Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

sábado, 6 de enero de 2018

Una breve opinión: Nombre de perro

Titulo: Nombre de perro
Autor: Elmer Mendoza
Género: Novela policiaca, novela negra, narco novela
Clasificación: Ficción
Páginas: 212
Editorial: Tusquets
Año de publicación: 2012
Saga: El zurdo Mendieta III (No creo que tenga nombre la saga pero, para fines practicos y de continuidad así la manejare. Se compone de: Balas de plata, la prueba del acido, nombre de perro, besar al detective y asesinato en el parque Sinaloa)

Lo que dice en la contraportada:
Tras resolver los complicados casos narrados en Balas de Plata y La Prueba del Ácido, el detective Edgar "el Zurdo" Mendieta tendrá que sumergirse de nuevo en las redes del narcotráfico para ayudar ni más ni menos que a Samantha Valdés, jefa del Cártel del Pacífico. Y es que Valdés ha recibido un duro golpe: durante una reunión con otros jefes del narco para pactar una tregua que le siguiera el juego al Estado, han asesinado a su amante. Ahora busca venganza. Mendieta acepta ayudarla, sin imaginarse la maraña de sospechosos que lo conducirá a espacios de poder con los que ni siquiera había soñado. Mientras tanto, encontrará tiempo para investigar el asesinato de un dentista, enfrentar una acusación por tortura, "convivir" con su hijo Jason y reencontrarse con la madre de este, Susana Luján, a quien ha seguido desde Los Angeles un marine que la pretende y con quien el Zurdo saldará cuentas.
Acompañado de Gris Toledo, su leal y cada vez más perspicaz ayudante, el Zurdo deberá infiltrarse en lo más hondo y oscuro de la "guerra contra el narco", sus figuras, sus traiciones y sus pactos.
Este formato irá mejorando con el tiempo, pero en general, podemos dividirlo de este modo:

Argumento.
Tratare de darle un giro a esto. Recorreremos con el Zurdo diversos momentos interesantes. Una disputa de territorios de los carteles, algunos homicidios interesantes, tanto dentro de la jurisdicción del Zurdo como fuera de ella, trabajando así para la ley y el narco. Además de ver todo el problema que es ser, ya no un trabajador de la procuraduría que es más o menos incorruptible por el hampa de la droga, sino además ser un pobre diablo común y corriente que tiene traumas del pasado, un pasado que a veces tiene nombre y apellido o incluso un lazo sanguíneo o emocional contigo. Lo único que me hace volver a estos libros, y al autor, es el Zurdo. Un hombre que pareciera que es tan real que te dan ganas de viajar a Sinaloa para ver si de casualidad no te lo encuentras vagando en algún antro de mala muerte o cubriéndose de una balacera o tal vez, llorando en su casa víctima del peso de todas las horripilantes cosas que le han sucedido y aun lo persiguen.
Siendo esta la tercera entrega de las aventuras del zurdo (y mi favorita de las 4 que he leído hasta ahora), debo señalar que si hay algo que me parece muy bien logrado es como la trama se une. No son tanto los giros, que para ser sincero el principal en verdad no lo vi venir, sino él como los personajes de apoyo, llámales antagonistas, secundarios o similares, nutren la historia y dan ese giro final que te hace sentir genuinamente recompensado. Es complicado alabar personajes que sólo son apoyo, y nada más, pero ya me explayare adelante.

Personajes.
Que un personaje se sienta real, o tenga conductas y emociones coherentes acordes a lo que se te narra, no lo hace entrañable o que te genere simpatía. Me atrevería a decir que por ejemplo, un buen personaje simplemente debe generar una emoción en ti, tan fuerte que te des cuenta de ella. Por ejemplo, yo detesto a Harry Potter por ser un cliché adolescente y de niño prodigio. Esto no hace malo el trabajo de Rowling, por el contrario, significa que supo crear un personaje que es capaz de hacerte sentir algo. Dudo que la intención fuera que lo despreciara, pero venga, se entiende. Con el zurdo entiendo que puede pasar algo así. No es un personaje que puedas llegar a querer o que puedas odiar, pero algo en su forma de ser tan jodidamente humana, tan mexicana, tan derrotista y a su vez incansable, te hace mirarlo y sentir algo. En mi caso, el zurdo me agrada. Como un todo el trabajo de Mendoza no me convence íntegramente pero, si lo veo por partes hay segmentos muy sólidos que hacen que esas partes flojas no se desprendan y así tenemos un “todo”. El zurdo es un elemento importante de la trama, tanto por el hecho de ser el personaje protagonista, como por qué tipo de personaje es. Me parece que en esta novela es donde el personaje toma la cúspide de lo que puedes creer que sería realmente un hombre en la vida real que corriera con la suerte del zurdo. Lleno de contrastes, sin ir lejos como el que señale antes: derrotado pero nunca se rinde. Así somos muchas personas de opuestas, un personaje de ficción no tiene porque ser una excepción. Es así como el personaje del zurdo se roba la novela, gracias a que Mendoza vuelve palpable al personaje a través de la caracterización.

