Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Día doce de treinta días: la persona que más odias o la que más dolor te causó.

Sin miramientos, sin elegancia y directo a la cara.

Quien más dolor me ha causado es uno de mis mejores amigos. Un colega que seguramente mis retoños algún día terminaran por llamarlo tío.

Es un proceso largo el que he pasado desde mi accidente. Desde hace cuatro casi cinco años, tratar de limpiar mi ser de resentimientos y cosas que trato de hacer lógicas para que no me reviente el trasero de lo ilógico que a veces es mi pensar.

No se trata de una platica zen, de ascender a la iluminación budista o de amar a nuestros enemigos a la mejor y más radical manera cristiana.

Se trata de un proceso de años en el que un tipo de 20 años, tuvo que afrontar (con ayuda de sus amigos y de gente a la que amo y ahora no esta ya a su lado) a sus demonios. Que se forzó a un aprendizaje para ya no escucharlos... y que finalmente se dio la oportunidad de crecer como persona para poder estar en paz, consigo mismo, antes que con los demás.

Es la historia de un hombre, mi historia y de como sin querer y por accidente, uno de mis mejores amigos y de las personas a las que antaño más respetaba, me causo el dolor físico y emocional más grande, al menos recientemente.

Porque claro... aun queda camino por recorrer, y no sé que aventuras y desaventuras tendré que ver.

Pero venga, esto es parte del camino y lo acepto con gusto, no en vano, ya no soy el mismo tipejo de hace unos años.

Uno no mira al frente porque no tenga de otra, uno lo hace porque si no ¿Quién más verá por mi? Además, se cuenta que antaño, los grandes héroes de leyenda eso es lo que hacían.

Reír ante la adversidad, recoger tus pedazos y seguir adelante hacía tu destino.

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