Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

jueves, 5 de abril de 2012

¿Estoy grosero?

El tercero de treinta días: un familiar



¿Estoy Grosero?



Hace un tiempo hablaba de mi papá y como lo admiro, en calidad de ser humano, individuo, padre y amigo. Básicamente yo decía que si algún día era una persona como él, aunque fuese una cuarta parte (pese a sus defectos y esos detalles “menores”), me daría por bien servido ya que la admiración y respeto que por el siento, son muy grandes.

Esto va por el mismo camino, no se deje engañar amigo lector. La diferencia es que hablare de un detalle que va de generación en generación (o al menos, eso sospecho) en nuestra familia, y hablo del lado paterno (por si no resultaba evidente).

Me refiero a nuestro sentido del humor, ni más ni menos.

Hablar del humor es algo que la gente solo pensara como hacer chistes de caca, o referentes a la caca (no se confunda, son cosas distintas) y portarse como payaso. Si, si va por ahí, pero no todo lo que brilla es oro en este mundo. El humor y como lo empleamos habla mucho de mi familia.

Siempre estamos haciendo comentarios graciosos, contando anécdotas divertidas, diciendo chistes para buscar una risa fácil y burlándonos de otras personas. Viendo atrás, esto explica porque yo crecí de este modo, haciendo del humor algo fundamental en mi vida.
Eso es una parte, en mi familia somos de risa fácil, de buen humor, algo irreverentes y muy ingeniosos.

La otra parte es que el humor en cierto modo es nuestro estilo de vida y de movernos en el mundo.

Conozco a varias gentes que tratan de hacer que los tomen enserio, que apoyan montones de causas justas (que es bueno, si no fuera porque les interesara que todos sepamos que hacen cosas buenas), que declaman poesía de la nada y que admiran y emulan a muchos intelectuales clásicos o de moda. Ese tipo de gente que siempre habla en serio, que hace chistes de vez en cuando y que en si, siempre quiere que se le considere una persona de libre pensamiento e intelecto en constante uso.

Lugo estoy yo, que muchas veces me han dicho entre carcajadas “eres un idiota –inserte aquí el apodo de confianza que más le guste” y yo me rio también. Es así de simple, así de bonito. A mí me gusta divertirme, reírme y siento como labor social que debo divertir a los demás, no como payaso, a lo mucho como cómico o destacado observador del comportamiento ajeno o propio para burlarme. Soy de esa manera, porque crecí rodeado de buen humor, de buenos chistes y de carcajadas.

Soy de risa fácil. Me encanta oír peladeces y los chistes subidos de tono. Me parto de la risa cuando se hace alusión a un tema sexual y su disfuncionalidad o a esos clásicos chistes de humor negro que hace que un funeral se vuelva un circo. Lo mejor es que mi humor es simple, si da risa, me rio, por tanto, incluso viendo una película infantil me divierto como enano.

¿Por qué? Pues es que reír es maravilloso.

Yo no busco que me tomen enserio siempre, que pereza. Incluso en pláticas serias y de orden tal que el mundo pende de un hilo, yo hago un chiste o me divierto. Así soy, así crecí, así aprendí a ver la vida.

“Al final, todo en la vida es un Gag”, dicen que eso dijo Charles Chaplin (no sé si refiriéndose a lo trascendental de la vida o a que hay que divertirse) y concuerdo con él. Y apoyo esa idea porque mi papá me enseño a sonreír siempre.

No digo que todo se trate de reír y evitar la confrontación del deber, de un pleito o de algo más. No, simplemente quiero que se entienda que si las cosas las haces feliz, con alegría, divertido, pueden ser más llevaderas. Es tan simple que al final resulta idiota, así como yo.

Mi papá, y en si toda la familia, con su ejemplo, me enseño que en la vida, a la larga (lo bueno, malo, feo, horrible, vomitivo y hasta las lecciones de vida) todo termina siendo una broma, una buena historia.

La gente normalmente lucha por que digan que es un intelectual, alguien de refinados gustos, de ideas políticas revolucionarias, de intelecto virtuoso o que tiene habilidades extraordinarias. Yo solo tengo básicamente una virtud, y entandamos que por una virtud me refiero a algo constante en mi vida, a algo que se repite. Y no, no estoy chillando esperando que me digan cualidades, también tengo, pero esas son más incidentales, no están “equipadas” siempre. En cambio, las virtudes (insisto, desde mi visión) están siempre presentes.

Mi virtud es el humor y un toque de ingenio. No digo que sea un genio de la comedia o que mi mente sea tan versátil y estudiada que pueda hablar de cualquier tema, solo digo que creciendo entre gente tan genial como mi gente, mi familia y mi sangre, aprendí a tener una mente solo un ápice más vivaz para poder afrontar mejor la vida.

Los agradecimientos sobran, las palabras de honor y orgullo están de más y alzarse el cuello de la camisa no vale nada si no puedes compartir tus logros y reírte con alguien. Yo tengo a mi familia y amigos, no necesito más.

Al final, todo en la vida es un gag. No le des vueltas, diviértete mientras lo resuelves. No le busques tres pies al gato, las cosas son y ya está. A veces no hay nada más allá de lo evidente, relájate y no te compliques. Se feliz, recuerda que al final solo andas por acá de paso.

Esa es una lección de vida, para mí al menos, que me ha servido mucho.

Así que ya saben, el día que les logre sacar una risotada o un comentario mío les alegre un poquito su vida, díganmelo, eso me da más gusto que saber que mis ideas políticas son apoyadas o alguna burrada de esas.

Y por cierto, estoy grosero, es una frase recurrente de un sotaco comediante de México para insinuar que tal vez, se estaba pasando de la raya en su comedia, ya fuese en lo hilarante o en lo hiriente. Así me siento yo muchas veces.

Y la frasecilla la usa mucho mi papá, cuando esta bromeando conmigo. Pues al final, todo en la vida (dicen que alguien sabio, llamado Chaplin, dijo) es un gag.


Aclaro que falte por un fallo en mi internet, no se piensen lo peor amigos. Esto no se acaba hasta que yo acabe carajo.

Este día trata de hablar de un familiar. No dice "un familiar que ames, te enorgullesca" ni nada de eso, solo dice un familiar. Seria igual de valido que lanzara pestes o que dijera que odio a alguien de mi familia.

Pero en mi alma, no existe cabida para un sentimiento asi para muchas de las personas que me han cuidado toda mi vida. Soy estupido, pero no ingrato.

Además, amo a mi familia. Es asi de simple.

No me imagino siendo refinado, recatado y de platica inteligente y elegante, me da hueva. Prefiero mi humor burdo, torpe y honesto, mil veces.

Es de familia.

De antebrazo gracias por leer y comentar.

1 comentario:

  1. Pero, señor Caifan (Si, con "C") ¿Se da cuenta usted, que se retraso un par de dias en los escritos? ¿se da cuenta USTED de lo que esto significa? *Mueve su copa de vino mientras acomoda su monoculo* Eso significa que se le estuvo esperando en su actualizacion, no sea...
    Daah, ya no me salio...
    Pues nimodo, a veces eso pasa, pero habra que seguir echandole ganas, y sobretodo... Nunca me imagine como tomar este tema, no tenia idea de que escribir, y ahora que lo veo, no es tan serio como imaginaba xD buena!.

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