Los demás personajes, como mencione, son de apoyo. Cuando piensas en una repisa no te pones a pensar en las ménsulas, en ese apoyo invisible a la vista, no. Piensas en la repisa y en que pondrás en ella, no en las olvidadas y confiables ménsulas. Así son la mayoría de personajes que hay en esta novela. Muchos repiten (la compañera del zurdo, gris, ger el ama de llaves, incluso el hijo Jason o la capo Samantha), pero esto no los dota de más personalidad. Si se exploran un poco, aunque pareciera que es más para dar apoyo al zurdo que para dotarlos de personalidades y vidas aparte del protagonista. Pongámoslo así, y esto no es crucial realmente para la trama, la relación de Gris y su novio Rodo entra en un punto de inflexión por saber cuál es su siguiente paso como pareja. Es mencionado en la novela, pero no afecta gran cosa a nada de la trama en realidad. Vamos, que a lo mucho hay algunos diálogos alusivos (váyase a buscar al guey ese, yo me encargo del caso) y ya. El zurdo es un buen jefe/compañero, sí. Pero nada más, no hay mayor profundidad. Y está bien, en una novela negra, eso cabe esperar. En mi saga favorita (todo Belascoaran) la pareja del protagonista jamás deja de ser la chica de la cola de caballo, incluso cuando ya no es tan juvenil, sigue siendo la chica. Es correcto, es lo que cabe esperar del género. Y que se me permita enfatizar correcto, que no es lo mismo que bueno o malo.

Estilo.
Aunque con el tiempo el apartado ha crecido en algo más que un departamento de quejas, no olvido que fue por la mano del editor o del autor (no sé realmente quien sea responsable) de estas novelas que “pensé en agregar este apartado”. La razón es que la forma en que está narrada la novela, es toda una parrafada interminable. Siendo distinta a la mayoría de novelas que he leído (ya escribiré un par de cosas sobre Fuentes), en las que cada dialogo es separado por guiones y claramente distinguible, aquí no es el caso. Simplemente todo sucede separado a lo sumo por puntos, y lo peor no es eso, que en esencia no sería malo. El detalle es que a veces de plano no sabes quien dijo que, pues además de que no hay clara diferenciación entre diálogos, a veces ni siquiera se nos expresa el orden en que los personajes toman la palabra, o alguna característica para detectarlos fuera de sus palabras. Imagina algo así, lector/a constante:
Hola. Hola. ¿Qué haces? Lo que se tiene que hacer. Cosas que hacer, siempre hacemos lo que tenemos que hacer, hacer, hacer. ¡Deja de cantar a pancho pancholi y mejor canta lo que quiero que me cantes. Nel. Que sí. Que no. Que no. Que sí. Que no o que si, ¿Ya no sé?
Si gustas no es tan exagerado, y sin embargo, así lo he vivido cada que leo una de estas novelas del zurdo. El que sea en tercera persona, lo vuelve un ejercicio de paciencia o de que te importe más bien poco, pues, por suerte, la trama cumple. Este es el otro gran fuerte de las novelas del zurdo. La trama que te presentan y el cómo es narrado, salvo diálogos o que le agarres el truco, es ágil y directa. Claro que hay descripciones pero no son nada más para rellenar, sino puntuales y que te dejan imaginar lo que el zurdo persigue. Escenarios de un crimen, pistas claras o las muecas que puede hacer un personaje. Que grato por la narrativa en general, que pena por el formato de los diálogos.

La maquetación es sencilla. Una edición económica y de bolsillo que busca eso, cumplir. Como los personajes de apoyo o como los diálogos.

