Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

viernes, 6 de abril de 2012

Sonrie

El sexto de treinta días: Un desconocido en la calle.



Sonríe.



Hace un tiempo hablaba de una universitaria pelirroja que me volvía loco por qué me gustaba bastante, y si hablo solo d lo físico (soy una persona banal, plástica y superficial al final de cuentas, mea culpa). La razón es que, más allá del mero gusto de la carne, no se me da una idea clara para hablar de algún desconocido que veo en la calle.

Me gusta ir por ahí, pasear vaguear y esas cosas. Aunque usted no lo crea, antes me era muy grato salir y caminar. Nunca había tenido que llegar temprano a algún lugar (si ya sé, pero la escuela no me formo ese aspecto) a costa de un agravio de vida o muerte, por lo que a veces tomaba la ruta larga y caminaba. Disfrutaba de la ciudad, de sus calles, de su colorido, de su gente y su sabor.

No se trata de que yo sea un gran conocedor, un sublime observador o uno de esos raros hippies (o como se llamen) que ve más allá de lo evidente. A mí me gustaba pasearme y ya.

Obviamente a veces reparaba en alguna cosa o persona interesante. No hablo nada más de pechos turgentes o traseros prominentes de alguna fémina o que un edificio hiciera que las lagrimas acudieran a nublar mí vista por la pieza arquitectónica como tal. Muchas veces algún grafitti que si apelaba a una idea, en ocasiones una interesante escena interpretada por algún circense callejero, incluso hilarantes momentos de ver a la gente dar la vida por tan poca cosa como alcanzar el camión o pasar antes en la fila de la tiendita.

La verdad, a pesar de todo, si me fijo más en la gente que veo. En las mujeres y demás. Si, si. Soy un hombre y solo pienso en nalgas duras y pechos firmes, ajá. Como sea, no suelo fijarme realmente en la gente. Carezco de atención, de interés y de buena memoria por esos dos puntos.

Bueno, hay un tipo de persona que siempre miro y me agrada, tal vez debería decir que son tipos de personas: bebes y sus acompañantes y la gente que está contenta.

Me gustan los niños. No como para comerlos, como para tener 50 ahorita o porque sea un demente sexual amante de peques. Me gusta porque son tiernos, son curiosos, son inocentes y son confiados. Me gusta verlos porque quisiera que el mundo siempre fuera así para ellos. Sin preocuparse de guerras, muerte, hambre o podredumbre. Siempre han representado para mí, más que una esperanza, una razón para hacer mejor las cosas. Por eso hablo de quienes van con ellos: papás, hermanos, tíos o quien sea, es bonito. Se podría decir que solo a ellos es a los desconocidos que les sonrió. Ni a las chicas guapas ni nada, los bebes me ganan, desde siempre. Más ahora supongo, pero siempre me han representado lo mejor del mundo.

La gente que está feliz me agrada. Es simple, son felices y la felicidad es hermosa. Eso me hace sonreír y me hace sentir que el mundo vale la pena todavía. Si, sé que es discurso un poco de superación personal, pero no, de verdad me llena la alegría ajena. Una pareja de la edad y preferencia que sea tomándose de la mano, es algo genial. Un par de amigos caminando posando sus brazos en los hombros de los otros es lo máximo. Una chica que simplemente vaya sonriendo por la vida sin razón, tiene el mundo en sus manos. La gente feliz me hace feliz, me hacen sonreír.

Es así que a pesar de todas las cosas que me molestan, de que a veces el mundo simplemente debería arder o de que quisiera que la verga arrasara con un sector de la comunidad, veo a estas personas y pienso: sonríe.

Y su felicidad en cierto modo me toca, me llena y sonrió.

Y entonces el paseo se hace más grato, el sol quema menos, los pies se sienten ligeros, suena una bella melodía y pareciera que el mundo entero sonríe. Como diría Louis Prima “cuando sonríes, el mundo entero sonríe contigo”.


No queda mucho que decir realmente. Escuchen esa cancion, se llama "when youre smiling" de Louis prima, es buenisima. Incluso hay una poesia de Benedetti llamada asi. Y de verdad, no echen en saco roto su sonrisa, no porque alguien se enamore o algo asi, sino, porque simplemente, puede hacer un bien mayor del que ustedes creen

Sigamos sonriendo amigos y con suerte, el mundo entero sonreira (por reflejo o porque asi lo siente) en respuesta.

1 comentario:

  1. Sonrie.

    No sabes como hace falta que a veces alguien te sonria en la calle.

    La juventud se ha amargado, y ya nadie te sonrie, a menos que le convenga, asi que ver a un niño, a un par de enamorados, a un anciano, a un adulto, a un perro sonreir es bonito.

    Sigo leyendo.

    ResponderEliminar

Me interesa tú opinión.