Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

sábado, 7 de abril de 2012

Aclaración.

El séptimo de treinta días: el peor dolor de tu cuerpo.



Aclaración.



Hace un tiempo hablaba de cosas que no tenían directamente nada que ver con el tema. No me gusta quejarme, porque me molesta la gente que se queja, inclusive con el tiempo, si te quejas de manera constante, simplemente tus quejas dejan de importarme (y tú en esencia). Y ojo, quejarse no está mal, molestarse o sufrir tampoco. Realmente el problema con una queja es que cada que veas a alguien, esta persona se queje o se la pase chillando, eso se me hace más una manera tonta y desesperante de llamar la atención.

Hay gente allá afuera, que si tiene problemas y se queja menos, o mejor aún, trata de hacer algo y no nomás se queja o espera que alguien más resuelva su vida. Por eso no me molesta ni incomoda que la gente a veces hable de sus problemas, que busquen un consejo o desahogo, pero, seamos claros, si desde que te conozco te pasa el mismo "problema", creo que el asunto inservible eres tu o tu percepción.

Aclarado eso, pasare a mencionar que este día lo esperaba con ansias porque seré franco. Como dije no me gusta quejarme, me caga que la gente crea que busco simpatía así. Ni me hago el fuerte ni nada, solo soy honesto con mi persona: lo que no me gusta de los demás no lo hago yo. Por eso esperaba este día, porque hablare del peor dolor de mi cuerpo.

Normalmente los peores dolores los identificamos porque nos dejan una cicatriz física o mental. Físico porque es algo que afecta la carne y mental porque el recuerdo puede hacer que te duela la panza nada más de echar a andar la memoria y recordar esa madre. La ventaja es que el dolor es eventual, como muchísimas cosas en la vida. Incluso hay una frase que dice "El dolor es miedo, dejando tu cuerpo". Eso habla de lo fugaz que es el dolor, que casualmente la gente se fija solo en que la alegría no es eterna, pero no me toca hablar de pendejos hoy.

Eso es lo maravilloso de los dolores físicos, son temporales, no duran o es un dolor insoportable pero, reitero, de corta duración.

Ahora bien, imagínate que tu amiguito un día por error (de esos que pasan en la vida), eres asaltado y el delincuente toma tu mano derecha y aplasta despiadadamente tus dedos con sus dos manoplas de carne. Acto seguido te pisotea y machaca con saña la palma y cada dedo. Como si no bastara toma una piedra y te hacen papilla los dedos. Digamos que eso tardo 30 segundos, es bastante efímero. Dolerá pero no tanto como esos 30 segundos de sadismo. Ahora repítelo infinitas veces.

Solo dejaras de sentirlo cuando duermes.

Habrá veces que lo sentirás tan fuerte que todos tus músculos se tensaran y no sabrás que hacer. Resistir o dejar que el dolor imbuya tu cuerpo. Es complicado. El dolor será sin problemas como si te hicieran dos veces seguidas la tortura que dije antes. Los días más cordiales la sensación será similar a que te hicieran la típica manita de puerco o te aplasten con las dos manos todos tus dedos, esos serán los días felices.

Ahora imagínalo por más o menos 2 años y 10 meses. Sintiéndolo a diario, e insisto, a toda hora excepto mientras duermes. Solo las drogas analgésicas de verdad (no paracetamol o una pinche aspirina ni mamadas así, hablo de cosas del calibre de la morfina) te harán "no sentir dolor", pero, solo si tomas eso.

Es así de simple, así de mágico. El solo pensar que lo describo es algo raro, porque sé que ni así se pueden hacer una idea real, nadie, de lo que siento. Pero me vale madres, de eso se trataba, de hablar de esto, no de que se "entienda". Mejor de hecho si no me gano la empatía de la gente, como dije, detesto que se tomen a veces tan enserio las personas. Hay que entender que todo es eventual. Si quieres tu pena y sufrimiento no, es eterno, pero velo por el lado amable, tu vida es fugar, es eventual, morirás y tú dolor se acabara.

¿Verdad que es bonito pensar eso? ¿Verdad?

Nah… realmente aunque no estoy en el modo, tampoco daré clases de nada. Un escritor portugués en una de sus obras mencionaba que "la copa del dolor no es igual para todos". Creo que es verdad, es un arma de doble filo. Te sirve para recapacitar que tus problemas no son tan grandes, que sin duda alguien allá afuera lo pasa peor y que a su modo todas las vidas son difíciles o duras. A su vez, sirve para callar a esos quejumbrosos de tercera. Así de sencillo.

Para rematar, dejare una anécdota acerca de que tanto influye en mi vida esto.

Mi papá me decía hace dos días que como estaba, yo respondí que bien. Me miro como solo sabe hacerlo un padre y me pregunto si yo era feliz. Le respondí que sí, que no tendría porque no serlo.

De antemano gracias por leer, comentar y entender de que trata esto. Lo más importante, creo que esta al final.

1 comentario:

  1. Auch.

    me dio cosita al leer lo del ladron, y supongo que ese es el chiste de esta pequeña anecdota.

    Mi lema es: Es bueno quejarse de vez en cuando, asi quedas agusto y listo para pensar en una solucion a lo que te aqueja.

    Sigo leyendo

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