Lirica libre, el lugar de las letras de un escritor novel que día a día, trata de ser mejor...

Esta es la historia de un hombre que continua luchando contra su destino... Y confia en que vencera.

lunes, 9 de abril de 2012

Palabras opacadas.

El noveno de treinta días: Algo que te es indiferente.



Palabras opacadas.



Hace un tiempo, hablaba de la gente que hace como que sabe el camino y lo que es peor, de esa gente que cree que sabe que camino debes seguir. Una cosa es opinar, aconsejar o como le gusten decir, otra es que aseveres que tú sabes que es lo que yo debería hacer. Aparte de incongruente me parece de mal gusto. Por eso hablaba de cómo se me resbalan ese tipo de palabras y personas, en el sentido de que simplemente no les tomo en cuenta.

Hacer como el que sabe el camino es una frase que me gusta. Para el día de hoy tengo otra que me encanta: “Tus actos hablan tan fuerte, que no puedo escuchar tus palabras”. Esa es la frasecita campechana que hoy nos atañe.

Es muy sencillo. No me gusta que la gente hable como si tuviera la verdad del mundo en sus manos. No lo niego, yo muchas veces lo hago y la verdad solo los idiotas hacen eso. No se crea, incansable amigo lector, yo me reprendo como el juez más severo que hay, porque con la vara que mido me mido y me doy de chingadazos además. En medida de lo posible, procuro ya no cometer ese acto de vanidad de creer que mi voz es la única que tiene razón o debe ser escuchada.

Y esto es sobre cosas claras. Básicamente me molesta la gente que hace esto porque denota falsedad o hipocresía y eso, reitero, me molesta y hace que de manera natural o automática, genere un rechazo y repulsión equiparable a lo que normalmente sentimos cuando pisamos caca.

Va en contra de dos cosas fundamentales (para su servidor) en la vida: el ser autentico y ser feliz.

Si te la pasas teniendo doble cara o moral, y hablando de una cosa pero haciendo otra (no importa si condenas o apoyas X causa), al final de cuentas tienes que vivir de cierto modo, dos vidas y pues, no sé, que yo recuerde solo los héroes y criminales hacen eso… y la mayoría de esta gente no salva perritos con la pijama puesta y los calzones por fuera.

Insisto, no importa que hagas, lo mejor sería ser honesto, y reconocer que te gusta hacer X cosa. Normalmente la gente que oculta algo, pregona que hay que respetar, tratar de manera justa y nunca avergonzarte de lo que te gusta y bueno… resulta que al final no pueden reconocer sus gustos.

Y no hablo de algo malo. Por ejemplo, hoy día acostarte con quien quieras mientras te protejas, no es malo (o eso dicen) ¿Por qué negar que te gusta darle vuelo a la hilacha? No se trata de hacer pancartas y poner lemas ofensivos acerca de que te gusta, simplemente no negar o desviar la mirada cuando te tachan de algo. Cuanta gente no he visto que le dicen puta y lo niega, o que les dicen mujeriegos y dicen que es un mal entendido. Si te ríes o niegas lo que te gusta, no esperes que te respete camarada.

Quien me conoce sabe que soy un huevón y tal vez hasta un inútil. Así es, me gusta llevármela campechana, sé que no es lo ideal, pero vamos, es lo que a mí me gusta y hasta hace un año aun era socialmente productivo.

No sé, no siento que sea tan difícil ser autentico en tu persona. De verdad que no. Tal vez no he vivido esas ajetreadas vidas o sufrido como esas personas, pero bueno, creí que los más tontos eran los que se engañaban a sí mismos, y resulta que no.

Las palabras de estas personas, siempre me dan risa. No importa si eres mi mejor amigo o un casi desconocido. Simplemente decir algo y que tu cola haga otra cosa, es hilarante. Me hace cuestionar donde tendrá el cerebro esta gente, como para creer que lo que se ha visto puede dejar de verse, aun enfrente de tu cara.

Como sea, recuerdo que sentir lástima por alguien más es malo y habla mal en sí de ti mismo (por aquello de plantarte en una posición “superior” al ser condescendiente), pero no sé cómo reaccionar ante estas caricaturas de individuos.

“Quieren libertad, y no saben ser libres”.

Tal vez este mal decir que me es indiferente este tipo de conducta y comportamiento. Lo correcto es que me parece tan irrisorio y descabellado, que me divierte y me hace sentir pena al mismo tiempo, pero, me genera tanto asco si se repite, que termino odiándolo y a la larga, siendo indiferente ante las suplicas o palabras de esta gente que sirve a tantos amos.


Tal vez la razón, aparte de ayudar, que me motivo a estudiar psicologia es tratar de entender los "porque" detras de la conducta de la gente.

De antemano gracias por leer y comentar.

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