Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Día siete de treinta días: el peor dolor de tu cuerpo.

Esta es fácil. Ya hable de eso el año pasado. El detalle que lo hace trascendente es que no se trata de una cosa eventual (y no hablemos de relatividades y mediciones, por favor), sino de algo que aparentemente llego y con todas las ganas de quedarse.

De todas las lesiones que tuve a raíz del accidente de hace 4 años, nada me parte la madre como lo de los nervios que han dejado "colgado" mi brazo derecho (humor negro para sazonar estas letras). No se trata sólo de funcionalidad, también va de la mano (llevamos dos) del hecho de que la secuela de ese arrancamiento de nervios, me da la sensación de un miembro fantasma. Ya exprese anteriormente como es la "sensación", así que esta de más darle vueltas a lo ya dicho.

Lo que sí he de mencionar, es que es algo que como jode y hace pesado el día a día. A veces, cuando la gente cree que estoy en silencio, en mi mundo de fantasías o en la pendeja, no es así. Ojala me la pasara en la pendeja, ojala fuera así... pero no.

Si me quedo quieto de repente, como si pensara profundamente algo o me extraviara en un mundo de ficción, no lo dudes, estoy aguantando el pinche dolor. Focalizo toda mi mente y voluntad en no retorcerme o hacer una escena, pese a que me dan ganas de morderme la mano hasta partirla en dos...

Y no digo esto por simpatías o ganarme algo, yo se que allá afuera hay gente que lo pasa peor. Sí lo expreso, es porque quiero que exista un entendimiento y nada más, no para recibir aplausos ni lagrimas... hace tiempo que le agarre desprecio a esas actitudes "lastimeras", y NO por los aplauden, sino por los que usan su circunstancia o sufrimiento como una treta para ganar algo de los demás.

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