Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

miércoles, 25 de abril de 2012

Dame la vida sencilla.

El vigésimo quinto de treinta días: un deseo cumplido.


Dame la vida sencilla.


Hace un tiempo hablaba de un deseo que no le llamo deseo, sino metas u objetivos. Aun así, esta vez le llamare deseo.

Me gustaría tener una vida sencilla. Se me cumplió porque llevo un año viviendo de ese modo. Cuidando a mi hermana, haciendo las compras de la casa, leyéndole cuentos, viendo películas con ella, jugando videojuegos, leyendo novelas, saliendo a veces nada más a comer con mis amigos y hablando con otros y alguna que otra vez escribiendo.

Es una vida hermosa, no porque me la pase de inútil o porque tenga la vida comprada, sino porque es maravilloso estar con los que quiero, es así de sencillo.

En una canción que me gusta mucho, hay una parte que dice: “Mi meta es una casa pequeña, no aquella que es ancha y espaciosa, una casa que vibre de gozo y alegría, y con los que amas dentro”.

Eso es lo que he vivido un año entero de mi vida. Una vida sencilla llena de alegría, ahora, puedo decir con toda certeza que ese es un deseo que se me ha cumplido.

Solo me falta ahora, hacer que esta vida sencilla se mantenga. Llevar el mismo modo de vida, aunque modifique algunas actividades u horarios. Seguir viendo y cuidando de mi familia en medida de lo posible. Procurar a mis amigos y no perder jamás el contacto, pero el real, no dejar ir la esencia de la amistad. Mantener este ritmo de vida sencilla, me hará sentir bien, pero lo más importante, me mantendrá feliz.

Ese es el meollo del asunto que dudo que muchos entiendan. No quiero una vida sencilla por la rutina, el poco reto que representa o la mundana estabilidad. La quiero porque me parece una manera hermosa de vivir. Un estilo de vida que daría espacio a todo lo que considero importante en mi vida, la verdadera esencia de lo bello que es mi existir.

La gente piensa que entre más mejor. Entre más mujer, mejor. Más dinero, mejor. Más cosas, mejor. Más problemas, mejor. Menos tiempo, mejor. La vida no es así, no importa si solo pueda darme uno o dos lujos (como una consola de videojuegos y un par de libros al año), con lo indispensable basta. Eso sí, indispensable, pero con dignidad y decoro.

No creo que las cosas que más brillan y que más cuestan sean las mejores, a veces basta con algo sencillo y que apenas luce, pero, que tiene más valor que todas esas cosas radiantes. Finalmente, uno es el que decide realmente lo que vale y lo que importa.

Hay algunas personas que piensan que lo fino, lo caro y elegante siempre es mejor. Francamente eso se resbala de mi persona, totalmente. Creo que al final de cuentas, quiero una vida sencilla porque soy una persona sencilla. No se trata de la magia de lo peculiar o el misticismo de lo especial, no, se trata de la simpleza de lo natural, de la belleza de lo básico.

Dame la vida sencilla. Permíteme granjeármela a base de mis medios y esfuerzos, para que así, siga disfrutando de ella.

Bueno esta es la continuacion basicamente de hace un año. La diferencia es que ya no se trata solamente de relatar que me gustaria hacer y que es para mi una vida sencilla. e trata tambien de narrar el primer capitulo de esta experiencia de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me interesa tú opinión.