Desarrollo.
Me repito: lo mejor de esta obra es el zurdo y lo que te cuenta. No nada más lo que nos quiere narrar Mendoza, sino también el ritmo y la coherencia con el entorno al hacerlo. Creo genuinamente, que aunque la novela policiaca y sus derivados, como lo es la negra o este hibrido que son las narco novelas ahora, aunque tienen un método simple, no por eso son fáciles de hacer o de narrar. No he tenido el infortunio de caer en una novela o relato sobre crimen que tenga un tiempo pésimo. Y si decimos tiempos mal llevados, decimos desarrollo mal hecho. Es relativamente simple esta fórmula…
Presentas una situación a investigar y a tu protagonista. En este inter que aun es el inicio, entran los personajes de apoyo y conocemos al personaje. En la policiaca o detectivesca ahondas más en el caso y destacan habilidades y contactos del protagonista. En la negra ahondas más en el protagonista y te dejan entrever sus defectos y algunas virtudes a través de cómo se investiga el caso y de los contactos del protagonista. En el punto clímax de la policíaca se hacen los giros de tuerca y el autor a través del protagonista nos lleva al final que puede ser rítmico o abrupto, pero se resuelve el caso y a veces entrevemos algo más del protagonista o a veces nada más termina como cuento o relato, se acaba el caso o se resuelve el misterio y así acaba nuestra historia… hasta la próxima. En la negra el clímax no es la resolución del caso, sino un giro de tuerca que pone contra las cuerdas a nuestro protagonista, ya sea por el caso o por las cuestiones personales, esto inevitablemente nos arroja al final en el que, usualmente se resuelve el crimen. Pero lo importante, sagaz y observador/a lector/a constante, nunca es el crimen o el caso, es la situación del protagonista. Así al final tenemos una noción más clara del protagonista, tal vez de algunos de sus contactos/apoyos y antes de que cerremos el libro nuestro personaje central, seguramente estará más demacrado que al inicio, emocional y físicamente.
Bueno, eso sucede en esta novela y se respeta a rajatabla. Y está bien, no nada más porque sea correcto, sino porque al seguir esas pautas somos atrapados en una trama interesante, ya no nada más por nuestro protagonista, sino por el caso a resolver. La ejecución es sobresaliente y sin duda, para mi esta es una de las dos razones que me hacen regresar a Mendoza y que me dejan claro porque el zurdo sigue teniendo aventuras.
Únicamente destacaría que, aunque el narco tiene un papel de mayor peso que en las otras novelas (ya sea de forma clara y activa o velada y pasiva), aun así se lleva más la trama el caso o el zurdo. Creo que esa es otra de las razones por las que tengo en tan alta estima esta novela, cosa que no sucede con Besar al detective, por ejemplo.

Recomendación.
La advertencia de edad, me atrevo a decir que es para mayores de 15 años o si su adolescente es muy impresionable, mejor hasta los 18 o bajo la supervisión de un adulto. Sí, hay violencia, pero no en exceso. El problema es que a veces, algo que tanto daño nos hace, sin querer (espero que así sea), puede glorificarse al punto de ser algo anhelado.

Si de alguna forma te gusta lo referente al Narco, no me cabe duda que esta novela, lector/a constante te interesara. Ya sea que tu estés entre esas personas que ven de forma idílica este estilo de vida y a los que la llevan o si eres un detractor. Aquí el giro es que sólo a uno de esos dos les gustara… ya toca de ti jugártela para ver si te gusta o lo desprecias.
No me parece la mejor saga de novela negra mexicana que se ha escrito (para eso está Belascoaran de Taibo II), ni la que actualmente retrate mejor el género (para eso tenemos la saga Malasuerte de Hilario Peña), y aun así, este libro en especial, es un digno representante y contendiente. Si tu gustas de la novela negra, te gustara sin duda y aunque lo ideal es leer en orden, si la leyeras de forma independiente, no te perderías tanto. Aun así, sugeriría leer antes las otras dos novelas que preceden esta.
Si lo tuyo es la policiaca, y quieres darte un respiro o un entremés, pero sin alejarte del genero, esta es una excelente opción.
Si lo tuyo son otros géneros, pero buscas algo para leer que sea ágil y te atrape, ya sea para olvidarte un rato del ajetreo de tu localidad o mientras esperas, esta es una buena opción sin duda.

Los únicos peros que le encuentro a esta obra son: que alguno de los generos a los que se faja (policiaca, negra) no te guste. Que lo relacionado al narco no te agrade. Que la violencia de balaceras y desmembramientos no te guste. Y especialmente, que no te gustara el párrafo de ejemplo que escribí más arriba, pues en verdad, eso no se debería hacer con la edición.

3.5 de 5 Kai´s posibles o un 8 en la escala Kaifan del 1 al 10 para medir algo se lleva: Nombre de perro, de Elmer Mendoza.

Eso sería todo por mi parte. Simplemente me gustaría aclarar que esta es mi opinión. Si tú estás de acuerdo o en desacuerdo conmigo, es válido. Tú opinión es bienvenida siempre y cuando sea expresada de manera asertiva

Un saludo a la distancia de parte de su compañero de letras y lecturas, Kaifan.

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