Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

martes, 24 de abril de 2012

¡Ñom ñom ñom!

El vigésimo tercero de treinta días: El beso más importante de tu vida.


¡Ñom ñom ñom!


Hace n tiempo hablaba del beso más importante de mi vida, hoy también hablare del beso más importante de mi vida, solo que es distinto.

A caray ¿Cómo dices que dijiste?

Bueno básicamente es evidente, en parte. El asunto con este día, es que el suceso del beso más importante está atado al contexto. Hace un año tenia novia, y un beso con ella fue lo más importante de mis días. Hoy, en plenitud de soltería, el beso más importante corresponde a otra persona.

En fin, la cosa es como es y ya.

El caso es que un día, estaba jugando con mi hermanita. Estábamos jugando a cualquier cosa, a escondernos, a chocarlas y ese tipo de juegos que haces con una niña de 2 años, tú siendo una bestia de 23 años. Entonces, me retire a mi cuarto e hice la charada típica de “mandar un beso”.

Eso marco el principio de uno, de muchos juegos que hay entre nosotros.

En fin, en esa ocasión le explique que tenía que cacharlo, y ya que lo pescaba, tenía que ponérselo en la mejilla. Ella hizo caso omiso de mi aviso y se lo guardo en su bolsita del pantalón. Le pregunte que porque se lo guardaba y me dijo que era para al rato. No pude hacer nada sino reírme.

Al paso de los días, la dinámica variaba muy poco. Yo le mandaba un beso y ella lo agarraba y se lo ponía en el cachete o lo guardaba. Luego se le ocurrió tirarlo, lo agarraba y lo aventaba al piso. Eso también me daba (y da) mucha risa.

Entonces un día, entre la costumbre y lo cotidiano del juego. La broma esperada no llego, ni se fue al piso el beso, ni a la mejilla, ni al bolsillo. Mi hermanita abrió la boca e hizo como si masticara algo. Obviamente, dijo que se comió el beso. Ese es de todos mi favorito, no diría que es de genios o algo así, pero se me hizo algo muy creativo y la verdad me divirtió mucho.

Y ya, básicamente, esos son los besos más importantes, los que jamás he dado. Porque son divertidos, porque serán bonitos recuerdos, porque son buenos momentos y porque es mi hermana y la quiero.

Una pequeña anecdota que termino siendo algo cotidiano, pero a la vez, maravilloso en mi día a día.

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