienes derechos, al ser cómplice de este sujeto, dudo que el valor de tu vida y dignidad este por encima del de un animal rastrero- Escorcia se levanto y se encamino a la puerta.
-¿Qué hora es?- Pregunto conteniendo el temor en su garganta.
-Son las…-De su bolsillo el psicólogo saco un reloj redondo- siete veinte, que cosas, te daré diez minutos para que pienses si quieres cooperar. Y por cierto, puedes ir pensando si nos dirás quien es tu jefe- Sonrió mordaz- Yo te recomiendo que trates de ganarte puntos con nosotros.
Dicho eso abrió la puerta y al cerrar la azoto dejando tumbado al sujeto muerto de miedo y debatiéndose a muerte sobre cómo actuar.

1 comentario:

  1. EL ambiente con el que va progresando el teXto me hace recordar la situción que se vivía en mi ciudad y en algunas partes de México con respecto al crimen organizado... periodicos amarillistas como "El peso"... me agrada la estructura de la novela... la hiciste tu?

    Atte

    FaZ

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